CARLOS
Son las diez de la noche, escucho la puerta de su habitación abrirse, me siento tentado a salir, necesito verla y hablar con ella, necesito que me perdone, siento que ni siquiera puedo respirar, le he enviado mensajes pero no los responde, la llame, pero su teléfono está apagado, no bajó a cenar y su mamá está preocupada, escucho que sube nuevamente las escaleras y se detiene frente a mi puerta, mi corazón se acelera y tengo la esperanza de que entre y venga a hablar conmigo pero toda mi esperanza se esfuma cuando escucho la puerta de su habitación cerrarse, salgo en silencio y pongo mi odio sobre su puerta, la escucho murmurar algunas cosas y no entiendo con claridad, sé que está llorando y eso me duele, entonces regresan a mí las imágenes de su rostro cuando me dijo terminemos, me duele pero no puedo obligarla a que hablemos, vuelvo a mi habitación y trato de dormir, pero no lo logro, tengo un dolor indescriptible en el pecho, alrededor de una hora después escucho a alguien golpear en su puerta, supongo que es su mamá, luego abren la puerta y un grito desgarrador sale de la habitación, doña Nubio empieza a gritar Sara hija, por Dios que hiciste, reacciona, y me doy cuenta que eso era lo que sentía en el pecho, algo malo iba a suceder, el peor escenario pasa por mi cabeza y salgo corriendo de la habitación, don Manuel también sube corriendo las escaleras y de todos los escenarios posibles que pude imaginarme, me encontré con el peor, una sara inconsciente en brazos de su mamá, un frasco de pastas para dormir vacío en la mesa de noche y una cama llena de sangre, ella lo hizo, quería asegurarse de morir, de verdad quería dejarme, los gritos de su madre me devuelven a la realidad, la arrebato de sus brazos y le digo a don Manuel que abra la puerta, la meto al carro, ellos se suben y conduzco a toda velocidad, el hospital está cerca, tardo dos minutos en llegar, la bajo y entro corriendo con ella en brazos, la pongo en una camilla y grito desesperado que la atiendan, ella esta pálida, sus labios están morados, sé que la estoy perdiendo, soy consciente de que se está muriendo y todo es mi culpa, el doctor le pregunta a sus padres por su tipo de sangre, A positivo respondo de inmediato, necesitan ponerle sangre de inmediato, me ofrezco para donar, se su tipo de sangre porque ella un día me pregunto el mío y también soy a positivo, dijo "si algún día tengo que donar toda mi sangre para salvar tu vida lo haré", recordando esas palabras siento ganas de pegarme un tiro, como puedo ser tan malditamente idiota, para desconfiar de alguien que estaría dispuesta a darme su vida, el doctor acepta y sus padres también, entro a la habitación donde la tienen, ahí mismo e sacaran la sangre, me duele verla ahí, cada segundo que pasa son menos las posibilidades de salvarla, ella ya no está sangrando, afortunadamente el corte lo pudieron cerrar, entonces recuerdo las pastas, doctor, ella consumió pastas para dormir también digo, entonces él dice, debemos hacer un lavado y remitirla, aquí no tenemos lo suficiente para salvarla en caso de complicaciones, le digo que eso debe decirle a sus padres, que soy solo un amigo de la familia, me colocan el catéter y la sangre empieza a salir, el doctor sale de la habitación y se queda una enfermera que me dice la amas verdad, en ese momento dejo salir mis emociones y le pregunto la razón de su afirmación, a lo que ella responde, si fuera solo la hija de tus amigos, no estarías temblando como lo haces, la amas, pero sus padres no lo saben, ella también te ama, pero por diferencia de edad no pueden estar juntos, en ese momento la corrijo, si, estamos juntos digo, pero por mis estúpidos celos ella me dejó, la enfermera me ve con una mirada acusadora y me dice, sabes que ella ha sufrido mucho, yo la atendí hace unos años y entonces me doy cuenta de que ella la conoce, de cuando estuvo en este mismo hospital después de que fue violada, le digo que ya conozco la historia, ella me dice admiro mucho a Sara, si hubiera sido yo, hace mucho había terminado con mi vida, después de eso sale de la habitación, dejándome solo, sara tiene conectada una bolsa de sangre que ya le habían puesto, el doctor vuelve y se la llevan, le van a hacer el lavado, hago un par de llamadas, de algo tiene que servir tener un cargo alto en el ejército, solicito un helicóptero, digo que es para mi mujer, para que agilicen todo rápido, llamo al hospital militar y solicito un equipo médico y una habitación, es la forma más rápida de que la atiendan, está todo listo para el traslado le digo al doctor cuando entra a la habitación y las enfermeras lo siguen, mientras empujan a Sara en una camilla, sus padres entran y les digo lo que va a suceder, ellos me dan las gracias, pero me dicen que la capital está muy lejos y les queda difícil trasladarse, les digo que no se preocupen, yo me iré con ella y la cuidaré, ellos tiene otro hijo y un trabajo que cuidar, pasan dos horas y ya me encuentro en el helicóptero rumbo a la capital, se supone que llegaremos en una hora.
Han pasado dos semanas, dos malditas semanas y Sara no reacciona, sigue en coma, todos los días hablo con sus padres y les digo lo que dicen los médicos, que es: su cuerpo está perfectamente recuperado, ahora todo depende de las ganas de vivir que ella tenga, maldita sea si intento suicidarse que ganas de vivir va a tener, en estos días he bajado de peso, tengo ojeras, pero no puedo dormir, no quiero que ella se despierte y este sola, entro al baño y me lavo la cara, me veo al espejo y no hay sonrisa, no hay brillo en los ojos, mi vida está en esa maldita cama, estoy concentrado reprochándome mis acciones, cuando escucho ruido afuera, salgo y ahí están esos ojos negros hermosos de los que me enamore, agua dice, reacciono y le paso un vaso con agua, salgo inmediatamente a llamar a los médicos, entran la examinan, dicen que todo está bien, salen y me dejan con ella, le he dicho tanto estos últimos días, que ahora no sé qué decirle, mis padres pregunta, están en el pueblo respondo, que fecha es hoy pregunta de nuevo, le digo han pasado dos semanas, ¿Por qué me salvaron? Pregunta y no sé qué decirle, entonces ella continua, de verdad quería morir, la única persona en la que confió y que amo, no confía en mí, me ayudaste a superar mis miedo a no tener más pesadillas pero me hiciste dependiente de ti, entonces ya no tengo motivos para estar viva y esa imagen de ella en la cama inconsciente y llena de sangre vuelve a mi mente, me acerco y la abrazo, no me hagas esto de nuevo por favor, no puedo soportarlo, prometo que voy a cambiar, voy a confiar en ti, no me dejes, no te imaginas el infierno que ha sido mi vida desde ese día, te amo Sara digo, y veo sus lágrimas salir, ella no me responde, necesito un teléfono dice, le paso mi teléfono y llama a su mamá, habla con ella y luego a su papá, cuando cuelga ni siquiera me mira, quiero dormir dice y se acuesta, mi miedo regresa, sus ojos son igual de apagados que el día que la conocí.