— ¡Alto!
Un fuerte grito resonó desde la puerta de la casa.
Henrry daba pequeños saltos en su asiento con cada cabalgata del caballo, la brisa golpeaba su rostro dándole una sensación de libertad. una risa aullante floreció desde su vientre.
— ¡Nunca pensé que cabalgar fuera tan divertido!
A medida que avanzaba hacia el sur oeste se abrió camino entre algunos peatones hasta llegar a un camino sinuoso repleto de arena y rocas.
El trote del caballo se vio ralentizado, pero ya podía ver la entrada del bosque a menos de un kilómetro.
Perdido en sus pensamientos mientras miraba su palma derecha, una voz lo despertó de golpe.
—Así que tu eres el esclavo fugitivo, ¿me pregunto qué tendrás de especial para que esa niña caprichosa te ayude tanto?
Un joven de apariencia apuesta de cabello rubio y constitución delgada corría a la par con el caballo, causando una impresión inmensa en Henrry parecía no esforzarse en lo más mínimo; debían estar a unos treinta kilómetros por hora, además que no pudo notar en qué momento este hombre se acerco lo suficiente a el, es como si fuera un fantasma que salió de la nada.
— ¿Quién eres?
Pregunto Henrry de manera torpe.
—Me llamo Olen, mucho gusto.
Con una sonrisa brillante y animada el joven se presentó.
Un escalofrió paso por la espalda de Henrry ya que siempre desconfía de las sonrisas cordiales.
En ese momento el joven golpeo con su mano el costado del caballo haciendo que este callera de golpe junto con Henrry que salió volando por al menos dos metros.
Moretones y raspones se abrieron nuevamente causando que chillara de dolor.
La figura de Olen pronto llego calmadamente a su lado.
—Lo siento, pero no tengo mucho tiempo y me pidieron el favor que te llevara de regreso.
Un lamento bajo salía de Henrry mientras ignoraba las palabras de Olen, estaba aturdido quería despertar de ese maldito sueño.
—Supongo que tendré que arrástrate.
Con un movimiento rápido su mano delgada apretó el desmarañado cabello de Henrry, su apretón, aunque luce suave era fuerte causando que Henrry chillara aun mas alto.
Con sus manos trato de liberarse, pero la mano de Olen parecía estar hecha de hierro, su agarre no aflojo en lo más mínimo.
Lo arrastro todo el camino hasta llegar nuevamente al patio de Argy donde estaba ella rodeada por algunas personas desconocidas y Gustaf dándole un sermón.
Al llegar lo primero que Henrry noto a pesar de su dolor fue la mirada empática y lastimera de Argy unos segundos antes de apartar la mirada.
Luego fue la mirada de fastidio de Gustaf, como la de desprecio de algunos otros que vestían de forma similar.
—Señor Gustaf aquí está el esclavo que pidió.
—Muchas gracias Señorito Olen por rebajarse a tan pequeño encargo.
Gustaf borro todo su mal humor y puso una sonrisa aduladora.
—No se olvide de nuestro acuerdo.
—Jamás podría, jamás podría.
Repito queriendo aclarar su punto; Olen se dio la vuelta sin mirar nuevamente la escena y se marchó, cuando estuvo lo suficientemente lejos Gustaf dejo escapar un suspiro de alivio, miro furioso a Henrry.
—Maldito esclavo, me haces deberle favores a ese tipo.
Dijo en voz baja cuando estuvo lo suficientemente cerca de Henrry y comenzó a patearlo, lamentos de dolor se escapaban de su boca mientras la sangre de sus heridas se escurría.
—Si no fuera porque te vendí a Lion te mataría ahora mismo a golpes.
Otra patada al abdomen causo que Henrry vomitara bilis. Una mirada de odio fue reflejada en su rostro mientras no podía soportar más esta situación.
[¿Por qué debo sufrir hasta en mis sueños?]
Su mirada se hizo cada vez más fría mientras abruptamente dejo de emitir sonidos y solo miraba fijamente a Gustaf que continuaba golpeándolo.
— ¡Deja de mirarme así maldito esclavo!
Grito imponente mientras aumentaba la fuerza de sus golpes, un fuerte crujido fue escuchado de uno de los brazos de Henrry.
—Tan débil como una rama y te atreves a mirarme con odio.
En ese momento Argy no pudo soportarlo más.
— ¡Señor Gustaf por favor, deje de golpearlo le pagare el triple de su valor! No, ¡diez veces lo que vale!
—Maldita niña malcriada, ¿crees que puedes conseguir lo que quieras?.
Susurro en voz baja mientras se volteaba con una sonrisa.
—Lo siento señorita Argy él es propiedad de la institución, no esta a la venta, debe de servir de ejemplo para los otros esclavos.
En ese momento la fuerte respiración de Henrry ya era audible hasta para Argy que estaba alejada por una distancia considerable.
