George acaricio la cabeza de Ángela que dormía en sus piernas con una mirada perdida. No quiso ocultarle nada ya que eventualmente lo sabría, pero eso no evito que ella rompiera en llanto y demandará ver a su hermano. Lloró tanto que se durmió en sus piernas sin haber probado un solo bocado de comida, incluso cuando era su comida favorita.
Con extremo cuidado para evitar despertarla George colocó suavemente su cabeza en una almohada y la arropó.
Camino en círculos en la sala profundamente enterrado en sus pensamientos pero nada le llegó a la cabeza. No podía acostarse a dormir, la preocupación no lo dejaba y por más que lo pensara solo tenía una solución, una que prefería no tomar.
Tomando unos cuantos tragos para darse valor, George tomó su teléfono y marco con los dedos un poco temblorosos. Con cada pequeño pitido de su celular su corazón comenzaba a latir más y más rápido.
"¿Hola?" Cuando sintió que le contestaron George sintió su corazón pararse por un segundo. "¡¡P-Papa!! Soy yo George."
"¡¿George?! ¿En serio eres tú?" La voz al otro lado parecía cansada y a la vez que un poco emocionada, lo que desconcertó un poco a George.
"Sí, soy yo." George suspiro. "Se que es muy repentino y no estamos en buenos términos, pero necesito tu ayuda papá."
La voz al otro lado se quedó completamente callado, creía que su ingrato hijo había podido recapacitar y llamarlo para hacer las pases, pero solo lo llamo porque necesitaba su ayuda.
"¿Que quieres?" Respondió secamente y hasta un poco frío.
George no presto atención a los cambios del tono de su padre y le contó todo lo que había pasado. Solo quería que utilizará sus conecciones para conseguirle un médico a Esteban.
"En resumen ¿Quieres que cobre favores para que sanen al nieto que no he conocido ni una sola vez?" Repitió la voz al otro lado del teléfono.
"Sí, eso quiero. No tienes que pagar nada, yo me encargo de eso. Solo tienes que convencerlo que nos ayude." Respondió George.
"¡No es tan fácil como crees!"
"¡¡No me importa!! ¡¡Es tu nieto el que está en el hospital luchando por su vida!!" Gritó George completamente enojado, golpeó la mesa de vidrio en la sala de estar rompiéndola en el proceso pero incluso después de mucho tiempo su padre no le había contestado.
"¡Por favor papá te lo ruego!" George logro articular entre lágrimas. " Yo no importó. No me importa lo que tenga que hacer pero no pienso sepultar a mi hijo, mi hijo me sepultará a mi."
La voz al otro lado podía escuchar claramente como su hijo lloraba desconsolado, no pudo evitar sentir que se le apretaba el corazón. "Está bien. Yo me encargo."
"¡¡Gracias papá... Gracias!!"
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Por otra parte, en el cuarto de Esteban la ventana que daba hacia el patio se abrió lentamente desde la cuál entró una sombra mirando hacia los lados en busca de alguien, al no encontrarlo se relajo un poco y corrió al baño. Allí bajo la fuerte luz se pudo ver claramente quién era.
Era Jeison.
Su rostro está muy maltratado con manchas de sangre en el. Con las manos un poco temblorosas abrió la llave del agua y comenzó a limpiarse los puño que extrañamente estaban totalmente bañados en sangre, pero no era su propia sangre.
Al mirarse fijamente al espejo Jeison vio como una sombra oscura comenzó a formarse en su espalda y tomar forma. Cuando está tenía una boca para hablar logro articular entre tropiezos.
¡¡Matalos a todos!!
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En el hospital por su parte, Esteban había Sido aislado. Después de que los agujeros se abrieron en su piel comenzó a secretar un extraño vapor púrpura. Nadie tenía una idea de que era pero después de que muchos se sintieran débiles y enfermos se dieron cuenta que era el veneno que había encontrado una forma de propagarse.
Inmediatamente después los purificadores actuaron y los doctores con sus respectivos trajes antifluidos y máscaras de gas entraron a la habitación y estabilizaron su condición, curando sus agujeros y sedandolo. Pero el veneno aún surtía efecto y cada cierto tiempo hacia que se volviera a deretir su piel.
El continuo círculo vicioso de daño y curación le pasaron factura al cuerpo de Esteban. Pálido y sin fuerzas ni siquiera podía ir al baño sin ayuda.
"¡¡Que veneno más cruel y mordaz!!"
Ese era el único consenso en el que podían llegar todos los doctores. Muchos tuvieron tanto miedo de él, que se negaron bajo todos los medios a tratarlo por riesgo a envenenarse también.
