Aunque en la prueba no me haya ido como quería, aquí estamos, la gran academia de magos de Malsar. Aun para unos pocos magos es una academia gigante, cuenta con al menos tres pisos, cinco áreas abiertas de grandes dimensiones, un gimnasio inmenso, veinticuatro aulas, un gran comedor y hasta un estadio. Ahora me encontraba con Kaori en un pasillo largo del segundo piso, nos dirigíamos al gimnasio para la bienvenida, pero alguien nos cortó el paso.
—Aquí estamos con la nueva incorporación estrella. — Sonaba con un tono burlesco una voz que desconocía, pero a Kaori parecía irritarle.
—Y te presento a la zorra más zorra de esta academia, Ria. — Me la presentaba con fuego en la cara.
—Gracias por tu halago Kaori.
—¿Quién es? — Le susurraba a Kaori.
—Es una amiga de mi curso, aunque odie admitirlo, es muy fuerte, pero su actitud es una mierda. — Me susurraba de igual forma.
—Los zorros tenemos muy buen oído. — Decía mientras se alejaba. — No me gustaría llegar tarde a la ceremonia de apertura, menos siendo un novato sin poder.
Algo me dice que no me llevaré bien con ella.
Llegamos al gimnasio, prácticamente todos los alumnos ya estaban en fila en sus sitios, tuve que separarme de Kaori e ir hacia la tarima ubicada al final del gimnasio.
Así empezó la ceremonia de apertura.
Las luces se apagaron, se prendieron unos focos y estos apuntaron hacia la puerta donde salieron varios magos coreografiando una pelea. Uno de ellos controlaba el fuego mientras el otro desplazaba la madera, el mago de fuego tiraba bolas directas y el otro se tapaba con un ancho muro de madera, pero el fuego no lograba quemar la madera. Del muro salió una ramificación rectangular que le pego en el estómago al mago de fuego y salió disparado hacia una colchoneta. El mago de madera se acercó deslizándose sobre una plataforma de madera, pero el otro mago reaccionó, salto impulsándose con fuego y al caer volvió a impulsarse para asestarle una patada giratoria.
Los focos dejaron de enfocarles y mostraron el centro de la tarima.
—Alumnos de esta gran academia de magia, me es grato verlos de nuevo un año más. — Mis ojos no podían creerlo, era un gato hablando, de verdad la raza de los gatos son gatos. — Este año, como muchos otros, hemos tenido el placer de tener nuevas incorporaciones. Como bien saben todos, tener cada vez más magos cualificados es un gran paso para nuestra sociedad, la utilidad de cada mago para los diferentes trabajos disponibles y, sobre todo, para mantener a esta sociedad unida y en paz, es un privilegio que no todas las regiones pueden gozar. Así que pasaremos a darles la bienvenida a nuestros nuevos reclutas, así como que curso les ha tocado.
Las luces empezaron a apuntar al mago que era nombrado.
—En el curso básico en la tercera clase tenemos a — Dice el director gato mientras lee un papel — May Kasai — La gente aplaude. — Puedes incorporarte a tu respectiva fila.
—En el curso básico en la segunda clase tenemos a — Hace una pequeña pausa — Rei Mei — La gente aplaude. — Puedes incorporarte a tu respectiva fila.
—En el curso medio en la segunda clase tenemos a — hace su típica pausa — Anverto Solar — La gente aplaude. — Puedes incorporarte a tu respectiva fila.
—En el curso medio en la segunda clase tenemos a — otra vez con su pausa — que interesante. Yoru Mobir — Alguna gente aplaude, otra murmura. ¿Por qué será? — Puedes incorporarte a tu respectiva fila. — Salgo de la tarima y me pongo en la fila correspondiente.
—En el curso medio en la primera clase tenemos a — Hace una pequeña pausa. — Abiel Lenisa — La gente aplaude. — Puedes incorporarte a tu respectiva fila.
—En el curso superior en la cuarta clase tenemos a — hace una pequeña pausa. — Carol Lorac — La gente aplaude. — Puedes incorporarte a tu respectiva fila.
—Con esto terminamos las presentaciones de los reclutas, trátenlos con respeto.
Después de un largo rato explicando reglas, dándonos la bienvenida, novedades en el mundo mágico, la funcionalidad de los cursos y como se divide el día en el instituto terminó y nos dejaron volver a nuestras casas.
Camino a casa conversé con Kaori.
—¿Porque reaccionarían así con mi nombre? — Pensaba en voz alta.
—Es por el apellido, no por tu nombre. — Contestaba Kaori.
—¿Por tu apellido?
—Si, mi apellido es reconocido, pero no es común.
—¿A qué se debe?
Kaori se detuvo delante de mí e hizo que me detuviera yo. —Yoru, en esta vida he hecho cosas imperdonables y tristes, mucha gente conoce mis acciones, pero no las razones del porqué. Oirás cosas terribles mías en la escuela, te intentaran sonsacar información, pero recuerda, tú no sabes nada, solo eres un pariente lejano, y, digan lo que digan, no hagas mucho caso, en su debido momento yo te lo contaré… solo que, aun no estoy preparada. — Terminaba conteniéndose las lágrimas.
