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Chapter 12 - Capítulo 12: Madres (1)

Capítulo 12: Madres (1)

Ese día me sentía demasiado mal como para cumplir con los planes que teníamos, por lo que sugerí quedarnos en casa teniendo una maratón de novelas, disfrutando del drama para olvidar la incomodidad de ese fiasco de desayuno.

No fui la única notablemente mal, los dos pequeños bultos de carne tierna ni siquiera se quejaron mientras reproducía episodio tras episodio, ni siquiera tocaban los bocadillos que la tía Lan nos había dado para recompensar sus, según ella misma, más que repetidas equivocaciones.

El ambiente solo me hacía sentir más y más incómoda. No era normal que los niños estuvieran tan quietos cuando estábamos juntos, por regla general Feng Yang estaría saltando cada veinte minutos, o corriendo al baño por tomar demasiado jugo, Feng Xue estaría callándolo sin falta, y rodaría los ojos siempre que interrumpiera para ir al baño, pero ahora los dos parecían dos muñecos sin cuerdas que los moviera.

Esta situación era insostenible. No sabía si estaban así por Feng Dingbang, y si lo estaban, ¿Por qué exactamente? ¿Por qué se unió a la mesa o porque se fue sin terminar? En mi vida pasada fui estúpida y no lo determine bien, aun teniendo la ventaja de estar en primera fila. En la novela no indagaban demasiado en su relación padre e hijos, solamente se repetía lo que ya sabía, una relación distante que parecía más de negocios, y su incondicional cariño hacia mí.

Casi quería maldecir al autor por no mencionar más... ¿De hecho tan si quiera había un autor? Quiero decir, este es mi mundo, pero también es una novela en mi otro mundo... Debí investigar más sobre el origen de la novela... ¡Olvida eso! ¡Después puedo caer en todas las crisis existenciales que desees! ¡Lo importante es este momento!

"Niños" apague la pantalla decidiendo que en realidad nadie le estaba prestando atención. Ambas miradas se posaron en mí, mostrando un mínimo interés "¿Están enojados con Feng Dingbang?"

La sola mención de su nombre causo que se estremecieran, aunque no supe distinguir cual era el sentimiento que les causaba porque enseguida ocultando sus rostros.

"¿Fue porque se unió a la mesa? ¿Fue porque no les agrada?" insistí en el tema. Una madre siempre busca resolver los males de sus hijos, y más si son males del corazón.

"N...No..." fue un leve quejido por parte de Feng Yang.

"¿No?" repetí intentando no mostrarme demasiado hostigante, debía actuar como si un cachorro herido estuviera frente mío, con cautela pero firme.

"... No nos desagrada..." soltó con dificultad, jugando con sus dedos en la ropa "Pero tampoco nos gusta, él..." no siguió, como si de pronto se hubiera quedado mudo.

"De todos modos él no nos quiere, así que tampoco lo queremos" la suave voz de Feng Xue lleno el silencio. Me gire hacia ella, su expresión era apática, pero sus ojos estaban brillosos "No lo necesitamos, solo a ti" enterró su cabeza entre mi ropa, ocultando de mi todo lo que la hacía sentirse triste.

Feng Yang se recostó sobre mí con las piernas encogidas, también bloqueando de mi todo lo que no le gustaría mostrar. Simplemente quedando en silencio.

Estaba bien.

Ellos no estaban listos para dar ese paso, y yo no los forzaría, simplemente estaré ahí para cuando estén listos.

Pasaron algunos días, Feng Dingbang no volvió a unirse inesperadamente a la mesa, y solo lo veía desde lejos cuando llegaba del trabajo, a lo que yo simplemente bajaba mi cabeza presa del pánico. Él no decía nada, no estaba segura de que tan siquiera me mirara, pero por lo menos no hubo incidentes.

Todo fue pacifico hasta el día que tanto temíamos, los gemelos regresaban a clases.

Nos encontrábamos en mi habitación, con la mochila de ambos niños, una roja y otra azul, abiertas mientras revisábamos todos lo que necesitaban para el reinicio de sus clases "¿Tienen todos sus libros? ¿Llevan suficientes lápices? ¿Y sus celulares?"

