Perspectiva: Leila Fraire.
Villa Limes, Jublios 20 de Ianuarius del 1571.
Desde pequeña, pude darme cuenta que la realidad es aplastante, no te da un respiro, y lo peor de todo, es imposible escapar de ella; si agregamos lo implacable que es este mundo, estaba a punto de volverme loca. ¿Cómo se puede vivir en un mundo así? Esa era la pregunta que rondaba en mi cabeza todo el tiempo; por más que pensara, jamás encontraba una respuesta; así que comencé a establecer mis propias teorías, pero eso solo sirvió para calmar mi ansiedad temporalmente. Si no podía resolver esa pregunta, era como aceptar que no había nada por qué vivir, y cada día era más difícil evitar ese pensamiento; siendo ese el caso, creía que era mejor estar muerta, quería morir. Sin embargo, querer no es poder, morir duele, odio el dolor y soy una cobarde; por tanto, no me quedó más remedio que seguir viviendo.
La vida es muy dura, más aún cuando no tienes suerte; mi madre era miembro de la raza más poderosa del mundo, la Gelum, pero mi padre era un simple humano; que estas dos especies se junten para tener hijos, no es algo extraño, lo extraño, es cuando nacen bebés híbridos, justo como yo. La gente normalmente piensa que heredamos un 50% de las cualidades raciales de cada progenitor, no obstante, eso no es cierto; muchas veces, la proporción es de un 60-40, en otros es 70-30; la relación varía mucho dependiendo de la raza y de cada individuo; en mi caso, soy 80% Gelum, y apenas 20% humana, sin embargo, eso es suficiente para ser considerada como una hibrida, y para los humanos, esto constituye algo muy malo, es como ser una bastarda, una equivocación.
Mi madre murió cuando nací, y cuando mi padre se enteró de mi condición, me despreció totalmente; él era esa clase de persona maliciosa que solo busca aprovecharse de los demás, aun no entiendo como mi madre terminó embarazada de ese tipo; jamás la conocí, pero, probablemente, ella tampoco era una mujer virtuosa. Al ser un bebé defectuoso, según el razonamiento de mi padre, solo hay dos opciones: desechar o reciclar, como no podía hacer lo primero, optó por lo segundo. Él nunca me trató bien, me golpeaba por cada pequeño detalle, y como tengo una gran capacidad regenerativa, no se contenía en lo absoluto; y a medida que fui creciendo, mi vida se volvió más miserable.
El punto de inflexión llegó cuando asistí a la escuela y descubrí que soy una Inanire; en ese momento, pensaba que estaba condenada a una vida llena de desgracias y tribulaciones. Se cree que la existencia de los Inanire, es resultado de una maldición relacionada con los Extranjeros, dicen que fue porque algunas personas les ayudaron a realizar actos imperdonables, y quebrantar las leyes de la magia, por ello, los 6 Dioses les despojaron de sus Unidades Mágicas. Sea verdad o mentira, todo el mundo me trató como basura, muchas veces, escuché a mi padre decir que yo era una desgracia, y que no debería existir. De cualquier forma, ya me había acostumbrado a recibir el maltrato de ese hombre, ahora, solo debía adaptarme a que todos lo hicieran; simplemente, pensaba que las cosas no podían ser peores.
En la escuela, conocí a Mi Señor, él me defendió y me acompañó en todo momento, ese fue el primer acto de amor que recibí en toda mi vida. Por fin, había encontrado la respuesta a esa pregunta, sin duda, era mi destino encontrarme con él; todo el sufrimiento era por este momento, ahora, las piezas de mi rota vida, encajaban perfectamente; y desde entonces, decidí dedicarme por completo a esa persona. Mi Señor Agis, me enseñó que la gente podía ser bondadosa y cariñosa, que hay momentos en los que la realidad no es tan abrumadora, y que el mundo puede ser bueno; cuando estoy con él, soy feliz, siento que no necesito nada más, y creo firmemente que todos venimos a este mundo, para conocer a nuestra persona destinada y ser felices juntos.
Mi encuentro con el destino, cambió mi perspectiva para siempre; aunque todavía tengo que soportar muchas cosas malas, considero que nada de eso importa, siempre y cuando pueda estar al lado de Mi Señor. No tengo ningún resentimiento contra la gente que me ha maltratado, de hecho, siento que, gracias a ellos, he logrado alcanzar la felicidad; sin embargo, eso no quiere decir que les tenga algún aprecio, ni siquiera puedo confiar en esa clase de personas, pero, desgraciadamente, individuos como esos abundan en el mundo. Todo lo que se puede hacer, es aceptarlo y seguir adelante.
