Chereads / Destinos del Cielo Fragmentado [Español] / Chapter 2 - De regreso al Inicio

Chapter 2 - De regreso al Inicio

Por breves instantes me sentí indiferente al universo, como una entidad fuera de él, flotando en el infinito cosmos solitario. Sin nada a mi alrededor más que un negro sin precedentes, no sabía en qué momento conseguí tener la conciencia lo suficientemente clara para pregúntarme dónde estaba o porque, pero sentía como el tiempo al mi alrededor era irregular, lo que para mí fueron solo unos momentos ahí afuera, sea donde sea que me encontraba pasaron decenas de años. 

En cuanto a mí, aunque dije que estaba consciente, solo era de forma parcial casi como un trance momentáneo en incontables escenarios. Fue como un sueño dónde ví mi vida rebobinar, cada lugar, recuerdo y emoción… 

Varios momentos vívidos y sucesos pasaron a través de mis ojos, todos tangibles al punto de parecer reales, momentos de dolor, angustia y pesar. Pero también aquellos recuerdos felices, de gozo y amor. 

Desde los períodos dónde viví sangrientas guerras de acero y sangre hasta mis momentos íntimos, deslumbre todos mis pecados así como también mis arrepentimientos. No lo comprendía, ¿Acaso este es el llamado Infierno? 

De un momento a otro estaba sentado frente a una mesa familiar, luego un campo de flores hasta llegar a un mar de cadáveres… pedazos de órganos y huesos por doquier, desde ancianos hasta niños, todos siendo devorados por la inextinguible llama brutal de la guerra.

Para… 

Te lo ruego… d-detente… DETENTE

No sé detuvo, esos instantes minúsculos siguieron y siguieron sin parar, frente a la horrorizada visión de los hechos me sentí desprotegido, pero siguió, una y otra, y otra, y otra vez…

La tortura generada por el fenómeno no solo era psicológica, sino que los sentía a travez de mis sentidos. El sabor metílico de la sangre, el olor a pólvora, las llamas ardientes en mi piel, el timbrar de mis oídos…

Y así continuó, hasta que...

Hasta que de alguna manera logré abrir mis pesados párpados, solo para encontrarme con un peculiar techo de lo que parecía caliza, no pude evitar entrecerrar mis ojos ante la familiaridad de este. Una simple habitación vacía con una puerta.

Repase uno por unos mis recuerdos mientras comprobaba el estado de mi cuerpo, por supuesto mi mente seguía en estado de confusión pero mis años de superviviente rápidamente activaron de forma casi inconsciente mis instintos. 

Estaba en un lugar desconocido en un momento extraño, no me atreví a moverme demasiado o hacer un movimiento brusco, no conocía mi situación así que comprobé rápidamente el estado de mi cuerpo.

Mis sentidos estaban bien y no parecía afectado por alguna especie de alucinógeno, siquiera tenía alguna dolencia. Tras sentir que al menos mi cuerpo y mente parecían normales comencé a comprobar el área a mi alrededor, intenté ponerme de pie agudizando mis sentid… ¿Eh? 

Al levantarme de inmediato noté algo extraño, mi complexión física había cambiado, mire mis manos en un momento de shock total y temblé al notarlas. Eran las manos de un niño, mi altura también sugería eso junto a otras pistas menores en mi cuerpo. 

Intenté procesar la información de forma rápida pero aún después de un tiempo aún no comprendía lo sucedido, y cuando estaba apunto de comprobar mis recuerdos una vez más escuché una voz amenazante cercana. 

"¿Te aseguraste de no lastimarlo?"

"No sé preocupe Jefe el mocoso está en una pieza, fue bastante fácil capturarlo." 

"Bien, ve con los demás yo me encargo aquí."

Fruncí el ceño al oírlos, mire a los alrededores analizando más profundamente lo sucedido, sea lo que sea que haya pasado no parecía un sueño, ni tampoco un fenómeno natural. Pero de alguna forma se sentía familiar, entonces recordé esa voz y mi mente se puso momentáneamente en blanco. 