Un hombre alto al lado de ella con una capucha arrugo las cejas mientras miraba fijamente a Henrry.
Un calor abrazador tomaba el pecho de Henrry, solo quería despertar de este horrible sueño y hacer desaparecer a todas estas personas que lo maltrataban sin razón; su mirada era cruel y afilada, lo cual comenzó a asustar a Gustaf el cual se alejó lentamente.
— ¡Señor Gustaf corra!
El hombre alto en capucha grito, mientras corría hacia la dirección de Henrry.
El calor abrazador en el pecho de Henrry estallo y pronto un intenso fuego exploto en la ropa de Gustaf que comenzó a aullar de forma miserable. Mientras el fuego crecía mas, su cuerpo regordete comenzó a revolcarse en el piso.
Henrry lentamente se levanto del suelo, la sangre de sus raspones le comenzó a escurrir y con su mirada helada recorrido la escena, pronto uno de los soldados cercanos trato de atacarlo con una espada larga pero antes de llegar su armadura se calentó y de pronto también exploto en un fuego aun mas salvaje que con el que ataco a Gustaf; un grito bajo fue todo lo que se pudo oír antes que el soldado se desplomara en el piso.
— ¡Detente!
El hombre alto grito, antes que Henrry se percatara el hombre ya estaba demasiado cerca de él, con un fuerte golpe en la boca del estómago, Henrry cayó al piso, el hombre sin piedad le dio un golpe en la cabeza haciendo que todo se hiciera borroso.
— ¡Mátenlo!, ahora.
Los chillidos de Gustaf podían ser oídos levemente y algunos comentarios de hombres asombrados.
—No puedo creer que posea magia y a este nivel.
La visión de Henrry se volvía cada vez más oscura.
—Llévenlo a las catatumbas, yo me encargare después.
Fueron las últimas palabras que escucho antes de caer inconsciente.
Los ojos de Henrry se abrieron lentamente, su mirada borrosa fue acompañada de un terrible dolor de cabeza, sus manos estaban fuertemente sujetas por unos fríos grilletes de metal; todo su cuerpo gritaba de dolor.
Pasos sonaron a la distancia dentro de la oscura habitación, el hombre alto encapuchado que lo había derribado emergió lentamente de la oscuridad.
—Si no me equivoco debes ser S12.
Su voz era pausada y profunda, dando una impresión lúgubre.
—¿Quie-n-n Eres?
Reuniendo el poco de valor que le quedaba se forzó a buscar respuestas, para escapar de esta pesadilla.
—Quien soy no es importante, lo único importante es que me digas quién eres tú.
— Mi nombre es &?¿$!°|
—¿Hugh?
El corazón de Henrry se aceleró en ese instante.
—¡Mi nombre es &?¿$!°| !
— ¡MI NOMBRE ES &?¿$!°|!
Con las pocas fuerzas que le quedaban al igual que una bestia mal herida trato de decirlo hasta que su garganta reseca no pudo más.
Un pesado jadeo fue el único sonido que quedo en la oscura habitación.
Henrry no entendía que estaba pasando.
[¿Cómo es esto posible?, Por más que lo intente no puedo decir mi nombre]
El dolor nuevamente lo hizo gruñir, sacando a la figura encapuchada de su transe.
—Necesito informar esto a mi superior.
Corriendo fuera del alcance de la pesada visión de Henrry la figura desapareció.
[Mi visión se nubla, voy a desmayarme nuevamente... quiero despertar]
Antes de perder completamente el conocimiento varias figuras entraron corriendo a la habitación.
—Rápido desáten...lo Ahor....
Todo quedo en negro.
Cuando Henrry volvió a despertar estaba recostado en una cama tan suave como la seda y extremadamente cómoda.
Extrañado por la ausencia de dolor comenzó a mover sus extremidades, aunque no sufría más el dolor agudo anterior, seguían estando rígidas.
—Mi señor al fin esta despierto.
Una voz femenina provino del costado de la cama, por lo que Henrry se giró a mirar; en una silla, sentada, se encontraba la figura de una mujer, su piel era pálida pero el color de su cabello y sus ojos eran extremadamente oscuros, era como mirar el cielo nocturno carente de cualquier luz.
Esta imagen impresiono a Henrry, ya que nunca había visto a una mujer así anteriormente.
—Creo que esta confundido, permítame aclarar sus dudas.
Al notar la cara de consternación de Henrry y su mirada penetrante como si buscara todos sus secretos la mujer rompió el silencio incomodo.
—Mi nombre es Agnes, soy un miembro de su culto mi señor Ignar.
Con un gesto de reverencia incuestionable la mujer agacho la cabeza en símbolo de sumisión.
[¿Culto?, ¿Ignar?]
Henrry guardo silencio tratando de procesar que era lo que estaba sucediendo, mientras seguía inspeccionando su cuerpo desnutrido.
Con una mirada de culpa Agnes observaba como Henrry hacia su inspección y rápidamente se desesperó.
