Eva se había vestido con lo mejor que trajo, como le pidió Valeria.
Su outfit constaba de un bonita falda amarilla que llegaba un poco más arriba de sus rodillas, junto a una blusa sencilla que se ceñía a su cuerpo de una manera elegante, siendo esta de color rosado y unas sandalias del mismo color de su blusa, se veía realmente bonita y su cabello rosado resaltaba.
Valeria, por su lado, se puso una blusa holgada con estampado de flores y esta no tenia mangas, unos shorts en jean claro y unos tenis, se había trenzado todo su cabello y se veía absolutamente adorable mientras ayudaba a montar la parilla. Todo el pueblo, o la gran mayoría, estaban en la parte delantera de la propiedad, con Lucas y Andrea en una hamaca mientras Eva estaba en la otra hablando animadamente con estos.
Habían varias cajas de cervezas y música bastante cutre sonando pero eso no le importaba a Eva, porque parecía una niña en un parque de diversiones observando todo con un brillo inocente en sus bonitos ojos negros mientras Lucas recordaba que el año pasado, había sido todo un desastre el cumpleaños del pueblo luego de que la señora que vende helados y la señora que era dueña de una papelería descubrieron que compartían marido y se agarraron de los pelos. Eso hizo reír a Eva.
— ¿No temes a que Lucas te haga lo mismo?— pregunto burlona Eva a Andrea, la cual suspiro con un poco de cansancio pero la sonrisa encantadora no se borraba de sus finos labios rosados.
— Es mas probable que practique la zoofilia, a que me sea infiel— dijo, también burlona, Andrea mientras miraba a su marido con una sonrisa— Además con la única mujer que me debería preocupar que pase tiempo es lesbiana.
— Soy yo quien debería tener miedo de que Valeria te seduzca— dice con bastante dramatismo Lucas mientras pincha las mejillas de Andrea.
— Valeria es la persona menos sexy que he conocido en mi vida— se queja Andrea y Eva sonríe, porque es un poco real pero no del todo. Valeria era muy sexy y adorable cuando se levantaba en las mañanas o cuando sale de la ducha, pero no les cuenta eso— Y me gustan las personas sexys.
— ¿Entonces soy sexy?— pregunta coqueto Lucas moviendo las cejas en un divertido vaivén.
— No— lo molesta Andrea golpeando la mejilla de su esposo suavemente— Pero tienes el dinero suficiente.
Lucas hace una expresión divertida mientras Andrea y Eva se ríen fuertemente, causando que las personas los miren por un momento para luego seguir en lo de ellos.
En ese momento llega Sebastián, un hombre guapo que es dueño del supermercado mas grande del pueblo y según se sabe, un antiguo e intenso pretendiente de Valeria, incluso luego de saber que a esta no le iban mucho los hombres, Valeria apenas lo ve, sale a correr hacia Eva y se tira en los brazos de la pelirrosa, Sebastián por suerte no se da el tiempo de molestar a Valeria porque uno de los abuelos del pueblo, lo jala del brazo y le da una lata de cerveza.
— Llego el karma— susurra Lucas, observando vagamente a Sebastián— ¿Cuándo se va a rendir ese tipo?
— Nunca— también susurra Andrea, haciendo mala cara ante la presencia de ese idiota— Valeria, lastimosamente, hirió su orgullo mega estúpido de macho alfa.
— ¿Quién es ese?— cuestiona una confundida Eva mirando a todos pero antes de que siquiera pueda responder alquilen se acerca con una silla de plástico que posiciona en medio de las dos hamacas, y si, esa personas es Sebastián.
— Buenas tardes— saluda con elegancia Sebastián y una sonrisa decora su atractivo rostro.
Sebastián es lindo, pero es un maldito dolor de cabeza.
— Tu debes ser Eva, la turista inesperada— habla Sebastián mirando a Eva con sus bonitos ojos verdes.
— Eres famosa— se burla Lucas, ganándose una mirada "mortal" de parte de Sebastián, que en realidad es demasiado chistosa y tiene que ahogar una carcajada cuando su esposa le da un codazo en las costillas.
— Si, soy yo— responde Eva, sin mucha emoción pero siendo siempre cordial— ¿Y tu eres?
— Sebastián— se presenta el tipo y extiende su mano hacia Eva, la chica la agarra y estrecha por unos pocos segundos antes de volver a su postura relajada, junto a Valeria— Eres demasiado hermosa.
— Ay no puede ser— se queja Valeria frotándose las sienes con los pulgares, era la misma táctica que utilizaba con todas sus conquistas.
