El vuelo de 4 horas y media fue relativamente corto, aerolíneas Wild Wind era conocida por tener los aviones comerciales más rápidos del mundo, y haber dormido más de la mitad del trayecto hiso todo más rápido para Niko. En el periodo despierto converso con su compañera de asiento quien respondía en lenguaje de señas y aunque no podía sonreír, se alegraba de la compañía. Al llegar el avión a su destino, Niko se despidió formalmente de la Eldritch, no sin antes regalarle un reloj de bolsillo mecánico que construyó durante sus estudios que para él no era la gran cosa, tenía un error de 0.0000000000000001 segundos al día, lo que era demasiado para los estándares de Niko que sabía que podía hacerlo mucho mejor, pero la mujer sin mucha idea de esto lo acepto emocionada.
Al bajar del avión el Neo supo de inmediato que estaba en el lugar correcto, la pista de aterrizaje del gran aeropuerto parecía nueva, sin siquiera una marca de aceite en sus largas pistas que no aparentaban una mínima imperfección a la vista, y sabía que el resto de la ciudad iba a ser exactamente igual. Las ventanas en los edificios eran de un plástico blindado que parecía ser un vidrio común, las calles eran llanuras que se extendían planas, sin subidas ni bajadas y cada cuadra tenía una construcción única, edificios con el ancho de una manzana, vigas que cruzaban de una acera a la otra, muros de metal y en casi cada esquina grupos de hombres trabajando con uniformes que decían "Equipo de mantenimiento". Sin ninguna duda Niko había llegado a la famosa obra magna de Joseph Funs el Neo-Ingeniero civil, "La Ciudad Inquebrantable".
Niko se acercó a uno de los grupos de mantenimiento para pedir direcciones, pero antes de poder hablar el encargado del grupo exclamo.
—¡Alto ahí!¡Estamos muy ocupados con un trabajo muy sensible aquí!¡No interrumpa a los equipos de mantenimiento!¡Inconsciente! —Niko sorprendido dudo en contestar por unos segundos, pero luego volvió a mirar a los hombres y dijo.
—Disculpen, no quise... —Pero alguien a sus espaldas tomo su brazo y tiro de él velozmente.
Sin saber que ocurrida y espantado por la cara de odio con la que aquel hombre lo veía Niko giro la cabeza para ver quien tiraba de su brazo, y para su sorpresa era una cara conocida, o más bien, un cuello. La Eldritch del avión seguía tirando de él como intentando llevarlo a algún lugar, y Niko sin presentar mucha resistencia física dijo.
—Disculpe señorita, pero ahora mismo estoy apurado, yo... Se que me escucha y debo ir a un lugar, si solo podría —Pero la mujer siguió tirando, haciendo al Neo ingresar a uno de los edificios que por dentro era un enorme espacio abierto que no requería luz artificial para mantenerse claro a pesar de las cuatro paredes y el techo gracias a una indetectable disposición estratégica de pequeños espejos y ventanas enormes. Pero a pesar de lo asombroso de la arquitectura Niko estaba más preocupado por las intenciones de esa Eldritch que a fin de cuentas era una desconocida, por lo que finalmente el Neo tiro fuertemente soltándose del agarre de aquella mujer y se preparó para sermonearla y largarse, pero inmediatamente la mujer giro con firmeza y con su brazo derecho apuntó a la enorme pared a su lado en la que se plasmaba un gran mapa de la ciudad. Mientras Niko observaba el mapa en silencio e intentaba comprender lo sucedido la mujer se acercó a él y le ofreció un panfleto titulado "Guía turística oficial de Nueva Moscú, la ciudad inquebrantable" con una advertencia remarcada en rojo que decía "Recuerde que interrumpir a los oficiales de mantenimiento es un crimen contra la autoridad de nuestro fundador Joseph Funs" y un comentario escrito en lapicera rosa presumiblemente por la misma mujer abajo "Disfrute su viaje - Amalda".
— Gracias... y perdón —Dijo Niko con vergüenza visible en su rostro mientras aceptaba el regalo de la mujer que levanto ambos pulgares casi dando un salto para luego mirar su nuevo reloj y salir corriendo.
De nuevo solo Niko analizo el gran mapa en busca de la cruz que indicaba donde estaba parado y noto que el mapa indicaba la ubicación de múltiples mapas más separados por una o dos manzanas por toda la ciudad. Una vez se ubicó busco alguna construcción titulada alcaldía o municipalidad, y eventualmente encontró uno con el curioso nombre de "Presidencia Nacional Rusia". Sin mucha idea de si había taxis en la zona Niko simplemente se hecho a caminar mientras leía su panfleto.
