Mientras el puente de mando coordinaba las defensas, los cazas despegaban desde dentro del mismo acorazado a una gran velocidad difícil de ver para un ojo normal.
Tras la partida de los cazas, Shire contacta con ellos y les trasmite sus órdenes.
"Es un placer poder trabajar con el escuadrón de los seis estandartes. Espero que de ahora en mas podamos trabajar juntos bajo mi mando."
Desde el otro lado y dentro del caza una mujer con voz de niña le responde.
"El honor es todo nuestro. Jamás pensamos que algo como esto sucedería."
"Todavía no podemos creer que seamos uno de los escuadrones de cazas que van a estar en esta nave y bajo el comando absoluto del último pilar de la humanidad."
Esas palabras sacaron una pequeña sonrisa en el almirante.
"Me alegra que se sientan así en mi acorazado, pero lastimosamente no estamos en esta situación para hablar sobre nosotros, sino para defender la nave."
"Sus ordenes son simples. Proteger el acorazado y no dejar que esos enemigos tengan una mínima posibilidad de tenernos en su mira."
"No podemos permitir que nos dañen, sino será imposible hacer un salto espacial."
"Además…"
"…¡No quiero ninguna baja en el escuadrón de los estandartes."
Desde la comunicación se pudo oír a los seis estandartes asentir con fuerte y orgullo.
Con el objetivo en mente, los estandartes se dirigieron en una formación triangular hacia sus enemigos.
A los lejos se podían apreciar poco a poco sus enemigos.
Los cazas completamente oscuros con venas rojas que brillaban por todos lados, se dirigían a luchar contra los enemigos que buscaban impedir el salto espacial de este acorazado.
Más de veinte dragones montados por dos o tres elfos se dirigían hacia ellos.
Los dragones sin duda eran grandes y ver a tal cantidad demostraba la intención fuerte de derribar a los humanos.
Desde lo lejos estos dragones empiezan a lanzar fuego, hielo y un montón de otras magias desde su boca.
Esta cosa llamada "magia" era lo suficientemente especial como para poder usarse en el espacio.
Los cazas logran esquivar con facilidad el ataque de más de veinte enemigos dispersándose hacia los costados.
No solo esquivaron, sino que también respondieron disparando con una arma que abría fuego repetidamente balas de un color rojo sin parar.
Sin embargo, también lograron esquivarlo.
Fue fácil para ambos bandos esquivar esto debido a que tan solo fueron algunos disparos de aviso y a una distancia bastante lejana.
A continuación, los elfos desde encima de sus vehículos vivos se acercaban aún más a los cazas.
A pesar de que los humanos intentaban detenerlos para que no llegaran hacia el acorazado, estos iban todos de frente y sin importarles la muerte de sus compañeros.
Si bien los cazas mataron a varios dragones, muchos pasaron por encima de ellos y debido a la cantidad les fue imposible eliminarlos a todos en el momento.
Ocho dragones cruzaron por medio de los cazas.
Los cazas a penas vieron que estos los pasaban por el medio, se dieron vuelta y se dirigieron a seguirlos para que no llegaran a su objetivo.
Un fuerte grito se escucho desde dentro de los cazas, que maldecía a los elfos con mucho enojo.
En el instante salieron a gran velocidad para seguirlos.
Desde arriba de los dragones los elfos activaban su magia y grandes círculos de distintos colores aparecían en frente de estos. Los círculo tenían un montón de letras raras y todos apuntaban hacia un mismo lado.
Si, es como piensan, el acorazado estaba a punto de ser atacado.
Sin embargo…
Una fuerte explosión desde muy lejos y detrás de los cazas se hace escuchar.
En el lado opuesto, en donde estaban los elfos, ocurre algo que provoca que mucho de los que se encontraban encima de los dragones, se caigan del mismo y queden flotando en el espacio con sus uniformes de túnicas grises claras, que los protegía de asfixiante en el espacio.
Otros de los elfos lograron quedarse encima de sus dragones a pesar de la fuerte onda expansiva a lo lejos.
No obstante, sólo uno logró disparar su magia contra el acorazado, mientras que los otros se vieron interrumpidos por esa explosión.
Por el lado de los cazas, los cuales estaban más cerca de esa rara explosión que los tomó por sorpresa por detrás, terminan siendo lanzados hacia donde estaban los elfos.
No dejaban de dar vueltas los cazas.
Tras dejar de hacerlo muchos de los estandartes no pudieron evitar vomitar dentro de la cabina de vuelo.
Habían dado vuelta un montón de veces y estaban muy mareados.
Tras terminar cerca de los elfos y observar hacia donde había ocurrido la explosión, sus rostros se aterraron al ver lo que había ocurrido detrás de ellos.
Incluso los elfos estaban aterrados y sorprendidos con lo que sus ojos veían.
Lo mismo ocurría dentro del acorazado.
Todo el puente se había iluminado con esa explosión y tras lo ocurrido se pegaron contra las ventanas
Tanto los tripulantes del puente de mando como el de las demás partes del navío, no podían creer lo que presenciaban.
Su planeta, el mundo de los humanos y los elfos acababa de explotar.
A lo lejos todo el planeta se estaba fragmentado.
Pedazos gigantes de tierra flotaban a los alrededores y el lugar estaba lleno de venas de lava.
Shire y sus compañeros no lo podían creer.
Ver el planeta que habían defendido durante décadas caer de esa manera, era tan triste y destructivo para su corazón.
"¡No puedo creerlo!."
Menciona Izet mientras cae al suelo rendida.
De rodillas no dejaba de soltar lágrimas.
Miguel, que siempre era serio no dejaba de llorar.
Diana, la zorra, llora con su cuerpo firme y mientras mantenía un rostro furioso con lágrimas.
Sus ojos estaban llenos de odio y su orejas estaban firmes hacia arriba. Lo mismo sucedía con sus colas erizadas.
El sentimiento de tristeza y furia era mutuo.
Shire se sentía igual.
Miraba su planeta con tristeza.
"Ahora esta claro porque esta misión de exploración se nos dio tan repentinamente."
"Nuestro querido planeta ya tenía los días contados."
"Ahora solo nosotros somos la última salvación de un planeta entero."
Todos se quedan pensativos desde su lugar.
Algunos todavía no lo procesaban y otros se habían rendido tras ver que no había lugar al que volver.
Además, muchos tenían familia a la cual extrañar.
El solo pensar que ellos jamás estarían ahí era triste.
Sin embargo, Shire no se quedó abrumado por sus sentimientos, y con fuerza, orgullo y amor por su gente se levanto de su trono y se dirigió hacia todos los que estaban destrozados con lo que estaban viendo…
-CONTINUARA-