Ha pasado medio mes y todo sigue algo alterado en el lugar por varias cosas... bueno solo 4.
1 – El General Blodenhell se fue sin decir nada a nadie, dejando una carta al rey y sus razones.
2 – Nuevos profesores, de alguna manera Axtarot logro convencer a Azrael de igual entrenar tanto a las de la clase especial, como a los de las demás clases en diferentes horarios, hasta Carmilla se sorprendió de ello, ya que ella enseñaba alquimia a algunos que querían tomar un desvió de actividades de entrenamiento así que acepto e increíblemente Azrael no tuvo objeción.
3 – Se rumoreaba y se comprobaba que el padre de Fiorelence de alguna forma obtuvo una alianza entre los Hundrest Himikake y ellos, la otra parte servía al rey que inesperadamente lo acepto enseguida, ya que en primer lugar el creía imposible algo como esto cuando dio la orden de ir a observar a los Himikake solo por aviso de rumores esparcidos y reunidos por el consejero Pochi.
4 – Los demás países se vieron ofendidos por lo que había pasado con los tratados de alianza, a tal punto de que en ese mismo día había unos soldados esperando en la entrada, tenían las diferentes banderas ya dichas de los 4 reinos, la cara de todos se notaba la frustración y la furia de lo que paso, eran solo unos cuantos que no aceptaban el hecho de hacer una fiesta en plena crisis, y era más que justificado el sentirse así.
—Y aquí vamos de nuevo— suspiro Carmilla al recibirlos en la entrada
—Venimos a ver al sujeto llamado Azrael— dijo un sujeto sin quitarse el casco —venimos para...
Ella alzo la mano deteniéndolos y todo en silencio quedo.
—Adivino, vienen a quejarse de que él va a hacer entretenimiento aun sabiendo el problema con los rebeldes, el rey demonio y la pronta crisis económica política y social... ¿no es así? —pregunto la niña a todos los de ahí
Ninguno de los soldados hablo ya que parecía que les leyó la mente a todos y lo resumió demasiado fácil.
»Pasen, si es posible y quieren quitarse su frustración, atáquenlo mientras está entrenando a los demás, si ve que alguien de aquí es fuerte le hará caso a lo que digan, sino solo limítense a observar
—Si... permiso
Ni los guardias a lado de la entrada hablaron, eso parecía decir que ella era más fuerte o tenía más autoridad que ellos a pesar de su aparente edad, algunos se quedaron afuera, solo los que querían entrar lo hicieron, se podían escuchar choque de armas, explosiones y disparos, como si el aire silbara violentamente en un campo de batalla, ellos se coloraron en guardia, miraron como en la esquina de la academia, un alumno era arrojado violentamente hacia atrás después de rodar unos metros y detenerse, uno de los soldados corrió a auxiliarlo, pero antes de ayudarle a levantarse este lo hizo al dar un giro hacia atrás y sacar una pequeña espada de su costado.
— ¡Aún no he terminado profesor! —grito furioso y algo extasiado
Volvió a correr hacia ahí, viniendo de aquella esquina apareció un grupo de alumnos con almuerzos en las manos, a pesar de lo estruendoso parecían estar tranquilos, como si esto fuese el pan de cada día.
—Pensé que el entrenamiento había terminado... mi sitio favorito de almuerzos ya parece una trinchera
—La hora del receso terminara y ellos siguen... deberíamos quejarnos con el director — hablo una chica con un sándwich en la boca
—Lo siento mucho, le pediré que tenga un límite — dijo Carmilla a ellos
— Por favor señorita Carmilla
Otros más se quejaron y dieron vuelta, los soldados no podían entender nada de las actitudes de ellos a pesar de lo que veían, se acercaron ahí y contuvieron la respiración, la escena era como si los alumnos estuvieran peleando por sus vidas, Carmilla no se había separado de ese grupo de soldados y también miraba la escena con indiferencia brutal, Magia de fuego, rayos, y otros elementos combinados eran arrojados a un punto en específico, varias flechas eran arrojadas reforzadas con magia de varias direcciones hacia el mismo punto, espadas, dagas, mazos y cadenas trataban de alcanzar un objetivo tanto como lo anterior, todo entre gritos de dolor, emoción y furia, en el centro de todo alguien jugando ajedrez como si nada con una mano mientras que con la otra tenía una lanza roja con algunas líneas sobresalidas en forma de raíces de árbol que se extendían un poco menos que la gran punta de borde de filo diamante.
