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Chapter 5 - Acuéstate A Mi Lado

Eva estaba acostada sobre la hamaca junto a Valeria, ambas parecían un taco al ser cubiertas con los bordes de esta, lo que había pasado en esta semana era cerca a una luna de miel. Una infinita guerra de besos tiernos y abrazos que no notaron como el tiempo pasaba tan rápido, tanto que daba miedo, no notaban que en una semana Eva volvería a su agitada rutina en la ciudad mientras Valeria seguía cuidando de su amado hospedaje, pero ahora no les interesaba porque estaban con sus piernas enredadas entre si y escuchando el sonido de los pájaros cantando. 

— Realmente, me gustaría que vinieras cuando el clima es bueno— susurro Valeria con su rostro escondido en el pálido cuello de Eva, deseando algo como esto— Te gustara mucho. 

— Quiero venir cuando este haciendo un buen clima— también susurra Eva, sin prometer nada pero deseándolo con su corazón. 

Ambas se quedaron toda la tarde allí, no necesariamente hablando pero si estando abrazadas, cerca la una de la otra y no había nada mejor que eso, no mientras pudieran estar juntas ellas dos. 

***

— Definitivamente voy a extrañar todo esto— dice Eva sentada junto a Lucas, Andrea y Valeria en la panadería de Andrea, la cual la había cerrado porque quería pasar un buen rato con sus amigos— Además nunca había tenido tanto tiempo como ahora. 

— ¿En que diablos trabajas?— cuestiona Lucas con una mueca divertida. 

— En la empresa de los padres de mi mejor amiga— dice Eva, la familia de Belén se había vuelto como la suya y eso se sentía bien, eran personas tan geniales y acogedoras que nunca la hicieron sentir fuera de lugar— Solo que siempre me metí en los proyectos grandes, así que me quedaba despierta hasta muy tarde y madrugaba mucho. 

— Que horror— susurra Andrea, porque no podía imaginarse a ella misma en un trabajo como ese— Y yo que me quejo de tener que madrugar. 

— La verdad es que no me importa mucho eso— les cuenta Eva, porque es verdad. Ella ama su trabajo con locura— Yo amo lo que hago, solo que necesitaba un poco de descanso. 

— Lo bueno es que lo obtuviste— opina Valeria, sabiendo que esta no es toda la verdad pero no lo dice en voz alta, es algo que queda entre Eva y ella— Y ahora volverás mas serena. 

Eva agarra la mano de Valeria por debajo de la mesa, en un toque simple que se siente tan intimo y la aprieta, acariciando los nudillos con su pulgar de manera suave, como intentando que la otra entienda que, incluso si no se vuelven a ver, ella nunca olvidara nada acerca del hospedaje. Nunca lo haría. 

— Incluso hiciste amigos— piensa Lucas, con una bonita sonrisa. 

— Mi mejor amiga piensa que soy buena haciendo eso— cuenta con una radiante sonrisa Eva, porque es verdad. Belén siempre fue la rebelde que se le dificultaba conseguir amigos mientras Eva lo hacia con rapidez, así que siempre que Belén quería conocer a alguien nuevo, Eva era el primer contacto para hacerlos conocerse. Por eso se complementaban tan bien— Siempre resalta que es mi súper poder o algo así.

— Es que eres agradable— dice Valeria, aunque en realidad la palabra que quería decir es que es adorable y demasiado linda. Las personas con aura linda atraen a las personas de manera increíble— Además, eres buena hablando con las personas. 

— Ustedes dos lo son— piensa Andrea, señalando a Eva y Valeria con su índice— Son demasiado parlanchinas. 

***

Eva y Valeria estaban tiradas en el sofá de la sala, mirando como la protagonista de la novela lloraba luego de descubrir que su amante era una buena persona y no como lo quería hacer ver su madre o lo que fuera esa señora peinada exageradamente, las telenovelas mexicanas eran una mierda, bueno no todas, porque a Valeria le gustaba Triunfo Del Amor y Soy Tu Dueña, pero eso no lo iba a decir en voz alta. 

— Pobres— susurro Eva, mirando con lastima el melodrama en el televisor antes de que la seña se fuera. 

Y no volvió. 

— Él muere luego de treinta canceres— susurra Valeria, apoyando su cabeza en el abdomen acolchado de Eva, haciendo a la pelirrosa reír— Eso siempre pasa en las telenovelas de televisa. 

— Ya que él muere— sigue con el juego Eva, haciendo que Valeria la mire un rato— ¿Qué se supone que pase con ella?

— Se volverá a enamorar— piensa Valeria, porque es lo mas lógico— Siempre nos volveremos a enamorar, las relaciones no son para siempre. 

— Lo se— pensó con pesar Eva mientras miraba la pantalla sin señal del viejo televisor.

