—Postulante V-883—Dijo una mujer con saco y corbata en el medio de uno de los largos pasillos de la facultad de neo-ingenierías de la Universidad Internacional para el Desarrollo y Supervivencia Terrícola en la ciudad de Roma.
—Aquí—Respondió la única otra persona presente, un joven esvelto de largo cabello rojizo con ropa igualmente formal que cargaba un robusto libro titulado "Novus-Engineering: Mechanica".
—Sígame por favor—Dijo la mujer mientras entraba por la misma puerta de la que acababa de salir, y el joven la siguió.
Tras atravesar un largo y frio corredor y cruzar una enorme puerta ambos se encontraron en un gran salón rectangular en la que habían tribunas repletas de personas a los laterales que llenaban la habitación con un constante murmullo, y frente a ellos un alto estrado en el que se hallaba sentada una mujer alta de corto cabello negro que vestía un cálido sweater verde pero que con sus ojos totalmente grises observaba al joven que acababa de cruzar la puerta con tal frialdad que parecía poder empañar sus redondas gafas si quisiera. La guía del joven lo acompañó hasta el medio de la sala donde ambos esperaron en silencio por unos segundos hasta que finalmente la mujer al frente de ellos hablo, y el murmullo se detuvo de inmediato.
—Postulante V-883, diga su nombre completo, nacionalidad, edad y especialización que estudia.
—Nikolas Alphonse Otto, 23 años, especializado en mecánica... ruso—Respondió el joven y el murmullo reinicio al oírse esa última palabra.
—Silencio—Dijo la mujer mientras tomaba nota, a lo que todas las voces se apagaron inmediatamente—Siendo que es ruso debo preguntarle ¿Dónde se encontraba en la noche del evento?
—En mi hogar, en Rusia.
—Señor Alphonse, la totalidad de Rusia fue destruida en el evento dejando cero supervivientes, por favor responda con claridad ¿Dónde se encontraba en la noche del evento?
—Mi hogar se encontraba en un lugar turístico en la frontera entre Rusia y Noruega, la nacionalidad en si estaba en disputa, pero nací del lado ruso, y mi familia consideraba que el territorio era ruso.
—En Noruega entonces—Contesto fríamente la mujer—Su libro por favor—A lo que Nikolas entregó el libro que cargaba a su guía, la cual abandono la sala por una puerta detrás del estrado en silencio y luego la fría mujer al frente prosiguió—Señor Alphonse, oficialmente usted ha completado todas las pruebas necesarias para tener acceso al siguiente procedimiento, pero antes de realizarlo debo preguntarle ¿Considera usted que cumple con las condiciones necesarias para superar el mismo?
—SI—Respondió con seguridad Nikolas.
—¿Está usted consciente de las consecuencias fuera su cuerpo a rechazar el procedimiento?
—Si—Dijo con firmeza nuevamente.
—¿Comprende la responsabilidad que recaería en usted si superara el procedimiento?
—Si.
—¿Desea continuar con el procedimiento a pesar de ello?
—Si—Afirmo por última vez.
—Que así sea entonces, se le entregara a continuación la Venenum-Panacea para su consumo inmediato—Dijo la mujer mientras que la guía reingresaba la sala portando únicamente un plato con una pequeña píldora roja y blanca.
