[¡Asriel! Rápido, ¡apresúrate!]
[No se de donde sacas tanta energía María]
[Es que, ¡es que-!]
[Ya, calma. Aun nos queda mucho por recorrer, el camino no se irá a ningún lado]
[Bueno~]
De esta manera continuamos nuestro viaje de regreso a mi hogar.
Como era de esperar era complicado que nos facilitaran un vehículo, de todas maneras ya me había mentalizado que tendríamos que usar nuestros pies. Esta vez decidí que nos mantuviéramos por la ruta principal, cuando venía para acá me dejé llevar por el miedo y la desesperación y terminé en un prado cerca de la cabaña de María. Quizás sea peligroso para ella andar por aquí... ¿verdad?
[Mmm]
[¿Qué sucede Asriel? ¿Por qué te me quedas mirando?]
[Me pregunto si las criaturas se sentirán atraídas por tu lindura. De ser el caso podríamos usar eso en nuestro favor]
[¿¡Q, qué estás diciendo!?] ella se sonrojó toda y vino corriendo a pegarme en el estómago con sus puños.
Estos no me dolían en lo más mínimo.
[Jaja, era broma, era broma]
[¡Asriel! ¡Ya no te hablaré!]
[Lo siento, por favor perdóname]
[¡No!]
Enojada se dio vuelta ocultando su cara. Tendré que darle un dulce o algo para calmarla. Creo tener algo en bolsillo... espera, ¿qué es eso?
[María, ¡atrás!]
[¿Ehhh?]
Sin dudar la tomé del brazo y la puse detrás de mi.
En la distancia observé una criatura corriendo hacia nosotros. Es como un rinoceronte, ¿tal vez? Viene muy veloz como para distinguirlo con claridad. No importa, debo acabar con esto antes de que pueda herirla.
Con mi mano derecha en mi pecho llamo a la luz en su interior, esta sale formando mi katana que sostengo con mi izquierda. Me pongo en pose y comienzo a avanzar.
Al estar a punto de hacer contacto desenfundo y hago un corte en horizontal. El cuerpo de la bestia queda partido en 2 y comienza a desintegrarse en el acto.
[Bien, pude terminar con esto de forma rápida]
Esta arma de verdad se siente diferente a la espada que tenía antes. Con esto confío en poder proteger lo que necesito.
[¡Asriel! ¿¡Estás bien!?]
María vino corriendo hacia donde estaba muy preocupada.
[Como ves, no me pasó nada]
[¿¡Qué dices!? ¡Estás sangrando!]
[¿En serio?]
Al escuchar sus palabras observé mi cuerpo. Ciertamente tenía un leve rasguño en mi costado del cual no me había percatado.
[¿Ves?]
[Ni siquiera me duele, quizás me he hecho inmortal]
[¡Deja de decir tonterías! Sácate la polera y deja que te cure]
[Solo es un rasguño, no es para tanto]
[¡Nooo! ¡Hazme caso!]
[... vale]
Decidí hacer como decía para no hacerla enojar más tiempo. Me saqué la ropa y ella se acercó a mirar con detalle. Desde su cuello se manifestó un cristal celeste en forma de diamante que colgaba como un collar, emanando una luz cálida que cubrió mi herida.
[No parece que sea grave. Me alegro]
[Es como te decía, no tienes que preocuparte por detalles]
[¿Y qué si no lo son? Puede llegar el momento que se te infecte o algo peor. ¿Qué harías en ese caso?]
[Bueno...]
En si tiene razón, si me diera una fuerte infección y tuviese que amputar mi brazo sería muy malo. Agradezco que se preocupe de mi, aunque encuentro que exagera un poco.
[Mi labor es mantenerte a salvo. Yo no puedo pelear y dependo de ti para que me protejas, pero entonces ¿quién cuida de ti?]
[Eso es...]
Siento como si estuviera siendo criticado por mi madre por portarme mal, cuando se supone que yo soy el mayor a cargo de ella. ¿En que instante se invirtieron nuestros roles?
[Por eso me tenías preocupada. Al verte por primera vez intuí que eras del tipo de persona que no le dan importancia a su propia seguridad. ¡Eso está mal! ¡Tienes que asegurarte de mantener tu salud!]
[Entiendo lo que dices, sin embargo no es tan fácil. Este mes que estado viajando solo he visto y experimentado varias cosas que me han demostrado que la realidad no necesariamente es muy gentil. Hay momentos en los que debo arriesgarme para seguir adelante]
[Lo se, es por eso que me tienes a mi]
[¿A ti?]
[¡Por supuesto! Somos compañeros, eso significa que nos tenemos el uno al otro para cubrir nuestras debilidades. Tú nos protegerás de los enemigos y yo me aseguraré de que estés en las condiciones para hacerlo. ¡Seré tu enfermera personal!]
[María...]
Habiendo terminado de curarme la quedé mirando y la abracé fuertemente.
En serio es como una pequeña ángel. No puedo creer que exista una mujer así de tierna. Ya comprendo porque John insistió en que se quedara conmigo, si hay alguien capaz de sanar mi alma recubierta por el peso de la soledad es ella.
[¿¡A, Asriel!?]
[Oh, lo siento. Me dejé llevar]
Sin querer la tenía entre mis brazos, supongo que no le gustó que lo hiciera sin su permiso. Me comencé a alejar cuando de repente ella me sujetó de mis manos.
[No]
[¿María?]
[N, no me molestaría estar así un poco más...]
En serio, es demasiado adorable. Hice caso a sus palabras y nos quedamos compartiendo nuestro calor por unos minutos.