Chereads / Old Memories / Chapter 18 - La flor de primavera - Parte 6

Chapter 18 - La flor de primavera - Parte 6

La noche había caído.

Después de los acontecimientos en la cena y el baño. Todos se preparaban para descansar. El silencio se apoderaba en la estancia de la casa, pero aún se estaban dando los últimos arreglos.

-Puedes dormir en esta habitación. ¿Hay algo más que necesites?

-No, estoy bien.

-Muy bien, descansa.

La pequeña conversación de las dos personas que se encontraba en la habitación.

La mujer de cabello oscuro, Sasha. Se dirigía a la salida mientras se despedía de la chica de cabello color perla, Lia. Quien solo la agradecía con una sonrisa mientras se marchaba.

Encontrada en un cuarto confortable con una cama y una mesa con libros abiertos, siendo iluminados por la luz de una bombilla en el centro de la habitación. Se encontraba exhausta por la increíble carga de emoción que tuvo ese día.

-Haah… este día sí que fue agotador… pero, Ry. Sí que tiene una buena familia.

Lia se encontraba viendo las cosas a su alrededor. Era la primera vez que se encontraba en un lugar ajeno a su casa.

-Aunque, este sitio… tiene un olor familiar.

Sin querer comenzó a percibir un aire peculiar que la hacía recordar a un chico en específico. Podía sentirse confortable, pero de inmediato recordó el insulto que fue para ella el ser confundida con un chico. Lo que hizo que su cabeza se calentara en cólera.

¡Hup! Ese idiota… ya le enseñaré.

Con unos resoplidos fuertes provenientes de su nariz. Apago las luces de la habitación y se metió en el colchón junto a las sabanas que le dieron para arroparse del frío.

Cuando se encontraba a punto de dejar ir ese pensamiento y descansar.

-¿¡…!?

La puerta de la habitación se abrió. Dejando ver a un chico de cabello negro que entraba casualmente en el cuarto.

-¡Ah, que… Ry! ¡¿Qué haces aquí?!

-¿Uh? ¿A qué te refieres? Voy a dormir, obviamente.

-¡¿Qué?!

Lia se encontraba confundida. No sabía el por qué, tampoco la razón del cual, Ryuji se encontraba en el mismo cuarto que él. Por lo que no tuvo de otra que preguntar.

-¡Pero…! ¿Y tú habitación?

-Este es mi habitación.

-¡Hah!

De inmediato entendió el por qué se sentía de alguna forma cómoda en el cuarto. Ya que era de hecho el lugar en donde duerme. Algo que hizo que sus sentimientos se volcaran, dejándola con una cara perpleja. Ante los bostezos de cansancio de Ryuji que no entendía la situación, no paraba de pensar que decir.

-P-Pero… Pero yo…

-Ummm… Como sea. ¿Vas a quedarte de ese lado, no? Hazme espacio, estoy muy cansado.

-¿Eh?

Sin ningún miramiento y sin aviso. Ryuji solo se metió a la cama. Ignorando la insegura expresión de Lia que él no entendía. Solo se recostó sin más.

-Buenas noches.

-… Ah.

Ryuji, ignoro por completo a Lia. Por todo lo que paso ese día, en el instante que se acostó, comenzó a sumergirse en sus sueños.

Lia no sabía qué hacer. Ryuji se encontraba plácidamente boca arriba con los ojos cerrados. Parecía muy tranquilo, tanto que parecía una tonta por sentirse nerviosa por eso. No paraba de mirarlo detenidamente, pero…

-Oye, no voy a poder dormir si sigues mirándome así.

-Ah, este…

-¿Qué ocurre?

Sus ojos aún estaban cerrados, pero luego se asomaron sus ojos color avellana para encontrarse con los ojos color esmeralda de Lia.

Sentía que algo malo estaba pasando, por lo que decidió preguntar.

-…. Esto… parece no molestarte… ¿Has dormido con alguien más?

-No, es la primera vez.

-… ¿En serio?

-Si…. ¿Estás bien?

-….

-….

-Sí… supongo que lo estoy pensando demasiado.

-Ya veo.

Lia revelo lentamente una cara de tranquilidad, dejando que sentimientos de confianza florecieran.

Ante el silencio repentino, Ryuji. Dejo que su sinceridad se plasmara en sus palabras al hablar.

-Lia.

-¿…?

-Lo siento.

-¿Uh?

-Sé que crees que fue grosero al suponer que eras un chico desde un principio, pero… eres el primer amigo que tengo.

-….

-Sé que no es excusa, pero la verdad. No tengo muchas experiencias tratando con otras personas, y estoy trabajando en eso… pero al ver los tipos de personas que encontré en el pasado… no puede evitar al principio desconfiar de ti.

-….

-Lo siento, Lia.

