Ambos nos estábamos mirando el uno al otro, podía sentir la desconfianza de la otra parte a pesar de que estaba herido seguía de pie mientras su llama de vitalidad se apagaba poco a poco.
Decidí pensar bien mis siguientes palabras, a decir verdad no había ninguna explicación lo suficiente válida para que esto vaya por buen camino.
Mostré dos de mis cartas de triunfo y cualquier mentira que diga sería vista con facilidad, si no me equivoco este viejo era algo así como el guardián de la princesa. Es decir un zorro astuto, lo mejor sería simplemente decir la verdad.
"Quien soy no es de tu incumbencia solo debes saber que vine a ayudarla."
Respondí con parte de la verdad, de forma breve y mostrando mis intenciones. El vejestorio posiblemente sabe que no podrá seguir viviendo por mucho y lo más probable es que me la entregué para cuidarla.
"Lo sé."
¿Lo sabes?¿Entonces…?
"Pero quiero saber ¿Por qué?¿Eres Mersin verdad? Te ves como él, pero no siento que fueras el Mersin que desapareció está tarde."
Comprendo, ahora mismo no hay ninguna razón para no dudar de mí, de la noche a la mañana había mostrado una fuerza comparable a la de un maestro de la espada asesinando sin titubear a dos soldados.
"Además si no me equivoco guiaste intencionalmente a este hombre hacía mi para que hiciera mi movimiento ¿Verdad?"
Demonios anciano tu intuición es demasiado monstruosa ¿No crees?¿Puedes al menos fingir que solo vine a salvarlos porque soy un chico de buen corazón?...
Me quedé en silencio ante sus preguntas, pero eso fue más que suficiente para responderlas. El anciano se limitó a únicamente suspirar ante esto, comprendía que la situación no estaba a su favor de hecho tenía todo en contra.
Pero en ese momento el anciano volvió a caer en el suelo escupiendo sangre, sus órganos habían comenzado a fallar. Por su respiración y traumas podía adivinar que tenía por lo menos un pulmón perforado.
"Maldición, está bien chico te seré sincero. Toma a la joven señorita y escapa, llévala a la capital del país y busca la Casa Aquila. Ellos la cuidarán."
"Anciano ¿Porque me dejarías algo tan importante?" Finjí no estar de acuerdo de inmediato, parecería sospechoso si lo hiciera. Además no tiene sentido, aunque esté herido y al borde de la muerte debe tener algunas otras cartas ocultas más sensatas que está.
"Cómo te habrás dado cuenta no me queda mucho tiempo de vida, además apenas puedo moverme… y… confío en ti."
El anciano entrecerró los ojos lanzándome una expresión compleja, de algún modo parecía estar dudando si volver a abrir la boca o no.
Fue mi turno de sonreír, claro lo hice por dentro. Con el pasar de los años aprendí a leer a una persona que estaba por engañarme, y podía decir con seguridad que el viejo estaba a punto de lanzar tonterías. Bien te ayudaré entonces.
"Está bien pero ¿Quién es ella en realidad anciano?"
El anciano siguió dudando parecía estar en un gran conflicto interno, pero podía leer alguna de sus intenciones en lo profundo de su mirada. Por supuesto, como un viejo manipulador sabía esconder bien la mayoría de sus acciones pero tenía más experiencia en esta clase de juegos que él.
"La joven señorita es de hecho la única heredera de una familia noble de Sun."
Mmm… magnífica jugada, lanza una prestigiosa posición lo suficientemente relativa como para creerle pero ocultando parte de la verdad. Este viejo se está tomando muchas molestias, no se atreve a mentir por miedo a que lo descubra así que usa una verdad a medias.
Además esto encaja perfectamente con ellos, Mei tiene rasgos de una Sun y cabello color cobrizo, característico de algunas familias nobles del imperio.
"Oh ya veo, ¿Pero porque los soldados los intentaron atacar?"
