Menma comenzó a deambular por aquella amplia y magnífica ciudad sin problemas debido a su apellido.
Como Ootsutsuki que era tenía inmidad total, y con la ayuda de Sakura tendría mayor poder económico e incluso político. Estaba gestionando aquello para volver a su ciudad natal, pero poderoso de verdad.
Y estaba cerca de ello. Sakura estaba gestionándole la compra de una de las más grandes y bellas mansionas, mientras que él gestiona con sus aliados el puesto político que ocupará por mucho tiempo.
Pero en otro sitio, en una habitación lujosa, una hermosa mujer vestida con una llamativa ropa interior de color negro y dorado, más una camisola negra transparente, caminaba descalza hasta sentarse en uno de los sillones naranjas.
Ella se sentó y sujetó la notebook entre sus piernas, mientras empezaba a buscar lo que necesitaba averiguar para seguir adelante con su investigación en internet.
En tanto abrió el chat donde tenía un mensaje de él. Ella al leerlo sonrió. Respiró con sensuadad, mientras su dorada cabellera caía como cascada, una parte por su espalda y otra parte por su hombro derecho.
— ¿Llegaste ya? Me he cansado de esperar tu mensaje. No diste señales de vida en las últimas quince horas.
— Como siempre el mismo desesperado. Me haces reír. Sabes que recién llego y no pude comunicarme antes. Aún no he visto a nadie, pero eso no me importa. Estoy avanzando en lo que me interesa.
— Acuerdate que Menma Ootsutsuki llegará en menos de diez días con un gran poder político que ya casi está gestionado.
— Lo sé, no es necesario que me lo recuerdes.
— Debes tenerlo siempre presente muñeca
— ¿Acaso te preocupas por mí...mi amor?
— Siempre me preocuparé por tí y lo sabes.
Ella lanzó una alegre carcajada mientras leía ese último mensaje. Sus ojos celestes lanzaron brillos de emoción.
— Tranquilo mi amor, estaré bien. Y ya sabes, en cuanto puedas y estés listo deberás venir aquí conmigo. De lo contrario tendré que ir a buscarte y traerte a la fuerza.
— Iré lo más pronto posible muñeca. No dejaré que pase mucho tiempo.
Ella dejó la computadora sobre la mesita ratonera para servirse en una copa un poco de champan. Bebió mientras seguía chateando.
— Seguirenos mañana mi amor. Descansa y sueña conmigo.
— Y tú ten la certeza que en tus sueños te visitaré y ahí estaré.
Cuando ella se desconectó y apagó la computadora, sujetó la copa de cristal y se acercó a la ventana. Bebió otro trago, mientras se deleitaba contemplando la ciudad en la oscuridad de la noche, envuelta con las luces de neón.
Elevó la copa con champan en dirección a la ciudad y dijo:
— Brindo por ustedes, queridos aristócratas, que viven en un mundo sumergido en la más absoluta indiferencia. También brindo por los otros aristócratas que intentan vivir el día a día sin la indignidad que a los demás los ensucia.
Su celular sonó, y ella al ver quién era sonrió. Atendió con esa sonrisa que iluminaba su rostro.
— Hola, esperaba tu llamado.
—¿Llegaste bien?
— Por supuesto, te dije que no debías preocuparte.
— Dime ¿qué sabes de Menma?
— En unos días llegará con un importante puesto político. Así que tendrán que ir con cautela ¿entiendes...Shura?
— Perfectamente
— Es mucho más fuerte que antes Shura.
— Políticamente hablando, solo políticamente. En cuanto a la maniplación del chakra no lo es.
— Espero que puedas seguir haciendole frente en ese sentido Shura.
— Podamos, recuerda que tú eres como yo.
— Lo haremos juntos. Por supuesto que si. En cuanto a Boris, estuve indagando como me lo pediste.
—¿Descubriste algo?
— Tal como lo dijiste, es hijo biológico de Menma pero él no sabía nada. Es opuesto a mi primo. Puedes confiar en él, así como confias en mí.
— Gracias amiga, muchas gracias. Descansa lo necesitas.
— Igual tú, estaremos en contacto Shura. Bye.
Al colgar dejó el celular en la mesita de luz mientras bebía otro trago de champan.
— Esto se está poniendo interesante. A ver primo ¿tan seguro estás de que tienes todo a tu favor? Ese será tu mas grave error....Menma. Maldito insecto.
Luego elevó de nuevo su copa con una sensual sonrisa y dijo:
— Brindo por tu gran y magnifico final Menma Ootsutsuki. Caerás a lo grande.