Esteban sentía que se estaba volviendo loco, el continuo dolor lo carcomia por dentro como una infinidad de hormigas en su interior que solo se interesaban en comerlo lentamente. No podía comer nada porque se iba en vómitos o lo excretaba. Mantenerse de pie era ahora casi imposible para el y eso era lo que en realidad lo mataba.
Ese sentimiento de estar tan indefensa, esa debilidad... Era muy frustrante para el. Lentamente y poco a poco dejo de sentir dolor y lo que lo reemplazo fue: irá.
Irá hacia este cruel veneno, irá hacia Marcus Richardson, irá hacia Kevin Mars pero sobre todo... Odio hacia si mismo.
Odiaba ser tan débil e indefenso, odiaba no haber podido despertar un poder más poderoso.
Muchos dicen que el amor es la mejor motivación que existe, pero Esteban comenzó a desarrollar una motivación aún más fuerte.
¡¡Quería venganza!!
Quería un poder tan grande que le permitiera cumplir su venganza.
La irá y ganas de venganza lo mantenían aún luchando firmemente por su propia vida, negándose en todo momento a rendirse.
Sus cejas se fruncieron, apretó los dientes y con todas las fuerzas que pudo reunir se levantó de la cama. Lentamente colocó ambos pies en en suelo, con las piernas aún temblorosas y con múltiples agujeros en su cuerpo que comenzando a sangrar... ¡¡Esteban se levantó!!
Camino lenta y tambaleante por la habitación hacia el baño dejando atrás en suero con el que estaba siendo mantenido, pero no alcanzo a dar muchos pasos hasta que sus piernas fallaron y cayó al suelo.
Esteban apretó los dientes con irá y trató de levantarse pero sus piernas no respondían no importa que hiciera. Lentamente las lágrimas comenzaron a recorrer su rostro y no pararon de caer.
¡¡¡Arrrrrghggghhgggggg!!!
La expresión en su rostro se deformó mientras comenzó a golpear sus piernas con locura.
"¡¿Porque no reaccionan?! ¡¿Es que acaso no son mis piernas?! ¡¡¡Muevanse ya maldición!!!"
Los gritos de Esteban alertaron a los doctores pero solo uno de ellos entró en su habitación, era el más viejo pero también había Sido uno de los pocos que aún seguían atendiendolo.
"¿Se puede saber que estás haciendo? ¡¡No puedes levantarte de tu cama!!" El viejo doctor trato de levantarlo pero Esteban los empujó con una fuerza que era increíble para alguien de su condición.
Con lágrimas aún en sus ojos colocó las manos en el suelo y trató con todas sus fuerzas levantarse del suelo.
El viejo doctor trato de volver ayudarlo pero solo una mirada de Esteban bastó para quitarle los ánimos. No importó que dijera, Esteban simplemente hacia oídos sordos hacia todo lo que le decía.
Ya sin saber que hacer y encontrándose indefenso en doctor preguntó suavemente. "¿Porque haces esto?"
"Una prueba." Respondió Esteban.
"¿Una prueba? ¿Prueba de qué?" Preguntó el doctor.
"Me probaré a mi mismo y todo el mundo que puedo hacer aquello que creen imposible. ¿Crees que no se que ya me consideran hombre muerto?" Esteban hiperventilo cuando logro de alguna fomar levantarse poco a poco. " ¡¡Lamento decepcionarte pero yo no moriré!!"
"¿Porque?"
"Porque ¡¿qué?!" Preguntó Esteban irritado.
"Porque quieres seguir luchando cuando prácticamente estás sentenciado a muerte."
"No lo sé, talvez porque alguien que se querría morir me salvó la vida. O quizás porque no quiero que mi familia pase por eso o sencillamente porque no quiero morir." Esteban se levantó completo derecho y miró directamente a sus ojos." Eso no importa, solo tienes que saber esto porque es lo único que importa: ¡¡Yo no me rendiré!!"
El doctor se quedó totalmente tieso, no por la asaña de Esteban de levantarse muy en contra de su condición, no porque todos los agujeros en el cuerpo del chico chorrearan sangre de forma grotesca pintando una imagen muy movida.
¡¡Quedó impactado por su mirada!!
Una mirada llena de su voluntad y determinación.
Una mirada que le atravesaba el alma y le hacía quedar muy claro la posición del chico... el jamás se rendirá.
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Primero de los dos capítulos de poder de la primera y segunda semana de enero.
Está al parecer es una historia que quieren mucho, por eso añadiré otra más como regalo ya que se viene lo bueno.
Si quieren más capitulos no se olviden de votar por el.
en el primer comentario colocaré una imagen con la mirada que me imaginé de Esteban.