Chapter 2 - Capítulo 2

Estoy casi a punto de caer en llanto después de haber recibido el débil abrazo que mi padre me devuelve, puedo notar la fragilidad de su cuerpo al sentir por encima de su ropa los huesos que intenta ocultar.

Entonces decido separarme, conteniendo las lágrimas bajo la vista para que no note mi expresión de tristeza, "No tienes de que preocuparte padre. Yo te prometo que cumpliré con tus deseos de ser una buena y digna sucesora del trono de Baleras."

Responde alegrado con mi disposición, "Yo sé que así será Iris. Me lo has demostrado en un sin número de ocasiones durante todos estos años que he podido disfrutar como tu padre. Y no ha habido una sola vez que no me hayas echo sentir orgulloso de serlo." Deja ir una pequeña risa y continúa, "Como en aquella ocasión que le diste el colgante que te había regalado por tu cumpleaños a una niña muy pobre que te encontraste mendigando en la entrada del palacio. Cuando te ví sin el, en verdad que me enojé un poco al pensar que te lo había arrebatado algún ladrón, pero luego de que me contaras la tan buena acción que hiciste, te tengo que confesar que sentí hasta admiración por tí. Creo que desde ese momento ya me iba creando la idea de que pudieras ser una buena reina." Suspira con pesar, "Al contrario de tú hermano, que siempre se la ha pasado dándome dolores de cabeza abusando de su estatus para intimidar a otros chicos y haciendo cosas indebidas, como la vez que yo tuve que enviar a Halvar para que se disculpara en mi nombre y pagara por las botas de piel que se robó de una tienda. Como si hubiera tenido la necesidad de hacerlo." Medita por unos segundos antes de continuar, "Yo sé que el hecho de haber perdido a su madre cuando tenía 5 años fue un golpe muy duro para él, y que además esos fueron unos tiempos muy difíciles para todos en este reino, porque fuimos invadidos por Mikland (hostil reino vecino). Yo siempre estaba ocupado dirigiendo la defensa de Baleras de una reunión a otra con mis generales, que me privaron del tiempo indicado para darle la atención que me correspondía como padre. Cosas que le deben haber afectado mucho a su forma de actuar, pero eso no justifica que se haya convertido en lo que es." Vuelve su débil mirada hacia mí, "Pero siempre tuve esperanzas en tí desde que te ví nacer, algo me decía qué tú ibas a ser diferente, y no me equivoqué."

Le menciono preocupada, "Padre, lo que en verdad temo, es la reacción de Lusen cuando regrese de su viaje por el Hilarantes (mar que se interpone entre este continente Graismeland y el cercano Graidoren al Norte) que como bien sabes no lo va a tomar demasiado bien, ya que él siempre ha creído que será el próximo rey."

Me comenta un poco tocado por la difícil situación, "Yo lo sé Iris. Pero no le va a quedar de otra que tener que aceptar mi decisión como su padre y rey. De todos modos él no va a quedar desamparado, ya ordené a que se le asignaran las tierras que eran de su abuelo al Este. Son unos territorios muy fértiles y prósperos que le garantizarán una vida digna."

Le pregunto nuevamente, "¿Y mi tío Edir? ¿No crees que intente algo aprovechando el posible descontento de que una mujer asuma el trono?"

Responde algo molesto por yo haber mencionado ese nombre, "¡Ese maldito traidor! Sino lo hice ejecutar antes es porque es mi hermano, el cual nunca se atreverá a regresar a Baleras. Yo le advertí bien claro que si volvía a poner un pie en estas tierras iba a hacerle pagar por sus crímenes como es debido." Entonces se calma un poco y continúa, "Mejor dejemos de lado ese tema que no quiero arruinar el momento." Dirige su vista al joven soldado y me lo presenta, "Él es Connrad, el comandante de la Guardia Dorada, mejor espadachín de nuestro reino y a quien he asignado protegerte a tí junto con sus hombres. Espero que ustedes se puedan llevar bien, porque te aseguro Iris que si él no fuera alguien de confianza, no le hubiera asignado tan importante tarea."

El chico se me acerca, arrodilla frente a mí y besando mi mano dice humildemente, "Es un honor servirle Lady Iris. Yo Connrad Shubert, estoy completamente a su servicio."

Acepto su saludo con mi mirada firme sobre sus ojos, 'Todo un caballero. Con lindos ojos por cierto'

...

Mientras tanto en algún puerto de el gran continente de Ruskoria al Noroeste, un soldado de armadura de cuero reforzado a modo de escamas y un grueso abrigo de piel de oso, le comunica a su capitán vestido de forma similar, que se encuentra de espaldas a él, "Lord Edir, las tropas están listas para zarpar. ¿Hacia dónde nos dirigimos?" El traidor se da vuelta y responde completamente seguro, "Marca el rumbo directo a Baleras. Que vamos a tomar lo que es mío."