La Luna se veía enorme esa noche. Zyorg la había visto de un tamaño mayor durante su viaje a la tierra; pero, por algún motivo, esa visión de la Luna le era hermosa, hasta casi inspiradora. Su luz lo iluminaba por completo y él sentía como las preguntas se repetían en su interior. ¿Hizo bien al perdonarle la vida a su adversario? ¿Era un hipócrita? Y la qué realmente le importaba en ese momento ¿Elizabeth aun lo amaba? No hacía mucho que él había descubierto lo que le sucedía. Aquella extraña sensación que tenía era el llamado amor, sentía sus nervios completamente alterados junto con sus emociones al punto de estallar en un solo grito, uno que no sabía si era de alegría o pesar.
- ¿También tienes insomnio Comandante?- le preguntó Ultrior entrando por la puerta de su cuarto, tenía su disfraz de Lobo puesto, Zyorg ,riendo, le respondió
- Eso creo, en realidad mis funciones aun están al cien por ciento
- Es bueno saberlo, en especial después de semejante combate de honor- lo halagó Ultrior devolviéndole su sonrisa- te felicito Zyorg. Te están viendo como un líder autentico y, a la vez, toman en serio nuestra causa. Caso contrario nunca te habrían desafiado de esa manera
- Gracias Ultrior, me alegra que lo veas así; pero yo, por desgracia, no me siento con deseos de festejar o de sentirme halagado- suspiró Zyorg con pesar
- La humana ¿verdad comandante?- le preguntó Ultrior usando un tono más serio
- La humana- respondió Zyorg con una voz apagada mirando su reflejo en la ventana- he roto muchas reglas de Wintago, eso lo sé; pero era porque siempre creí que dichas reglas eran injustas, sin embargo hoy… ¿acaso pase la raya Ultrior? Siempre creí en el combate de honor junto a su inevitable resultado. Es una regla que, quizás, debería ser motivo de rebelión también; pero yo respetaba su ejecución… hasta esta noche ¿acaso soy un hipócrita Ultrior?
- No lo creo Zyorg- le contestó Ultrior con sinceridad- yo jamás habría seguido a un hipócrita dejando de lado mi puesto como General en el ejercito dorado. Sabes que en un principio no creí en tu causa hasta que vi con mis propios ojos como éramos tratados… en realidad ya lo había visto antes; pero no fue sino hasta conocerte que pude entender que había otra opción, otro camino
- Aun así Elizabeth…
- Si quieres mi opinión Zyorg- le contestó fríamente Ultrior- Elizabeth es la hipócrita aquí
- ¡¿Que dices?!- exclamó Zyorg sorprendido
- La raza humana posee otras reglas, otras conductas. Puedes preguntarle eso a Zitron si lo deseas, yo ya lo hice. Ella pudo dar cientos de motivos validos para perdonarle la vida a Xenón; pero la verdad estaba en sus propios ojos y aroma, ella no quería verte matarlo de esa manera. A pesar de que ayer asesinó a uno de la misma forma, sin embargo, según ella, eso fue en combate justo; pero esto también fue un combate justo
- ¡Era una asesinato a sangre fría!- protestó Zyorg dejando en claro el por qué dudó en un primer momento de eliminar a Xenón
- La guerra es un gran asesinato a sangre fría- le señaló Ultrior sonriendo- todos somos asesinos; pero no es lo que hacemos sino el por qué lo hacemos. No matamos por placer, como lo hace Corgana, matamos por un mañana mejor, por una vida mejor, porque de no hacerlo entonces este no vendrá mágicamente. Elizabeth sintió sus creencias y su moral ser enfrentadas por vez primera y en lugar de entender nuestra moral, nos impuso la suya propia exponiendo nuestra ubicación a las tropas enemigas si Xenón llegase a escapar. Ella no tuvo problemas en matar por ti; pero si tiene un problema en verte a ti matar a alguien, si eso no es una hipocresía…
- ¿Entonces qué es?- finalizó la frase Zyorg sonriendo
- Ella no traicionara sus reglamentos como nosotros lo hemos hecho, sus creencias, moral y costumbres no las enfrentara nunca. En cambio nosotros lo hicimos afrontando las consecuencias; pero peleamos por lo que creemos y por un mañana mejor, ¿acaso ella piensa vivir en Wintago con nosotros cuando todo esto termine o se quedara aquí con el sujeto a quien le impusieron como prometido?
- Ella… ella no tenía un motivo para rebelarse hasta conocerme- dedujo Zyorg sorprendido
- Mientras que tú no necesitaste a nadie para rebelarte- señaló Ultrior con una sonrisa victoriosa
Zyorg miró la luna nuevamente y Ultrior también la observó, largando un gruñido, dijo:
- ¡Mierda! cada vez que veo esa Luna no puedo contenerme- tras decir eso empezó a aullar a la luna haciendo que Zyorg riese
Ambos estuvieron parados frente a la ventana, por unos minutos más, hasta que empezó a aclararse el cielo y el sol aparecía a la distancia. Primero fue un resplandor morado en el horizonte seguido de una luz anaranjada. El sol apareció lentamente con un brillo anaranjado que iluminó a Zyorg junto a Ultrior. Zyorg con una sonrisa, al ver aquel amanecer, recordó la causa por la que peleaban y por la que estaban allí. Con las luces anaranjadas de aquel amanecer acariciando su rostro, Zyorg, decidió continuar con su batalla por la tierra y por la igualdad de los Metales en Wintago.