Los años posteriores fueron excelentes; podía pasar más tiempo con Mi Señor en la escuela, en la casa, en la calle, dormíamos en la misma cama, e incluso, nos bañamos juntos una vez; ese día, tuve un súbito despertar en mi cuerpo, no sabía que era, pero desde ese momento, no podía apartar la vista de él, tenía la imponente necesidad de estar a su lado, y cuando lo tocaba, sentía una increíble sensación de bienestar, simplemente, no podía tener suficiente de ese sentimiento. La señorita Royse, me dijo que la emoción que siento cuando estoy cerca de Mi Señor, se llama excitación, y luego de explicarme otros detalles sobre las mujeres de mi raza, me di cuenta que mis sentimientos habían evolucionado, eso me hizo muy feliz; por fin pude entender algunos de los comportamientos que mostraba conmigo, probablemente, creía que lo estaba acosando, o que yo estaba teniendo pensamientos extraños sobre él, por lo cual, no lo culpo, después de todo, mi rostro inexpresivo hace que la gente crea muchas cosas raras; en consecuencia, le manifiesto mis dudas e intenciones, para evitar que se aleje de mí, o me vea de forma extraña.
Después de pasar tanto tiempo con Mi Señor, entiendo muy bien su personalidad y hábitos más arraigados; él es fuerte, talentoso en la magia, bastante inteligente, sensible, y muy hábil para discernir entre el bien y el mal; sin embargo, tiene ciertos defectos: se fija mucho en las apariencias, es muy crédulo e ingenuo en algunos aspectos, tiende a malinterpretar muchas cosas, y se engaña a sí mismo para no hacer frente a situaciones que no son de su agrado; a pesar de todo, es una persona muy confiable en los momentos más críticos, y tiene un gran carácter que te hace querer seguirlo hasta el fin del mundo; en resumen, es un ser maravilloso. Con tal de permanecer a su lado, estoy dispuesta hacer todo lo que sea necesario.
Debido a su mala costumbre de evitar conversaciones delicadas y embarazosas, tiende a crear ideas erróneas sobre los sentimientos, comportamiento y personalidad de los demás; inocentemente, cree que esa molestia llamada Katherine Berdún, es una chica buena y amable, cuando en realidad, es una mujer con oscuras y viles intenciones; honestamente, no me agrada en lo más mínimo. ¿Cómo puedo estar tan segura? Es muy simple, porque yo también me estoy aprovechando de esa debilidad, aunque, lo hago por mi propia cobardía. En el fondo de mi corazón, temo que él me rechace o se aleje de mí; incluso en los momentos que me ve extrañado por mi comportamiento, siento un gran dolor en mi pecho, porque a veces, su mirada se parece a la de mi padre. Sé que Mi Señor realmente no me ve con ojos de desagrado, odio o cualquier otra sensación maliciosa, sin embargo, no puedo evitar pensar que un día, en verdad me vea de esa forma; supongo que este es uno de los traumas de mi niñez, por ahora, soy capaz de lidiar con ello, pero sé que un día, debo hacerle frente; mientras tanto, me muestro como una chica normal, obediente, alegre y virtuosa.
El día de hoy, Mi Señor quiere resolver muchas de sus dudas, y confirmar algunas de sus teorías sobre mí; su expresión nerviosa y torpe es demasiado linda, quisiera abalanzarme sobre él ahora mismo, pero debo conservar mi compostura, este es un momento importante. Al ver sus ojos llenos de determinación, creí que ya era hora de mostrar mi otra faceta ante él, no obstante, aún no estoy lista, todavía tengo mucha inseguridad y temor por lo que pueda suceder; no hay más remedio, con mucho dolor, debo mentirle, estoy segura de que, a partir de ahora, habrá muchas oportunidades para confesarme y enmendar todos mis errores. Solamente debo obtener el valor suficiente para ello.