Planteé una pregunta obvia pero pude sentir la sonrisa dentro tras los ojos del anciano, parecía que la conversación iba según sus planes. Realmente quería reírme por su estupidez, lo más probable es que piense que en realidad soy algo así como un fenómeno oculto que solo se disfrazó.
"Eso es…" El viejo suspiró agotado, se veía sumamente lastimoso. De hecho su actuación fue brillante, no había fallos en sus movimientos y realmente se sentía la tristeza emanar de sus acciones.
"La verdad es que el ejército Sun atacó este lugar para encubrir la muerte de la joven señorita. Entonces te lo ruego llévala hasta la capital, no te preocupes si lo haces serás recompensado."
En estos momentos realmente quería estallar en carcajadas, seguro este viejo es astuto, la Asamblea de guerra para invadir Perushia se llevó en secreto, incluso la invasión al país fue llevada sin una declaración formal.
Además una masacre sin precedentes había ocurrido hace poco, aunque el viejo no conoce la situación con exactitud lo más probable es sepa que Sun no invadió esta parte de la frontera por Mei.
Eso quiere decir que planea engañarme, es decir lanzar un anzuelo con una recompensa sumamente grande. No importaba quien sea yo es un hecho es que logré salvarlos, el vejestorio no tiene muchas opciones y si puede de alguna forma comprarme seré mucho más confiable, eso significa que sus palabras son una trampa, desea ver qué clase de persona soy.
Después de todo, un hombre codicioso es más confiable que un buen samaritano. Alabe en secreto la astucia del viejo, conoce muy bien la naturaleza humana.
"¿Recompensa?..." Pregunté con un leve brillo ambicioso, pero fingí haberlo ocultado mostrando un rostro difícil antes de parecer decidido y asistir con la cabeza.
"Está bien anciano no te preocupes prometo llevarla ahí a salvo."
El rostro del anciano mostró una expresión de gratitud antes de suspirar aliviado, esta vez su rostro concordó con sus verdaderos sentimientos. Este era el mejor escenario para él, con una persona que puede ser comprada posiblemente hará todo lo posible para llevarla.
Puede que no sea lo mejor pero era todo lo que podía hacer, de aquí en adelante todo dependía de la suerte de su joven señorita y de este misterioso joven disfrazado de un huérfano de la iglesia. Quizás eso estaba pensando, al menos debía estar seguro de mis habilidades de sigilo, después de todo vio como salí de la oscuridad de la nada.
"Gracias chico, toma esto cuando llegues ahí enséñale este medallón al guardia y el resto debería ser sencillo." Dijo el viejo mientras sacaba un pedazo de metal de su túnica y me lo lanzaba. Realmente parecía una moneda de plata con algunos garabatos.
"Por cierto, ella sabe a dónde vamos y de su extraordinario orígen ¿Verdad Anciano?"
Pregunté mientras me acercaba a ella, había ocupado el poco tiempo de nuestra plática para ajustar mi respiración y recuperar al menos una fracción de mi fuerza, fue suficiente para caminar.
En cuanto al viejo frunció el ceño ante mi pregunta, pero después de un momento pensó que era algo lógico. Si la señorita sabía de su linaje noble el viaje sería más fácil, y si no tenía que mantenerlo en secreto. Pensando en ello el viejo negó con la cabeza.
"No, no tien..." Dijo el viejo, solo para sentir un dolor agudo en el pecho un momento después. Temblando el viejo me miró a los ojos en completa confusión y agravio susurrando una única pregunta '¿Porque?'.
"Gracias viejo ahora puedes morir en paz." Dije con una voz helada observando al viejo morir. Todo está charla fue una mentira absoluta, desde el inicio hasta el final por supuesto yo ya sabía eso pero aún así había una posibilidad de que la recompensa también fuera una tontería.
Originalmente tenía pensado únicamente ayudar a la 'Princesa Mei' a escapar, quizás podría haberme arriesgado a llevarla a la capital. Después de todo solo necesitaba que me debiera un favor y no tenía tiempo para cuidar a una niña.
