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Dominus Omnium [Español - Spanish]

LonelinessAuthor
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Synopsis
Con episodios recurrentes de sueños que los transportan a un tanto injusto como cruel mundo, repleto de magia y seres mitológicos, Henrry es invocado a esté por medio de un ritual erróneo hacia un Demon lord; curioso y agotado de su vida diaria, decide hacerse pasar por él para descubrir los misterios de estos extraños sueños repetitivos; "Al fin y al cabo son solo sueños, ¿no?". Acompaña a Henrry por una travesía épica, donde no todo es lo que parece, ¿Cómo estos continuos episodios afectaran su vida diaria?. "¡La respuesta quizás esta en actuar como si estuviera soñando!".
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Chapter 1 - Problemas al dormir

—Algunas veces siento como si mi mundo fuera una ilusión.

—Henrry, ya hemos discutido de esto. Tienes que ser más específico cuando hablas, los detalles son importantes.

Acomodándose las gafas, mientras su plumón golpeaba continuamente la libreta de anotaciones. Con voz desinteresada se dirigió a Henrry que se encontraba recostado sobre el sofá de la oficina.

—Rick, enserio tengo miedo; ya no sé cuándo soy yo.

Sus cejas se fruncieron.

—Te he dicho que me digas Richart, soy tu terapeuta no podemos ser amigos mientras estés en sesión.

Herry volteo a mirar el reloj mecánico que cuelga de la pared al lado del sofá y cerró los ojos, lentamente se sumergió en el sonido de las manecillas moviéndose, la tranquilidad llenaba el ambiente, tanto que podía oír la lenta respiración de Rick.

Con un movimiento contundente Rick golpeo la frente de Henrry con la libreta que estaba sosteniendo, espantando su estado de relajación.

—No pierdas el tiempo y responde.

Con una mirada helada Rick observo a Henrry que aún permanecía en silencio.

— ¿Si te cuento la historia completa prometes no reírte de mí?

— Mi trabajo es tratar a las personas de forma profesional, ¿de verdad crees que me reiría de tu historia?

— Rick, nos conocemos desde hace tantos años, te he visto burlarte de tus pacientes.

Con una mirada inocente Henrry recorrió el rostro de Rick.

—¡Ahhh!, que no me llames Rick, te dije que era una mala idea, no puedo ser profesional si no pones de tu parte, mejor te daré la información de contacto de alguno de mis colegas.

Con una sonrisa torcida, rápidamente Henrry batió las manos dando a entender que no se apresurara.

—No puedo hablar de esto con nadie más, no me hagas esto.

—Entonces deja de perder el tiempo...

—Estoy teniendo sueños extraños.

—...

De pronto un silencio incomodo se apodero del ambiente.

—Es normal tener sueños húmedos, ¿para eso me estás haciendo perder el tiempo?

—No es esa clase de sueños...

Rick guardo silencio nuevamente, dando a entender que prosiguiera.

—Cuando me acuesto a dormir yo...

—¿¿Tu??

—Despierto siendo alguien más.

—En serio, no te comprendo, explícate.

—Cuando estoy durmiendo me levanto siendo otra persona, todo se siente tan real pero cuando salgo del establo donde me levanto y observo el cielo estrellado siempre hay dos lunas colgando en el cielo, el aire es tan limpio y la brisa tan suave.

—Henrry... ¿te drogas?

—¡Escúchame Rick!, hablo enserio.

—Bien, continúa.

—Al comienzo pensé que estaba teniendo uno de esos sueños donde eres consciente de tus acciones, pero por más que lo intentaba nada cambiaba en ese extraño mundo y siempre tengo mucho sueño, las primeras veces solo me volvía a dormir sobre la lona dura que está en el piso del establo y cuando despertaba todo era normal nuevamente.

—Hay personas que sufren de algo llamado, "súper realismo en sus sueños", es una condición extraña, pero nada grave.

—Si fuera así de simple.

Una sonrisa deprimente se pintaba en el rostro de Henrry mientras miraba perdido al espacio frente a él.

— ¿A qué te refieres?

—Las primeras veces ocurría una vez al mes, pero con el tiempo se hizo más frecuente, ahora mismo me pasó todos los sábados durante el último mes; nunca ha fallado.

—Bueno eso si es realmente extraño, pero no eres del tipo de persona que habla de sus problemas, algo más debe haber pasado para que estés tú aquí ya que siempre desprestigias mi profesión.

—El sábado pasado no desperté en el establo de siempre. Estaba tirado sobre el pasto, al lado de un riachuelo, complemente herido, estaba sangrando y tenía muchos cortes por el cuerpo, el dolor inundo tanto mi cerebro que me espanto el sueño.

Rick, acomodo su asiento y tomo una mejor postura olvidando todo su desinterés anterior.

—Cuando me levante tenía el hombro dislocado y también el ante brazo roto, con una fuerte respiración me mordí el labio hasta que una raya sangre broto para acomodarme el hombro.

— ¿El dolor que sentías no te despertó?

