…Después de ese nuevamente sentir
ese que se yo interno, donde solo ella
podía concebirlo,
se nos vino la imagen viva del pasado.
Música y llantos se mezclaron
entre risas y tristes mejillas
dibujadas por nuestro amor.
Ellas eran solo el reflejo
de la noticia insólita de saber
que nos estaba esperando el nuevo ser,
por querer ser ese único mas,
que viene a completar los castillos en el aire.
Nos dijeron que no hay dos sin tres,
y en eso, si que tenían razón.
Se completó el rompecabezas
de nuetros corazones ausentados,
abrillantando la vida con estrellitas de colores.
Diminuta vestimenta por elegir,
esa miniatura de pie, debía ser cubierta
por las manos de mamá.
No sabíamos cómo, ni por donde arrancar
porque después de 8 primaveras,
era commo un volver a empezar…