Mientras tanto, la soldada trataba de poner su mano sobre la entrepierna de Seren y el la detiene antes de ser tocado.
"¿En serio pensaste que con esto te dejaría vivir?."
"La única mujer a la que sirvo es a mi diosa."
Esas palabras dejaron perpleja a la soldada que estaba en el piso, mientras que Erika se lleno de alegría por escuchar esas palabras.
Tras esas palabras, agarra el largo cabello blanco de la mujer y con su fuerza hace golpear el hermoso rostro contra el suelo.
La golpea varias veces y después arrastra su cara, como si rallara queso en el suelo.
Lo que una vez fue un hermoso rostro, ahora era algo completamente diferente y opuesto.
Su nariz estaba deformada.
Todo su rostro sangraba y en un montón de partes de su cara le faltaba piel.
Luego de haberle hecho eso, Seren se levantó de encima de su cuerpo y le dedico unas palabras.
"De seguro en el pasado me hubiera dejado engañar por tu belleza, pero hace poco vi a una mujer mucho más bella y perfecta, que me hizo replantearme mis gustos."
"Además, todo esto te lo mereces por haber provocado que todos esos hombres me violaran."
"No te imaginas todo lo que me hiciste sufrir durante este tiempo…Bueno, lo que se viene puede que sea peor que lo que me hiciste pasar a mi."
Nuevamente Erika se llevó una sorpresa.
Ella se sonrojo y avergonzó tanto que evito mirar a su apóstol.
Mientras tanto, la soldada no dejaba de gritar de dolor y tomarse su rostro.
Sus gritos eran horrible y tétricos para cualquiera que los escuchara.
Su sufrimiento era notable, pero tanto Seren como Erika no dijeron nada.
Los dos sabían que este sufrimiento estaba bien merecido a pesar de que se viera feo.
Seren hizo aparecer dos de sus armas.
La soldad con la cara deformada se asusto y trato de correr hacia atrás para huir.
Sin embargo, no podía moverse.
Sus pies no la dejaban y al intentar moverlas sintió un gran dolor en ambas.
Cuando observo sus dos pies, vio como todo el tobillo estaba doblado debido al pedazo de pared que se le había caído hace unos instantes.
Eso provoco que nuevamente gritara de dolor.
No lo podía creer.
Para ella, esto parecía un mal sueño.
Hace tan solo unas horas se estaba divirtiendo con lo que mas amaba, es decir, torturar y violar a hombres y mujeres junto con nobles de los que recibía dinero, pero ahora estaba viendo algo totalmente distinto a lo que vivió.
No comprendía como todo había cambiado tan rápido y drásticamente.
Seren disparo dos de sus armas contra la mujer.
Cada una de las balas fue a un pie.
¿Por qué lo hizo?
Lo hizo para que no decidiera levantarse por más que no pudiera hacerlo, ya que tenía algo preparado para esta mujer que tanto lo había hecho sufrir dentro de esa celda.
La mujer grito del dolor durante unos segundos, pero de llorar y gritar paso a una gran rabia y expresión violenta.
Ella comenzó a gritarle un montón de cosas a Seren mientras ponía un rostro que parecía totalmente endemoniado.
"¡¡MALDITO MONSTRUO!!"
"¡¡Juro que te voy a matar por hacerme esto!!."
"¡¡¡Dentro de poco los refuerzos vendrán y cuando lleguen todas estas mierdas que se encuentran en esta cárcel van a pagar fuerte."
"¡Jamás voy a perdonar que una simple mierda me trate de esta manera!."
"¡Ustedes son esclavos de nosotros los nobles. Suficiente con que los mantengamos vivos ratas mugrientas!."
En tanto gritaba, Seren se hacia el tonto y miraba hacia otro lado.
La mujer se volvió a enojar y no dejó de lado sus gritos de furia.
La gata se subió en Seren y ambos se dirigieron hacia las escaleras que iban para arriba.
Mientras lo hacia la mujer desde atrás lo miraba con odió.
Sin embargo, a los segundos aparecieron todas las personas que estaban en celdas antes de que el apóstol los liberara.
Una vez vio entrar poco a poco a todas esas personas, Seren grito desde las escaleras "¡Ahí la tienen!. Esa es la mujer que nos hizo sufrir a todos en esas malditas celdas. Ella es la culpable de que hayamos sufrido tanto en este lugar."
En ese momento, la soldada que no podía levantarse deja de lado su enojo y gritos contra Seren, para gira despacio el cuello, hacia esta gente en tanto mostraba una expresión de puro desconcierto.
Al observarlos noto algo que la hizo morirse por dentro.
Las expresiones de esas personas eran de individuos obsesionados, que lo único que parecía interesarles era ella.
Al ver a todas las personas, gira drásticamente su cuello en dirección de Seren y con una expresión retorcida de miedo lo mira y se quedan sin palabras.
Cuando mira a Seren ve una sonrisa feliz en su rostro y un pequeño saludo de mano.
"¡No puedes hacerme esto"
Menciona con un rostro atónito mientras poco a poco es rodeada por un montón de personas.
"¡No quiero morir!"
Lagrimea con su rostro todo lastimado.
Tenía una expresión que Seren jamás se hubiera imaginado en una mujer así.
La cara era la de una mujer triste e inocente, lo cual era totalmente distinta a ella.
Su mirada estaba pegada en Seren.
Por un momento se replanteo si estaba bien lo que estaba haciendo, pero su visión fue tapada por toda la gente que rodeaba a la mujer, así que, decidió dejarlo así nomas.
Todos los individuos que la rodeaban se lanzaron a atacarla por todos lados.
La pisotearon hasta dejarla sin movimientos.
Le pegaron con todo el mayor enojo del mundo.
La agarraron del cabello mientras le pegaban.
Todos querían hacer sufrir a esta mujer por lo que les había hecho.
Tanto hombres como mujeres se divirtieron con el cuerpo de la soldada casi muerta.
Le arrancaron las extremidades como si fueran caníbales.
Cualquiera que viera esto hubiera sentido miedo por ver eso.
Poco a poco la destrozaron.
Seren pensó que se lo tenía merecido.
"¡Te lo dije!. Vas a sufrir mucho más de lo que piensas."
Menciona mientras ve a las personas desmembrar el cuerpo de la soldada.
No solo eso, sino que los gritos de ella se escuchaban por todos lados.
De esta manera y con toda esa gente atrás salieron del bunker subterráneo.
-CONTINUARA-