Me tomó unos minutos de caminata para divisar al área que me dijo. Me escondí detrás de los árboles, inspeccionando el sector. Encontrar a una de esas criaturas entre el paisaje no debería ser difícil, y así fue, eventualmente lo vi. Era una gran bestia de unos 4 metros con unas grandes garras y larga cola, similar a una lagartija gigante parada en 2 patas. Tenía una mirada furiosa y una actitud territorial, como si se hubiera adueñado completamente del sitio.
Tengo que deshacerme de él a como de lugar, no puedo dejar que llegue a hacer daño a esa chica. No tuve la oportunidad para salvar a esa niña en aquel entonces, ahora no fallaré, lo prometo.
Pensé que la mejor manera de acabar con esto sería furtivamente, desde lejos. No tengo experiencia en armas de fuego u arcos, solo recuerdo lanzar piedras a hojas llevadas por el río, sin embargo antes logré apuntar sin problemas a la frente de mi enemigo y matarlo. Puede que lo consiga otra vez.
Me acerqué lentamente hacia él rodeándolo por detrás, de árbol en árbol ocultando mi presencia e intentando no hacer ruido. Silenciosamente tomé posición, materialicé mi guante y empecé a cargar la luz en mi dedo índice.
En ese instante ese animal pareció mirar alrededor, para finalmente quedarse quieto. ¿Se habrá dado cuenta de que estoy aquí? Ahora que lo pienso siempre que llamaba a mi arma estas parecían reaccionar. ¿Es que me encuentro muy lejos para que lo note?
A esta distancia de unos 25 metros aproximadamente no creo poder acertarle con certeza a su cabeza, por lo que me aseguraré de disparar a su torso. Tengo más posibilidad de golpear alguna parte vital y terminar la pelea rápidamente. De no conseguirlo en un impacto no importa, estará herido de gravedad y bastará con que me acerque a rematarlo con mi espada.
Si, confío en que todo resultará bien.
Mientras estaba tan concentrado apuntando a la bestia no me percaté que se había acercado otra pequeña a la escena. Esta intentaba provocarla en vano, a lo cual la gran criatura acabó con su vida de un solo corte en la cabeza. Me sorprendió por un momento el hecho de que estas se atacasen entre sí, aun así mi mayor problema era que al moverse constantemente no podía seguir el ritmo y corregir la trayectoria para acertar con claridad.
¡Quédate quieto maldita sea! pensaba cuando repentinamente se terminó de cargar la energía en mi guante y salió disparada antes de que tuviera apuntada claramente al objetivo. Lamentablemente mi plan falló, el disparo pasó lejos de él y este se percató de mi presencia al ver el brillo y el ruido que se generó.
¡No puede ser! Tendré que intentarlo otra vez. Si me apresuro a cargar otro ataque inmediatamente podría alcanzar a golpearlo antes de que se acercara a mi y terminaría por resultar igual de efectivo. Solo se tardó unos 7 segundos en completar la carga, debería tener tiempo suficiente.
Pero no importa que tanto esperara, mi dedo no se cargaba.
[¿Qué está pasando? ¿¡Por qué no funciona!?]
Levanté la mirada y vi como la bestia se acercaba rápidamente hasta el lugar donde me encontraba. Me escondí detrás del árbol más cercano y en un instante un simple corte de sus garras atravesó sin mayor esfuerzo, como si un cuchillo cortara la mantequilla. Ese movimiento suyo rasgó levemente mi espalda dejando una herida expuesta.
Me alejé del bosque y me dirigí hacia un campo abierto mientras dejaba un leve rastro de sangre a mi paso. Ya que no tengo el factor sorpresa y los árboles no me servirán de cobertura optaré por una pelea uno contra uno sin obstáculos. Me detuve y me di la vuelta, el lagarto se tomó su tiempo y se colocó frente a mi.
Estoy bien, todavía puedo pelear.