— Ya te supere— le dice con voz de "mira como ya no me importas" a Valeria y esta solo rueda los ojos.
— No espantes a mi huésped, Sebastián— lo regaña Valeria mientras engancha su brazo con el de Eva, Lucas y Andrea miran la situación con demasiada gracia mientras Sebastián hace una mueca de disgusto— Con tu fea cara.
— Es tu huésped, no tu hija— susurra Sebastián y la situación es tan cómica que hace que Lucas y Andrea estallen en risas.
Sebastián era guapo, hombros anchos y ojos verdes, cabello miel decorando su cabeza y gran altura pero algo que era muy conocido era que el sujeto tenia la capacidad mental de un niño y que su manera conquistar funcionaba por dos motivos: Era lo "mejor" del pueblo y que la mayoría de hombres guapos ya estaban casados. Así, que las chicas que se quedaban en el pueblo, se conformaban con él, aunque fuera por una noche de copas.
Por estos motivos, Sebastián nunca había sido rechazado hasta que Valeria llego y lo rechazo, no una sino cinco veces y luego descubrió el motivo. Valeria, en general, no se interesaría ni siquiera por el hombre mas guapo del mundo porque a ella no le gustaban los hombres y fue un golpe bajo para este tipo.
Si, bastante estúpido todo.
Sebastián se levanto de la silla y se dirigió hacia el grupo de personas encargadas del asado para hablar y eliminar un poco la sensación del vergüenza al no poder coquetear con Eva.
Lucas y Andrea se quedaron en las hamacas y Eva con Valeria fueron a ayudar a sacar unos platos de cartón para servir la comida, ella se quedaron repartiendo la comida mientras algunas señoras le decían a Eva que parecía sacada de un mundo de fantasía, por su cabello rosa y su bonita sonrisa, haciendo sonrojar un poco a Eva.
Eva y Valeria fueron las ultimas en poder comer, así que se sentaron en el césped, con Eva colocando la manta rosa que estaba en el auto de Valeria y sentadas frente a frente, ambas sintiendo como sus corazones se agitaban cuando se quedaban mirándose a los ojos fijamente y esto no se supone que deba de pasar porque Eva se va a ir y Valeria se va a quedar.
La tarde transcurrió con facilidad y en la noche, cada quien se fue a su casa dejando solas a Eva y Valeria, el clima era medianamente bueno y y no estaba lloviendo así que se tiraron en el pasto y miraron el bonito cielo, la luna era menguante e iluminaba todo de manera tranquila mientras el sonido de los animalitos llenaban el cálido ambiente. Valeria acomodo su rostro sobre el hombro de Eva y el silencio no era incomodo, no tenían la necesidad de hablar mirando hacia la misma luna, ellas estando juntas.
— La luna es hermosa— pensó Eva y Valeria la miro con un precioso brillo en sus ojos, Eva se sintió inundada por una arrasadora calma al mirar a la otra, como si estuviera en un cálido océano de buenos sentimientos.
— Siempre lo es— le contesto Valeria y Eva solo pudo sonreír.
Pese a sentir una arrasadora calma, aun sentía como los latidos de su corazón aumentaban cada vez que miraba a Valeria, Eva tenia su nariz y mejillas teñidas de un suave color rojo por el frio viento y porque se sentía un poco tímida, mas al calcular el poco espacio que había entre su rostro y el de Valeria y las infinitas posibilidades que habían de besarsen si hacían un movimiento incorrecto o una mala postura, así que si, estaba tímida de solo pensar en todo aquello.
Eva se remueve incómodamente en su lugar luego de pensar en esto, porque Eva sentía una atracción en aumento por Valeria y si, ambas son lesbianas pero eso no quita el hecho de que es posible que Valeria no guste ni un poquito de ella, además si ambas se gustaran ¿No sería complicarlo todo?
Eva iba a volver a su ciudad, a su trabajo y a su vida, lejos del hospedaje y le atemorizaba la idea de sentir cosas que no pudiera borrar tan fácil de su piel, demasiado atemorizada como para siquiera lanzarse de cabeza. A la final todos nos separamos, solo queda guardar los recuerdos en el corazón y continuar.
***
Eva se había comprado un celular nuevo, lo necesitaba luego de su esplendorosa rabieta y además le preocupaba que Belén sufriera un ataque al corazón por ella estar lejos y encima no comunicarse por tanto tiempo, ya iba a ser un mes que ella pasaba en el hospedaje y se había acostumbrado tanto a la rutina en este lugar que olvido -casi- por completo su vida, la real.
Así que, luego de rogarle un poco a Lucas, este le consiguió una replica casi exacto de su celular rosado, solo que ahora de color blanco pero había podido conseguir un forro con bonitas flores rosadas y eso la hacia feliz.
