Le habían contado, ni bien se despertó, sobre el prisionero que se encontraba, en ese momento, en los calabozos de Huttentorg siendo vigilado por Lition. Colocándose su camisa blanca, con un pañuelo blanco con elegantes bordados cubriendo su cuello, Víctor se dirigió a donde estaba la caballeriza. Debía buscar su fiel caballo y partir a los calabozos con intenciones de interrogar a su prisionero. Durante su trayecto pudo ver, sentado en el sofá de su biblioteca, a un Jabalí leyendo un tomo grueso de "la Divina Comedia" del escritor Dante Alighieri. Aquella imagen lo tomó tan desprevenido que se detuvo viéndolo con una expresión de sorpresa.
- Buenos días- lo saludó aquel jabalí bajando el libro de su regazo, esbozando una agradable sonrisa intelectual como también civilizada- imagino que usted es el benévolo conde Van Torner quien nos ha dado su casa como un cuartel de operaciones de forma temporal, ¿verdad?
- En efecto así es- le respondió en voz baja Víctor totalmente anonadado- ¿y usted es?
- Zitron, viejo aliado de Zyorg y el intelectual del equipo- se presentó Zitron con una amplia sonrisa
- Con ese disfraz no lo parece- susurró Víctor, dando vueltas su cabeza añadió- sin embargo no importa, oí que tienen a un prisionero, ¿eso es cierto?
- Si, es completamente verdad. Lition lo está interrogando en este momento
- ¡Perfecto! iré a verlo con mis propios ojos- le informó Víctor dando vuelta su cabeza en señal de desdén
- Como desee. Se encuentra en el calabozo de Huttentorg ¿sabe dónde queda?
- ¿Que si lo sé?- preguntó Víctor riendo con desdén yéndose de allí- ¡Claro que lo sé! Yo lo fundé. Antes de eso solo eran pequeños graneros malolientes en lugar de calabozos decentes. Buenos días señor Zotron
- Es Zitron idiota- murmuró Zitron enojado e indignado ante el comportamiento de Víctor
Se subió a su caballo y partió. Durante su trayecto vio como Ultrior, junto a Zyorg, lo acompañaban
- ¡James!- exclamó Víctor con una sonrisa apasionada- ¿acaso me acompañas para asegurarte que no sufra ningún daño?
- En realidad voy por el mismo motivo que tú- le respondió Zyorg riendo- tengo que interrogar al prisionero y no se me ocurrió ningún mejor momento que ahora, a primeras horas de la mañana
- Si claro- dijo en voz baja Víctor bajando su cabeza por un momento, un pequeño enojo se vio en sus facciones que fueron, rápidamente, cambiadas por una fría sonrisa cuando levanto su cabeza- tienes razón, es una buena idea ¡Vamos!
Ultrior notó el extraño modo en que Víctor reaccionaba ante Zyorg y se preguntó si, acaso, ese humano no sentiría una atracción hacia el Comandante similar a la que sentía Elizabeth.
El calabozo era una torre enorme, con varias celdas en su interior, allí, Van Gunderg, se encontraba junto a sus tropas haciendo guardia. Cuando vio a Víctor llegar lo saludó dando un pequeño golpe con su bota al suelo.
- Saludos conde Van Torner, señor Van Zyorg y… Ultrior
- Buenos días Van Gunderg- lo saludó Zyorg sonriente- ¿alguna novedad?
- Por favor infórmeme- le ordenó Víctor con un tono autoritario a lo que Van Gunderg le respondió
- No ha dicho nada mi señor. El señor Lition lo ha observado durante toda la noche; pero no ha dicho palabra alguna, se niega a hablar ¿debo…? ¿debo aplicar algún método de interrogatorio?
- ¡Por dios, no!- exclamó Víctor sonrojándose al ver la expresión de sorpresa y enojo de Zyorg- ¡no somos salvajes Van Gunderg! Somos hombres civilizados. Estoy seguro de que el joven James tendrá algo en mente para que hable
- Podría decirse- murmuró Zyorg viendo el estado en el que se encontraba aquel calabozo- por favor Van Gunderg, lléveme hasta la celda de Xenón
- Si señor- asintió Van Gunderg con la cabeza, emprendiendo la marcha hacia donde tenían resguardado a aquella iguana metálica.
Aquel calabozo se veía horrible e incluso olía horrible. Si las palabras de Víctor sobre que, dicho edificio, era más decente que sus predecesores, entonces solo le cabía a Zyorg el preguntarse cuan malo debieron ser esos sitios en comparación con aquella mazmorra. De paredes y piso gris oscuro, con pocas ventanas en los pasillos y casi ninguna en las prisiones. Aquel sitio apestaba a orina de ratas y humanos. El aroma a excremento era aun peor, los gritos y lamentos de los encerrados no hacía ver dicho lugar como un sitio agradable. La lógica de su CPU le decía que tampoco debía serlo, al fin y al cabo era el sitio donde tenían resguardados a los peores criminales de la ciudad de Huttentorg, aun así Zyorg creía que merecían un trato digno, caso contrario no serian mejores personas que aquellos a quienes pretendían castigar.
