La gata asiente con una sonrisa.
"Quería saber si puedo usar mi cuerpo para romper varias de éstas paredes e irme acercando a la salida mientras cruzo de celda en celda hasta donde esos soldados se encuentran."
Los ojos rojos de la gata brillaron cuando oyó de esa idea y le respondió muy emocionada.
"¡Claro! Esas paredes no son nada para ti o eso creo."
Al principio le gustó la respuesta, pero cuando escucho "eso creo" sintió un poco de miedo.
"Ya no se si después de hacer eso termino con todos los huesos rostros…ahora si siento algo de miedo."
"Sin embargo, no tengo otra opción que intentarlo, no hay nada más para probar."
Pensó Seren entre suspiros y angustias
Luego de eso acaricia la cabeza de Erika con una sonrisa y a ella le cuesta guardar sus sonrojos.
No obstante, intenta ocultar que las caricias le gustaron con enojos tímidos.
A continuación le pide a todas las personas que tenía detrás y a los costados que hicieran el mayor ruido posible para mantener la atención de los soldados en ellos
De esta manera se llevó a cabo el plan de Seren.
Mientras las personas hacían ruido con lo poco que tenían a mano, es decir, casi nada, Seren rompía de la manera más cuidadosa las paredes hasta acercarse y poder ver mejor a los soldados que abrían fuego contra ellos..
Las cosas habían salido perfectas.
Gracias al ruido de la ametralladora casi ni se escucharon las paredes caer.
Ahora Seren se encontraba un poco más cerca de los soldados.
Desde el fondo los soldados seguían disparando y no paraban por nada en el mundo.
La cárcel estaba muy bien hecha. Hacer el pasillos recto, provocaba que un escape masivo como lo que estaba sucediendo le sea difícil a las personas
Que hubiera una sola entrada al lugar significaba que había tan solo una salida.
Los soldados acompañados de la mujer que torturaba a Seren, estaban en esa única salida y con una ametralladora apoyados en el suelo disparando. Esto hacía que el escape fuera imposible.
El protagonista que usaba esta arma no lo pensó en ningún momento y sólo disparaba.
Muchos suelen disparar en ráfagas, pero este no lo hacía.
Si alguien entraba en la línea de fuego de esta arma sin duda hubiera caído al suelo con un cuerpo completamente agujereado.
Sin embargo, ya habían pasado tres minutos desde que escaparon y ningún soldado había entrado a la sala, así que eso causo preocupación en Seren.
Solo había una respuesta a su campeo en la puerta….
"Esta cárcel tiene poco personal."
Si tuvieran muchos soldados ya hubieran entrado a la fuerza, después de todo nadie dentro de la cárcel tiene una arma.
Bueno…Seren si que tiene unas cuantas.
Además, Seren sabía claramente que estos pocos soldados y esa perra estaban haciendo tiempo.
Si no tenían muchos personal, entonces obviamente estaban esperando refuerzos.
Con esto en mente y aprovechando la desventaja de los soldados, Seren deseaba terminar con esto rápidamente, antes de que los refuerzos llegarán.
Actualmente se encontraba cerca de esa puerta y en una celda que tenía una parte de la pared destruida.
"No habías dicho que no dolería con la fuerza que me dio tu bendición." Le pregunta Seren a Erika con un tono adolorido y mientras se tocaba el hombro.
La gata lo miró con una cara un poco seria pero graciosa.
Esa expresión hablaba por si sola y parecía querer decir "¡No seas estúpido, Seren!."
Seguida de esa expresión suspira y le habla.
"Jamás pensé que serian tantas paredes, hace un rato te respondí pensando que eran cuatro o cinco, pero nunca llegue a pensar que serían más de diez."
"Además, puede que ahora sientas algunos dolores debido a que tu cuerpo recién se está acostumbrado."
Seren le asiente sin palabras y de manera cansada.
La Diosa se enojo por tal respuesta, pero al verla con esa expresión, Seren decidió acariciarla y gracias a eso se tranquilizo.
Luego sintió mucha vergüenza, ya que nunca se consideraba una gata por más que sea vea como una y le guste que la acaricien.
Después de que se pelearan un rato, Seren volvió a su objetivo.
Se acercó a las rejas de la celda en la que estaba y las rompió con tanta facilidad y sin hacer un ruido.
A continuación rompió el espejo que tenía la celda y sacó un pedazo.
La gata estaba confundida con lo que su apóstol hacía, así que, no se quedo con la duda y decidió preguntar.
"¿Por qué estas haciendo todo eso y cual es la necesidad de romper ese pobre espejo?."
"Ni que te hubiera hecho algo malo el espejo. Eres bastante guapo, así que no creo que tengas problemas con el."
Seren caminaba hacia la salida de la celda y escucharla a Erika decir eso le saco una risa.
Río tranquilamente mientras se agachaba y ponía contra la pared.
"Ahora veras porque hice eso."
Al mismo tiempo que dice esas palabras saca su mano con el pedazo roto al pasillo.
Las balas pasan cerca de su mano.
Todavía no parecían rendirse los soldados con su ametralladora.
"Mira Erika. Es por esto que necesitaba este espejo."
Cuando mira el pequeño vidrio sin sacar su cabeza de gata se sorprende por lo que ve en ese espejo.
En el podía ver a la perfección la posición en que se encontraban los soldados en la puerta.
La gata menciona con un grito sorprendido "¡WoW! Jamás pensé que se podría usar para esto. Eres muy inteligente Seren."
Seren le agradece con una sonrisa.
"Con ver en donde están, puedo calcular un tiro con mis armas. Esto es muy divertido."
"Ahora podrás ver le belleza de mis armas creadas con tu poder."
Gira su cabeza hacia Erika y sus ojos brillan al decir eso.
Estaba muy feliz y emocionada por ver las armas de su apóstol.
Una de las seis armas apareció de el agujero y con un flote rápido la acostó en el suelo, a un lado de donde el se encontraba.
Con el espejo observo y se imagino como si el mismo estuviera en la mira apuntando.
Podía ver a la perfección los trajes azul marino de los soldados.
Su mirada estaba clavada en la cabeza del soldado que estaba disparando a lo loco con la ametralladora.
Desde su propia mente dio la orden y la bala salió del arma.
Erika salto del hombro de Seren al escuchar el ruido del disparo y callo hacia atrás.
Estaba completamente encrespada.
Luego de ese disparo, recargo rápido y pudo observar por el espejo la cara de asombrados de los soldados y aquella perra.
Esas expresiones lo hicieron sonreír de una manera bastante retorcida.
"¡Ah, esto es maravilloso!."
"Hacía tiempo que no podía sentir el precioso ruido de mis disparos."
"Ver el tiro en la cabeza me da mucha satisfacción."
Ríe levemente con una expresión seria.
-CONTINUARA-
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