Al llegar la guía al centro de la sala miro a Nikolas directamente a los ojos mientras este tomaba la píldora con su mano derecha. Nikolas observo la píldora por unos segundos, casi eternos, en los que los únicos sonidos en la sala eran los pasos de la guía saliendo nuevamente de la habitación y la fuerte respiración del joven Nikolas que intentaba fuertemente no demostrar duda o miedo en su cara mientras acercaba la píldora a su boca, hasta que la coloco en su lengua, y con un fuerte ruido que hiso eco en el silencio de la gran habitación, la trago. Los segundos pasaron sin nada extraño a la vista, mientras los murmullos iniciaban nuevamente y se convertían en voces y luego en risas, hasta que uno de los hombres en las tribunas se puso de pie y empezó a aplaudir, y luego otro, y otro y eventualmente toda la tribuna estaba vitoreando alegremente al joven que se mantenía inmóvil en el centro de la sala, mirando fijamente a la mujer del estrado, que le devolvía la mirada con igual intensidad, y que fue por esto la primera en ver la sangre, saliendo lentamente de la boca del joven Nikolas, que intento mantener la compostura hasta que inevitablemente tosió y escupió un gran coagulo de sangre. El silencio nuevamente infectaba la sala, con todas las miradas que preocupadas se centradas en el joven cuya lengua se hallaba partida al medio en la punta como la de una serpiente, sangrando bastante al principio, luego menos, hasta que el sangrado se detuvo y Nikolas levanto la mirada para nuevamente fijar sus ojos ahora llorosos, pero aun decididos, en la mujer del estrado, la cual sonrió y dijo—Un efecto secundario menor, nada de qué preocuparse, felicidades señor Alphonse, acaba de superar a la humanidad, y con ello ahora está a cargo de protegerla, es usted ahora un Neo-Ingeniero—Y las tribunas finalmente explotaron en aplausos y bravos.
Algunas horas más tarde en uno de los enormes salones de la UIDST los alumnos se reunían en enormes mesas separadas en distintas zonas para cada facultad, cada una con enormes banquetes que a pesar de su tamaño apenas podían satisfacer el número de bocas que se reunían alrededor de cada mesa, excepto por una, no por exceso de comida sino por la pequeña cantidad de alumnos, la facultad de neo-ingenierías tenía alimento de sobra, y entre el pequeño grupo de 30 o 40 alumnos se encontraba el motivo de dicha celebración, el joven que acababa de graduarse bajo el título de "Neo-Ingeniero Mecánico" Nikolas Alphonse Otto, rodeado de sus amigos y compañeros de entre los cuales, los más cercanos al recién graduado ignoraban completamente la comida para conversar con él.
—¿A que sabia la Venenum-panacea? ¿Es cierto que sabe a mierda? —Dijo una joven de cabello violeta y ropa colorida a la derecha de Nikolas que contenía la risa sabiendo la respuesta a su propia pregunta.
—¿Qué? ¿Dónde escuchaste esa mierda María? La píldora no tiene sabor a nada idiota—Respondió Nikolas sonriendo.
—Bueno, escuché que tosiste sangre así que asumí que sabia mal.
—Tosiste sangre!!!—Exclamo un chico de piel morena con un traje muy ancho para su talla y con barbijo puesto a la izquierda de Nikolas—¿Estas bien? ¿Es eso normal? ¿Te duele la garganta? ¿Tienes fiebre?
—Estoy bien, solo se me partió la lengua, todos los neos tienen algo así, son efectos secundarios menores ¿No lo sabias?
—La directora Joana no tiene la lengua partida—Respondió ingenuamente el chico.
—Pero tiene el iris y la esclera grises "doctor Joe" —Dijo casi murmurando una chica pálida de largo cabello oscuro y una voz inexpresiva que vestía un extravagante vestido negro.
—Ginecólogo Joe! —Exclamo María—Perdón y de nada.
—No creo que María sepa lo que es un ginecólogo, y técnicamente no soy un doctor, no tengo título y además...
—Sabes que no se refiere a eso Joe—Lo interrumpió Nikolas—Y María definitivamente no tiene idea de que es un ginecólogo.
—¿No son los médicos que estudian el culo?
—Esos son los proctólogos—Respondió Joe.
—¿Los que estudian el pene?
—Urólogo—Respondieron al unísono los otros tres.
—La ginecología estudia el sistema reproductor femenino María—Corrigió Joe en tono profesional.
—Mierda, no es gracioso si no es gay—Protesto María.
—¿No es eso un poco homofóbico?
—Tu cara es homofóbica Joe.
—Disculpen la interrupción—Dijo una mujer detrás del grupo con una expresión confundida en el rosto por el comentario que acababa de oír—Señor Otto, la Señorita Web desea su presencia, si no es molestia.