—Si logramos mover esa tabla nos subirá el nivel de enseñanza.... ¡Vamos! — grito uno volviendo al ataque
Azrael estaba concentrado, movió un peón con el borde de la lanza y al moverla a un lado evito un ataque de Gabriele, el golpe la hizo trastabillar un poco, Azrael paso la lanza por encima de él y golpeo la espalda de ella haciéndola caer hacia delante, sin perder tiempo dio un golpe con el otro lado de la lanza (su base) hacia atrás, le dio en la quijada a Ritsumary y esta giro un poco en el aire antes de caer.
—Vamos chicos, más movimiento de muñecas y menos respiración, se están cansando más rápido que yo en derrotarme a mí mismo, los arqueros, sientan el flujo de aire, si conocen el lugar en donde está, deben aprender las corrientes de aire y adivinar la próxima dirección del viento, magos, si sienten que su poder es débil guarden energías, necesitan entrenar la resistencia de su cuerpo, mientras más soporte, la potencia y duración tendrán un efecto mayor en lanzar magia, espadachines y guerreros, respiren, inhalen cada vez que alcen sus armas, exhalen después de dar un golpe, es cansado, si, pero así guardaran más energía y tendrán poder y concentración que estar como si les persiguiera un oso en medio el bosque mientras están en ropa interior y sin nada que defenderse... ha, ¿debería poner eso como castigo?
Pero miro a un lado y miró a los soldados algo sin palabras por la escena.
»Ha, ya han llegado, bien entonces será castigo—Dijo Azrael – ¿qué elijen? ¿Osos o lagartos? Y sin excepciones
Gabriele sentía esa mirada en su espalda, aunque era su clara favorita ante todos, tampoco se salvaba de las locuras de él.
— ¡No, por favor no!
—!Aún no los recuperamos de esas águilas serpiente¡
—Bien, dejémosle en un empate... siempre y cuando, esos soldados logren lo que ustedes no lograron, ¿de acuerdo?
Algunos alumnos descansaron un poco, pero otros fueron con ellos deseándoles suerte y pidiendo que lo hicieran, ellos no sabían que pensar.
—Es broma que el haría ese castigo ¿cierto? —pregunto uno
— ¿Acaso no vez sus caras desesperadas al pedirte eso? —pregunto Carmilla con una cara de burla
Todos se prepararon y rodearon a Azrael.
—Algo último, ¿con ustedes seré un poco más serio, están de acuerdo? No quiero que piensen que los estoy subestimando solo que siento inseguridades (si claro)
—Con mucho gusto profesor, aunque diría que nosotros iremos con todo, pues vemos que no es indulgente ni siquiera con sus alumnos—dijo un soldado con una espada larga y filosa
—Cuando quieran
El área se llenó de un ambiente tenso, como si todas las frustraciones fuesen dirigidas a Azrael, él hizo desaparecer su lanza al arrojarla al aire y movió su mano en el tablero, al terminar todos desaparecieron ante la mirada de los alumnos, después hubo un choque que hizo una ráfaga de aire, Azrael tenía aun su mano sosteniendo su tablero, con un pie se mantenía en el lado plano de una espada que desvió al suelo, el otro pie retenía la punta de otra, mientras unas lanzas y otras espadas delgadas atravesaron su ropa del torso, pero no le quitaron lo concentrado en su rostro.
—Demasiado bien—dijo Azrael arrancándose el resto de ropa menos la parte del cuello— ¿continuamos?
"Al mismo tiempo en otro lugar"
Dejan su cuerpo en una pequeña barca y lo dejan al mar, todos están presentes, una mujer llora, otras la reconfortan, los hombres solo miran la barcaza irse.
