Saqué mi espada y tomé una pose de resguardo. Quizás debería analizar bien sus patrones de ataque. Se que es bastante ágil aunque sus golpes deberían tardar en acertar debido a sus largas extremidades. A diferencia de aquel felino al cual me enfrenté antes sus movimientos son mucho más lentos y predecibles.
Con esto en mente decidí tomar la ofensiva y me dirigí hacia él con la idea de cortar su brazo izquierdo. El reaccionó levantando el derecho hacia mi. Sin pensarlo levanté mi guante y el efecto de rechazo detuvo el impacto. ¡Bien! Ahora sólo debo gol-
[¡Grrrrr!]
En un acción fortuita se dio la vuelta y con su cola me golpeó fuerte en mi estómago mandándome a volar unos metros hacia un área despejada cerca del lago. Me quedé sin aire por unos segundos. Mis piernas empezaban a temblar, la herida que tenía de antes parece haberse abierto un poco más y mi sangre teñía cada vez más el escenario de rojo.
Hice lo posible por dejar todo el dolor de lado y junté toda la voluntad que tenía para ponerme de pie. La bestia se puso otra vez frente a mi y se quedó quieta.
Prefiero esperar a que ella haga el primer movimiento. El hizo un giro veloz, se viene un golpe con su cola. Esta vez la esquivé de un salto y aprovechando el impulso intenté enterrarle mi espada. Lamentablemente ese animal siguió girando y me rasguñó fuertemente con su garra a toda velocidad, el impacto me llevó a deslizarme por la tierra unos metros. Me puse de pie nuevamente.
No puedo seguir así, tengo que hacer algo. Sus ataques son muy peligrosos y salvajes como para tomar uno directo. Por ahora mantendré mi distancia lo más que pueda.
El comenzó con varios movimientos de sus garras uno tras otro. A cada uno yo retrocedía intentando en vano buscar una apertura para contraatacar. Por suerte soy capaz de evitarlos, aun así el tiempo pasa y mi cuerpo se hace más pesado y me cuesta responder. Mi vista se empieza a nublar poco a poco, probablemente debido a la falta de sangre.
En ese instante la criatura se detuvo. Me quedé esperando a ver que planeaba. Entonces se alejó y se fue hacia un árbol cercano.
Es imposible que se haya rendido. ¿Qué estará pensando? ¿Se habrá aburrido? ¡No! Solo es una bestia como las demás que actúa por instinto, no posee intelecto. Esta es mi oportunidad. No debo alargar más esta pelea por mi propio bien.
Me acerco lentamente a donde se dirige, pero antes de poder lograr mi objetivo y sin dejarme tiempo a reaccionar el lagarto con un coletazo golpea el tronco haciéndolo trizas, un trozo de este sale disparado y se incrusta en mi brazo derecho. El sufrimiento era insoportable, tan agudo que dejé caer mi espada.
Intensos y múltiples sentimientos invadían mi ser, por primera vez experimentaba aquello a lo que veía como un simple recuerdo.... miedo. Estaba atónito ante tal situación. Sin saber que hacer intenté desesperadamente arrancar la estaca de madera de mi carne y tras lograrlo sólo podía contemplar mi herida desangrarse en mi entumecida extremidad. Ya no creo poder moverla.... esto es realmente malo.
El no me dio respiro, se aproximó corriendo hacia mi. A penas pude levantar mi guante en un intento de rechazar su ataque, cuando de la nada con un fugaz movimiento acercó su mirada hasta la mía y me propinó un gran cabezazo en el acto.
[¡Ahhhhh!]
Tan fuerte fue el impacto que pareció haber roto alguna parte de mi cráneo.
Mis sentidos se nublaron, tal era el castigo a mi cuerpo que me era imposible mantenerme en pie sucumbiendo finalmente ante ello, cayendo sobre mis rodillas y dejándome caer por completo al suelo quedando a la merced de mi enemigo.
Un momento de calma parece por fin haber llegado. Aún sigo vivo, no oigo ruidos ni siento hostilidad cerca, con dificultad trato de ponerme en pie y observar lo que sucede.
En ese instante un escalofrío recorrió mi espalda al mirar y lograr comprender lo que ocurría, la criatura me estaba vigilando con una penetrante mirada y lo que parecía una sonrisa de lo más soberbia y sádica posible.
Por fin lo entendí, ante mi arrogancia y falta de criterio juzgué de manera incorrecta a lo que me estaba enfrentando. ¿Cómo no me percaté de eso? Cuando vi como asesinó a ese otro pequeño animal... ¡debió ser obvio! El sólo mata por diversión. No es para proteger este lugar, resultó que se divierte al ver el sufrimiento de los demás. El pudo haberme matado hace mucho, pero decidió no hacerlo. Probablemente para regocijarse con una víctima más.
Es como ella decía, realmente es un demonio. Maldición... ¿en que lío me he metido?. No debo ni puedo rendirme, si lo hago todo se habrá terminado...