"¡Yo lo tengo todo!" Feng Yang se veía emocionado con este particular juego de '¿Tienes esto?' Y '¿Qué te falta?'

"Todo listo y revisado. También tengo mi uniforme limpio y planchado en la puerta del baño" Feng Xue asentía como un mini militar que obedientemente tomaba nota de todo, preparada para todo tipo de situación.

"¡Muy bien!" aplaudí satisfecha "Déjenme reviso la lista una vez más" volví a releer el papel que la tía Lan me había entregado para revisar con los gemelos, una lista de todos los artículos que eran necesarios en su escuela. Me sorprendí bastante la primera vez, nunca esperaría que un niño de seis años necesitara de un Ipad para doce diferentes clases, y mucho menos que tuvieran clases de equitación y esgrima... Al menos sabía que Feng Dingbang realmente invertía en una excelente educación para sus hijos.

"¿Nos llevaras y recogerás todos los días, mamá?" la expectativa en los ojos de Feng Yang era palpable.

"Por supuesto, pero no olviden enviarme un mensaje por si algo sucede. Yo haré lo mismo" me enderece utilizando mi mejor tono de madre virtuosa.

"¡Sí!"

"Pero no vengas en los días lluviosos, ni demasiado calurosos, y-y tampoco si hay mucho viento, te puedes enfermar"

"Gracias XiaoXue, siempre eres tan precavida. Seguiré tu consejo"

La pequeña niña se sonrojo por el halago. No había nada en este mundo que le gustara más que los elogios de su madre. Y aunque aun temía que su padre le robara la atención de su madre, y a veces sentía como si estuviera caminando por terreno desconocido, era muy feliz.

Ese día no durmieron con su madre, debido a que suelen ser preparados por dos empleadas del servicio no querían todo ese ajetreo en la habitación de Hu Bai Ling, y en su lugar le dieron su propio espacio para que se vistiera y maquillara.

Aunque ya habían hecho la revisión de la lista y lo habían repetido varias veces, la tía Lan superviso que ese trabajo se hubiera llevado a cabo con precisión, estando bastante satisfecha con los resultados. Quizás, y si esto seguía así, le daría en el futuro total control a la señora sobre la preparación de los gemelos.

Vestidos y con sus impecables uniformes, ambos pequeños bajaron hasta el comedor para encontrarse con su madre. Ella se veía tan entusiasmada como un niño esperando su primer viaje escolar. Estaba bien peinada con una trenza baja, llevaba una blusa y falda que la hacían ver semi-profesional, dándole la apariencia de una madre soltera que lleva a sus hijos a la escuela antes de ir al trabajo.

Y por supuesto era la imagen que Hu Bai Ling quería dar, se pasó una hora buscando el estilo perfecto de madre perfecta en línea, y se despertó dos horas antes que nadie, inclusive que Feng Dingbang, para probarse todos los estilos que había elegido como campeones. Al final eligiendo el más simple pero adecuado.

"¡Buenos días!" Feng Yang la abrazo con fuerza, seguido de su hermana.

"¡Bien, niños! ¡Vamos a comer bien para prepararnos para hoy y todos los días que están por venir! ¡Quiero ver su 110%!" no pudo evitar que su entusiasmo diera acto de presencia. Sería la primera vez que se mostraría al mundo como la madre de los gemelos, y estaba aterrorizada, pero más emocionada que aterrorizada.

El entusiasmo de su madre fue una vez más inevitablemente contagioso, encendiendo en los dos un entusiasmo que nunca antes habían tenido ante la idea de ir a su salón de clases. Querían hacer sentir orgullosa a su madre.

"¡110%!" gritaron al unísono. Permitiéndose ser algo tontos por un momento.

Una vez en el auto que los llevaría al jardín privado, Hu Bai Ling empezó a redactar verbalmente el discurso motivacional que había preparado hace una semana atrás para sus hijastros.

