…Me agarró de la mano
y con su mirada me dijo:
"caminemos juntos, porque solo los dos
sabemos cómo hacerlo".
Tantas piruetas de arco iris,
tantos sonares de campanas en el cielo,
tantas rondas de custodia matrimonial,
nos unieron en un solo soñar
y despertar al mismo sentir.
Sonrisas que venían a dejarnos
una pista, las fuimos esquivando,
pero dejando que las mismas
sean nuestras musas cotidianas.
La química, con la formula
de atracción nunca se llevaron muy bien.
Por eso mismo un día,
la segunda gano en primera mano.
Por lo que dejo a la ciencia relegada
en segundo lugar; para así decirnos:
"que no hay dos sin tres"…