- Hola cariño, ¿que tal en.....
Antes de poder terminar la frase sus labios se
encontraron.
- Más despacio... no podemos hacerlo aquí
- Está bien...
A medida que se hacercaban al dormitorio más ropa iba cayendo al suelo.
Todo comenzó a dar vueltas, ambos estaban sumergidos el uno al otro olvidando por completo todo a su alrededor.
En la intensidad de la habitación Jayden dio la vuelta a la joven pelirroja, dejando ver al descubierto la hermosa espalda, Jayden recorrió todo su cuerpo provocando que la joven gimiera, sin darse cuenta avivó aún más el deseo de Jayde, aquella cabellera rojiza iba amarrado en una coleta permitiendo que Jayden pudiera sujetarla y embestirla, con cada embestida iba incrementando la embestida y la velocidad.
En esa pequeña habitación se podía oír los gemidos de ambos amantes.
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- Papá será mejor que no salgas tú, por qué sino no te podrás controlar.
Un simple gruñido salió del hombre, se volteó sin ver a sus aprendices y le dijo: - ¡Volved a la cocina, mañana continuamos! -. Hubo una tensión en la cocina, todo el mundo quería a la persona que se atrevía a llamar Dean Dupont, por una parte sentían satisfacción y por el otro desprecio hacia la persona.
Alexandre se dirigió junto con el camarero hacia la mesa.
Al llegar todo el lugar estaba en silencio, todos se sorprendieron al ver al hombre frente a sus ojos, su rostro se veía joven pero no le hacía parecer un niño, sus rizos le daban un toque encantador y elegante.
Por un momento toda en la mesa no pararon de ver al joven, inclusive Liliana no podía evitarlo, al sentir sus miradas en él, carraspeó antes de preguntar quién había pedido que viniera el chef nadie le prestó mucha atención así que tuvo que volver a repetir la pregunta hasta que una de las presentes dijo - Si, la señorita Baker es la que lo ha llamado -. Tras oír su nombre Liliana comenzó a mover la cabeza de arriba a abajo, ante la respuesta de Liliana Alexandre mostró una maravillosa sonrisa, esa sonrisa hizo que Liliana se quedará embelesada por un periodo hasta que puedo volver en si mostrando la seriedad y tranquilidad de antes.
- Si he sido yo la que le ha llamado, quería hablarle sobre algunos platós, que necesitan mejorarse antes de la gala.
- Claro dígame cuáles son - respondió Alexandre con tranquilidad.
- Vale comencemos por las cremas - dijo Liliana con seguridad. La crema de puerros, la textura era perfecta y el yogurt lo suavizaba, pero se ha notado el quemado, aunque se ha querido salvar quitando solo la parte buena los ingredientes han absorbido ya el sabor a quemado dejando un sabor no muy agradable a la crema.
La seguridad que mostraba Alexandre hace un momento se disipó ante las palabras de la joven, ya que había acertado con el problema que hubo con el plató. Liliana continuó con el siguiente plató.
- La crema de aguacate y calabacín, se encontra en el mismo punto que la crema de puerros en cuanto a textura, pero el sabor ha sido roto por el exceso de ajó.
Todos se sorprendieron, ya que no pudieron notar el exceso de ajó. Alexandre no se explicaba como pudo notar las imperfecciones de esos platós, y si se hubiese enterado su padre de aquellos fallo de seguro le volvería a poner a pelar patatas mientras le soltaba el monólogo de la comida es igual a la felicidad.
Liliana se percató de que él joven no le estaba prestando atención, esto hizo que se molestará por el poco profesionalismo que tenía el joven hacia su crítica.
- Disculpe, ¿me está oyendo?
- Si, lo siento que estaba diciendo sobre la ensalada.
Liliana se estaba empezando a impacientar ya que el joven no se interesaba por lo que decía hacia sus platós, ni mostraba la pasión que tiene por la cocina como le dijo Joseph, este chef solo la miraba mientras asentía en cada palabra que decía.
- Disculpe Sr...
- Dupont.
- Bueno Sr.Dupont si le gusta la cocina debería mostrar algo de interés por su comida.
Alexandre se sorprendió ante las palabras de la joven que insultaba su cocina, Tenía la intención de decirle un par de cosas a Liliana, pero se percató del collar que tenía en el cuello, se le hacía muy familiar pero no sabía de dónde.
Liliana se estaba empezando a enfadar, para no llegar a más cogió aíre y pidió educadamente que viniese el verdadero chef.
Todos en la mesa se dieron cuenta, que el chef no mostraba mucho interés por los defectos de sus platós, comenzaron a dudar sobre su capacidades en la cocina. Al notar la miradas Alexandre tuvo que llamar aún camarero para que fuese a por su padre.
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Un grito devastador se pudo oír por toda la casa seguido del ruido de objetos callendo por todas partes, el servicio solo pudo ver cómo su señorita lanzaba objetos por todas partes, mientras su madre razonaba con ella.
- Cariño, tranquilízate vale. Hablemos con tú padre, el puede hablar con el Sr.Park, él sabrá que hacer vale, seguro convencerá a William para que se rectifiqué. -Esas palabras lograron calmar la.
- Si tienes razón, soy la hija que nunca tuvo, lo difícil será convencer a la tía, pero yo sé que me quiere mucho ella lo dijo a que si mamá
- Claro que si, cariño yo hablaré con ella para que convenza ha William.
Al tener esa seguridad Miriam se logro calmar, soltando el objeto que tenía con intención de lanzar, uno del servicio logro cogerlo antes de que se hiciera añicos, un suspiro de alivio salió de muchos, ya que eran los encargados de custodiar todos los objetos de valor de la señorita para que no los rompiera en sus ataques. La última vez que no lo hicieron, ningún empleado de la casa cobro durante seis meses para poder pagar el objetos dañado.
- Pero no te va ha hacer caso si la llamás.
- Invitalos a cenar si, así podemos convencerla, se que ella me quiere me ayudara.
- Ves, como si pensamos podemos lograrlo.
- Y cuando esté William simplemente tendremos que convencerle.