Pero las cosas no salieron como esperaba, Mei había sido quien obtuvo la bendición en mi lugar cambiando completamente mis planes. Pensar en ello me enfureció en cierta medida, necesitaba la bendición aún más de lo necesitaba el favor de Mei.
De hecho comparar ambas cosas era absurdo, un mero favor de lo que, a lo mucho sería una heroína, no era nada comparado a algo de lo cual incluso la misma Mery no tenía respuesta.
Esto no tiene sentido grite en mi mente, pensé como algo así podía ocurrir, esto no pasó de esta forma en mi…
Entonces lo comprendí, dos palabras cayeron en mi mente como un martillo, efecto mariposa. En su momento Mery me había explicado cómo el simple aleteo de una mariposa puede producir un fenómeno climático catastrófico.
La teoría del caos dictaba que una simple perturbación inicial puede crear grandes cambios en el resultado final. Se suponía que en este momento debía estar a decenas de kilómetros de aquí en caballo esperando que el inepto de Cley diera con una avanzada de exploración Sun.
En cambio estoy aquí ayudando a la princesa la cual debía escapar de este lugar luego de tener una experiencia traumática jurando vengarse del imperio y su emperador.
Esta vez realmente me sentí completamente indefenso, había jugado con el universo y su entropía había ido en mi contra. Rápidamente juzgue el panorama completo teniendo este nuevo factor a la ecuación.
Pensando en ello realmente me sentí estúpido por no haberme dado cuenta de ello en un principio, tengo grandes ventajas en estos momentos pero la mayor de todas es que se que va a pasar exactamente y como.
Pero esto tampoco tiene sentido, se supone que la misma entropía del universo debería rellenar los huecos argumentales del mundo, a menos que un evento lo suficientemente significativo sea alterado.
Mis ojos se crisparon mientras analizaba mi teoría, en cierto sentido tenis lógica. Cuando llegué a la Teocracia fui enviado a ese lugar donde entrené durante años.
Es decir, aunque no fuera nada cambiaría debido a mi contribución nula a eventos importantes, los asesinatos aún podían ser llevados a cabo por otros aprendices, era un fallo que podía fácilmente ser reemplazado.
Por otra parte al rescatar a Mei altere el curso de un evento importante en la línea del destino, pero no era demasiado tarde. Según mis recuerdos más allá del golpe de estado Mei no realizó nada demasiado importante, pasó la mayor parte de su tiempo de la misma forma que yo, aislado mientras se preparaba.
Pero eso no cambia el hecho de que necesito arreglar este fallo, el problema es que… ahora no puedo dejarla ir, no me queda de otra más que mantenerla a mi lado.
Me sentí sumamente triste al mirar a la joven tirada en el suelo, y pensar que tendré que manipular a una niña de ahora en adelante para que todo vaya según mis planes.
Volví a mirar al viejo debajo de mi antes de sacar mi espada corta de su cadáver, originalmente no me importaba lo que pasará con el vejestorio pero aún tenía una posibilidad de salir vivo de aquí así que no tuve de otra que silenciarlo.
Por lo que sabía Mei no era muy cercana al viejo pero era el único que parecía preocuparse por ella, y según él ella no sabía nada de sus orígenes, lo más probable es que se lo contará antes de escapar o que ella más tarde lo descubriría de alguna manera.
Tch… realmente mi entusiasmo e impaciencia me condenó, actúe sin pensar en las consecuencias ya es la segunda vez que cometo un error tan fatal. Tendré que ser más precavido de ahora en adelante.
Comprobé el estado de mi cuerpo, ya había descansado lo suficiente para largarme de aquí, aún así no debería exigirme demasiado durante algunas semanas para que sane completamente.
Acomodé a la inconsciente Mei en mi espalda, cargarla no era nada comparado a ejecutar dos estilos secretos seguidos así que la sentí bastante liviana.
Agotado desaparecimos en la oscuridad del callejón como si nunca hubiésemos estado ahí en primer lugar.