- Hace poco hablé con mi papá sobre los problemas que podríamos enfrentar como aventureros, – Mi Señor divaga un poco – y me comentó algo que me llamó la atención, me dijo que las mujeres de la raza Gelum, no permiten que ningún otro hombre más que su marido las toque, y yo me estaba preguntando si está bien tocarte, así como si nada; tal vez, esté cometiendo una grave equivocación. – se muestra un poco avergonzado.
- No hay de qué preocuparse, yo no comparto las mismas costumbres que la mayoría de mujeres Gelum, – hablo con mucha confianza – es más, ni siquiera sabía sobre eso, hasta que Mi Señor lo ha mencionado, así que no tiene que contenerse en tener contacto conmigo.
La verdad es que las Gelum, nos excitamos demasiado cuando tenemos contacto físico con el sexo opuesto; recientemente, no siento nada cuando me masturbo, y solo puedo experimentar placer cuando Mi Señor me toca. No entiendo muy bien la razón, pero parece que es un precio a pagar por las cualidades raciales que tenemos las Gelum; dicho eso, no puedo ser completamente honesta, si se entera, probablemente, nunca más vuelva a tocarme, ¡eso sería terrible! Si no puedo excitarme una vez al día, podría volverme loca.
- Haaa bueno, entonces, tampoco tienes problemas si otros hombres también te tocan, ¿verdad?
- Prefiero evitar que cualquier hombre ponga sus manos sobre mí, yo soy la sierva de Mi Señor, por tanto, solo Mi Señor puede tocarme. – hablo en tono severo.
- mmmm ya veo. – Mi Señor responde con un rostro lleno de resignación.
Algunas veces, tengo contacto con el señor Egeo, y más que experimentar excitación, me siento algo sucia y repugnante; no es que tenga algo en contra del señor Egeo, o que lo considere de esa forma, simplemente, así es como me siento; pero cuando Mi Señor lo hace, es verdaderamente placentero, de solo pensar en eso, ya me dan ganas de… ¡uff! Cada vez es más difícil aguantar la abstinencia, ¡vamos Leila!, resiste hasta la noche; en fin, puedo entender perfectamente que las mujeres Gelum tengan esa clase de costumbres, supongo que muchas deben ser orgullosas e intolerantes, en consecuencia, sería extraño no hacer pagar el precio al desgraciado que ha mancillado a una dama.
- Tengo otra duda; algunas veces, he visto que cambias tu semblante, es decir, parece como si estuvieras haciendo muecas, o expresiones un poco extrañas, y cosas por el estilo, – trata de explicarse – y recuerdo que las Gelum no pueden cambiar su expresión facial, así que, pensé que tal vez estabas tratando de hacer algún esfuerzo por sonreír o algo parecido; yo quiero saber si eso se debe a que eres mitad humana.
- De vez en cuando, mi rostro hace gestos involuntariamente, – me esfuerzo por hablar de forma natural – eso pasa por que me dan calambres, no se debe a mi parte humana; a partir de ahora, voy a esforzarme para que no vuelva a pasar, espero que Mi Señor no le preste mucha atención, y no piense demasiado sobre eso.
- Con que era eso, quien lo creyera, – se muestra muy relajado – nunca había pensado que eso podría pasar.
¡uff! ¡Eso estuvo cerca!, no pensé que se fijaría en esos detalles. De vez en cuando, y sin previo aviso, Mi Señor me toma del brazo, o pone sus manos en mis hombros; súbitamente, mi cuerpo se excita, y al reprimir desesperadamente esa sensación, mi rostro realiza minúsculas muecas; siempre pensé que no se daba cuenta de esas pequeñeces, pero parece que él está muy al pendiente de mí, ¡haa! Eso me hace muy feliz.
Muchos creen que las Gelum no pueden realizar expresiones faciales, lo cual, es una verdad a medias; no es que no podamos, es simplemente que lo hacemos cuando experimentamos sentimientos muy placenteros, producto del contacto físico con el sexo opuesto; por lo visto, en la mayoría de las ocasiones, nuestro rostro se retuerce en muecas de deleite. La señorita Royse, me dijo que solo debía mostrar esa expresión cuando le esté entregando mi cuerpo a un hombre, en otras palabras, ¡cuando tenga sexo salvaje con Mi Señor Agis!, estoy esperando con impaciencia por ese momento, aunque, parece que él está haciendo las cosas a su ritmo, por ahora, mi único consuelo es dormir a su lado en la misma cama; honestamente, me parece una mierda, pero no hay otra opción, no quiero forzar a Mi Señor, más bien, deseo que él me fuerce a mí, ¡ups! estoy divagando demasiado; en fin, solo es cuestión de tiempo para que comience a desarrollar esos deseos, y cuando ocurra, lo voy a recibir con los brazos abiertos, o más bien, con las piernas abiertas.