Interrumpí mis pensamientos al oír un leve chillido seguido del sonido de pasos, luego de un rápido repaso de los sucesos ya tenía una idea de lo que estaba sucediendo, pero no me atreví a creerlo. Después de todo era una completa locura. 

Pero si realmente había sucedido… apreté mis manos emocionado esperando, si no recuerdo mal lo que debía pasar a continuación...

Entonces un después la puerta frente a mí se abrió, y una esbelta figura entró, llevaba una armadura de cuero sobre él y una espada corta en su cintura. Me miró durante unos segundos antes de sonreír de forma significativa.

"T-tu ¿Quién eres?¿Q-qué quieres de mí?..." Grité, tenía una expresión pálida asustada miré a todos lados con temor, como si buscará ayuda solo solo para parecer decepcionado y comenzar a temblar más.

Pero por dentro estaba sonriendo como un demonio, extasiado al punto de casi caer en la locura, aunque no comprendía cómo era algo como esto siquiera posible sabía lo que significaba. Mi entusiasmo era tanto que apreté mis puños clavándome las uñas, mierda casi arruinó mi actuación, bueno no importa.

Rápidamente me recuperé y mire en profundidad al hombre frente a mí, su nombre era Carson, el supuesto líder de un grupo de bandidos conocido por su astucia y liderazgo, aunque su llegada había sido sólo reciente tomó rápidamente el puesto de líder debido a su carisma, ganándose la confianza de todos en su grupo.

Pero yo sabía que el idiota ante mi de hecho tenía otra identidad, Cley Von-Miliam un destacado caballero enviado por la Faccion Puritana de la Teocracia. Su misión era llevarme vivo a la fortaleza de la ciudad-escudo fronteriza de Perushia donde sería extraído y llevado a la capital antes de ser enviado a la Teocracia.  

¿Por qué un caballero se disfrazaría como un bandido en un reino adyacente para secuestrar a un huérfano y llevarlo lejos? 

La realidad es que soy bisnieto del segundo arzobispo, mi padre fue un sacerdote y guerrero reconocido en su país el cual un día se enamoró de una joven noble del reino vecino de Perushia. 

De ellos nací yo, un hijo bastardo concebido por una mujer de otro país el cual tenía una doctrina y religión completamente diferente a la de la Teocracia. 

Mi padre como miembro de la fracción pura tuvo que elegir entre matarme o desterrarme debido a lo sensible de la situación. Al mismo tiempo, en la casa de mi madre no era posible reconocerme debido a que de hecho, ella ya tenía un prometido.

Estos dos factores dejaron en jaque a mis padres por lo tanto hicieron lo único que podían para mantenerme con vida, enviarme en secreto a un pequeño pueblo en la frontera hasta que creciera.

Pero eso no explica el porqué de la infiltración de Cley y la necesidad de una extracción forzosa. Después de todo aún se me podría considerar un noble, este año apenas tuve mi decimocuarto cumpleaños, aún no era momento de volver. 

Bueno, la respuesta era de hecho simple. Semanas atrás los espías de la Teocracia enviaron un informe a la sede central en la Ciudad Santa de Mersin, el informe consistía en cómo el consejo de guerra de Sun se estaba preparando para un ataque a gran escala en la frontera, con el objetivo de capturar la fortaleza cercana a la ciudad-escudo para posteriormente tomar la ciudad. 

Si no me equivoco en poco tiempo el ejército expedicionario del Imperio de Sun atravesaría las fronteras declarándole la guerra a Perushia, de hecho ya podría haberlo hecho, y por alguna alguna extraña coincidencia el pueblo donde residía estaba en su camino.  

Mi padre habiendo aumentado su posición en todos estos años tenía suficiente autoridad para leer el informe, desgraciadamente las relaciones e intereses de la Teocracia y Perushia actualmente no estaban en sincronía. Indefenso mi padre suplicó ayuda a mi bisabuelo para extraerme, y a través de los contactos de mi madre y la casa Maestrale infiltró a este idiota en el país para venir a recogerme. 

"No sé preocupe Joven Señor estoy aquí por órdenes de su padre." Dijo Cley mientras se inclinaba ligeramente, parecía que era bastante consciente de mi identidad actuó de acuerdo a la etiqueta jerárquica. Por supuesto yo seguí con mi actuación mientras intentaba no lanzarme hacía él y darle una paliza. 