Fuera de la advertencia inicial la guía listaba algunas leyes extra, pero las penalizaciones eran menos estrictas en su mayoría, cosas como "Ensuciar las calles" o "Daños accidentales a las estructuras" eran penados con multas pequeñas, pero "No reportar daños", "Provocar daños intencionalmente" y especialmente "Molestar a los equipos de mantenimiento" eran crímenes mucho más serios. Niko estaba sorprendido, desde los complejos drenajes contra inundaciones hasta los excesivos refuerzos y amortiguadores contra terremotos, Nueva Moscú era conocida por ser capaz de resistir cualquier desastre natural y aún así tenían reglas de este tipo, pero tenía sentido, ni el mejor arquitecto del mundo podía prevenir el error humano solo construyendo. Niko, desde su posición de Neo-Ingeniero, sabía que en general las leyes no aplicaban en él, los Neos eras considerados parte de los lideres de la humanidad y disfrutaban de excesivas libertades, pero dado que la ciudad le pertenecía a otro Neo con mucha más experiencia que él, no estaba seguro de que hubiera pasado si Amalda no lo hubiera detenido previamente, y prefería no averiguarlo.
Luego de caminar por más de quince manzanas de casi 100 metros cada una, Niko llego a la plaza central, un pastizal que rodeaba el edificio presidencial donde mucha gente se reunía a pasar la tarde lejos de los ruidos de constante construcción y reparación que inundaban la ciudad. Las personas miraban a Niko con cierta sorpresa, pero no tanto como en Italia o en el avión, la gente de Nueva Moscú sabía bien quien era el Neo que se llevaba todos sus respetos, aunque tampoco tenían razones para despreciar a todos los demás.
Niko se caminó hasta el edificio en el medio de la plaza, cuya puerta estaba protegida por 2 guardias enormes, uno de los cuales abrió la puerta a su espalda al ver al joven Neo acercarse, y mientras este cruzaba la puerta le dijo al oído.
—Reporte su llegada en recepción a la izquierda por favor —Por la información del panfleto Niko sabía que las visitas eran usualmente con turno, por lo que estaba nervioso de que no le dejaran entrar, después de todo en esta ciudad ya no sabía cuales normas aplicaban en él y cuáles no.
—Gracias —Respondió ingenuamente al hombre que ya cerraba la puerta a sus espaldas. Por dentro el lugar parecía más espacioso que por fuera, el largo pasillo frente a él no parecía coincidir con el espacio que la construcción ocupaba. A su izquierda había un ventanal tras el cual una mujer comía un sándwich y miraba deportes en una pequeña televisión que parecía ser demasiado antigua a comparación del resto de la ciudad.
—Disculpe, quisiera... —Titubeo Niko que no estaba seguro de si la mujer lo escuchaba o no, pero prosiguió —Quisiera tener una reunión con el señor Funs... Cuanto antes, por favor.
—Siga el pasillo hasta la sala de espera con los demás, el presidente estará con usted en cuanto considere apropiado —Respondió la mujer con voz cansada y sin apartar la vista de la pantalla.
—¿Con los demás? ¿Sabe quién?... Yo... —Intento reprochar arrogantemente Niko, pero la imagen de su ex directora invadió su mente, tras lo cual suspiro y camino hacia la sala de espera.
La sala de espera, al igual que el resto de la edificación, era mucho más grande de lo que aparentaba desde el exterior, y estaba repleta de personas esperando por algún turno que habrían tomado con anticipación, algunos sentados, otros parados, y frente a la multitud en la primera fila había 2 asientos libres que nadie tomaba. Al ver a Niko el hombre sentado en el asiento a la derecha de estos 2 suspiro, se levantó y camino al fondo de la sala, cediéndole su lugar al Neo. Niko extrañado camino al lugar y tomo asiento sin entender porque nadie tomaba los otros, pero la respuesta salió de una puerta al fondo de la sala con la indicación de "Baño de hombres" con la bragueta abierta y gritando entre risas.
—¡El baño también es enorme!¡Este lugar es genial! ¿Cómo pueden acostumbrarse a esta locura? ¡Amo esta ciudad! —El musculoso hombre de piel morena era más alto que los 2 guardias en la entrada y mostraba su pecho al desnudo sin vergüenza alguna mientras lanzaba carcajadas al aire sin razón aparente y caminaba hacia el lugar que los civiles le habían reservado. Midas Mushet, el Neo-Ingeniero en metalurgia caminaba orgullosamente y sin dudarlo se sentó junto a Niko con las piernas separadas y los brazos estirados por detrás de la silla. Tras unos 3 o 4 segundos de incomodo silencio giro a su derecha extrañado.