- Hee… bueno, como decir esto, – se muestra inseguro – algunas veces, cuando me levanto por la mañana, encuentro la cama muy húmeda, y cuando miro a Leila, veo que estás muy sudorosa y mojada por todos lados; recientemente, eso sucede con más frecuencia, ¿acaso estás enferma o es que las Gelum transpiran mucho?
- ¡haa! No Mi Señor, eso es porque últimamente hace mucho calor por la noche, – desesperadamente intento hablar en tono calmado – no estoy enferma ni nada, y disculpe si lo he ensuciado con mi… "sudor", lo que pasa es que las Gelum, transpiramos más que los humanos, y somos un poco más sensibles al calor, – miro a otro lado expresando mi avergüenza – le aseguro que eso no volverá a suceder, así que, por favor, permítame seguir durmiendo con Mi Señor.
- Aaa… ya veo, – se ve algo desconcertado – por un momento, pensé que Leila estaba mojando la cama o algo, porque la cama comienza a oler extraño.
- ¡No! Mi Señor, ¡yo nunca haría esa clase de cosas, por favor perdóneme, le juro que eso nunca se va a repetir! – hablo con mucho arrebato.
- Ejejeje, Está bien Leila, no tienes que exagerar tanto.
¡Mierda, mierda, mierda! ¡Casi se da cuenta! Es en estos momentos, cuando agradezco a los Dioses por mi rostro inexpresivo, de lo contrario, ahora mismo estaría con cara de desesperación y cinismo, sería descubierta y quien sabe lo que pensaría de mí. No voy a negarlo, soy una pervertida, cada noche, mientras Mi Señor duerme profundamente, me masturbo con mucha energía; no es algo que me enorgullezca, pero solo así puedo soportar todo un día de privación carnal. Actualmente, es la única forma en la que siento excitación, es más, esta noche, tendré que hacerlo con más ánimo que nunca.
Debo admitir que soy un poco imprudente, cuando termino de darme placer, quedo rendida y me duermo antes de limpiar mi desastre; pero es que no se puede evitar, cada día, se vuelve más y más difícil aguantar; lo sé, soy como una adicta con síndrome de abstinencia, a este ritmo, es posible que Mi Señor se despierte en medio de mi momento de gloria. De ahora en adelante, voy a tener más cuidado y hacer las cosas bien; mi poder para manipular el agua y hielo, hace un poco más sencillo limpiar, pero necesito concentrarme, y eso no es nada fácil después de esa faena; bueno como sea, tengo que encontrar una nueva estrategia para esta noche.
- Cambiando de tema; Leila tiene ese hábito de seguirme a todos lados, ¿eso es una costumbre Gelum?
- Como su sirviente, debo permanecer siempre a su lado, no se trata de una costumbre, es uno de mis deberes. – respondo de forma monótona.
- Yo no me refiero a eso, lo digo porque lo haces desde mucho antes, – se explica – no es que sea molesto, es solo que quiero saber, si eso tiene alguna otra implicación que podría generar un malentendido más adelante.
- No tiene de que preocuparse, si lo hago, es simplemente porque me gusta permanecer a su lado; y ahora que soy su sierva, se ha vuelto algo necesario y obligatorio. – le expreso mi opinión.
- Pero, yo no he dado ninguna orden o algo parecido. – habla con sorpresa.
- Es deber de todo siervo, mostrarle respeto y servicio, por eso, debo permanecer a su lado, si en algún momento me necesita. – le hablo de forma educada.