— ¿Y no saben que fue? —pregunto uno con una armadura celeste angosta
—Las marcas fueron de una especie de bestia, algo grande y rápido, me sorprende que aun así lograse escapar de eso, nos entregó el informe y se desplomo, ni siquiera podía decir nada pues su quijada estaba sangrante y apenas respiraba
— ¿Crees que fue un Hundrest? Esos tipos son demasiado salvajes y concuerdan con la forma en la que logro venir
—No, y los más cercanos son demasiado orgullosos como para alejarse de su aldea, algo más debió ser, pero esa profundidad de heridas y rasguños me hacen dudar, pero no hay que hablar de eso, ahora no
—Su hermana esta devastada
—Es la más fuerte, pero esto es demasiado incluso para ella, su primera misión y solo de reconocimiento y esto pasa
—No sé qué fue, pero desde que paso lo de ese profesor, siento que todo esto cambiara
—Yo también lo creo—dijo alguien más entre la platica
— ¡Jefe! —gritaron ambos sorprendidos
—Vengo a dar mis condolencias—dijo el con un tono serio— es mi culpa por mandar a un chico como el, pero como dices, es demasiado raro, demasiado como para no saber que paso ahí
—Quiere decir... si, iré yo mismo y sabré que paso, escondido del mundo, pero si descubro quien fue, lo matare aunque me persigan, sea una bestia o una persona, quien sea
Y se retiró dejando tras de sí un aura demasiado pesada y oscura en el aire
—Es la primera vez que veo a nuestro jefe tan furioso—dijo el primero que hablo
—Claro si matan a alguien de tu grupo también lo haría
"Volviendo a la pelea"
Azrael tenía heridas, pero la concertación en su rostro no había sido quitada ni por los ataques o por los embistes de espadas a su alrededor, los soldados estaban exhaustos que apenas podían sostener sus espadas y armas o ponerse de pie
—Termine, 3247 movimientos y todo por que quise ver cómo eran, rayos, no sé si valió la pena— dijo Azrael al hace desaparecer el tablero — ¿También debería incluirlos en el castigo?
—Este sujeto... ¿qué es? Ni siquiera con mi mejor golpe pude dañarlo del todo
—Es ágil y se ve que su concentración es como si supiera que vendría después de un movimiento
—Interesante
—Yo apuesto por ellos—dijo Carmilla interrumpiendo los balbuceos de los soldados
Azrael miro a Carmilla y sonrió, era una sonrisa depravada, para otros normal, para ella también pero en un sentido diferente.
— ¿Dime lo que apuestas señorita? —Pregunto Azrael interesado— lo cumpliré ya que la palabra de un Rey es absoluta
—Apuesto un "Puf puf" como quieras y el doble de castigo de ellos si pierdo, si gano me dejaras darte en la cara con toda mi fuerza cuando este enojada y 3 meses sin "Puf puf"
Azrael enseguida asintió.
— ¿Qué es un puf puf?—pregunto Gabriele inocentemente a un soldado
—He... Aun eres menor para saber eso—dijo uno de los soldados descansando y algo avergonzado— ¿pero está bien que ella haga eso? Digo... es bajita
—Siempre hemos querido ver una pelea entre ella y el profesor—dijo un alumno interesado
— ¡Hagan sus apuestas, quien ganara!, ¡yo voy 30/70!
Y así el arduo ruido parecía prevenir algo esperado, Azrael movió las manos de una forma concentrada al puro estilo del Thai-Chi, Carmilla solo puso las manos detrás su espalda, ambos estaban listos.
— ¿Alguien podría hacer los honores? — pregunto Azrael
— ¡¿Listos?! — grito Erickson
— ¡Ahora! — gritaron todos
Sin espera él fue contra ella, pero Carmilla extendió las manos mostrando dos papeles, eso lo hizo frenar en seco y ella aprovecho para dar un golpe en el estómago que inclusive logro verse que el torso se contrajo hacia atrás y después junto las manos y golpeo hacia abajo su cabeza, nadie hablo, unos por el resultado, otros por la fuerza de Carmilla
—Gane
— ¡Eres una tramposa! —Grito Azrael en el suelo— ¡usar eso en este momento no está permitido!
— ¿Había reglas?, no, ¿y cumplirás con lo que dijimos? Mi querido "¿Lolicon?" me sorprende que tú te encariñaras con ella
Azrael solo asintió vencido.
»¿Pensaste que nadie encontraría esto? Uno de tus secretos mejores guardados
Eran fotografías de un Rey demonio junto a una niña con una armadura rosada de bordes blancos, el parecía estar feliz mientras ella tenía una cara complicada de no saber que estaba pasando en ese momento.
»Me gustaría ver la reputación del rey demonio en los suelos, pero aún es muy pronto—Dijo ella sonriendo y caminando hacia los alumnos que corrían felices hacia ella— hay formas de vencerte, pero no son nada convencionales
Azrael se lamentaba de tener un pasado así y de no guardar con máxima seguridad algo como eso, cosa que haría para posible caso así desde ese momento.