NOTA ACLARATORIA: en este capítulo, habrá indicios sexuales, de violencia explícita y temas delicados (religiosos) para algunos adultos.
Si eres susceptible a estos temas, se recomienda dejar de leer esta historia.
No solo le agrada su cuerpo, le llamó la atención desde que la conoció porque, esa sonrisa coqueta y esa mirada intensa le provocan interés.
No tiene claro el motivo, pero, no es solo carne para él, eso es claro.
Se regaña a sí mismo, se ha ido convirtiendo en un animal sexual desde aquellos sueños tan vívidos de cuanto poseyó a cada una de sus vecinas, y lo extraño es que, nunca antes sintió tanta necesidad de actividad sexual antes.
No quiere ir a casa a masturbarse como lo ha estado haciendo, incluso, en el baño del trabajo, conduciendo de camino a casa, en su sala o en cualquier parte donde el deseo lo atrape.
Tomar unos tragos lo calmará.
Como Raúl ha estado ocupado cuidando de Rose, se siente un poco solo.
También le preocupa su amigo, sus actitudes denotan que algo lo está perturbando, tanto así que, lo siente un poco lejano.
Conociendo a Raúl, es imposible que lo esté evitando, ha de estar ocupado.
Así que se fue al bar, para despejarse.
Siente tensión porque, se ha llegado a topar con el agente especial Clive Johnson, o la agente Annie Brown.
Se siente perseguido.
Demasiada casualidad que, frecuenten algunos sitios y se topen por casualidad.
Jhon hace un recuento de aquellas veces.
La primera de la semana fue cuando llego a su trabajo y se topa con el agente especial Clive frente a la máquina expendedora de refrescos.