-Anterior Capítulo-
Ya se sabía perfectamente que el primer planeta iba a ser imposible poblarlo por la cercanía al sol, pero estaban tan ansiosos por encontrar algún lugar habitable, que de igual forma decidieron ir.
Los primeros en volver fueron los del primer planeta, ya que a primera vista pudieron ver y probar que era imposible para ellos aceptarse en ese país.
Luego, más minutos pasaron y el escuadrón dos volvió hacia donde se encontraban los demás escuadrones, es decir, a las afueras del tercer planeta, ya que también concluyeron que era imposible habitarlo.
El único planeta que se concluyó que era poco habitable era el cuarto en este sistema, era un 45 por ciento habitable, cuyo número era el más alto hasta este momento.
Con el tiempo, la preocupación entre todos se empezó a hacer notar.
Caza vez se tardaba más el escuadrón de los estandartes y esto ponía ansiosos y preocupados a todos.
Shire se sentía tan así, que no dejaba de mover las piernas.
No era el único, en el puente de mando estaban todos iguales.
Los estandartes ya se habían tardado mucho, era la primera vez que un escuadrón se tardaba tanto en explorar un planeta.
De repente, poco a poco Shire empezó a escuchar algunas palabras entrecortadas en su comunicador.
"¡Su…majes…tad!."
"¡Su maje…stad!."
-Nuevo Capítulo-
La voz de la comandante de el escuadrón de los estandartes se hace oír de manera entrecortada. Este se escuchaba de esa manera debido a que mientras intentaban contactar con el puede de mando, aun se encontraban saliendo del planeta.
"¡Su majestad!."
"¡Su majestad!."
Grita con un tono que parece muy alegre.
Escuchar la voz con ese tono en la líder de los estandartes alegro tanto a su majestad, hasta el punto en que se levantó de su trono y grito "¡Puedo escuchar a los estandartes!."
Lo dijo con una sonrisa muy feliz.
En ese mismo momento, los vicealmirantes miraron con rapidez hacia su majestad y se alegraron de gran manera.
También, al mismo tiempo que esto sucedía, la trasmisión de la punta delantera del caza insignia vuelve al puente de mando.
Esta vez, se veía como el caza salía del planeta y se dirigía hacia donde estaban los demás escuadrones.
Los individuos del puente de mando gritan de alegría al ver el buen estado en que se encontraban los cazas.
Que tardarán tanto y estuvieran así de bien era magnífico para todos.
"¡Su Majestad, lo logramos…lo logramos, encontramos un planeta habitable y con seres vivos!."
"El motivo por el que tardamos tanto en explotar aquel planeta, se debe a que recopilamos mucha información beneficiosa para nuestra llegada al nuevo hogar."
Esas palabra dejaron mudo a su eminencia.
Shire se quedo completamente impactado por esas palabras, incluso no podía creerlas.
Le resultaba muy difícil tomarlas en serio tras tantos fracasos.
Sin embargo, después de varios segundos entró en razón y de su rostro salió una sonrisa feliz y motivadora.
Sus vicealmirantes le miraron con expresiones de no entender el motivo de esa sonrisa tan repentina.
Shire se paro firme ante todos y procedió a hacer que su voz se oyera por toda la nave y cazas que se encontraban fuera del acorazado.
"A todo el pueblo humanoide…"
Hace una gran sonrisa.
"…Les quiero decir que tras explorar los ocho planetas de este sistema solar…"
Todos esperaban con tristeza el comunicado.
Nadie esperaba nada bueno de esas palabras.
No obstante, nadie sabía de lo que estaban a punto de escuchar.
Los únicos que ya se hacían una imagen de lo que se venía a continuación eran los vicealmirantes, los cuales poco a poco se daban cuenta debido a la sonrisa que solo ellos podían ver en su emperador, gracias a la ubicación en la que estaban.
"…¡¡AL FIN HEMOS ENCONTRADO UNO QUE ES HABITABLE PARA NOSOTROS!!."
Segundos de silencio fueron los que continuaron.
Nadie podía creer lo que escuchaban. Ni los demás escuadrones de cazas o las personas del buque de guerra entraban en razón.
Las únicas personas orgullosos y con sonrisas que desbordaban de felicidad eran los del escuadrón de estandartes.
Después de esos segundos de silencio en el barco todos dieron un gran grito.
Había gritos de felicidad en cada rincón de este buque.
Esto no solo se trataba de un grito de felicidad, sino que consigo había un fuerte alivio y satisfacción.
La felicidad de Shire era la alegría de todo su pueblo.
Miguel sin darse cuenta agarro a Izet y la levanto por los aires mientras dejaba ver una sonrisa tranquila muy rara de ver en el.
Izet, respondió de la misma manera y seguido los dos se abrazaron como nunca.
Sasha y Diana se abrazaron entre gritos y abrazos.
Brinzd estaba dormido en su asiento, pero por el ruido llegó a escuchar las buenas nuevas.
Para celebrar sonrió y levantó uno de sus pulgares, sin embargo, cuando hizo eso y miró hacia donde estaban todos, la zorrita y la ángel saltaron hacia el con grandes sonrisas y mucha felicidad.
Eso lo sorprendió y su tiempo de reacción no iba a ser suficiente para huir de la situación, así que no tuvo mas opción que dejarlas caer.
No obstante, la mayor sorpresa se la llevaron los vicealmirantes, cuando vieron a la elfa Frieren correr en llanto y con mucha felicidad, para abrazar a su emperador.
Después del abrazo, la alzó hacia arriba y le dio una vuelta.
Seguido, la bajo y entre ambos se dieron un apasionado y largo beso.
Los que veían eso se sorprendieron bastante, sabían por los rumores, pero jamás se imaginaron a Shire haciendo eso con alguien.
Después de todo, lo conocían desde hace tiempo y era raro verlo actuar de esa manera.
Todos estaban felices y contentos.
Luego de todo lo ocurrido, Tiara dio una explicación completa de todo lo que vieron en aquel lugar.
Muchos quedaron asombrados y a gusto con lo que habían escuchado.
Las ansias de querer bajar emocionaron a los tripulantes.
Tras todo eso los cazas reciben la orden de volver, pero cuando lo estaban por hacer, uno de los escuadrones cazas vio el reflejo de un objeto girando poco a poco a los alrededores de ese planeta.
Una vez se dio el aviso, se dirigieron con seguridad hacia esa cosa metálica brillante.
Se encontraron con un objeto raro y muy pequeño en comparación con sus cazas.
Su majestad, por medio de la trasmisión dio la orden de que lo agarren y lo lleven a la nave para estudiarlo.
Así, los cazas con mucho orgullo volvieron a su acorazado
-CONTINUARA-