Menma estaba furioso al recibir la noticia. Aquello en verdad no se lo esperaba ¿cómo demonios su primo podía seguir un paso adelante suyo?
Él vivía solo para destruir la existencia de Naruto Namikage, por haberle arrebatado el amor de Sasuke Uchiha cuando eran adolescentes. A diferencia de Naruto, que tenía muchas propuestas, él no tenía ninguna.
Naruto era alguien muy popular, como lo era Sasuke. Menma le había suplicado que no se fijara en Sasuke, que se lo deje solo para él. Pero el maldito de su primo le contestó que haría lo que su corazón le dictara.
Eso poco a poco fue intensificando el odio en su persona hacia su primo, con quien hubo compartido tantas cosas. Menma creyó que lo entendería.
Pero mientras era testigo del intenso amor que Naruto y Sasuke se profesaban, su envidia crecía al punto de volverse insoportable.
Para cuando supo que Sasuke planeaba proponerle matrimonio, ideó un plan. Le arrebataría el intenso amor de su padre.
Menma sabía imitar a la perfección la letra de la difunta madre de Naruto.
Así aprovecho una tarde en que fue a visitarlo, para hacerse con el diario de la Señora Namikage.
Allí buscó y escribió, imitando su letra, la confesión de que Naruto no era hijo de Minato sino de su hermano mayor, padre de Menma.
Había escuchado a su padre discutir con su madre varias veces sobre ese tema. Menma sabía que su padre y la madre de Naruto fueron amantes tiempo atrás.
Pero luego ella volvió junto a su marido, debido a que lo amaba en verdad. Luego de eso vino Naruto, quien fue el fruto de esa reconciliación.
Al escribir ese par de líneas logró lo que quería. Minato, su tío, cayó en su trampa al instante y comenzó a tratar muy mal a Naruto.
Fue testigo del distanciamiento de ambos y del dolor de su primo. Nada le daba mayor placer, quería que sienta lo que era sufrir.
Minato cambió, volviendose distante y frío con Naruto, solía decirle que no era su hijo.
Recordaba una escena donde Naruto intentaba llegar a su padre una vez más, él quería recuperar aquella estrecha relación de padre e hijo que solían tener.
Naruto se veía en verdad triste, pero Minato era duro y frío. Como a Menma le gustaba que sea con Naruto.
- Papá - decía Naruto pero fue golpeado por Minato en plena cara obligandolo a callar.
-¡No vuelvas a llamarme así! ¡No eres mi hijo! ¡Eres el fruto de la infidelidad de la mujer que tanto amé!
- Padre no es quien engendra, sino aquel que creía.- Muerete maldito bastardo
Aquello le dolió bastante a Naruto, y Menma lo pasó estupendamente bien. Pero pronto supo que Sasuke iba a proponerle matriminio, de echo lo haría esa misma noche.
Menma debía evitarlo y eso hizo. Atropelló a Naruto cuando éste cruzaba la calle dirigiendose al restaurante. Luego siguió sin detenerse. Fácil le resultó deshacerse del auto.
Se había salido con la suya una vez más. Naruto no solo no llegó a la cita de Sasuke sino que estaba tullido. Inmovilizado del cuello para abajo y había perdido la voz.
Minato se preocupó muchisimo, estaba dispuesto a pagarle el tratamiento para su pronta recuperación.
A Menma le costó bastante convencer a su tío Minato de dejar a Naruto así, atrapado en un cuerpo que había dejado de funcionar. Era la venganza perfecta.
Hasta había accedido a mentirle a Sasuke de que Naruto lo abandonó y se fue a otra ciudad.
Menma pudo torturar a su primo durante todos esos años, junto con Minato y luego el mayordomo.
Menma se aprovechó de la nueva situación de Naruto para confesarle toda la verdad, todo lo que hizo hasta ahora. Menos lo que le hizo a Sasuke.
Le mintió con respecto a eso, ya que le dijo que Sasuke y él ahora eran novios y hasta le mostró las fotos que sacó, donde estaban juntos y desnudos como prueba.
Naruto le creyó todo con respecto a Sasuke, como el emo le creyó a Minato todo sobre Naruto.
Menma recordaba aquello estando en su despacho de la mansión Sabaku. Había echo tanto daño logrando así salirse con la suya. Pero seguía enceguecido de odio hacia su primo.
Con respecto a Sasuke, sabía que se había vengado de esa basura que osó fijarse en otro y no en él. Sabía que el daño que le hizo fue para toda la vida. Se hubo asegurado de ello.