De hecho, si existe esa costumbre Gelum, incluso hay muchas leyes humanas que la reglamentan, pero no debe saberlo por ahora. Después de una exhaustiva investigación, descubrí que legalmente soy una Gelum, y como tal, muchas leyes convenientes me son otorgadas; concretamente, a la que se refiere Mi Señor, es el derecho de concubinato, el cual, permite a una Gelum, convertirse en la amante de un hombre, sin importar su condición social; al parecer, es un compromiso marital muy importante en la cultura Gelum. Francamente, no me importan esas costumbres, pero si me interesa convertirme en la mujer de Mi Señor Agis, de esa forma, podemos permanecer juntos para siempre; no obstante, para que esta ley se aplique, es necesario convivir por 3 años consecutivos, y hasta ahora, llevo 2 años con 6 meses, así que, es solo cuestión de tiempo para lograr ese objetivo. Esto lo hago a causa de esa mujer maliciosa llamada Katherine Berdún; con su personalidad retorcida, seguramente, va a presionar a Mi Señor de alguna forma para que se deshaga de mí. La posición de sierva es muy desfavorable en estas cosas, con suficiente persistencia, un señor puede prescindir de su siervo, así que solo lo estoy haciendo como medida preventiva, ¡nada más!
- Esto me lleva a otra duda, – se ve pensativo – últimamente, haces muchas cosas sin que te lo ordene, pero otras veces, parece que es necesario, así que no entiendo en que momento debo hacerlo.
- Hay muchas cosas que puedo hacer sin necesidad de que me lo ordene, pero también hay momentos en los que debo recibir sus órdenes, es mi muestra de respeto, compromiso y lealtad.
- Mmmm ya veo, pero quiero saber si hay algún tipo de protocolo o determinadas cosas que no deben hacerse, ya sabes, para evitar problemas innecesarios. – muestra un rostro de expectativa.
- Existen ciertas costumbres que se deben seguir, en el caso de Mi Señor, le sugiero que me compre un collar de siervo.
- ¿Un collar de ciervo? ¿En verdad es necesario? – pregunta con amargura.
- Por supuesto, es muy práctico para que los demás sepan que soy su sierva y se evite muchas discusiones. – le hablo con mucha confianza.
- Entiendo, me parece razonable, ¿Qué clase de collar debo comprar?
- No tiene que ser llamativo, simplemente, uno que sea de su agrado.
- Entonces lo voy a comprar cuando estemos en la tienda, ¿Hay otras costumbres importantes que debo saber?
Por fin hace preguntas mucho más fáciles de responder, estaba temerosa de que pudiera percatarse de mis mentiras; esta vez, no he tenido que engañarlo, porque en verdad es algo necesario; si bien, no es estrictamente obligatorio para un siervo, es muy conveniente para evitar que otros hombres intenten poner sus manos sobre mí, dejar muy claro que le pertenezco a alguien más, y hará que Mi Señor goce de cierto grado de realce entre las personas ordinarias.
- La verdad, no soy la indicada para decirle esas cosas, creo que debería preguntárselo al señor Egeo, además, considero que no debería preocuparse demasiado, después de todo, Mi Señor es alguien excelente. – hablo con sinceridad.
- Muy bien, más tarde le voy a preguntar a mi papá, y gracias por el cumplido, tú también eres una buena y linda chica. – sonríe con alegría.
Al ver la sonrisa de Mi Señor, pienso que está feliz, y si él es feliz, yo también lo soy; además, no puedo evitar sentirme emocionada cuando elogia mi belleza, aunque, sinceramente, no soy una mujer particularmente hermosa. Mis ojos azules son bastante comunes entre las Gelum, y no son llamativos para los humanos; mi cabello llega hasta mis hombros, es liso y de color blanco, sin embargo, no favorece mi encanto, creo que fue un error cortarlo; mi piel blanca solo ayuda a resaltar mis ojos y alguna que otra cosa, pero en general, no es nada especial; tampoco tengo un cuerpo que se considere sexy o sensual, por el contrario, estoy un poco por debajo del estándar, siendo delgada, alta y con falta de definición; mis senos apenas son copa B, que para los hombres, serian de tamaño regular, y por desgracia, existen muchas mujeres con un busto aún más grande, por lo que estoy en el grupo de las perdedoras; mi trasero también se encuentra dentro del promedio, por tanto, me es imposible presumir de ello; finalmente, mi rostro inexpresivo tampoco ayuda, aunque, en términos de belleza, estoy sobre la norma, no obstante, la incapacidad de hacer algún gesto facial me resta mucho atractivo, esto hace que parezca una muñeca, o alguien muy lúgubre; sin embargo, a los ojos de Mi Señor soy atractiva, de hecho, para él, la gran mayoría de mujeres son hermosas, no sé cómo es que tiene ese sentido de la belleza tan extraño; en cualquier caso, es muy afortunado que le agrade mi apariencia, además, todavía soy joven, aun puedo volverme verdaderamente bella, solo debo alimentarme bien, entrenar todos los días, y hacer algunos tratamientos especiales que solo las mujeres podemos hacer; con eso, me convertiré en una dama despampanante.