"A veces en la vida tendremos momentos difíciles, momentos de frustración, momentos en los que nos aquejamos por las dificultades por las que estamos pasando, estas dificultades muchas veces no nos dejan ver las oportunidades que dejamos pasar, nos ciegan, nos alejan de aquellos a los que amamos, pero quiero que sepan que siempre me tendrán a mi como apoyo para ayudarlos a despejar las nubes grises y ver el paisaje, de sonreír cuando más les duele, de ser felices juntos. Por eso, búsquenme cuando les sea difícil, búsquenme y confíen en mi"

Fue una manera extensa de decir: Si alguien abusa de ustedes, por favor díganmelo.

Los dos niños lo entendieron, sintiendo que su madre se preocupaba demasiado. No solo eran los dos únicos hijos de la dinastía Feng, eran los últimos descendientes de la familia más poderosa en el país, con miles de millones en activos, un control casi total en la industria hotelera, dueños de tres diferentes casinos de renombre mundial, participación del 40% en el mundo del entretenimiento, una incursión reciente en el negocio petroquímico, asociaciones gubernamentales, y más proyectos de asociación con otros países que podrían hacer llorar a cualquiera si supiera la cantidad de dinero que estaba en juego.

¿Quién en su sano juicio se metería con ellos dos?

Por lo visto su madre aún estaba preocupada, por lo que por su paz mental decidieron sonreír con una afirmativa.

Cuando el auto freno frente a su destino, la más nerviosa era obviamente Hu Bai Ling.

La chica respiro profundo para armarse de valor. Abrió la puerta del auto, exponiendo primero su zapato de tacón beige de suela negra, y después su cabeza.

Un hermoso movimiento fluido que denotaba la elegancia y dignidad de una dama. Cuando su rostro se asomó de entre la cortina de su sedoso cabello oscuro, una sonrisa maternal fue su carta de presentación. Dulce, educada y serena.

Algunas personas que pasaban con sus hijos o los hijos de sus empleadores no pudieron evitar detenerse y mirar, nunca habían visto una mujer tan hermosamente natural y sencilla.

No llevaba maquillaje notable, y su ropa era solo una blusa blanca de escote alto, y una falda un poco larga ligeramente azul, además de no llevar accesorios, pero su aura irradiaba excelencia, como si pudiera hacer cualquier cosa con facilidad y belleza.

Sus movimientos fueron agraciados, como una bailarina interpretando en el escenario, atrayendo la mirada sobre cada movimiento.

Después de la hermosa mujer salieron dos pequeños cuerpos ya bastante conocidos. La preciosa niña que llevaba una falda y chaleco rojo por sobre la blusa blanca era Feng Xue, y el travieso niño de pantalón corto y chaleco igualmente rojos, con camisa blanco puro, era Feng Yang.

¿En ese caso la bailarina a su lado era...?

"Tengan un buen día. Sean educados y esfuércense mucho. No olviden ser respetuosos y escuchar a sus maestros, ¿sí?"

"¡Sí!"

"Si"

La mujer sonrió con ternura. Los tomo en sus brazos y los atrajo en un abrazo de despedida.

"Volveré a la una"

"Adiós, mamá"

"¡Vuelve pronto!"

Todos quedaron mudos mientras la mujer despedía a los niños con sus manos. Esperando a que los pequeños Feng entraran al edificio antes de irse.

Ante la mirada inquisitiva a su alrededor, ella se detuvo un momento, levantando su frágil rostro para mirar a la multitud, creando un momento de completo silencio grupal. Sonrió como el sol ante su audiencia involuntaria, y con un asentimiento, entro al auto negro para después no ser vista más. No fue sino hasta que el auto se puso en marcha que todos empezaron a murmurar lo que había pasado.

¿Esa era la tan misteriosa señora de la familia Feng? ¿La esposa y madre de los últimos miembros de tan reconocida familia?

Por su belleza y su interacción con los gemelos, solo pudieron aplaudir por la suerte del señor Feng.

Mientras tanto, en el auto que se encaminaba ya de regreso a la villa, una muy avergonzada Hu Bai Ling se hundía en su asiento cubriendo su rostro con sus manos.

¿Lo había hecho bien? ¿No se vio demasiado rígida? ¿Se notaron las iniciales manchas de sudor en su espalda? ¿Notaron que se dobló el pie al menos tres veces? ¿O que se había ahogado con su saliva y para disimularlo tuvo que asentir en una falsa despedida?

Realmente sentía que quería morir.