Visión Entertaimen, una de las mayores agencias de entretenimiento no solo reconocida aquí en Canadá, sino también en todo el mundo.
Desde que el Sr.Park subió al cargo, no solo ganó reconocimiento a la hora de provocar terror en las negociaciones, también en aquellos que quieran derribarlo.
Y durante esos tres años, Liliana a visto caer a muchas empresas y gente importante en menos de un día, y siempre de la misma manera mostrando todos los pozos negros ya sea de la empresa o de las personas. Este hombre además de ser despiadado e inteligente, dios le había dotado de una belleza sobre humana, apodado con el nombre del "Dios Griego" tanto fuera como dentro, solo Lilian era capaz de llamar aquel hombre "viuda negra", pero claro solo con las personas más cercanas a ella en el trabajo.
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Todo marcha bien en la preparación de la boda, ya todo estaba organizado, ya se tenía el lugar, se han enviado las invitaciones, solo faltaba lo más importante de todo el vestido, era con lo que más se frustraba Liliana ya que no lograba encontrar el vestido ideal, llegó a arrastra a Clara y Violeta por más de cinco tiendas de novia y en cada una de ella no había logrado satisfacer ese deseo, solo una más, un tienda más y tendría que buscar otra solución.
Mientras ojeaba algunas revistas de novia, el ascensor de la planta se abrió dejando ver la figura de una de las mejores manager y gerentes del grupo visión, no solo había logrado llevar al estrellato, a todas quellas personas que tuvo bajo su mando sino que también era capaz de hacer que todos los problomas que atravesaban.
- Buenas tardes Srta.Gerente, como le ha ido el día en su reinado del hielo.
Una pequeña risa salió.
- No puedo decir que el día has estado tranquilo, por qué no ha sido asi, el problema que tuvo Cristina, no es algo que pueda manejar tan fácilmente.
- Pero que causó que todo se volviera peor de la nada.
- No solo es el problema de las drogas, nos acabamos de enterar de que ha habido un exmarido, y todo eso unelo con que tiene un niño de cinco años, esto no es un tema tan fácil de tratar.
- Ya no es un tema la cual puedas manejar tu sola.
- Si por eso estoy aquí, y dime cómo está mi Dios -Una sonrisa traviesa asomaba por su cara
- Clara sabes, perfectamente que está comprometido deja de buscar problemas con la loca esa
- Hasta que no vea el anillo en esas hermosas manos que tiene, te digo yo que de aquí no me muevo aun tengo posibilidades de ser la Sra.Park, este cuerpo solo puede estar con lo mejor y lo mejor está atraves de esa puerta y lo sabes.
Lilian no pudo evitar reírse ante las palabra dichas por su mejor amiga
- Oye Lil no te rías, sabes que me propongo lo que sea.
Lilian no lo negaba, por eso esta mujer había llegado donde estaba hoy, la mujer que se encuentra en frente de ella era capaz de comerse el mundo
- Venga date prisa, entra antes de que venga esa loca, se hacer a la hora de la comida.
Mientras lo decía observaba como su amiga se arreglaba para entrar en la oficina.
Antes de entrar Clara mostró una pequeña sonrisa a su mejor amiga, la cual le devolvió la sonrisa.
Seis años de amistad la cual llevaban las dos y Clara seguía teniendo aquella chispa, la cual nadie podía apagar, y sin mencionar lo bella que es. Podría haber debutado como una gran modelo pero su perspicacia iba más halla de ser una simple modeló, Liliana estaba celosa de ella pero no de forma negativa, ya que la piel de Clara es tan clara como la nieve, y a esto le acompañaba sus precioso ojos color café, su pelo normalmente es lacio pero ella normalmente lo llevaba ondulado, haciéndola ver cómo una muñeca de porcelana.
Lilian esba tan metida en su mundo que no se percató que la estaban llamando por teléfono, no fue hasta que volvieron ha llamar.
- Hola.
- Hola, cariño te quería decir que no podré llegar a casa a tiempo, el viaje todavía se va a alargar un poco lo siento.
- Otra vez, ya es la cuarta vez en este mes.
- Si lo se lo siento, pero no puedo hacer nada te lo compensare vale.
- Vale, espero que merezca la pena la compensación
- Te lo prometo, adiós.
Antes de que Liliana llegará a decir algo ya se escuchaba los pitidos de la finalización de la llamada, un pequeño suspiró se oyo en el despacho. No se percató de que alguien había salido del ascensor hasta oír la voz chillona de Miriam.
- ¡Oye estúpida, está mi marido dentro! -Miriam le tenía especial odia hacia Liliana, más por lo guapa que era aunque. no llegaba a sacar todo su potencial.
- Lo siento señorita Miriam, el presidente se encuentra reunido ahora- Una pequeña sonrisa salió de los labios
Miriam ya sabía de quién se trataba, lo que hizo que se pusiera más furiosa de que ya estaba.