Lo primero que hizo, luego de recuperar los datos del otro celular, fue llamar a Belén y esta la regaño por haberse ausentado por tanto tiempo. Belén aun tenia miedo de que Eva estuviera tan triste que no pudiera seguir llevando con esta carga sobre sus hombros pero se sorprendió al escuchar la voz tranquila de su amiga.
— ¿Es lindo?— cuestiona Belén curiosa, debía ser un lugar bastante bonito y cálido para que su amiga decidiera pasar la mayor parte del tiempo allí.
— Demasiado— dice Eva con una sonrisa, acostada vagamente sobre una de las hamacas mientras Valeria alimenta a los pollitos, en la parte de atrás de la propiedad— Creo que me volví un poco caprichosa aquí.
— Lo supuse— susurra Belén con mas calma que antes— ¿Has hecho amigos? Siempre se te facilito hacerlos.
— La chica del hospedaje es realmente linda— susurro Eva, rogando porque Valeria no la escuche porque se sentirá demasiado tímida— Y hay una pareja con la que he pasado el tiempo que es muy genial.
— Me alegro que no estés sola— agradece Belén, la soledad iba a matar a Eva cuando estaba en la ciudad— Cuídate y vuelve dentro de dos semanas renovada, ya conseguí al psicólogo.
— Gracias— susurra Eva.
Ambas amigas se quedan hablando por un rato más, Belén hacia preguntas curiosas sobre el pueblo y el hospedaje, realmente Eva esta emocionada por hablar de todo esto y Belén pilla que Eva ha podido dejar atrás el tema de esos dos sujetos, nota como en su memoria va soltando aquellos amargos recuerdos y la culpa.
***
Valeria ha intentado con toda su fuerza poder tocar aquella canción que prometió en el piano pero se le dificulta, muchísimo y eso la estresa, realmente quiere hacerlo y mas al saber que Eva se ira del hospedaje en dos semanas, es probable que no se vuelvan a ver pese a que intercambiaron números, y con Lucas y Andrea, crearon un grupo de WhatsApp "Reunión de putas".
Eso la angustiaba, porque Eva había pagado el resto de la estadía y solo faltaba que pasara el tiempo y que ella se fuera, y Valeria no quería que Eva se fuera porque ya se había acostumbrado, sin notarlo, al movimiento de Eva en el hospedaje. Valeria se había acostumbrado a preparar el desayuno para dos y a tener compañía para alimentar a los animalitos, para ver la cutre telenovela de las cinco de la tarde y para comer mango bajo el árbol o en el suelo de la sala. Se había acostumbrado a Eva y no quería que Eva se fuera.
Así que como método de consuelo y regalo a Eva por se fuerte, porque ella ahora sabia porque Eva se había escapado de la gran ciudad, quería tocarle esta canción que tanto le gustaba. También quería intentar con otra en español que Eva escuchaba desde que llego al hospedaje por un dispositivo mp3. Quería hacer tantas cosas por Eva, para que no la olvidara a ella y el hospedaje, que no noto como Eva la miraba a sus espaldas con una sonrisa de adoración en su rostro.
Eva se acerco a la chica que estaba sentada frente al piano con mucha concentración y la toco por lo hombros, asustando a tal punto que dio un pequeño salto sobre su asiento y volteo a ver a la chica, Valeria al ver que era Eva, le dio un manotazo y se toco el pecho de manera dramática.
— Casi mueres de un infarto— se burla Eva sentándose al lado de Valeria, la amplia silla frente al piano— ¿Qué haces?— se hizo la que no sabia nada Eva.
— Posiblemente morir— contesta Valeria con pesadez, poniendo la tapa sobre las teclas y girando su bonito rostro hacia Eva— ¿Todo bien?
— Sip— responde con tranquilidad Eva, evadiendo la mirada de Valeria porque la ponía un tanto tímida— Eres buena con el piano.
— Amo el piano— responde Valeria mientras apoya su cabeza sobre el hombro de Eva, ignorando al ruidoso corazón dentro de su pecho— Iré esta noche a beber con Lucas, ¿Te unes?
— No— rechaza Eva, porque sabia que era probable que se emborracharía y cuando lo hace, siempre revela todo lo que siente y no quiere fastidiarlo con Valeria, además no esta preparada para un rechazo amoroso— Quiero descansar, hace meses no duermo bien— esto era cierto pero no era el motivo principal.
Al caer la noche, Lucas recogió a Valeria mientras Eva estaba encerrada en su habitación, todos pensaban que ella estaba dormida pero en realidad tenia los audífonos puestos y estaba viendo videos de TikTok con demasiada concentración.
