Paso bastante tiempo desde ambas se fueron. Liliana comenzó a cansarse de estar tanto tiempo de pie, sentándose en el sofá que a causa del vestido se veía más pequeño que antes.
El tiempo seguía transcurriendo y aún no se veían a ambas jóvenes, comenzó a cabecear debido al aburrimiento. Antes de que pudiera quedarse dormida entraron 3 personas las cuales trabajaban en el lugar cada una con un perchero móvil en sus manos y detrás de ellas dos chicas más junto a Clara y la asistente del principio, antes de que pudiera decir algo Clara se le acercó mostrando una de sus increíbles sonrisas y diciendo. - Deja me, mostrarte el maravilloso diamante que escondes - Dicho esto la arrastró hasta el centro del podio diciendo. - señoritas, este es mi maravilloso diamante en bruto ayúdenme a pulir cada una de sus maravillosas facciones.
- Oye Clara, ¿no crees que te estás pasando?
- Para nada y deja que te ayudemos - Dijo Clara sin dejar de mostrar su maravillosa sonrisa, produciendo otra sonrisa en Liliana.
Ante tales palabra Liliana mostró su mejor sonrisa y asintió con la cabeza permitiendo que todas comenzarán. Durante horas estuvo en las manos de Clara, cada vestido probado mostraba un mujer totalmente distinta a los día cotidianos algo que sorprendía mucho a Liliana, cada vestido al que daba su aprobación era acompañado de movimientos de cabeza las cuales seguían con un gruñí, y las cuales seguían las asistentes presentes.
El cuerpo de Liliana comenzaba a entumecerse algo que habitualmente nunca le pasaba, al verla Clara le dijo que se probará un último vestido para descansar.
Aún faltaban dos perchas por probar, por lo tanto Liliana se sentía aliviada por el descanso. Todas las presentes estaban acostumbradas a este tipo de prueba por lo que no se veían afectadas.
- "Madre mía, qué clase de mujeres son estas como pueden seguir en pie tras tres hora de trabajo". - Pensó Liliana algo aturdida.
- Ten, necesitas recuperar fuerzas para el segundo round, así que descansa un poco.
- Siento que esto no nos va a llevar a ningún lado, que tal si paramos aquí. - Dijo la joven tirada en el pequeño sofá.
- Esto no es nada si lo comparamos con alguna niña rica de segunda generación ellas sí que no tienen piedad a la hora de elegir vestido. - Pronunció una de las asistentes junto con accesorios que iban siendo elegidos por Clara.
- Si, incluso hay algunas que aún estando 12h probándose vestidos, acaban pidiéndoselo a algún famoso diseñador. - Expreso otras joven en una pequeña carcajada.
- Esas si hay que tenerlas miedo son implacables. - Pronunció otra con aire desalentado.
- Ves cariño esto no es nada comparado con las locas de segunda generación, no hay nada de qué preocuparse confía en estas jóvenes y en tu mejor amiga. - Pronunció Clara con determinación.
- Ya se el por qué de la desaparición de mis tarpers.
- Ya, sabes que nada me detiene cuando quiero algo cariño y esa paella es muestra de ello.
- Ya claro, pero los tapers los quiero de vuelta.
Estuvieron hablando hasta que finalizó el descanso, antes de que se dieran cuenta Liliana termino de probarse el segundo perchero, el ambiente estaba cargado y se podía observar cómo Clara era la más frustrada, ya que todos los vestidos que se ponía Liliana eran bonitos, pero no dejaban ver la esencia que de Liliana, diferentes cortes, diferentes estilos pero ninguno era aprobado por Clara.
- Clara no te preocupes, el quinto vestido de la percha me gustó.
- Como no me voy a preocupar quiero que estés perfecta y que no haya podido lograr ese cometido me da mucha rabia. - La frustración se podía ver en l rostro afligido de Clara, ante esto Liliana solo pudo consolar a su amiga.
- A veces eres demasiado perfeccionista. - Dijo Liliana. - Eso es lo que me gusta de tí, pero hay cosas que no vas a poder conseguir que sean perfectas, y te doy las gracias por seguir intentando siempre. - Dijo Liliana con suaves palabras.
- Mírame, tú consolando me a mí cuando debería ser al revés. - Dijo Clara con una suave sonrisa.
- No pasa nada, siempre estás ayudándome. Se que está vestido no es un WOW! Pero sé que has estado todo el día para mi y con eso me basta. Ese vestido es maravilloso así que estate tranquila. Muchas gracias todas por ayudarme el día de hoy. - Expreso Liliana con suavidad y sinceridad.
Todas las presentes se disgustaron al oír las palabras de Liliana, aunque su intención fuera animarlas se pudo ver insatisfacción en los rostros de todas las presentes, nadie se dio cuenta de que llegaron a disfrutar de estas dos jóvenes y la caza del vestido perfecto.
- No os desanimes, no hay vestido perfecto, lo que si sé es que me voy a casar con un buen hombre y el vestido no hace la diferencia, así que cambiar esa cara si. - Dijo Liliana
- A veces no sé cómo acabamos siendo amigas tu y yo, Lili. - Dijo Clara con desánimo.
Mientras salían del lugar ambas se encontraron a Violeta, no se percataron de su ausencia en toda la tarde la joven se veía agitada parecía que había venido corriendo.
***
- Señorita, ¿va a necesitar algo mas?
- No, tráigame la cuenta y hazlo rápido que no tengo tiempo.
Cuando divisó a las dos jóvenes saliendo de la tienda de novias, salió corriendo lo que provoco que su rostro mostrará un rojo brillante.
- Lo siento chicas me llevo más tiempo de lo que esperaba. - Dijo la joven recobrando la compostura.
- Ya lo vimos, 6 horas tarde es un nuevo récord.- Dijo claro en todo sarcástico.
- No te molestes si, no era mi intención llegar tarde. - Dijo la joven con disgustó.
- A ver y cuál es, vemos que sentido tiene más sentido que lo de tu primó hospitalizado.
- ¡Estoy embarazada! - Dijo la joven con ojos llorosos.