A la mañana siguiente estábamos en la frontera sur de la capital. Teníamos nuestras mochilas cargadas con los suministros necesarios entregados por cortesía de Leah. Parece ser que ella tomará un papel de peso en la reconstrucción de la ciudad, tanto a nivel estructural como en lo político. Le deseo la mejor de las suertes, espero que algún día tengamos la oportunidad de regresar y ver que es lo que logran.
[¿Tienes todo María?]
Observándola en detalle me doy cuenta que está vistiendo ropa más elegante, un vestido blanco con detalles celestes que hace juego con las medias del mismo color, una falda corta azul con bordados y una cinta en la cabeza que me recuerda a pequeñas orejas de conejo.
Ciertamente es más apropiado como para salir a caminar por un buen tiempo, realmente se tomó todo esto de viajar en serio.
Aunque una parte de mi extraña lo linda que se veía con su ropa casual cuando recién la conocí.
Bueno, esto tampoco se queda atrás. Tiene un tipo distinto de encanto.
[Eso creo. ¡Me siento tan emocionada!]
[¿Por qué?]
[¿Cómo que por qué? ¡Nos vamos de viaje, hace mucho que no salía! Vivir una aventura, ¡eso siempre me llena de alegría!]
[¿No te sentiste así cuando llegaste aquí con John?]
[¡Por supuesto que no! Estaba muy preocupada por lo que te podría haber pasado, no tuve tiempo de disfrutarlo]
[Ya veo, gracias nuevamente]
[Jeje~ eso es obvio. ¡Desde ahora somos compañeros!]
[Compañeros, ¿eh? No suena mal]
En todas estas semanas he estado viajando y peleando solo, es reconfortante tener a alguien más a mi lado.
En ese instante recordé un pequeño detalle. Levanté mi mano derecha y la observé detenidamente. Podía seguir sintiendo la luz dentro de ella, por las dudas decidí llamarla. Mi katana apareció en frente como debería.
[¿Qué sucede Asriel?]
[Ah, nada. Solo quería cerciorarme de algo] respondí guardándola.
¿No era ese chico de la capucha un Seeker también? ¿Por qué no se llevó mi espada cuando pudo? ¿No fue esa la razón por la cual intentó matarme?
No importa. Para la siguiente vez estaré preparado, lo prometo.
Nos dirigiremos hacia mi ciudad, todavía tengo mi casa donde podremos quedarnos a vivir por el momento y luego planearemos que hacer en el futuro.
Necesito tomar el concejo de John en consideración, puede que mi psiquis se encuentre afectada por tanto tiempo en soledad. Me vendría bien un tiempo en compañía de una linda y adorable chica como María.
Ahora sólo debo pensar en protegerla a como de lugar. No quiero que ella vuelva a estar triste otra vez.
Tomé su mano firmemente y nos embarcamos en el largo camino.