—Claro, en seguida—Respondió Nikolas mientras se levantaba de su asiento—Aprovechen a comer un poco chicos, no van a volver a comer tan bien hasta que se gradúen—Dijo mientras se despedía de sus dos amigos que seguían discutiendo, y de Teresa, la tercera que ya tenía la boca llena de comida y lo despedía con una mirada tan inexpresiva como siempre.
Mientras el graduado se alejaba de la mesa en silencio volvió a mirar a la mujer que nuevamente lo guiaba y le dijo—Creí que con todos los asistentes que la directora Joana tiene sería raro cruzarme con la misma dos veces ¿Fuiste mi guía en el procedimiento verdad? ¿Cómo te llamas?
—Susana, y como concejo general ahora que ya eres un graduado, lo que la señorita Web aparenta ante sus alumnos no siempre es del todo cierto. Ciertamente tiene muchos asistentes, para los temas de menor importancia al menos.
Nikolas no pudo evitar reír ante este comentario, y aunque el resto del camino fue silencioso, la sonrisa no se borró de su boca mientras en su cabeza no paraba de sentirse orgulloso del reconocimiento que se le estaba dando.
Tras cruzar un par de puertas el dúo llego a una oficina con un gran ventanal detrás de un escritorio de madera oscura en el que la Neo-Ingeniera en psicología y directora de la UIDST Joana Web, se hallaba sentada, con una gran taza de café en su boca, que velozmente movió para hablar.
—Niko ¿Te puedo decir Niko?, toma asiento, conversemos un poco, ¿Quieres café? Susana sírvele lo que pida por favor ¿Cómo estuvo la fiesta? ¿Te gusto? —Dijo atolondrada la hasta ahora formal directora.
—Ah... yo... te, por favor—Respondió Nikolas un tanto sorprendido por la informalidad de su superior—La fiesta estuvo bien, aunque no sentí que fuera para mí, no es que quiera ser el centro de atención, disfrute más solo con mis amigos, pero se me hiso extraño siendo que era mi graduación.
—Bueno, la fiesta no era para ti—Refuto la directora mientras mordía un cannoli de chocolate—No te confundas, te felicito por tu logro, el veintitresavo egresado como neo-ingeniero no es algo menor, decimoséptimo en tu generación, todo gracias a mí, pero no puedo ser el centro de atención todo el tiempo ¿verdad?
—¿Disculpe? —Dijo confundido el egresado.
—Bueno, en los primeros 10 años desde el evento solo 6 personas tomaron la Venenum-Panacea sin mutar, pero luego alguien fundo una institución internacional que apoya a los estudiantes de Neo-Ingenierías, regula el consumo de las panaceas y en solo 7 años ya vamos 17 egresados, ¿No te parece que hago un buen trabajo?
—Bueno... si, pero aún hay personas mutando por las panaceas y las condiciones para no mutar siguen siendo las mismas, tuve que estudiar y memorizar el libro, eso solo está en mi cabeza, nadie más lo hiso, no con este libro al menos, merezco parte del mérito.
La directora sonrió tras esta respuesta, con una expresión casi materna antes de responder—La arrogancia es molesta ¿Verdad? Algo que nuestros compañeros Neos no suelen entender. Mi trabajo no es tan cercano a la perfección como el de ellos, por eso mismo no puedo tomar descansos, por eso la fiesta no era para ti, era para todos los demás. A pesar de que las oportunidades de graduarse de Neo parezcan tan altas en esta década, solo tenemos 37 estudiantes en la facultad de esta ciudad, de los cuales eres el primero en atreverse a realizar el procedimiento en los últimos 9 meses—Corto la oración al medio para tomar un sorbo de café y luego continuar—Los estudiantes son cobardes, tienen miedo a fallar y mutar, estudian otras carreras o se rinden a la mitad, la fiesta era para motivarlos, darles un incentivo, ponerte al centro podría haber ayudado, pero también podría haberles hecho sentir ajenos o inferiores, les doy la inspiración sin la presión social, soy la Neo-Ingeniera psicóloga Niko, perdona si fue descortés pero los Neos cargamos con la supervivencia de un planeta entero contra una amenaza que aún no comprendemos, no deberíamos gastar tiempo en ser arrogantes, el trabajo es primero ¿Y ya no eres trabajo mío verdad? —Y continuó tomando de su taza de café en un corto silencio tras lo que finalmente Niko respondió.