- Con todo lo anterior, has resuelto mis dudas más frecuentes, – habla en tono serio – pero debo decir que hay muchas ocasiones en las que me es extremadamente difícil interpretar tus emociones, de hecho, en este momento, no entiendo muy bien lo que estás sintiendo, creo que tú misma debes haberlo notado desde hace mucho tiempo, – se muestra un poco afligido – y sé muy bien que haces todo lo que puedes para que yo logre comprenderte bien, sin embargo, creo que de ahora en adelante es necesario cambiar, mejorar, – intenta proponer algo – por eso he pensado en una alternativa, y es simplemente preguntarte cuando tenga esas inquietudes, y que tú también me digas lo que piensas o sientes sobre cualquier cosa cada vez que puedas, ¿Qué te parece? – pregunta con interés.
¡uff! Se nota que no es bueno tratando con estas charlas sensibles, que discurso tan largo para decir algo tan sencillo; pero supongo que es una señal de que ha pensado esto con mucho cuidado, está siendo considerado conmigo, y elige bien sus palabras, así que, no puedo decir que en realidad sea algo malo.
- Estoy de acuerdo, – hablo con naturalidad – no deseo que Mi Señor tenga ideas erróneas; además, estoy muy feliz de que esté tan interesado en mí, en verdad, le agradezco por su consideración.
- Por supuesto, eres mi mejor amiga; además, vamos a embarcarnos en un largo y complicado viaje, es necesario entendernos mejor para enfrentar todas las adversidades, y tener mucha más confianza que antes; después de todo, nunca terminas de conocer a las personas. – se ve muy alegre.
- No podría tener más razón, – asiento con la cabeza – por eso no debe reprimir sus dudas, voy a responder con toda honestidad.
Este es un buen resultado, ahora puedo evitar muchos problemas y malentendidos; así mismo, me es posible controlar en cierta medida la percepción que Mi Señor tiene sobre mí, con esto, poco a poco, le mostraré mis otras facetas, y con el tiempo, me aceptará completamente; debo admitir que este método es muy bajo, pero que se le va hacer, desde hace mucho, entendí que tienes que aceptar quien eres para seguir adelante; aunque hay cosas que puedes cambiar y mejorar, nunca te podrás convertir en otra persona, sin importar cuanto lo intentes. El agua puede tomar muchas formas y tonos, así como alcanzar diversos estados, sin embargo, por más que se altere, siempre hay un rastro, un detalle que demuestra que aún es agua, o que alguna vez lo fue; de igual forma, esto ocurre con todas las personas, hay aspectos de nuestra personalidad que jamás podremos cambiar, y en mi caso, me he dado cuenta que no importa lo que haga o quien pretenda ser, soy una mujer cobarde y pervertida sin remedio.
- Muy bien, ahora que hemos llegado a este punto, debo preguntarte sobre algo, y es una cuestión que considero importante… – pone cara amarga – se trata sobre tu padre, no quiero abrir viejas heridas, pero parece que estuvieras reprimiendo algo dentro de tu mente; probablemente, no debes tener buenos recuerdos suyos, sin embargo, es bueno que hables con alguien sobre eso, ya sabes, para limar asperezas y hacer catarsis.
Contar tus problemas a alguien, hace que te sientas un poco mejor, o por lo menos, sirve de consuelo emocional, pero eso no los va a solucionar; de hecho, no es algo realmente útil, especialmente, cuando esos inconvenientes son completamente ajenos a la persona que se los dices; particularmente, mis dilemas solo pueden ser resueltos por mí, porque no tienen nada que ver con aspectos materiales, son traumas y resentimientos que están íntimamente ligados con mi padre; no tiene sentido que se los cuente a Mi Señor, hay muy poco en lo que realmente pueda ayudarme.
- No he hablado sobre eso, porque no hay nada que decir, – hablo con seriedad – mi padre murió hace mucho; pagó por sus crímenes y maldades, eso es todo, ya se hizo lo que había que hacerse.
- ¿Pero no hay algo que te siga molestando? ¿o que necesites compensar?