Los ojos marrones y los ojos verdes intercambiaron miradas.

Al escuchar sus palabras, Lia revelo una sonrisa y con una hermosa voz.

-Está bien, no hay problema.

-¿En serio?

-Sí.

Como si fuera algo divertido, los dos comenzaron a reírse entre los dos, olvidándose por un momento de dormir. Empezaron una conversación normal entre ellos.

-¿Qué harás mañana, Ry?

-Saldré a correr como siempre.

-Ya veo…

-Como no tengo que esperarte, puedo comenzar más temprano.

-Oye… ¿Me estás diciendo que por mí atrasabas tu entrenamiento?

-…. No.

-Entiendo, por qué no tratas de decir eso de nuevo. Pero esta vez mírame cuando lo hagas.

-E-Eso no importa ahora, si estás aquí. Puedo terminar más rápido. Y podemos hablar si quieres.

-….

-….

-¿Lo prometes?

-¿….?

Como una petición, Lia alzo su mano hacia Ryuji. Apretando su mano hasta formar un puño. Dando la señal de que quiere que las junte para formar un lazo.

Ante eso, Ryuji. Quedo pensativo por unos instantes, por la primera vez que ve un saludo de ese estilo. Pero como si fuera un instinto de saber qué hacer.

-Sí, te lo prometo.

-Ufufu.

Ryuji y Lia se rieron entre sí mientras chocaban sus puños, sellando una promesa entre ellos.

En ese día. En esa noche. Se selló una amistad.

<- - - - - - - - - ->

Al día siguiente.

Los rayos del sol se filtraban en la ventana de la habitación. Dando la señal del amanecer.

Como de normal, Ryuji se despierta temprano. Habiendo desarrollo una costumbre para levantarse a esas horas. Despierta.

Pero al intentar moverse y prepararse.

-…. ¿…? ¿Qué…?

Al notar que sus movimientos estaban limitados. No tardo mucho al ver que se encontraba atrapado por los brazos y piernas del delgado cuerpo de Lia.

Sus brazos agarraban su torso, y unas de sus piernas se encontraban encima de las suyas como si fueran una almohada.

Ryuji quedo sorprendido ante tal escena, pero de inmediato comenzó a zafarse de ella con un cuidado total para no despertarla.

Después de unos segundos tuvo éxito en su escape. Miro a su alrededor y noto que estaba en su hora de correr. Por lo que luego de arropar con cuidado a Lia de nuevo.

Tomo todo lo necesario y salió.

<- - - - - - - - - ->

El sol se estaba colgando en el cielo.

Lia se encontraba bajando las escaleras luego de despertarse. Al darse cuenta de que estaba sola en la cama, pudo suponer que, Ryuji. Ya había salido a correr como siempre.

Llegando a la sala principal de la casa, percibió un rico aroma proveniente de la cocina. Estando junto a ella se encontraba Sasha preparando el desayuno.

-Buenos días, Lia. ¿Dormiste bien?

-Buenos días, yo…

Como si hubiera recordado algo vergonzoso, comenzó a sentirse un poco tímida de repente.

-Si… dormí bien…

-Ufufu. Me alegro.

Sasha se sintió feliz por la respuesta de Lia y le hablo.

-Tu desayuno está aquí. Rena fue a trabajar y Risa está con una amiga. Te puedo hacer compañía si quieres hasta que Ry regrese de correr.

-Sí, gracias.

Sin nadie alrededor, solamente ellas dos. Sasha y Lia tomaron los cubiertos y platos con comida para colocarlos en el mantel blanco de la mesa.

Siendo lo único que se escucharía sería su conversación.

<- - - - - - - - - ->

Mientras el tiempo pasaba, afuera de la casa se avecinaba un automóvil de un color negro que se estaba estacionado en la entrada. Al detenerse, una mujer con traje negro, sosteniendo una canasta, se avecinaba a la puerta principal de la residencia.

*¡Ding-Dong!*

-¿Nnn?

-¿…? ¿Me pregunto quién será?

-No se preocupe. Yo voy.

Es lo que dijo Lia luego de levantarse de su silla e ir a la puerta y abrirla.

-¿Eh…?

-Buenos días, señorita, he venido a recogerla.

Lia quedo perpleja al ver a la persona que veía. Sin duda la conocía.

Pero lo que no sabía, era él porque estaba ahí.

Al no saber el porqué. La voz de una mujer se escuchó detrás de ella.

-Lia, ¿Quién estaba tocando…? ¿Uh? ¿Quién eres?

Con unos afilados, pero amables ojos entraron en contacto con la mujer de la entrada, esta dijo.

-Usted debe ser la mujer con la que mi señora hablo por teléfono anoche, ¿verdad? Déjeme agradecerle por su parte por haber cuidado de la señorita. Por favor, acepte esto por la molestia.

