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Chapter 9 - Volumen 1: Capitulo 10

A las afueras del planeta Neuthilfell…

En alguna parte del espacio se encentraba un acorazado espacial.

No hay duda, el espacio en hermoso y basto.

Poder ver las estrellas desde mi perspectiva acorazado es lo mejor que puedo hacer.

No solo eso, sino que vernos partir de nuestro planeta es triste, pero verlo desde afuera es hermoso.

Bueno, nuestro viaje tiene motivos bastantes serios, así que no hay porqué arrepentirse.

Todos los que estamos en este acorazado sabemos nuestros objetivos y motivos por los que hacemos esto.

Con mi mente creo un espacio blanco.

Bien, así puedo pensar mejor.

Como soy un humano de la raza connection puedo manejar mi acorazado con solo mi mente y mientras me encuentre en este enlace puedo desarrollar el ambiente que quiera.

Mis alrededores se vuelven una llanura verde, en donde el pasto verde brilla.

Como desearía que nuestro planeta fuera así, como en la antigüedad.

No puedo hacer nada para cambiar las cosas.

Las cosas están como deben de estar.

Poder ver este cielo azul de fantasía y con ráfagas de viento que parecen refrescante, es bastante tranquilizante.

Hace unas horas, nuestro presidente nos dio la orden de preparar el acorazado con todo lo necesario para una colonización o exploración.

Llevamos máquinas para producir alimentos, armas y vehículos de todo tipo.

Somos la raza humana y somos una especie que tiene la habilidad para conectarse mentalmente con cualquier máquina o tecnología, así que es normal que lo hagamos todo junto a nuestros familiares.

¿Familiares?

Bueno, llamamos así a las máquinas con las que nos relacionamos constantemente.

Un claro ejemplo es el gigante acorazado en el que me encuentro.

Soy un almirante de nuestra armada y cumplo cada una de las ordenes de nuestro presidente.

Además, estoy de acuerdo con hacer esta colonización.

Después de muchas guerras entre los elfos, los enanos, la raza de los insectos, los gigantes y los humanos durante más de cien años, nuestro planeta a comenzado a presentar síntomas grandes de extinción.

Al principio intentamos detener la guerra, ya que nosotros los humanos, una de las raza más longevas del planeta, estábamos en contra de esto, pero con el tiempo nos fue imposible mantenernos neutro a la invasión enemiga.

De esta manera, empezamos a luchar desde hace tiempo y para poder buscar un nuevo planeta habitable yo y mis soldados estamos alejándonos del planeta en donde crecimos y vivimos mas de cincuenta años para buscar uno mucho más habitable.

Obviamente ya hemos hecho un sinfín de expediciones, pero jamás logramos encontrar un lugar habitable para asentarnos.

Sin embargo, esta es la primera vez que se hace una expedición tan grande a las afueras de nuestro planeta.

Por lo general, se solían enviar pequeños navíos similares al tamaño de los Pazers, pero esa vez nos enviaron a nosotros.

Somos el navío insignia que se encarga de luchar en el frente contra los insectos parásitos, pero la situación es tan grande que nosotros mismos somos los que hacemos la exploración en estos momentos.

Obviamente no solo llevamos Armas y comida.

También tenemos a un montón de familias civiles que han deseado acompañarnos en esta aventura.

Hay médicos, científicos, ingenieros, fuerzas especiales y los militares que son parte de mi acorazado.

Hay muchas más persona.

No obstante, ponerse a pensar en todos eso es un poco loco cuando se trata de un acorazado muy grande como este.

Lo cierto es que la misión es clara y todos estamos dispuestos a hacerlo por el futuro.

Será mejor que me desconecte de mi acorazado así empezamos a programar el salto espacial.

Sería difícil hacer un salto mientras me encuentro conectado a mi acorazado, ya que me podrían dar mareos y hasta causar que mi cerebro explote o eso dicen.

No está comprobado, pero tampoco quiero probarlo jajaj.

"¡Bien!. Me voy a desconectar.

XXX

Una vez se desconecto de su mundo creado a partir de la mente, todo se fue desarmando, como si se tratara de un programa, es decir, poco a poco los colores y la llanura iban desapareciendo a lo lejos hasta llegar a donde el se encontraba.

Poco a poco intenta abrir sus ojos.

Se despabila estirando los brazos y moviendo un poco las piernas

Sus ojos rosas serios miran hacia delante.

Todo su cuerpo se encontraba sobre un trono bastante oscuro.

Mientras terminaba de despabilarse había cinco personas paradas firmes en frente de el.

Todos estaban quietos uno al lado de otro mirando con seriedad a esta persona de ojos rosas y tez morena.

Estos cinco individuos estaban vestidos con un uniforme negro y con algunas franjas rojas. También tenían una Boina oscura en sus cabezas.

Desde sus caderas caí una capa hacia el suelo.

Sus cuerpos estaban firmes y con su mano en frente.

"¡Bienvenido de vuelta, almirante supremo Shire!"

La voz de estas personas era seria y en un tono muy fuerte.

Shire suelta una pequeña risa.

No una risa tranquila, sino una risa que parecía inteligente y calculadora.

En tanto sonreía, se levanta de su trono y hace el mismo saludo con estas palabras "¡Buen día, Sub almirantes!."

Sus ropa eran distintas a las de los sub almirantes.

Shire, el almirante de este acorazado llevaba ropas del mismo color que los cinco individuos.

La diferencia en la Boina solo era que, la del almirante, era un poco más grande.

Además, desde su hombro y brazo izquierdo caí una capa roja que llevaba algunos colores dorados en medio para bordar un escudo. Cada vez que se movía esta también lo hacia.

"Pueden descansar."

Esas palabras fueron suficientes para dejar de lado las formalidades y sus cuerpos firmes.

"De ahora en mas todo será difícil, así que les agradezco por estar conmigo otra vez más."

Menciono con mucha Alegría.

La mujer de tez morena y ojos rosas que estaba en la fila horizontal de sub almirantes suspira y mira a su almirante con su rostro serio.

"No podía dejar a mi hermano mayor irse sin mi."

Esas palabras en un tono serio, hicieron que los demás se rieran.

Shire también lo hizo.

Desde el lado derecho de la fila, una mujer de cabello celeste con blanco y en medio un gran punto amarillo le dice a su líder con una sonrisa bastante retorcida y maniática.

"Siempre que pueda divertirme junto a ustedes será lo mejor."

Se ríe un poco loca mientras sus ocho colas gigantes de color celestes con blanco se mueven emocionadas por encima de su cabeza y orejas blancas.

-Continuará-