En aquel entonces por culpa de este inútil fuimos interceptados por un escuadrón de avanzada de Sun, Por suerte logramos escapar con daños mínimos, aún así por su estupidez accidentalmente reveló su identidad al llegar a la ciudad-escudo y fuimos tomados prisioneros. 

"¿Mi padre? P-pero… soy huérfano…" Suspiré de forma triste, mostrando ahora una expresión de conflicto y desconfianza. Parecía que no podía creer sus palabras.

Cley se arrodilló frente a mí con una sonrisa totalmente genuina, quizás creía que un niño asustado como yo sería más difícil de llevar así que uso su increíble carisma, de hecho la primera vez funcionó. 

"Joven señor, no tiene… ¿Eh?¿Joven señor?..."

Imposible… abrí mis ojos totalmente sorprendido, él no se había desmayado. Originalmente no había actuado de forma tan cautelosa, está vez lo hice con el objetivo de que se acercará a mi. Luego de que bajara la guardia puse mi mano en su cabeza pero no pasó nada.

Maldición cómo pude haberlo olvidado, rápidamente agudice mis sentidos internos mirando dentro de mi 'Área de Cómputo', una zona subatómica hueca que se encontraba dentro de mi cerebro. 

Cómo sospechaba estaba completamente vacía. Comencé a temblar incrédulo al confirmarlo, mi 'Bendición' se había ido. Al instante mi rostro se puso mortalmente pálido, esta vez no estaba fingiendo. 

Mierda, mierda, mierda, sin eso no podría avanzar. No, cálmate, esto era de esperarse, después de todo se suponía que está sería la noche en la que lo obtendría. Contuve mis emociones mostrando una expresión algo pensativa.

¿Ahora que debía hacer? Me tomé un momento para pensar en mis siguientes acciones. No había necesidad de volver a la Teocracia, perdería mucho tiempo tratando con problemas políticos y no me agradaba mucho la doctrina ni su credo… entonces recordé las últimas palabras que escuché antes de despertar.

'Matame…' 

Apreté mis dientes confundido, realmente entendí muchas cosas ahora, comprendí como ella nunca perdía, como era que siempre lo sabía todo casi llegando a la omnisciencia, también como logro lo que logro, recordarlo casi me dió un dolor de estómago.

Negué con la cabeza para despejar mis pensamientos, ahora no tiene importancia, primero debo hacer mi siguiente movimiento si no quiero terminar en una celda.

"Holaaa ¿Joven Señor?..." 

Mire al caballero idiota frente a mi, realmente continuaba con la guardia baja, no comprendo cómo pudieron concederle el título de cabellero a este inepto, mucho menos como fue conocido como un genio.

Estrechando mis ojos rápidamente moví mis brazos hacía su cuello, golpeándolo brutalmente con mis codos. Ante mi acción repentina Cley me miró con los ojos abiertos antes de caer al piso en debilidad.

Sin darle tiempo para recuperarse tomé su espada y antes de que siquiera lo notará ya había caído inconsciente al suelo. Observé al tonto caído pregúntandome una vez más como mierda es que este tipo es considerado un genio. 

Sonriendo con ironía revise su cuerpo consiguiendo solo una cantidad considerable de dinero, solo 30 monedas de plata, ¿¿Y te haces pasar por un Jefe de un grupo de bandidos?? 

Suspirando me concentré en cómo escapar, debía moverme rápido, pronto los bandidos se darían cuenta de algo si Cley no aparecía, por suerte logré silenciarlo rápidamente, además había mandado al guardia lejos.

El resto fue básicamente pan comido, escapar del cobertizo y evitar a los demás patrulleros fue sencillo, aunque mi físico de niño limitaba un poco mis movimientos mis años de experiencia los compensarón, además ninguno de estos tipos era muy hábil que digamos. 

Tras escapar del campamento mire al cielo con una expresión complicada, al ver la hermosa vista estrellada me sentí algo perdido, el último rastro de duda se había esfumado de mi mente, realmente había vuelto. 