- Lo que he sufrido ya fue retribuido, y lo que me agobie, solo yo puedo enfrentarlo; por eso, no hay necesidad de incomodarlo con mis lamentos.
- Entiendo, estás decidida, pero recuerda que siempre puedes contar conmigo; si hay algo en lo que pueda ayudarte, no dudes en decirlo. – parece comprender mis intenciones.
- Lo sé, cuando llegue el momento, tenga la seguridad de que le voy a contar todo, así que no debe preocuparse por eso. – lo miro con mucha determinación – estoy bien, todo está bajo control.
Afortunadamente, mi padre ya no se encuentra en este mundo, jamás volverá hacerme daño, su muerte me produjo satisfacción e incluso felicidad, ya que, gracias a eso, puedo estar con Mi Señor. Los traumas que me provocó ese hombre, son muy grandes, numerosos y complicados, he logrado resolver la mayoría, pero hay unos cuantos que son difíciles de tratar. Aceptar y reconocer abiertamente que tienes un problema, es el primer paso para solucionarlo, luego, se inicia un largo y complejo camino de redención, redescubrimiento y peregrinación, sin embargo, es más fácil decirlo que hacerlo; cada vez que fallas o recaes, se vuelve más difícil continuar, y después de fracasar repetidamente, un día, dejas de intentarlo; en ese momento, aprendes a sobrellevar todas tus dificultades, aunque esta estrategia no va arreglar nada, es todo lo que podemos hacer los débiles, cobardes y derrotados; con el tiempo, te vuelves fuerte, y la carga que al principio te parecía muy pesada, poco a poco, se hace más ligera; aunque nunca va a desaparecer, tarde o temprano, serás capaz de vivir con ello, esa es la forma que encontré para lidiar con mis dilemas.
- Leila, – habla con seriedad – a partir de ahora, vamos a enfrentar muchas dificultades, quiero que entiendas que esto no es un viaje de campo: probablemente, habrá momentos en los que enfrentaremos grandes peligros y no podre protegerte, incluso puede que un día, tengamos que tomar caminos diferentes, – me mira a los ojos – por eso te pregunto, ¿Qué esperas encontrar en este viaje?
- Solo espero permanecer a su lado, y ayudarle en todo lo que pueda…, y aun que nos separemos, estoy segura que nos volveremos a encontrar, creo que Mi Señor y yo, estamos unidos por el destino. – manifiesto mi creencia.
- Ya veo, eso es lo que crees, pensé que tendrías algún tipo de sueño o deseo por cumplir, como... – se ve pensativo – no sé, convertirte en alguien importante, ganar mucho dinero… esas cosas.
Si se trata de sueños y deseos, entonces puedo decir que estos ya se cumplieron; debo admitir que me falta un poco de ambición, no obstante, ahora mismo, tengo todo lo que necesito; sé muy bien que durante este viaje sufriremos muchos percances, aun así, estoy segura que de algún modo lograremos salir adelante; tal vez, en un futuro desarrolle nuevas aspiraciones y me vuelva codiciosa en algunos aspectos, pero mientras tanto, voy a seguir disfrutando de estos instantes de satisfacción y felicidad.
- No tengo esa clase de metas, pero creo que, en algún momento, podría comenzar a querer otras cosas. Cuando eso ocurra, será el primero en enterarse.
- Es bueno escuchar eso; – sonríe despreocupado – pero sabes, yo sí tengo algunos objetivos y varias preguntas por resolver; durante este viaje, estoy seguro de que voy a encontrar respuestas y cumplir mis metas.
- ¿Qué es lo que debe resolver? ¿es por eso que decidió convertirse en aventurero?
- Quiero saber más sobre el mundo que nos rodea, como funciona, porque es así y no de otra forma; es por eso que decidí ser un aventurero.
- Entonces, será todo un placer estar a su lado y conocer el mundo. – hablo en tono alegre.
- Pues bien..., – se pone de pie – ahora vamos a la tienda, creo que ya hablamos lo suficiente.
De esta forma, terminó la sesión de preguntas, y nos dirigimos a comprar algunos utensilios necesarios para nuestro viaje. Mi Señor me dio una gargantilla de tela de color negro, con un símbolo de estrella en el centro para demostrar que soy su sierva; aunque es de aspecto sencillo, no puedo estar más contenta.