Algo muy común en Eva era ver videos de Ideas En Cinco Minutos o Tasty, también le gustaban los videos de animalitos cuchis cayéndose o perros locos, Belén siempre decía que el gusto de Eva era como el de una señora de cuarenta años que se había divorciado y ya no vivía con sus hijos, además de que Eva era el tipo de personas que pone frases en plan: "Todo mejorara" mientras Belén era mas de subir cosas chistosas o gente ser fracasada y diciendo que quieren morir, eran bastante distintas pero siempre se llevaron bien. Mientras Eva lloraba con películas románticas, Belén esta partiéndose de la risa con películas de Jim Carrey o algo así. Mientras Eva gastaba su dinero en libros de Walter Riso, Belén comparaba posters de bandas coreanas y veía a dichos idols haciendo Fanservise.
En lo único que, medianamente, coincidían era en que ambas tenían el humor roto, de ese tipo de personas que ven la imagen del Gato Con Botas de Shrek y la palabra "aceituna" y están colapsando en el suelo, tenían un humor demasiado malogrado y el padre de Belén siempre lo decía, aunque él también se reía de ese tipo de cosas con las dos chicas.
Al paso de casi cuatro horas, en las que dos de ellas, Eva estuvo en TikTok. La puerta principal del hospedaje sonó y la chica de cabello rosa (aunque ahora estaba un poco naranja en la raíz), que había estado dormida, despertó y salió de la habitación, encontrándose con una borracha Valeria apoyada contra del pasillo, algo tambaleante y un pequeño olor a vomito desprendía de ella.
— Hola—dijo Valeria al ver a Eva y con la poca estabilidad que tenía, se lazo a los brazos de la pelirrosa— Te ves tan linda.
— Ven, vamos— dijo Eva con uno de sus brazos sobre la cintura de Valeria para sostenerla mientras la llevaba a la habitación de esta, que era la mas grande de todo el hospedaje y que siempre quedaba un poco oculta del pasillo, como si esa fuera la intención— Tienes que dormirte, mañana te hare algo para la resaca.
Eva abrió la habitación y con suavidad, dejo a Valeria en la cama matrimonial mientras le quitaba los zapatos, esta empezó a reírse pero Eva supuso que era porque estaba borracha, así que no se preocupo mucho hasta que Valeria la llamo fuerte, por su nombre.
— ¿Sucede algo? ¿Estás incomoda?— pregunta un poco angustiada Eva mientras se sienta al lado de Valeria, la cual mira el techo con sus ojos entrecerrado y esta sudando mucho, por lo que Eva, toca su frente y nota que tiene la temperatura un tanto alta pero no es alarmante. Eva retira los cabellos de la cara de Valeria para que este mucho mas cómoda.
— Tu realmente me gustas— dice Valeria, enredando un poco las palabras con su lengua y es porque la siente adormecida.
— También pienso que eres genial— dice Eva, porque piensa que Valeria se refiere a gustar como amigas, que su personalidad o lo que sea es cool.
— No así— se queja Valeria removiéndose un poco sobre la cama, estaba impaciente porque Eva entendiera su punto— Imagino que besar tus rosados labios debe ser bueno, porque se ven siempre tan humectados, pásame el bálsamo que utilizas.
La mente de Eva en ese momento entro en corto circuito mientras pensaba en que Valeria también gustaba un poco de ella, al pensar que Valeria no le era indiferente y si en esos momentos Valerio no estuviera borracha, ella realmente se le hubiera tirado encima para besarla porque ella no era indiferente ante este sentimiento que expresaba la otra, pero simplemente beso la frente sudada de Valeria y la enrollo como la manta como si fuera sushi mientras miraba a la chicas de cabello oscuro dormir, y salió de la habitación.
***
Apenas amaneció, Eva se levanto de la cama aun con el corazón agitado por la confesión de Valeria en la noche anterior y fue hacia la bonita cocina, que tenia las ventanas empañadas por la lluvia de la noche anterior, se dirigió con pereza a la nevera y de allí saco una pechuga de pollo que dejo sobre el lavaplatos para que este se descongele para hacer un sanador caldo de pollo, para la que anoche se emborracho ferozmente.
También puso a hacer café y se sentó en la sala mientras ambas cosas se hacían, lo que le permitió escuchar una ducha ser abierta y el agua fluir por esta, Eva supo que debía ser Valeria y se empezó a poner tímida.