Cuando llegaron a la celda de Xenón, Van Gunderg, abrió la puerta de hierro dejando que Víctor, Zyorg y Ultrior se adentrasen a donde estaba Xenón. La habitación olía peor que los pasillos, la luz que entraba a ese lugar era pequeña y apenas si alumbraba aquel sitio. Zyorg llegó a preguntarse si esa ventana estaba allí solo para que los prisioneros supieran si era de día o de noche, siendo un mísero recordatorio de la libertad que ellos perdieron al ser capturados. Acostado sobre una mísera cama de piedra, Xenón, vio a Zyorg con un enojo más que comprensible. Posado sobre la ventana, Lition, miró a Zyorg de la misma manera y le dijo
- Comandante, me alegra que viniese- aquello era una mentira, Lition no estaba para nada feliz de estar allí y mucho menos de ver a Zyorg en ese momento- ha estado en silencio toda la noche. A pesar de las "amables" preguntas del señor Van Gunderg, Xenón se niega a hablar
- Al parecer te niegas a colaborar con nosotros ¿verdad Xenón?- le preguntó Zyorg con una voz severa
- Si pudiese originar saliva de mi boca te escupiría basura rebelde- le respondió Xenón demasiado furioso- te di un combate de honor, uno que perdí; pero te lo concedí, como prueba de mi admiración como enemigo ¿y tú qué haces al vencerme? ¡Me capturas para interrogarme permitiendo que me golpeen! No eres distinto de aquel mal que buscas combatir ¡solo eres un hipócrita!
- ¿Acaso te han agredido?- preguntó Zyorg sorprendido e indignado ante tal confesión
- En efecto comandante- le respondió Lition molesto- al parecer el señor Van Gunderg es un poco "intempestivo" al querer sacar una información a nuestros enemigos. Si no le hubiese recordado la razón por la que rompiste las leyes sagradas del combate de honor, posiblemente, no estarías hablando con él en este momento
- Pajarraco estúpido- gruñó Van Gunderg al sentirse descubierto
- Yo… lamento mucho esto Xenón- le dijo Zyorg bajando la cabeza en señal de vergüenza y pesar- tienes razón, solo soy una escoria rebelde. Esto… esto no es por lo que peleamos
Mirando a Ultrior, afirmó
- Tenías razón amigo. Dame tu espada, pienso acabar con esto ahora mismo
- Antes interrógalo, podría saber algo de la ubicación de nuestros enemigos- le pidió Víctor, asombrado ante la integridad de Zyorg
- Lo que sepa poco o nada me importa en este momento- aseveró Zyorg molesto debido a dicha vergüenza que sentía en ese momento- lo que hice es una canallada. Al final le doy la razón al monstruo de Corgana al llamarme un sucio rebelde
Xenón comenzó a reír diciéndole
- Al final que importa si me eliminas o no. Lo que hiciste al dejarme vivir es lo que importa, dejaste que la humana te controlase. No tienes los códigos necesarios para pelear, para poder ser un líder- lanzando una risa aun mayor añadió- ¡Eres un estúpido moldeable! no eres un líder, la humana te controla Zyorg, lo supe ni bien vi como ante su "estratégico" pedido de piedad tú mismo mandaste por el tubo de escape tu honor, al dejarme vivir y torturarme, ¡yo soy el vencedor de dicho combate!
Zyorg ahogó un gemido de pesar. Cuánta razón tenía aquella Iguana, él era un pobre infeliz que, solo por el pedido de la mujer que amaba, renuncio a su honor denigrando a su enemigo y a él mismo en el proceso. Las leyes del combate de Honor eran claras, el vencedor debía acabar con su oponente no solo porque de esa manera se declaraba el más fuerte sino porque de esa forma evitaba que el perdedor viviese en vergüenza. En realidad, el matar al oponente, mostraba el verdadero honor del vencedor quien evitaba que el vencido fuese torturado, humillado y ultrajado por sus enemigos. Debido a que matar limpiamente a tu adversario también te mostraba como alguien piadoso. Al no haberlo matado permitió que lo humillaran, lo torturaran y, de no ser por la ayuda de Lition, lo ultrajasen. No hubo honor en eso ni piedad, Zyorg perdió el combate de honor ante su enemigo al respetarle la vida. Solo era un miserable sin ningún código aceptable de conducta o liderazgo siquiera.
Ultrior le dio su lanza/ hacha. Zyorg la tomó y con ella se dispuso a decapitar a Xenón
- ¡¿James que haces?!- preguntó asustado Víctor al ver esa barbarie delante de sus ojos
- Lo que debí hacer anoche – le respondió Zyorg con un tono de pesar y vergüenza, largando una exclamación, dijo- ¡lo siento mucho Xenón! ¡te concedo la victoria! ¡ve en paz adversario mío!
Iba a decapitar a Xenón cuando la voz de Elizabeth le espetó
- Antes de hacerlo ¡pregúntale donde está el honor en matar pequeños bebés y personas indefensas durante el ataque a Vigenterg!
Detuvo su avance en el mismo momento en que el filo del hacha estuvo por tocar el cuello de aquella iguana de metal. Se dio vuelta y vio a Elizabeth presenciando con ira la situación, observando con mayor enojo a los presentes, en especial a Xenón.