-Capitulo anterior
Las personas que no estaban dentro de los buques de guerra, se quedaron sorprendidos con la repentina aparición, además, era inmensa la nave y sus colores llamaban la atención.
Los buques que no estaban cerca de estos cazas, también estaban igual de sorprendidos.
A pesar de estar lejos, estos mismos podían verlos debido a su gran tamaño, eran tres veces mucho más grande que los cazas que tenían en sus buques de guerra.
Mediante los comunicadores no se escucho ninguna orden, así que nadie hizo nada. Tan solo se quedaron mirando con sorpresa.
No se trataba de que no había respuesta porque no le querían disparar a esas cosas que aparecieron repentinamente dentro de la formación, sino que era tanto el asombro de esto, que le fue imposible al almirante de esta gran flota decir algo. Todos estaban igual.
Nadie dijo ni hizo nada.
Sin embargo, eso no quita que todos estaban atentos a los movimientos de esas cosas.
La mayoría esperaba que hicieran algo o que dieran una respuesta, pero no hubo nada.
Luego de un minuto de la aparición de estas cosas, las seis naves gigante arrancan al mismo tiempo y con gran velocidad desaparecen de dentro de la formación de la flota.
Desde donde estaban se los podía ver a lo lejos irse.
No obstante, cuando subieron para arriba se hicieron invisibles a los ojos de la flota.
-Capitulo nuevo-
En algún lugar del océano pacifico el 31 de octubre de 1979…
La vida a veces es difícil y bastante contradictoria.
Mi vida a sido muy difícil desde que tengo memoria.
Hace tan solo 34 años nos encontrábamos en guerra contra los Estados Unidos, pero acá estamos, haciendo ejercicios conjuntos entre las fuerzas de autodefensa y el país que alguna vez nos bombardeo con dos bombas nucleares y nos conquistó durante siete largos años.
Casualmente para cuando finalizó el trabajo de EEUU en nuestro país, yo tenia siente años.
No recuerdo mucho de esos años, pero si cada hecho sucedido en los dos últimos años.
Los soldados yankee siempre se paseaban por las calles.
No eran todos malos, pero tampoco todos buenos.
Durante la estadía del ejército norteamericano en Japón mucha gente fue asesinada tras ser acusados por el ejército extranjero y un montón de mujeres fueron violadas como consecuencia.
Fueron años difíciles. Por suerte no recuerdo tanto de los dos últimos años de ocupación.
Las cosas a pesar de haber ido mal a nivel civil, económicamente fue distinto.
A pesar de todo, nos ayudaron a ponernos de pie tras la gran pérdida, que habíamos sufrido durante la segunda guerra mundial.
El mayor recuerdo que tengo de esos años es haber visto, cuando era toda una mocosa, a la fuerza naval yankee irse de nuestros puertos.
Me enamore a primera vista al ver a todos esos buques de guerra partir de nuestros muelles.
Desde ese momento desee con mucho anhelo poder ser parte de nuestro ejército y estar dentro de alguno de nuestros buques de guerra.
Era un mocosa en aquel entonces y no sabia que toda nuestra fuerza naval fue destruida y por sobre todo, al finalizar la segunda guerra mundial, se había firmado un tratado que nos prohibía el rearme.
Para cuando me enteré, me deprimí mucho, pero un año después los estados unidos ordenaron a mi país el rearme urgente ante el avance del comunismo.
De esta manera, Japón se volvió a armar con el nombre del ejército de autodefensa. En simples palabras, nos convertimos en un ejército para los yankee.
Sin embargo, a pesar de todo, decidí continuar e ingresar a las fuerzas de autodefensa. Por esto mismo, ahora me encuentro en estos ejercicios conjuntos con los Estados Unidos.
No me molestan los yankee o la unión soviética.
No me importa para quien trabaje mientras mi pueblo y mi país estén bien.
Lo cierto, es que ahora somos un ejército que usan los Estados Unidos para proclamar la paz en varios lugares bélicos, así que trabajo al cien por cierto para mi pueblo y si me ordenan luchar junto con los yankee no tengo más opción que aceptar por más que no me guste.
"Así están las cosas."
Me digo acompañada de un suspiro.
Sin embargo, me molesta que mi Shuka no sea el buque insignia.
Además la situación es tan rara, que el buque insignia en este entrenamiento es el acorazado yankee, en el cual se firmo la rendición en 1945.
No se si lo hicieron a propósito los altos mandos de EEUU, pero ciertamente es un poco molesto.
Bueno, voy a estar contenta mientras pueda estar en mi buque y pueda dirigir a mi…
¿Heeeee?
Porque escucho tantos gritos.
Los demás soldados del puente de mando me miran en busca de respuestas. Sus rostros claramente me preguntan en busca de respuestas.
"Soy la almirante, no una adivina."
Creo que eso es obvio…
De repente un soldado entra corriendo y se pone en frente mío.
Estaba acelerado y agotado.
Se notaba que había venido muy apresurado.
Sus gotas de transpiración caen por todo su rostro en tanto luce espléndidamente su uniforme blanco.
"Almirante de Flota….…"
Así es, soy la almirante de la flota de las fuerzas de autodefensa.
El soldado respira hondo mientras yo meditaba eso.
"….A fuera hay naves desconocidas…"
¿Eh?
"¿¡Cómo que naves desconocidas!?."
Le pregunto al soldado agotado.
"¡Así es!. Estábamos a fuera y de un segundo a otro aparecieron seis naves iguales en varios lugares de la flota, incluso hay uno al lado de nuestro crucero."
¡Que significa esto!.
Sin decir nada me muevo por instinto.
No entiendo lo que esta sucediendo.
¿Como es eso que seis naves aparecieron dentro de nuestra flota?
No lo veo creíble.
¿Qué se supone que hacen los sistemas de defensa?."
¡No! La pregunta es como pueden haber dejado que seis naves desconocidas se pongan dentro de nuestra flota.
Espero que no se trate de los soviético.
Mientras no podía dejar de pensar en eso, salgo de dentro del buque.
Todos los soldados de mi crucero miran hacia un lugar fijo.
Observo hacia donde todos miran con mucho asombro.
"¿¡Qué se supone que es esto!."
Con mis ojos estoy viendo una nave extraña de color negro con rojo.
Es una nave gigante. Diría que es un caza, pero muy grande en comparación con los que conocemos.
-CONTINUARA-