—¡LO SIENTO MUCHO MI SEÑOR!, no tuvimos más opción que usar cuerpos de esclavos para hacer los experimentos de su invocación, la tasa de fallo es increíblemente alta e incluso los mejores candidatos perecían en el proceso, así que nos quedamos sin opciones, por favor disculpe a esta humilde sirviente.
Agnes rápidamente se desplomo de rodillas en el piso suplicando misericordia.
Henrry extrañado por esta situación trato de mantener la calma.
[Los sueños son sueños después de todo]
Intento ponerse de pie algunas veces, pero su débil cuerpo apenas y soportaba su peso por lo que quedo finalmente sentado en el borde de la cama.
—Levántate.
Rápidamente Agnes se puso de pie.
—¿Dijiste que hubo muchos muertos al tratar de invocarme?
—Si mi señor, la tasa de fallo fue increíblemente alta y los pocos sobrevivientes fueron sometidos a observación prolongada, menos mal no los descartamos o fuéramos destruido el único cuerpo donde pudo habitar.
—¿Te refieres a S12?
—Claro mi señor, aunque particularmente no tiene nada de especial, aun no entendemos cómo fue posible que este proceso de invocación después de un tiempo lograra ser exitoso.
La mirada ferviente de Agnes asusto un poco a Henrry, le recordaba a la de los fanáticos religiosos.
[Esta mujer es demasiado extraña]
—¿Dónde estamos?
—Esta es una recamara oculta dentro de la academia real de esgrima y magia del reino Avalon, mi señor.
[No entiendo nada de lo que me dice, supongo que me tendré que meterme en el papel si quiero conseguir información]
—Dime Agnes, ¿Qué soy?
—¿A que se refiere mi señor?
—Dices que soy Ignar, ¿Qué es Ignar para ti?
—Mi señor imagino que desea probar mi lealtad hacia usted, pero no tenga dudas, todos los miembros del culto estamos dispuestos a dar nuestras insignificantes vidas por sus ambiciones.
Los oscuros ojos de Agnes destellaron con una luz de resolución bastante grande que en vez de asombrar a Henrry le causo un escalofrió.
[Me rindo, sacarle información es demasiado complicado, aunque...]
—Agnes, ¿Por qué no me cuentas tu historia?
El semblante firme de Agnes inmediatamente se perdió, comenzando a lucir un poco nerviosa, sus dedos se entrelazaban unos con otros con bastante fuerza, tratando de evitar el tema.
—Mi historia es muy aburrida mi señor, no quiero...
—Detente, es una orden.
Necesitaba saber de este extraño mundo de fantasías, Henrry decidió que lo más lógico sería interrogarla.
—Mi nombre es Agnes Mactriz, Nací como la hija del líder de un pequeño asentamiento al costado de Avalon, desde el momento que nací fui... portadora de su marca mi señor.
En ese momento Agnes bajo una sección de su vestido para revelar en su hombro izquierdo un lunar extraño, tenía la forma de lo que parecía una runa.
—Las personas tomaron eso como un mal presagio y siempre fui excluida, cada evento negativo que sucedía en el asentamiento fue atribuido a mi presencia.... Por lo que ellos... ellos...
Con un semblante tembloroso sus manos se apretaron fuertemente y las palabras se atoraban en su boca. Suspirando Henrry intervino.
—Detente, entiendo, debió ser duro para ti.
En ese momento Agnes se relajo un poco y rápidamente se sonrojo al pensar que había mostrado una faceta muy débil delante de su señor.
—Discúlpeme.
Dijo en voz baja.
—No te preocupes, puedes saltarte las partes que te cuesten decirlas.
Botando un poco de aire Agnes recobro el aliento.
—Después de la destrucción del asentamiento y ser la única sobreviviente, los caballeros de Avalon llegaron, allí el señor Mactriz me tomo como su hija adoptiva, me enseño la verdad de este mundo y me guio hasta usted, mi señor.
Rápidamente se poso sobre una rodilla nuevamente.
[Se tomo demasiado enserio eso de saltarse partes]
Con una mirada incomoda hizo un gesto para que se levantara, lo cual Agnes hizo rápidamente.
[Esta situación es demasiado confusa, repasemos:
1. Misteriosamente me desperté en el cuerpo de alguien llamado S12.
2. S12 es un esclavo de la academia de esgrima y magia... ¿de un país llamado Avalon?
3. Este esclavo tiene una especie de riña con alguien de la academia y lo quieren ejecutar.
4. Por alguna razón no puedo pronunciar mi nombre.
5. Y finalmente parece que hay una especie de culto que trataba de invocar un tal Ignar así que piensan que soy el.]
—Agnes... ¿qué quieres que Ignar... yo, haga por ti?
En ese instante una increíble emoción recorrió a Agnes, todo lo que siempre deseo al fin podría ser cumplido.
—¡Mi señor, yo solo deseo...!