—No, era como estar en una pesadilla, tome unos cuantos palos secos más un trozo de tela de mi camisa harapienta para fijar mi antebrazo.

Describió Henrry, mientras su ceño se tornaba grabe.

— ¿Qué procediste a hacer?

— ¿Recuerdas cuando acampábamos con nuestro tío?

— Ajam.

—Parecía que era invierno allá, así que me preocupaba más tomar una hipotermia, observe los alrededores por si habría depredadores y busque un refugio.

—Espera, algo no tiene sentido.

— ¿Qué cosa?

— ¿Si sufrías tanto dolor como podías pensar claramente?

—No decías que era un sueño, ¿Por qué le buscas lógica?

—Idiota, para hacer bien mi trabajo tengo que hacer inmersión en la fábula de mi paciente y tratar de comprender su esquema.

Rondando sus ojos Rick miro burlonamente a Henrry.

—Espera, ¿crees que estoy loco?

—No necesariamente, pero podríamos partir de esa premisa.

—Rick...

—Solo bromeo, prosigue.

Relajando su tono Rick se recostó en el espaldar de su silla y acomodo las piernas.

—En mis prácticas de Judo me he golpeado varias veces la cabeza así que puedo razonar estando aun mareado, es casi el mismo principio.

Explico Henrry mientras trataba de justificarse.

— ¿Podría ser una contusión cerebral?

—Rick...

—Que aburrido te has vuelto Henrry ya no soportas un simple chiste.

—Tomate este problema enserio, yo me he lastimado antes, pero eso que sentí en ese momento fue una experiencia trauman te, a duras penas pude arrastrar mi cuerpo hasta la hendidura de una saliente en un montículo cercano antes de perder el conocimiento por el dolor.

— ¿Te desmayaste? o ¿quedaste dormido?

— ¿Hay alguna diferencia?

Pensativo Rick comenzó a divagar un poco.

—Todo se comenzó a poner borroso en un punto y cuando me recosté simplemente me levante de nuevo en mi cama, así que supongo que me desmaye.

— ¿Has estado bajo mucho estrés últimamente?

—Lo normal, aparte del trabajo y la universidad no tengo mucho de qué preocuparme.

—¿Has estado tomando alguna medicina?

—Analgésicos para el dolor de cabeza.

Rick se levantó de su silla y camino hacia un estante cercano, tomo algo y se acercó nuevamente al sofá.

—Esto es un somnífero, suele pasar que nuestro cerebro esta tan cansado que no sabe descansar correctamente y a veces causa alucinaciones, quizás otras un poco más extrañas que otras; ya que la tendencia son los sábados debes tener un día muy agitado, puede que tengas algo que te esté estresando mucho y no te des cuenta.

—Bueno el torneo nacional de judo se acerca y mi rendimiento está bajo, por eso los sábados el entrenador nos destruye con ejercicio.

—Allí tienes una posible causa, toma este medicamento te ayudara a descansar correctamente.

Con una sonrisa comprensiva Rick le dio la caja a Henrry, este acomodo su postura para ver a Rick poco convencido.

—Supongo que no pierdo nada intentándolo.

—Perfecto, términos la sesión de hoy, escríbeme si algo más ocurre y programemos otra para el lunes, ¿Qué te parece?

—Está bien, solo quiero que eso pare.

—Y así será, no te preocupes, cuentas con la ayuda del mejor.

—Pero tus notas antes de graduarte fueron bastante mediocres.

Este fue el turno de Henrry para burlarse, con el ceño nuevamente fruncido, Rick agarro a Henrry levantándolo del sofá.

—Es momento que te vayas, tengo otra cita en 10 minutos y debo preparar el caso.

—Si... Doctor Rick.

—Que no me digas Rick cuando estemos en sesión....

Lo arrastro hasta la puerta y con un golpe audible Henrry quedo fuera de la oficina.

—Deberías mirar más bien tu nivel de estrés.

Con un casi inaudible comentario Henrry guardo el somnífero en su bolsillo.

Rápidamente se hizo sábado, los nervios carcomían a Henrry por lo cual estaba bastante distraído durante la práctica de judo.

—Henrry, ¿Qué ocurre?, las nacionales están a la vuelta de la esquina y no te noto concentrado.

—No es nada entrenador, debí haber tomado un resfriado.

—Sabes que solo cuento contigo y Dan para sacar el equipo adelante así que atiende la práctica.

—Déjalo entrenador no lo necesitamos.

Al oír aquella molesta voz Henrry frunció el ceño.

—Dan, para alardear tanto sigues siendo igual de mediocre.

Replico rápidamente Henrry con un poco de asco en la voz.

—Chicos, ¡CONCENTRENSE!

— ¡SI, ENTRENADOR!

Con movimientos repetitivos entrelazaron sus cuerpos tratando de derrumbar la defensa del otro, lentamente la práctica se fue calentando hasta que Dan levanto la rodilla golpeando el esófago de Henrry sacándole el aire, debilitando su agarre y permitiendo que Dan pueda tirarlo al piso. Victorioso y petulante se acercó lentamente a Elena la hija del entrenador que atendía su celular no muy lejos del anillo de pelea.