Pero su primo, ese era otro cantar. El muy maldito seguía en pie, triunfante. De un manotazo tiró varios papeles y carpetas al suelo.
- Si tan solo te hubiese conocido antes....Gaara. Nada de ésto pasaría y quizas tú mismo podrías ser feliz conmigo. Mala suerte para ambos.
Menma hablaba en alta voz para sí mismo. Había arruinado a Sasuke, pero su primo seguía truinfante, y hasta estaba ayudándolo.
Algo tenía que hacer para denigrar a Naruto. Fue cuando Shinki entró a su despacho enfurecido.
- ¡Maldito! ¡¿Qué le hiciste a mi padre?! - estaba hecho una fiera - ¡Maldito! ¡Lo drogas una vez más...!
-¿Qué? ¿Qué harás Shinki? - En un instante estuvo junto al pelirrojo y lo sujetó con fuerza - Gaara me pertenece, es mío como lo eres tú también.
Shinki se hizo soltar con asco y furia. Odiaba a ese tipo y en verdad no entendía cómo su padre seguía a su lado.
-¡Sueltame! Mi padre no es un objeto, es una persona y no le pertenece a nadie. ¡Estás enfermo!
Menma sonrió, Shinki era el amado de Boruto Namikage. Eso le daba una idea.
- Shinki, tienes edad suficiente para casarte y tengo al candidato perfecto para tí.
-¿Qué? ¿Perdiste la razón Menma? - No, pero tú a partir de éste momento estás prometido. Ya no eres libre Shinki.
- ¿En serio? Vaya Menma, esas no son formas de hablarle a mi hermano - una voz los interrumpió.
- Shura - Menma empalideció debido a que ese joven era al único a quien él temía. - ¿Qué haces aquí?
Shura es el hermano gemelo de Shinki, solo que Shura tenía el cabello negro, esa es la única diferencia que ambos tenían físicamente hablando.
Shura llevaba puestos unos pantalones engomados negros ajustados, una remera negra con la imagen de un mapache dibujada, una campera negra y marrón de cuero.
Botas negras. Su pálida piel lozana contrastaba con su negra cabellera, haciendo resaltar sus verdes ojos.
Llevaba manoplas negras y miraba a Menma algo divertido. Su esmeraldina mirada se asemejaba a la de una serpiente, cada vez que miraba a ese maldito tenía esa expresión.
- Vine a proteger a mi hermano de tí - dijo Shura con voz de hielo mientras se acarcaba a Shinki - Tú infectaste a mi padre, me lo arrebataste. Bien, pero no dejaré que toques a mi hermano.
- ¿De verás? - dijo Menma en tono burlista pero Shura le cortó la risa con su sola mirada - Oye solo le estaba proponiendo....
- ¡Arruinarme la vida! ¡No quiero nada de tí! - lo interrumpió Shinki con odio
- Menma, será mejor que te mantengas alejado se Shinki. Es mi hermano y tú nada tienes que ver con nosotros dos ¿oíste?
- Fuerte y claro Shura. - Excelente, ven Shinki.- No, aún no Shura. ¡Ésta basura drogó a nuestro padre!
- Eso no es de mi incumbencia. Gaara eligió voluntariamente casarse con esta basura. Ahora ven conmigo hermano.
Aunque Shinki quería seguir allí, para obligar a esa basura de Menma a liberar a su padre.
Pero eso a Shura no le importaba, por tal razón arrastró practicamente a su hermano Shinki, fuera del despacho y lejos de Menma.
- Shura espera - decía Shinki - ¿Cuánto tiempo te quedarás?- Por siempre, no planeo irme de nuevo hermano. Sé que me necesitas y aquí estoy.
Shinki y Shura se abrazaron con fuerza. En verdad le causaba una gran alegría al pelirrojo saber que su hermano había vuelto.
-Papá también te necesita Shura- No lo menciones, él me decepecionó al aceptar casarse con esta basura.- Lo juzgaste mal todo el tiempo Shura.- Cambiemos de tema ¿si? Vamos a tomar algo hermano.
Shinki respiró profundo, sabía que Shura quería a Gaara, más de lo que él mismo estaba dispuesto a aceptar. Por eso actuaba así, estaba muy pero muy dolido.
- De acuerdo Shura, vamos por unas cervezas. - Tenemos mucho de que hablar Shinki. - Lo mismo digo Shura.