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Chapter 10 - poder enigmático II

Esteban miró a su alrededor confundido, recordó acostarse a dormir y en el siguiente momento estaba aquí. Un mundo totalmente blanco hasta donde alcanza la vista. El lugar era tan grande y blanco que Esteban no podía precisar la ezquierda de la derecha, adelante o hacia atrás. El único lugar que creía precisar era abajo, dónde estaba parado.

Justo frente suyo dos pequeñas manchas de oscuridad aparecieron y comenzaron a crecer y tomar forma.

"¡Imposible!" Exclamó Esteban sorprendido y un poco asustado.

Delante de él se encontraban 2 personas, pero para ser más precisos decir que era una sola persona pero de diferentes épocas.

Frente a el se encontraba él mismo.

Más específicamente delante de él se encontraban 2 Esteban, pero estos eran su yo de su vida pasada, donde su nombre no era Esteban, así que estaba mal en llamarlos así.

Rafael.

Ese era su nombre en su vida pasada.

Los dos Rafael delante de él tenían 5 años y 28 años respectivamente. Ambos eran muy ordinarios en su apariencia, una de sus antiguas inseguridades.

Ambos Rafael delante de él lo ignoraron por completo y se miraron entre sí.

Algo que Esteban podía ver desde afuera era que en su batalla de miradas, el ganador era sin duda alguna el Rafael de 5 años. Había algo en su mirada, una firmeza que el Rafael de 28 años no podría igualar.

Rafael pequeño miró al Rafael grande con desilusión.

"Creí que serías mejor que yo."

Rafael grande se sorprendió por un momento antes de reírse de suficiencia.

"Soy mejor que tú."

Esteban estuvo totalmente de acuerdo con sus afirmaciones. Su yo que 28 era en definitiva 100 mejor que el de 5 años, tenía muchos más conocimientos, experiencias, cualidades y habilidades que fue perfeccionando con los años.

Pero contrario a lo que Rafael grande y Esteban esperaron, el Rafael pequeño lo señaló y con clara irá y desilusión en su voz le gritó.

"¡¡¿Entonces porque eres un maldito fracasado?!!"

El Rafael grande no supo que decir, trato en muchas ocasiones de abrir su boca y responder, pero sentía que solo estaría poniendo escusas.

Lentamente el pequeño Rafael comenzó a desaparecer y el Rafael grande se volteó a mirarlo fijamente. No dijo nada, simplemente lo miro. Pero Esteban no necesitaba palabras, su mirada era exactamente la misma que tenía el pequeño Rafael al cuestionarlo.

Esteban apretó el puño y quiso responderle, gritarle con fuerzas que era mejor de lo que el fue.

¿Pero exactamente en qué era mejor que su antiguo yo sé 28 años?

Esteban luchó consigo mismo para no bajar la cabeza y mirarlo fijamente. Unos segundos después Rafael adulto también desapareció y todo a su alrededor cambio de la nada.

Ahora se encontraban en una gran habitación redonda con aguas cristalinas como piso, pero no se podía ver por la oscuridad que llenaba la habitación. La única fuente de luz de la habitación era una gran puerta de color negro con los Marcos brillando de un azul místico y celestial.

Esteban miró con curiosidad a su alrededor, caminó lentamente hacia la gran puerta creando pequeñas ondulaciones en el agua cristalina. Pero Esteban ignoró esto solo se centro en la gran puerta ya que sentía que estaba siendo llamado.

Esa gran puerta lo estaba llamando.

Cuando sus manos tocaron la gran puerta está se abrió y un gran rayo de luz lo cegó, cuando volvió abrir sus ojos el paisaje a su alrededor había vuelto a cambiar.

Pero está vez fue un gran cambio.

No podía escuchar nada con claridad solo un gran sonido que no podía identificar y lo ensordecia. Estaba sentado con dos cinturones fuertemente agarrados, pero no fue lo que llamó su atención.

Al mirar a su alrededor vio un gran y largo pasillo con asientos en ambos lados y personas agarradas fuertemente como el. Con una más detallada observación Esteban descubrió dónde estaba.

¡¡Estaba en un avión!!

¿Cómo demonios estaba en un avión?

La respiración de Esteban comenzó acelerarce y amenazaba con tener un ataque de pánico, cuando repentinamente aparecieron palabras de color azul flotando frente suyo.

[SOBREVIVE]

El largo pasillo del avión comenzó a iluminarse con un rojo que parpadeaba cada cierto tiempo. La gran compuerta en la parte trasera del pasillo comenzó abriese lentamente mientras que el viento entró con fuerza y las personas a su alrededor comenzaron a saltar cada cierto tiempo.

Cuando ya todos habían saltado y el era el único en la cabina, Esteban sintió como una fuerza sobrenatural lo acogía y con fuerza lo lanzaba del avión en contra de su voluntad.

"¿Que demonios?"

El viento en su rostro movió sus mejillas de manera graciosa mientras Esteban entraba en pánico. Su cuerpo dió vueltas de forma caótica por el aire, trato muchas veces de recuperar el equilibrio pero su cuerpo solo daba más y más vueltas.

En uno de sus pocos segundos de lucidez vio como se acercaba rápidamente a una gran isla y varias figuras en paracaídas cayendo lentamente a ella.

Esteban busco detrás de si y se dió cuenta que también contaba con uno pero no sabía cómo utilizarlo, antes de que pudiera pensar algo más, vio como el océano estaba prácticamente en su cara.

Lo próximo que sintió fue dolor, un dolor inimaginable y se levantó con un grito asustado.

"Ahhhhh."

Su grito fue tan fuerte que levantó a Jeison.

"¿Estás bien?"

Esteban quería asentir pero corrió rápidamente al baño y vómito todo lo que tenia en el estómago.

Todo ya había pasado pero aún sentía el mareo de dar tantas vueltas, además de el dolor de ser cruelmente aplastado contra el océano lo que le hizo temblar un poco.

¿Que fue eso?

"Estás bien Esteban?" Preguntó Jeison preocupado detrás de él.

"Si." Esteban asíntio. "Solo tuve una pesadilla."

Esteban se lavó la cara y se miró al espejo. Todavía podía recordar todo con total detalle, lo que era raro si eso fuera solo un sueño.

¿Es mi poder?

¿Un poder que me permite similar paracaidismo en la vida real?

¡No!

Las palabras decían claramente SOBREVIVE.

Esteban apretó los dientes y se volvió acostar a dormir. Al igual que la primera vez apenas tuvo la idea de dormir cayó rendido en su almohada.

Todo se desarrollo exactamente igual que antes.

Los dos Rafael.

Su mirada juzgadora.

La gran habitación con la puerta.

La cabina del avión.

La isla.

E incluso su muerte.

Todo sucedió de nuevo y le demostró que no era solo un sueño.

Esteban se volvió levantar pero está vez estaba muy cansado y débil.

Cuando se volvió a dormí no pudo entrar de nuevo a esos lugares por su cansancio.