—¿Qué paso con el hombre de antes? ¿Robaste su asiento pulga? —Pregunto con desprecio en su voz mirando a Niko directo a los ojos.
—Me lo cedió.
—¿Por qué? Te ves joven cachorro, puedes esperar de pie —Ahora con un tono menos violento.
—Por ser un Neo ¿No te pasa lo mismo? —Pregunta que fue respondida por otros segundos de incomodo silencio, tras los cuales la cara de Midas paso a sonrojarse mientras respondía entre risas.
—Perdón, pero no tengo idea de quién eres tigre —La falta de atención sorprendió a Niko, pero "tigre" le pareció mejor que "cachorro", por lo que intento ser comprensivo mientras se presentaba amablemente.
—Nikolas Alphonse Otto, Neo-Ingeniero mecánico, y no te preocupes, me gradué ayer, es normal que no sepas quien soy —Respuesta que calmo la nerviosa risa de Midas por otra breve pausa tras la que exclamo.
—¡¿¡¿Ayer?!?! ¡Pero si eres un cachorro! ¡Pensé que eras algún superior! —Se burlaba el metalúrgico golpeando la espalda del mecánico.
—¡¿Qué mierda te pasa imbécil?!¡Solo me llevas un mes de diferencia y no veo que hayas hecho la gran cosa en ese tiempo!¡Inútil de mierda! —Exploto Niko mientras levantaba un puño en forma de amenaza.
—¡Un mes es un mes microbio!¡Soy tu superior! —Dijo Midas ahora enojado.
—Dan mala imagen descerebrados —Dijo una pálida mujer de ojos verdes y largo pelo oscuro que salía del baño de mujeres con guantes de látex, barbijo, trapos y desinfectante —Por favor no me consideren igual a estos dos —Pidió Lupe Kirvy, la Neo-Ingeniera en plagas y agrego —Ahora retírense de la sala parásitos, llenan el ambiente de asquerosas bacterias.
—¡Bruja! —Exclamo Midas —¡Y a mí no puedes echarme!
—¡No puedes echar a nadie! Todos estaban esperando su turno —Agrego Niko
—¡Bien dicho cachorro!
—Si puedo, soy Neo-Ingeniera, ellos son parásitos, mis ordenes son sus deseos, así es como funciona este mundo —Refutó Lupe.
—¡Bruja! —Volvió a gritar Midas
—¡Entonces yo les ordeno que se queden! —Contraataco Niko.
—El cachorro recién graduado no tiene autoridad sobre sus superiores, parasito, esta gente hará lo que yo le diga —Refuto Lupe.
—¡Hasta donde se te graduaste hace apenas una semana!¡Y esa no es una norma real!¡Y no me llamen cachorro psicópatas de mierda!
—¡Les ordeno que se queden!¡Y yo soy superior a ambos cachorros! —Exclamo Midas orgulloso de su intelecto.
—Un mes de graduado sin hacen nada no te hace superior, parasito —Lo criticó Lupe.
—¡Pero somos dos contra una!¡Perdiste!¡Bruja! —Gritaba Niko ahora aliado de Midas.
—Dos neuronas no hacen un cerebro, parásitos.
—Los tres son igual de inútiles, así que háganme el favor de guardar silencio —Dijo un robusto hombre pelirrojo con una corta pero voluminosa barba en la entrada de la sala de espera —Y por eso los atenderé a los tres juntos ¿Bien? —Los tres Neos novatos quedaron paralizados ante la imagen de Joseph Funs, el Neo-Ingeniero Civil que diseño la totalidad de la ciudad en la que estaban parados.
—Si señor —Dijeron al unísono los tres novatos.
—Bien ¿Prefieren pasar ahora o cuando termine con los demás?
—Los civiles tienen turnos, quiero respetarlos —Dijo Niko.
—¡No duermo hace 2 días!¡Primero voy a descansar! —Dijo Midas.
—Supongo que no voy a poder limpiar esta pocilga hasta que no se vayan todos —Suspiro Lupe.
— Bien — Dijo Funs sonriendo, y la pequeña disputa entre los 3 Neos termino con los 3 sentados juntos esperando por horas.