Sin dudarlo la abracé y me sinceré. — A ti no te importo de dónde vengo, mi pasado, ni el peligro que podías correr al ayudarme. ¿Crees que a mí me va a importar esto? Aunque me dijeran que eres una come humanos, seguiré a tu lado.
Me abrazó más fuerte. — Sabía que te tenía que haber tirado al río la primera vez que tuve la oportunidad — Se rio aun con los ojos llorosos y me dejo de abrazar. — Vamos a casa Yoru.
—¡Si! — Le conteste con una sonrisa.
El día paso con regularidad y sin sorpresas.
Llego mi primer día de clases regulares, pero no fue nada a lo que mi imaginación otaku imaginaba. La gente me miraba y no se acercaba, incluso algunos profesores me temían, sin duda el apellido Mobir impone en esta academia. Ahora tocaba la clase de fuerza física, una clase que pintaba poco teórica.
El profesor llegaba tarde a las clases.
—Perdonen la tardanza, me presento rápidamente y empezamos lo que ustedes les gusta. — El profesor sin más dilación se presentaba. — Mi nombre es Sergio y seré su profesor de Fuerza Física.
El profesor físicamente era robusto, aunque bajito, podemos ver como carecía de pelo y el que queda está muy desordenado, con un pelo negro, ojos castaños y una sonrisa que va de mejilla a mejilla.
Ciertamente su nombre tampoco parece sacado de este mundo… ¿Por qué es tan parecido a mi difunto padre?
—¿Cuál es su apellido, profesor? — Rápidamente pregunte sin pensármelo.
Me miró y respondió — ¿Tanta intriga tienes para que yo pregunte por el tuyo? ¿Tu ego es tan grande?
Esa contra pregunta para intimidarme fue una razón más para sospechar de él.
—Lo siento profesor, no era mi intención molestar. — Lo tomaré con calma, esta puede ser mi oportunidad para descubrir algo.
—Hoy iba a dar una clase tranquila para nuestros dos nuevos reclutas, pero creo que cambiaré la clase de hoy.
El profesor nos llevó a una sala abierta, en el centro había un hueco enorme, en el centro del hueco había una especie de estructura de concreto con compuertas de considerable tamaño.
—Bien, todos dentro del agujero.
Una vez dentro el profesor Sergio nos explicó.
—¿Han visto en sus clases de animales oscuros acerca del Megaruru?
—Yo profesor, yo lo conozco. — Contestaba una chica.
—Explícalo.
— Es un monstruo considerado de clase Peculiar Rango A que vive en los alrededores de las regiones oscuras. Tienen dos bocas, dos ojos y la nariz dividiendo las dos bocas. Podemos asemejarlo a un Tigre de bengala 3 veces más grande y expulsa el elemento rayo, por lo que entrar mucho tiempo en contacto con él puede ser mortal.
—Muy buena explicación jovencita. — Alababa mientras empezaba a reírse— Hoy chicos, tendrán que sobrevivir a uno de estos.
Empezaban a escucharse comentarios como "¿Estas de broma?" "¿Nos vamos a enfrentar a esa cosa?" "Vamos a morir".
De repente las compuertas centrales se abrieron y se escuchó un rugido, realmente había salido un Megaruru.
La gente empezó a huir, muchos valientes se abalanzaron contra el Megaruru con ataque combinados, pero no dieron efecto, a uno de esos valientes le alcanzó una garra y le dejo una herida grave en el pecho, eso hizo que se desmoralizaran esos ataques tan valientes.
—¿Estás loco? — Le gritaba al profesor, pero hizo caso omiso.
La gente optó por huir, entre varios grupos de personas combinaron sus habilidades para escalar el muro.
—Tendré que intentar parar a ese monstruo — Me decía en voz alta para darme ánimos a atacarlo.
Concentre fuerza mágica en mi mano, me abalance contra el monstruo y lo activé.
—Desequilibra, inversión.
Pero volvió a pasar lo mismo que en mi prueba de acceso, rápidamente toda la fuerza convertida desaparecía y solo logre hacerle un pequeño rasguño. Aunque fue lo suficiente para llamarle la atención.
—Por aquí, animal estúpido.
Conseguí distraerlo lo suficiente para que toda la clase huyera, pero mi resistencia estaba llegando al límite, si no hacía algo iba a ser alimento de ese intento de tigre.
—¡Por Favor! ¡Salva a Ronny! —Gritaba una chica desde arriba.
El chico que fue atacado por el monstruo seguía inconsciente y nadie parecía estar dispuesto a bajar a por él.
—¡AHHH! — Grité para darme un estímulo, llegue a él y di un salto con el impulso de mi habilidad, no fue suficiente para llegar a la superficie, entonces volví a acumular fuerza mágica en mis pies y la active justo al chocar con la pared, así me volví a impulsar y finalmente llegue a la superficie.
He encontrado una forma efectiva de usar mi habilidad.
—Gracias por no abandonarlo. Los rumores deben ser falsos… Gracias, de verdad. — Me agradecía con los ojos llorosos la chica que me grito que rescatara al chico.
"Gran salto." "Tienes un poder interesante." "Pareces agradable." Comentarios positivos empezaron a llegarme a los oídos, mi clase empezó a rodearme.
—Que chico más interesante. — Murmuro para sí mismo el profesor. —Tiene que ser él.
El profesor dio por finalizada la clase y así todos volvimos a nuestros hogares.