Sasha se encontraba algo confusa, pero al ver la educación que se presentó esta mujer la dejaron algo dudosa. Por lo que se dirijo a mirar a Lia que se encontraba algo insegura.

-Lia, ¿conoces a esta persona?

-… Si… la conozco.

-Ya veo… La verdad no fue una molestia, fue muy divertido. Puede decirles a sus padres que es bienvenida a quedarse cuando quiera.

-Entiendo. Me encargaré de darle su mensaje.

Luego de ese intercambio de palabras, se le fue dada una canasta a Sasha llenos de cosméticos, entre otras cosas.

-Muy bien, señorita. Su madre la espera en casa. Vamos.

-… Si… ¡Ah! ¡Espera un momento!

-¿Uh? ¿Qué ocurre?

-¿….?

Tanto la mujer del traje y Sasha se preguntaron el por qué Lia de pronto corrió dentro de la casa.

Al cabo de unos minutos regreso, pero ahora llevaba la ropa que acostumbraba llevar.

-Gracias por dejar quedarme, me divertí.

-Sí, ven cuando quieras.

Luego de despedirse, Lia se dirigió con la mujer del traje con unos ánimos muy bajos. Pero de pronto sus pasos se detuvieron. Regreso su mirada hacia Sasha.

Su voz era indecisa, como si fuera difícil hablar.

-… Este…

-¿Uh?

-Podría decirle a Ry… Que yo…

Sus palabras eran débiles. Como si se estuviera haciendo una herida en su corazón.

Pero entonces, Sasha dijo.

-No te preocupes, lo entenderá.

-¡…!

Sasha no la cuestiono. Sabía lo que quería decir Lia, por lo que solo le dio esa respuesta con una sonrisa para calmarla.

Lia lo había entendido. Por lo que únicamente asintió en agradecimiento y se subió en los asientos de atrás, la mujer del traje entro en el asiento del piloto y se fueron.

Abandonando poco a poco la casa de su amigo. En medio de su decepción. Se encontraba desanimada por cómo estaban pasando las cosas. Mientras que el coche aún estaba en un movimiento constante, ocurrió algo.

-¡…! ¿Eh?

Talvez fue una casualidad.

Pero por un instante, al ver a través de los vidrios opacos del auto.

Noto la figura de un chico que se encontraba cruzando al otro lado del camino. Corriendo en dirección de dónde venían.

-¡Ry!

Su voz no llegó a los oídos del chico. Solo pudo ver como su imagen desaparecía poco a poco.

Ry… perdóname.

Recodando su promesa con Ryuji, al cual no pudo ser cumplida…

Pero en medio de la tristeza. Encontró una esperanza.

Pero sin duda, nos veremos otra vez, Ry.

Como si encontrara fuerzas para enfrentar el vacío en su corazón.

Decidió a apostar a una posibilidad. De un nuevo encuentro.

<- - - - - - - - - ->

-¿Eh? ¿Se fue?

Había terminado de correr, termine lo más rápido que pude 14 Km.

Habiendo llegado a mi casa esperaba poder hablar con Lia como se lo prometí. Pero cuando llegue ya no estaba. Y al preguntarle a mi mamá que se encontraba hurgando una canasta de extraña procedencia, me respondió.

-Sí, una mujer pingüino vino a llevársela. Dijo que se disculpa por irse sin despedirse.

-… ¿Pingüino?

Estaba algo confundido por lo que dijo. Pero podía entender que talvez sus padres estaban preocupados por su hija, así que lo puedo comprender… pero aun así.

-¿Estás bien, Ry?

-Sí... No… No lo sé… supongo que es algo, ¿Deprimente talvez?

-Nnnn, bueno. No será la última vez que se vean. Creo que le agradaste, a esa linda chica.

Mi mamá parece haber notado mis bajos ánimos, así que empezó a darme ánimos.

Pero espera un momento…

-La has llamado linda otra vez… ¿A qué se debe?

-¿Uh? ¿No piensas que Lia sea linda?

-Pues supongo… tú también lo eres y mis hermanas también. Pero no puedo evitar creer que te refieres a otra cosa.

-¿No lo sabes?

-Saber que…

Mi mamá colocó una expresión sorprendida. Yo estaba intentando ordenar mis pensamientos. ¿Qué es lo que no sé?

Dando un suspiro largo se sentó en la silla y me dijo.

-Este es el problema de no ir a una escuela, la ignorancia es un problema muy grande. ¡Ry, ya has terminado de entrenar, ¿verdad?! ¡Toma asiento, debemos hablar de muchas cosas!

-¿Eh? ¿Qué?

-Ahora.

-Ok.

Tenía su cara de seriedad de nuevo, tiene que ser algo importante.

Sin decir nada más tomé asiento.