Mitsuki estaba camino al despacho de Gaara, necesitaba verlo con urgencia. Deseaba tenerlo entre sus brazos, sentir que podía amarlo hasta enloquecer.
Estacionó su moto y se dirigió al edificio. Allí se hizo anunciar, como siempre ignoró las miradas y murmullos de quienes se encontraban allí, debido al tipo de vestimenta que llevaba puesta.
Unos negros pantalones engomados, camisa negra, campera de cuero azúl y negra. Zapatos negros. Su azulina cabellera estaba algo alborotada, su blanca piel estaba pálida.
Cuando le anunciaron que el abogado Sabaku lo recibiría, su corazón dió un vuelco. Restregó sus manos en sus engomados pantalones, que al ser conducido rumbo al despacho de su amado, sus manos transpiraron.
Cuando entró vió Gaara con su traje bordó y su camisa negra, ocasionandole que su miembro se endurezca.
La fachada de Gaara era perfecta, serio, frío y duro, cuya indiferente mirada traspasaba a cada persona intimidandolas.
Cuando la puerta se cerró, Gaara se incorporó y se me acercó. Antes que nada colocó llave y pidió a su secretaria que no lo moleste.
Si llegase a desobedecer su orden sería su fin, su secretaria y quienes lo conocían en el ambito laboral sabían que Gaara era implacable y en extremo letal. Todos le temían.
Una vez tomadas las precausiones necesarias, Mitsuki se avalanzó a él para devorarlo a besos apetitosos.
Frente a Mitsuki, su amado se quitaba la máscara volviendo a ser quien en verdad era. Tomó fuerzas para apartarse de su amado.
- Mitsuki....por favor no....- Te amo Gaara, te amo tanto....- No....n-no p-por favor.....
Pero el peliazúl lo recostó en el suelo, donde le bajó los pantalones, luego hizo lo mismo con los suyos. Gaara repiraba entrecortado, no tenía la suficiente fuerza como para seguir rechazándolo.
Pronto estuvieron desnudos ambos, para amarse con intensa pasión. Gaara había cellado su despacho, a prueba de sonidos. Así se aseguraba que lo que sucedía allí, se quedaba en ese lugar.
Mitsuki penetró a Gaara mientras que el pelirrojo le rodeó la cintura con sus piernas. Con cada embestidas que el peliazúl le hacía, el pelirrojo gemía de placer.
Cuando el peliazúl se derramó dentro de Gaara, éste sintió tocar el cielo con las manos. Se aferraba a su amado Mitsuki con fuerza.
Dios amaba tanto a Mitsuki, hacía tiempo que no disfrutaba de aquello como lo hacía ahora y cada vez que intimidaba con él. Ojalá pudiese estar a su lado por siempre.
- Lo amo abogado Sabaku, lo amo tanto que siento que voy a enloquecer - susurraba Mitsuki en los labios de Gaara - Y pienso hacer lo que sea necesario con tal de liberarlo de las manos del monstruo al que llama marido.
-Mitsuki....eso será....algo imposible de...de lograr....mi....mi amor....- No hay imposibles para mí, mi amor. Nada es imposible. Te amo y no pararé hasta casarme contigo.
Mitsuki acariciaba aquel apetitoso cuerpo que ahora yacía desnudo sobre la alfombra mirándolo con deseo. Ambos estaban excitados y muy enamorados.
El peliazúl no se rindiría jamás, aquello le renovaba las fuerzas a Gaara, quien se aferró a él y lloró amargamente.
- Ya no puedo más mi amor, no soporto más que me toque. - decía Gaara con desesperación - Pero no puedo dejarlo, no puedo hacerlo porque él....él me....me buscaría....me seguirá hasta el fin del mundo con tal de encontrarme y....y....y te dañará mi amor.
Mitsuki lo abrazó con fuerza, luego lo fue acariciando por cada sector de su cuerpo. No soportaba verlo así, Gaara era su gran amor por dios.
- No me rendiré hasta llevarte al altar mi amor - le dijo Mitsuki acariciandole el cabello. - Te mereces a alguien mejor Mitsuki- Solo existes tú para mi Gaara. Te amo.
Inmediatamente lo volvía a besar, mientras lo acariciaba con intensidad. Gaara revivía en sus brazos volviendo a ser quien solía ser.
- También te amo Mitsuki y no quiero renunciar a tí. - No lo hagas entonces mi amor.- En ese caso deberás ayudarme mi amor. Menma me.....
- Te asusta, te espanta y te mantiene prisionero mi amor. Pero yo te protegeré. Solo confia en mí y aferrate a nuestro amor.- Él empezó a drogarme....
A Gaara se le quebró la voz al revelarle aquello, lo avergonzaba tanto y a la vez lo desesperaba. Temía que Mitsuki sienta asco por su persona.
Pero el peliazúl quedó em una pieza al oir aquello. Instintivamente lo abrazó con fuerza intensa, sentía un odio tan grande hacia Menma, que de ser posible iría a matarlo en ese mismo instante.
- No - Mistsuki lo sujetó con dulzura - Mirame amor por favor - así lo hizo Gaara con intenso dolor - No voy a dejarte, nunca lo haré. ¿Entiendes? Nunca. Jamás te me iré de tu lado. Y pienso salvarte de ese monstruo de Menma.
- Mitsuki....mi amor....Se volvieron a besar con pasión infinita.
Transcurridas dos horas, ambos se vistieron nuevamente. Cuando Mitsuki se fue su fachada seguía siendo impecable, como también lo era la de Gaara quien prosiguió con sus clientes.