"¡¡Bastardos estúpidos el mocoso escapó encuentrenlo!!"

Mis oídos se crisparon al escuchar el grito furioso a la distancia, maldición te despertaste demasiado rápido idiota. Pronto escuché el sonido de pasos viniendo hacia mi dirección, poniendo énfasis en no dejar pistas, me sumergí en lo profundo del bosque.

¿Mi destino? El pueblo donde fui secuestrado.

De forma constante más no rápida me moví en completo silencio a través de la densa vegetación del bosque, cada vez que mis pies tocaban el suelo avanzaba sin levantar un solo sonido, con la oscuridad como mi compañera me volví casi invisible incluso con las lunas gemelas en mi cabeza.

Me moví casi perfectamente ocultando mi rastro a veces pasaba por delante de los insectos durmientes sin alarmarlos, otras me balanceaba por sobre los árboles sin mover una sola de sus hojas. 

Por supuesto cometí errores, mis movimientos no eran tan perfectos como esperaba, en mi estado actual, tendría que entrenar durante meses si quería alcanzar siquiera una fracción de lo que era antes. Me sentí un poco triste ante esa realidad, pero pronto lo olvidé y me concentré en llegar al pueblo lo más rápido posible.

Sabía que me estaban siguiendo, no sé cómo pero esos molestos bandidos de alguna forma me estaban pisando los talones, solo estaban dos kilómetros por detrás de mí. Parece que Cley no era tan inútil después de todo. 

Mire el cielo nocturno sobre mí, si la posición de los gemelos blancos es correcta significa que pronto será media noche. La avanzada de Sun ya debe haber llegado al pueblo, contemplé en distintos escenarios. 

Lo más probable es que ya hallan comenzado a quemar el lugar y saquear lo que sea de utilidad, por supuesto los habitantes no se salvarán. Sun no llevaba el nombre de Imperio en vano, como potencia militar tenía políticas altamente expansionistas y su ideología nacionalista los hacía sentir superiores a otros países.  

Cómo si eso no fuese suficiente su poder económico de hecho estaba a par con su fuerza militar, así como su capacidad industrial y tecnología armamentística. 

Por supuesto no era nada comparado a la fuerza que tuvo Mery Ann pero considerando el hecho de lo joven que es nuestra historia como civilización es sorprendente lo lejos que llegó y las cosas que fueron capaces de hacer.

Lastima que está noche el imperio cometería un error catastrófico, un error que siete años después llevaría a la destrucción de Sun. Y ese error por alguna mala jugada del destino se hallaba en ese pequeño pueblo. 

Recordando esa fatídica singularidad una figura brilló en mi mente, tenerla en mis manos me supondrá una gran ventaja estratégica considerando eso dude un poco si aumentar mi velocidad antes de finalmente rechazar la idea.

Ella estaría bien, la historia dicta que sobrevivirá además si me muevo más rápido mis rastos serán más obvios y ese idiota me alcanzará con más facilidad.

Mire hacía atrás con una expresión sombría recordando el hecho de que me estaba pisando los talones, aún quedan algunos kilómetros antes de llegar y Cley ya estaba casi sobre mi. 

Mire la espada corta en mi cintura apretando los dientes frustrado, sabía que como estaba ahora aunque fueran un grupo de bandidos no tenía ninguna posibilidad por no hablar de Cley en sí. 

Por muy inútil que fuera sigue siendo un caballero nombrado, la única razón por la cual logré noquearlo fue porque lo atrapé con la guardia baja si fuéramos a tener una confrontación directa estoy seguro que no duraría más de dos intercambios. 

Demonios, ya están cerca y aún queda tiempo antes de la medianoche. Mire al frente y pude ver las leves siluetas del pueblo, tal y como pensé muchas casas estaban en llamas. Volví a mirar atrás vislumbrando sombras vagas, ya estaban aquí.

Al instante consideré decenas de posibilidades pero en todas era capturado, no podía luchar y en medio minuto me atraparán. Maldición lo siento Cley, rápidamente tomé una respiración profunda y en el siguiente momento...

"¡¡ATAQUE ENEMIGO!!"