—Durante mi graduación ¿Quiénes eran los hombres en las tribunas?
—Ni idea, les pago para que se sienten y miren, si el estudiante sabe que no está listo la presión de ser observado gana y eligen seguir sus estudios, así reduje el número de panaceas consumidas y aumente el porcentaje de éxito del procedimiento en mis alumnos.
—¿Y para que el examen previo entonces?
—Por seguridad, no quisiera que algún impaciente con complejo de dios tome una Venenum-Panacea, pero tampoco es que pueda hacer un examen perfecto para cada posible libro de neo-ingenierías en el mundo y asegurar el éxito del procedimiento con ello, como indica mi título, no estudie mecánica, ni medicina, ni geometría, ni etcétera. Estudie psicología Niko, ni siquiera es una ciencia exacta, pero alguien tenía que hacer tu examen ¿Te parece que estoy capacitada para ello? Nadie lo está, bueno tú lo estas ahora, pero... entiendes.
—Bueno... el examen realmente si fue difícil—Contesto dudoso el graduado.
—Presión psicológica, soy la mejor psicóloga del mundo obviamente entiendo más esas cosas que las leyes de la termodinámica o lo que sea que estudiaste, la forma de exponer las preguntas, el tipo de letra, el tamaño de la hoja, el olor del aula, la temperatura, la iluminación, la textura de la mesa, el modelo del reloj en el aula, la especie de la mosca que deliberadamente libere en la sala previo al examen, todo fue diseñado para aumentar artificialmente la dificultad del examen. Se que es injusto pero dado que los alumnos se están arriesgando a mutar en seres irracionales con potenciales discapacidades físicas y un alto estrés psicológico por las dificultades para encajar en la sociedad estoy dispuesta a cierto nivel de tortura psicológica—Tomo el ultimo sorbo de café en su taza y finalmente pregunto—¿Qué piensas hacer ahora? Considerando lo general de tu rama me doy una idea, pero me gustaría que me lo confirmes.
—Bueno, planeaba trabajar con otro Neo, Funes específicamente, creo que le sería de gran ayuda para avanzar con su proyecto actual.
—Si eso pensaba, aunque no esperaba que lo eligieras a él de entre tantas opciones, igualmente intenta tener algo de iniciativa, no me gusta cuando mis alumnos se vuelven ciervos de segunda cobardes y obedientes.
—Lo tendré en cuenta—Dijo respetuosamente Niko—Si eso era todo lo que quería saber, me gustaría regresar a la fiesta por ahora.
—JA! ¿Apenas te hice una pregunta y te vas? Puta generación de impacientes—Exclamo Joana Web mirando a Niko como si ya no buscara su respeto ni su miedo ahora que era un ex alumno—Me guardare mis otras preguntas para la próxima, ve y diviértete, pero no le digas a nadie que la directora es agradable, necesito que los demás me sigan temiendo por un tiempo, y diles que Susana es un robot o algo así.
—No les diré nada, no se preocupe—Contesto riendo el ex alumno mientras salía de la habitación con una mano levantada para saludar. Pero una vez la puerta termino de cerrarse a sus espaldas la sonrisa en la cara de Niko se volvió más tenue, mirando hacia la puerta detrás de él solo podía pensar en aquel examen, ya que aun sin todas las trampas psicológicas y fijándose únicamente en lo conceptual, sabía que ese fue un examen considerablemente difícil que había asumido múltiples personas habían preparado, pero ahora sabía que la inútil Neo-Ingeniera en psicología que no entendía de ciencias exactas, lo armo totalmente sola, y su gran sonrisa alegre se volvió en una temblorosa sonrisa de miedo, respeto y admiración.