Valeria se levanto y tomo a Eva de las manos para jalarla hacia arriba mientras enredaba sus manos en la cintura de las mas pálida y acomodaba su frente sobre el de Eva, ambas cerraron sus ojos por unos instantes mientras el silencio era llenado por las gotas de lluvia estrellándose sobre el techo y el sonido del televisor sin señal, con un olor a naturaleza por toda la cas y un ambiente cálido, ambas sintiendo sus calores corporales combinarse y los latidos de sus corazón acelerándose. 

— Hay mas cosas que nos separan de las que nos unen— susurro suavemente Eva— Pero nunca olvidare nada de lo que paso aquí, porque mis sentimientos por ti son demasiado reales. 

— Yo siempre te recordare— susurro también Valeria, pasando uno de sus dedos por toda la espina dorsal de Eva con delicadeza— Incluso si no te vuelvo a ver— prometió Valeria, porque creía que eso era lo que iba a pasar.

Ambas se quedaron por bastante tiempo así, porque querían recordar como se sentía estar abrazadas cuando ya no lo pudieran hacer más, querían guardan la sensación en sus corazón lo mejor que pudieran y eso era algo que necesitarían para cuando se sintieran demasiado solas o para mas tarde, para reconfortar sus corazones. 

***

Eva había bajado sola al pueblo mientras Valeria estaba alimentando a los pollitos, quería dejar algo que hiciera memorable su estadía en el hospedaje, algo que hiciera que Valeria recordara todo lo que habían vivido juntas para cuando ya no estuvieran mas cerca. 

Si, tenían un grupo de WhatsApp pero eso no llegaba a garantizar que iban a seguir en contacto, sobre todo porque llevaban un ritmo de vida diferente, Eva no tenia casi tiempo para revisar su teléfono celular y sinceramente, no quería arruinar sus sentimientos por Valeria cuando la falta de comunicación o querer llegara. Así que, cuando llegara a su apartamento en aquella ciudad, cambiaria de numero y luego haría como que nada paso. 

Habían mas cosas que las separaban de las que las unían, y no quería estropear esta bonita historia forzándola a ser más larga. 

Eva llego a una tienda de cacharrería en la que vendían todo tipo de cosas, y mientras las miraba con curiosidad, encontró una campanilla de viento de varios colores y en la mitas, tenia colgada la escultura de un pájaro en madera. Le pareció demasiado bonita así que la compro. 

Al salir de la tienda se encontró con Lucas, el cual la miro con una bonita sonrisa y la invito a la panadería de Andrea, Lucas sabia que Eva se iba a ir en unos pocos días y él también se había encariñado bastante con la chica. La quería como una amiga cercana.

— ¿Nerviosa por volver?— cuestiono Lucas a Eva mientras tomaban una Pony Malta con almojábana.

— Un poco— confiesa Eva frotando las palmas de sus manos entre si— Me acostumbre a la rutina de aquí y será difícil cuando vuelva. 

— Estoy seguro de que te ira bien— asegura Lucas con una sonrisa— Tu y Valeria se han encariñado, sigue en contacto. 

— Claro— miente, porque ella no va a seguir en contacto apenas vuelva a su mundo, porque no quiere dañar la historia que hay entre ellas y porque no quiere que duela luego— Le compre algo para el hospedaje, para que me recuerde un poquito cuando me vaya. 

— Eso es lindo— acepta Lucas y empieza a sospechar que lo que hay entre ellas no es solo cariño, pero no hace preguntas— También cómpranos algo a nosotros. 

— Claro que si— dice Eva con una radiante sonrisa mientras toma un poco de su gaseosa. 

***

La campanilla de viento que compro Eva esta colgada al lado de las hamacas y cada vez que se mueve, hace que resuene suavemente por la propiedad y eso es relajante, además de que se ve demasiado bonita y la escultura del pájaro se mece con elegancia. 

Eso pensó Valeria mientras la veía, sentada en el suelo de cemento y pensando en cosas que no fueran que Eva se iba a ir al día siguiente en la tarde o lo mucho que la iba a extrañar, en definitiva no debía pensar en nada de eso porque un guardaba la esperanza de que iban a poder hablar por teléfono incluso cuando estuvieran en sintonías diferentes. 

Pero Eva no pensaba igual. 

Valeria se sorprendió al sentir un cuerpo cálido sentarse detrás de ella y ver como unas piernas y brazos se enrollaban alrededor de su cuerpo, giro levemente su rostro encontrándose con el de Eva, la cual había apoyado su barbilla sobre el hombro de la pelinegra. 

— Quiero abrazarte mucho— susurro Eva enterrando su nariz en el cuello de Valeria de manera mimada— Déjame abrazarte. 