Henrry sin apenas recuperar el aliento se levantó y trato de empujarlo por la espalda. El entrenador al darse cuenta enseguida agarra por los brazos a Henrry apretándolo fuertemente.

— ¿Qué estás haciendo?, Henrry.

— ¿No vio que me saco el aire con la rodilla?

—Dan, ¿Qué hiciste?

Al percatarse del conflicto Elena levanto la cabeza y noto la sonrisa de satisfacción de Dan, causándole un poco de gracia.

— ¿De qué habla entrenador?

— ¿Le sacaste el aire a Henrry?

Con una voz grave y fría el entrenador pregunto.

—Claro que no; entrenador, es una calumnia, debe estar molesto por perder de forma tan humillante.

Con una cara de inocencia Dan replico en su defensa.

—Padre, yo estuve observando todo el tiempo y lo que afirma Henrry no paso.

Elena intercedió levándose lentamente, paso su mano por su cabello castaño, este queda a la par con sus hombros, la forma de sus piernas largas y delgadas eran visibles en su sudadera, mientras caminaba lentamente al lado de Dan, su figura curvilínea tomó una pose de reproche mientras señalaba con el dedo a Henrry, las uñas las tiene pintadas con colores muy fuertes dando una impresión de una chica de mala actitud.

—Tu chico estrella ha estado distraído desde que llego y ahora quiere desquitar sus frustraciones con Dan, ¿Cómo puedes permitir tal injusticia?

Sin mostrar emociones el entrenador solo observo a la pareja y luego miro a Henrry, después de unos segundos, suspiro.

—Henrry porque no te tomas un descanso.

Con esas palabras el entrenador se dio la vuelta y camino hacia otros estudiantes dando algunas indicaciones.

—Me las pagaras.

Henrry les dio la espalda y camino hacia los vestidores.

— ¿Tienes ganas de llorar?

Las risas de la pareja resonaron en su cerebro como un taladro.

— ¿Viste su cara?, "me las pagaras".

— ¡Si!

Una risa burlona y aguda salió nuevamente de la pareja. Mientras se alejaba, sus voces se hacían cada vez menos audibles, al llegar al casillero estrello su toalla contra los asientos, tomo su ropa y la caja de pastillas que Rick le había dado cayo del bolsillo, se agacho y la levanto, mientras leía la descripción.

—Somnífero, tomar 2 horas antes para hacer efecto, asegura más de ocho horas de sueño... bla, bla, bla, no tomar más de una, si presenta alguna reacción alérgica comunicarse con su doctor de cabecera.

Tomo una pastilla y la tiro en su boca, tragándola en seco. Después de cambiarse camino a la salida del gimnasio mientras miraba de reojo a Dan y Elena riendo en las gradas, el entrenador se percató que Henrry se iba así que rápidamente se acercó a él.

—Henrry, espera.

Henrry volteo, deteniéndose para esperar que el entrenador lo alcanzara.

—Se que Dan actuó mal y esa niña tonta me va a oír cuando lleguemos a casa.

—No se preocupe entrenador, estoy bien. Realmente mi nivel está muy bajo si hasta ese cabeza hueca me puede perjudicar.

—Lo siento, sabes que no puedo sancionarlo porque si no su padre...

Agitando las manos Henrry dio a entender que comprendía.

—No se preocupe por tonterías, ya me marcho, tenga una buena noche entrenador.

—Descansa, Henrry.

Al llegar a casa la pastilla ya comenzaba a hacer efecto por lo cual su visión se volvió brumosa, arrastro pesadamente sus pies mientras sacaba del estante una lata de comida para gatos, tintineos resonaron, un gato regordete con un cascabel atado al cuello comenzó a ronronear su pierna, con placer se agacho mientras le daba unas suaves palmaditas en la cabeza del gato y acomodaba la comida a su lado.

—Buen chico, Señor Albóndiga, debemos comenzar esa dieta para ti, pero hoy estoy muy cansado, estas con suerte esta noche.

Con un maulló bajo el gato procedió a comer mientras Henrry tomaba una poco de leche de la nevera y se arrastró hasta la cama, con un golpe bajo su cuerpo se desplomo, aun con la ropa y zapatos puestos.

—Me siendo un poto mareawo.

Murmuro incomprensiblemente mientras sus ojos se cerraban, el tintineo del cascabel del Señor Albóndiga se hacía audible pero su mente lentamente se oscurecía; podía sentir que Señor Albóndiga se subió a la cama por lo cual comenzó a mover la mano tratando de agarrarlo.

—Señor Albomdija bajete de la cawa

Un dolor agudo se hizo presente en su brazo derecho, mientras abruptamente abría los ojos la escena a su alrededor había cambiado completamente, la luz del sol penetro sus pupilas creando una escena borrosa que lentamente se iba aclarando, no entro rápidamente en pánico, pero si sujeto su brazo dolido mientras apretaba los dientes.