La actitud de Valeria no fue diferente, porque apenas se despertó, sintió una enormes ganas de morir al recordar que anoche le había dicho a Eva que le gustaba y que quería besarla, cosa que era cierta pero que no esperaba que en esta vida la otra lo fuera a saber, ni siquiera en la próxima vida porque eso era muy vergonzoso, además no estaba segura de nada porque Eva solo beso su frente y se fue. Así que no solo tenia vergüenza, también estaba confundida por la actitud de la otra.
El café estuvo en el momento exacto en que Valeria entro a la cocina, encontrándose con la bonita imagen de Eva en una pijama totalmente cubierta sirviendo café en las tazas rosadas de conejitas y con un moño encima de su cabeza, en el que se escaparon algunos mechones que se fusionan con su cuello pálido.
— Buenos días— saludo con timidez a Valeria, mientras Eva se giraba vagamente y cuando los ojos de ambas mujeres se conectan, una franja roja se acomoda en las mejillas y narices de ambas.
— Buenos días— responde el saludo Eva pasándole una taza de café a Valeria, con timidez y recordando las palabras de la otra una y otra vez— Tu ayer llegaste muy borracha— dice Eva para sacar el asunto de querer besarse y gustar a Valeria, la cual parece tener un pequeño colapso luego de atorarse con su primer taza de café.
— Lamento lo que dije anoche, debió ser muy incomodo para ti— se disculpa apresuradamente Valeria, muriendo de vergüenza y con sus ojos clavados sobre la taza.
— Tu...— Eva se acobarda por un momento pero luego de un suspiro, decide continuar— Tu también me gusta, así como yo te gusto— confeso Eva, dejando la taza de café mientras Valeria se queda congelada en su lugar, esta procesando las palabras mientras sus manos tiemblan.
El silencio que reino mientras Valeria procesaba todo se sintió, sinceramente, demasiado incomodo y eterno, haciendo que Eva se remueva en su lugar incomoda y eso hace que Valeria vuelva a la realidad y también deje a un lado su taza de café, para poder acercarse con velocidad a Eva. Tomándola de las mejillas, deposita un suave e inocente beso sobre los labios de Eva y luego la mira a los ojos.
Eva acomoda sus brazos en la espalda baja de Valeria mientras se miran fijamente, Valeria vuelve a besar brevemente los labios de Eva haciéndola sonreír bobamente y luego dice:
— Enserio, necesito saber que bálsamo labios utilizas— susurro Valeria y esto hizo que Eva estalle en carcajadas.
— Espera— susurra Eva alejándose de Valeria y corriendo hacia la habitación donde se hospeda.
Cuando Eva vuelve, tiene en sus manos su bálsamo y se lo aplica en los labios, Valeria la mira confundida pero bastante intrigada por lo que va a hacer la otra, asi que se sorprende cuando Eva pone sus mano sobre sus mejillas y luego empieza a picotear sus labios, untándolos de bálsamo labios y haciéndola reír un poco, en medio del lindo ataque de besos, Eva le susurra:
— Ahora tu también tienes bálsamo en tus bonitos labios—
— Que boba— dice entre risas Valeria, dejándose picotear mas los labios por la pelirrosa.
Después de este ataque de amor en la cocina, ambas desayunaron caldo de pollo mientras veían un programa de chismes mañanero que no les interesaría mucho, si los otros canales cogieran bien en la cutre señal que tenia la casa, el internet funcionaba bien pero la antena para el televisor siempre era demasiado mala y a eso, ya se había acostumbrado Valeria.
Eva y Valeria aprovecharon para bajar al pueblo por la tarde y allí compraron dos helados mientras andaban agarradas de la mano caminando por el pueblo.
Esto había sido idea de Valeria, para que Eva no olvidara nunca este bonito lugar y quisiera volver luego, cuando pudiera y cuando estuviera mejor, porque ella quería que Eva volviera y se quería aferrar a cualquier esperanza de que eso pasara.
Hablaron mucho, Valeria le conto sobre cosas de su infancia y sobre lo lindo que era su hermano con ella, Eva también conto cosas de su infancia y sobre Belén, como cuando se escaparon a su primera fiesta juntas cuando tenían quince años o cuando Eva tuvo su primera novia. También Eva le conto a Valeria sobre lo mucho que le gustaba su trabajo y la invito a su apartamento cuando esta quisiera. Valeria le conto a Eva sobre como Lucas había sido una vez golpeado por su hermano, porque este creía que Lucas se estaba aprovechando de ella.
Hablaron de muchas cosas en general, tanto así, que se les paso el tiempo y cuando el cielo se estaba tiñendo del azul oscuro, ambas volvieron al hospedaje, con una boba sonrisa en la cara.