— Soy toda tuya— dice Valeria porque es cierto, ella va a ser de Eva hasta que su corazón deje de palpitar como loco por la otra, ella realmente tenia sentimientos reales por la chica que estaba pegada a su espalda como una garrapata— Abrázame todo lo que quieras.

— Voy a extrañar esto— susurra Eva mirando la linda campanilla de viento moverse con la suave brisa— En la ciudad no podre escuchar el sonido de los pajaritos. 

— Guarda el sonido en tu corazón— susurra también Valeria meciéndose un poco, porque la nostalgia estaba golpeando su corazón— Va a ser sanador cuando sea un momento difícil. 

— Ya lo tengo en mi corazón— confiesa Eva pegándose aun mas a Valeria, como no queriendo soltarla nunca cuando el día de mañana tendría que hacerlo. Cuando Eva volviera a su realidad, lejos de Valeria, el hospedaje, el pueblo, Lucas, Andrea, el canto de los pajaritos y las lluvias. 

Se quedaron así el tiempo que quisieron, porque luego ya no podrían. 

Era mucho menos doloroso pensar para una pareja que se estaban separando por errores o sentimientos muertos, incluso por una infidelidad. Pero ella no tenían nada de eso, se querían mas de lo que alguna vez podrían pensar pero habían mas cosas para distanciarse, como que no vivían cerca y la diferencia en sus mundos que hace que sus corazones duelan en lo mas profundo de sus pechos, así que si, era malditamente doloroso pensar en que todo estaba bien pero mañana debían separarse, porque sus caminos volvían a partirse en dos.

— Duerme conmigo— pidió Valeria aun teniendo a Eva pegada a su espalda— Solo esta noche. 

— ¿Quieres memorizar la textura de mi cuerpo?— bromeo Eva aunque en su corazón pesaba una gran roca, porque ella también lo quería, lo quería con todo su corazón. 

Eva y Valeria entraron al hospedaje cuando una fuerte lluvia cubrió el lugar, tirandose en el sofá como ya era costumbre para ver la telenovela mexicana que pasaban todos los días a la misma hora, volviendo a la rutina que mañana ya no tendrán cuando Eva volviera a su hogar, luego de esta sanadora huida, en la que accidentalmente empezó a querer con intensidad a la otra persona.

Observaron todo en silencio mientras estaban un poco nostálgicas pero fingían que todo estaba bien, porque todo iba a estar bien. 

Luego, ambas prepararon la cena, que era bastante sencilla y cuando tuvieron la pansa llena, Eva fue arrastrada por Valeria para dormir juntas, se acostaron frente a frente, abrazadas y con las frentes pegadas, mirándose mutuamente. Sin querer dormir para que la noche pasara con lentitud.

— Aun no quiero dormir— dijo Valeria con miedo, tenia sueño pero aun no deseaba dormir, no quería que el tiempo pasara tan rápido. 

— Tus ojitos se están cerrando— susurro Eva frotando su nariz con la de Valeria de manera tierna, mirando la expresión de sueño de la otra y con ganas de arrullarla para que durmiera en sus brazos.

— No quiero dormir todavía— insistió Valeria sacudiendo su cabeza para no caer rendida en un profundo sueño— Aun no.

— No lo fuerces— dijo con simpleza Eva, aun no sabia a que se refería en especifico, si a detener el reloj o a mantenerse despierta. Eva acerco sus labios a los de Valeria y le dio un dulce beso, que se sintió tan puro como para hacer temblar el corazón de la que ya se estaba durmiendo— Buenas noches.

Valeria cayo rendida en un sueño pesado mientras Eva la pegaba a su cuerpo e intentaba memorizar el como se sentía estar abrazadas, quería recordarlo todo para cuando estuviera sola y melancólica, quería recordar a esta chica que no la juzgo por lo que hizo y que le saco sonrisas todo el tiempo, quería hacerlo con fuerza. Alargo su mano hasta coger su teléfono celular en la mesita de noche y como pudo, saco una linda foto de Valeria durmiendo con calma, quería este recuerdo para mas tarde. 

Los amores fugaces siempre duelen, porque son fugaces y efímeros. Posiblemente los sentimientos sean difíciles de borrar de la piel pero el tiempo en que se esta con el amado siempre es demasiado corto, demasiado rápido, demasiado fugaz que duele. Eva sentía como su corazón dolía mientras veía a la chica de cabello dormir entre sus brazos, quería mantenerla así por mas tiempo del que tenia permitido y eso era terrible, era una ambición que no se podía cumplir, así que mientras la tenga cerca, quiere poder abrazarla tanto como la dejen. 

***

Eva estaba terminando de empacar su ropa, esta vez con mucha mas decencia de lo que lo hizo cuando salió corriendo de su casa, guardando las cosas con delicadeza mientras Valeria regaba las plantas de la casa, esas que tenia decorando las paredes externas del hospedaje y que se veían tan bonitas, mientras hacia eso silbaba una linda canción e intentaba distraer su mente. Hasta que termino de hacer el oficio. 

Entro luego a la casa y dejo la olla mojada encima del mesón, luego corrió hacia la habitación donde se hospedaba Eva y la saco de allí, sentándola en el suelo de la sala mientras ella se sentaba frente al piano y tomaba aire.

— Quiero darte esto como despedida— dijo Valeria luego de prepararse mentalmente y empezó a tocar la melodía de Though The Night, la canción que Eva había dicho que le había gustado mucho. 

Eva, a medida que escuchaba la melodía, sintió como su corazón se encogía las lagrimas se amontonaban en sus ojos negros, sentía unas enormes ganas de mandar todo al carajo y quedarse con Valeria pero no podía, así que mientras pegaba sus rodillas a su pecho, empezó a desear internamente que este regalo se quedara hasta el día de su muerte en su mente, quería atesorarlo con todo su corazón, quería que este momento jamás abandonara su memoria y es que era la primera vez que alguien le daba una serenata así, incluso si no cantaba, era tan perfecta que su pequeño corazón se apachurraba totalmente. 

La melodía de esta canción era un arrullo al alma y mas si quien la toca es una persona especial. 

Al Valeria tocar los últimos acordes, se preparo para la otra canción, una de Natalia Lafourcade llamada Hasta La Raíz, siendo una versión mas melancólica por el piano y Valeria estaba cantando, con una voz tan relajante que hizo que Eva se quedara pasmada sobre su lugar, este era su regalo para Eva y sinceramente, no había regalo mas perfecto que este y eso hizo que Eva sintiera su corazón temblar y sus ojos picaron, así que se los froto. 

— Cuando escriba tu nombre en la arena blanca con fondo azul— cantaba con delicadeza Valeria, ella también sentía su corazón temblar— Cuando mire el cielo en la forma cruel de una nube gris, aparezcas tú— Valeria sentía sus ojos picar, porque esta canción describía sus sentimientos por Eva— Una tarde suba una alta loma, mire el pasado, sabrás que no te he olvidado. 

Valeria sentía ganas de llorar pero lo ignoro, sacudiendo levemente la cabeza. 

— Yo te llevo dentro— cantaron las dos al unisón, sintiendo tanto— Hasta la raíz— cantaban ambas con el corazón, como queriendo comunicar sus sentimientos— Y por mas que crezca, vas a estar aquí— cantaron mientras Eva se ponía en pie y se sentaba en la amplia silla frente al piano, mirando a Valeria con vehemencia— Aunque yo me oculte tras la montaña y encuentre un campo lleno de caña. No habrá manera, mi rayo de luna, que tú te vayas. 

***

Eva había amarrado la maleta en su moto con la super ayuda de Lucas, que ya estaba hecho un mar de lagrimas al despedirla, estaban frente de la casita de color rojo, con Eva vistiendo una sudadera abrigada y la lluvia anunciándose, Valeria y Andrea estaban abrazadas a Lucas mientras Eva intentaba ser fuerte para no terminar siendo un mar de lagrimas, porque no quería llorar. 

— Gracias, chicos— dijo Eva acercándose a Andrea y Lucas para abrazarlos con fuerza, cuando se acerco a Valeria casi desfalleció pero solo atino a abrazarla con todas sus fuerzas y dejar un casto beso sobre su mejilla— Gracias, mi raíz. 

— Cuídate— susurro Valeria con dificultad y luego se soltaron, sin querer hacerlo. 

Eva se acerco a su moto y se subió, prendió el motor y arranco antes de arrepentirse mientras sentía como su corazón se agitaba, al salir de la propiedad sintió que ya estaba extrañando a Valeria y decidió que no se detendría hasta estar en su casa, porque tenia miedo a arrepentirse a mitad de camino. 

Por su lado, Valeria al ver la moto alejarse, sintió las piernas débiles y cayo sentada al suelo mientras se acurrucaba y empezaba a llorar, porque ya se estaba sintiendo lo suficientemente sola y eso preocupo a Lucas y Andrea, quienes se arrodillaron a su lado mientras la abrazaban. 

— Quiero correr tras de ella— confeso Valeria, dejando muy en claro que no solo eran amigas, que sentía muchas cosas por Eva pero esta ya estaba lo suficientemente alejada— Si yo soy su raíz, ¿Por qué estamos divididas?— cuestiono con repentino enojo mientras sus amigos la consolaban pacientemente.  

Valeria estaba enojada con todo, porque había perdido a la única persona que quería que se quedara con fuerza, sabiendo que en algún momento tendría que partir, porque eso es lo que hacen los huéspedes al final de su alojamiento.

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