La oscuridad del bosque era su refugio, sin embargo, esperaba problemas por parte de los humanos que habitaban la mansión. De pelaje marrón con dos cuernos en su hocico, Zitron el plateado, se encontraba bajo el disfraz de un Jabalí. Creyó ver más temprano a Ultrior; pero no estaba seguro del todo. De lo que si estaba seguro es que la tecnología de los soldados enemigos en manos de los humanos no era algo bueno, para nada bueno. Moviéndose con sigilo, Zitron, se acercó a donde estaba la ventana que daba a la mansión. Su plan era sencillo y, a la vez, efectivo, en especial si era sumamente cuidadoso en el mismo. Algo que, el ex Bibliotecario, Zitron sabía hacer perfectamente, planear ataques con un noventa por ciento de efectividad. Siendo en el pasado un simple bibliotecario que cuidaba los códigos sagrados, antes de traicionarlos por la causa de Zyorg, se convirtió en uno de los mejores analistas de combate de los Guardianes Del Metal. Sus estrategias, por lo general, eran simples, sencillas y efectivas. Solo había que seguir todo lo que el plan indicaba. Esta vez su plan era entrar por sorpresa, tomar su forma original y matarlos a todos, al finalizar su ataque destruiría los restos de los Metales de Corgana, salvando así la misión principal sin tener que preocuparse por unos humanos ambiciosos. Él no veía a la raza humana del mismo modo que Zyorg la veía, tampoco veía la importancia de un planeta tan salvaje y poco estético. Estaba de acuerdo con las intenciones de Zyorg sobre el cambiar el sistema de funcionamiento en Wintago; pero perder tiempo por un lugar tan rustico era algo incomprensible para Zitron, completamente incomprensible.
Estaba más cerca de la ventana y se dispuso a entrar cuando alguien lo tacleó tirándolo al suelo dándole un fuerte abrazo para inmovilizarlo. Zitron intentó resistirse; pero, antes de atacar a su "agresor", una voz conocida le habló en ese momento
- ¡Zitron, cálmate! ¡soy yo! ¡soy Zyorg!
Deteniendo sus forcejeos, Zitron, miró al muchacho de rostro amoroso y supo, al ver su sonrisa amistosa, que Zyorg estaba feliz de verlo, quizás demasiado.
- ¿Zyorg?- preguntó Zitron calmándose, viéndolo con incredulidad- ¿eres tú?
- Si amigo, este es mi disfraz, dime ¿te gusta?- le respondió Zyorg con una risa agradable, Zitron, demasiado sorprendido, le respondió
- ¿Qué haces disfrazado de humano? las instrucciones dadas eran que nos transformásemos en animales, no en humanos
- Bueno, es que… je, je… recibí tarde el mensaje- se disculpo Zyorg riendo y rascándose la nuca en señal de nervios, dejando de abrazar a Zitron
- ¡Mierda Zyorg! ¡apégate al plan! Siempre debes proceder en base al plan, mira lo que has hecho viejo- se quejó Zitron dando un suspiro
- De todos modos no hay ningún problema. Humano, animal, ¿Qué importa? Lo que importa es que la misión se cumpla- le contestó Zyorg riendo todavía
- ¡Claro que importa!- exclamó Zitron molesto- Zyorg, esta orden no está dada al azar. Hay un motivo
Mirando la ventana de aquella mansión añadió
- Eso no importa ahora, Comandante, necesito tu ayuda
- Si claro, dime, amigo- le pidió Zyorg riendo
- Los Humanos tienen tecnología Metal en sus manos. Si esos salvajes llegasen a manejarla. Solo el Dios Titanium sabría de lo que estos sujetos serian capaces. Escucha, tengo un plan: entrar y transformarnos en Metales para poder masacrarlos. Eliminamos los restos de nuestros oponentes después evitando que los humanos los usen en contra nuestra. Sé que no es parte de la misión; pero si queremos que esta funcione entonces debemos proceder ahora
- En realidad Zitron…- le respondió Zyorg, mirando hacia abajo, al punto de que su flequillo castaño tapaba su mirada y creaba una pequeña sombra en la misma- el plan cambio radicalmente en estas últimas horas. Esos humanos… son nuestros aliados en este momento
- ¡¿Qué?!- exclamó sorprendido Zitron
- Y yo di la orden de que recolectasen la tecnología de nuestros enemigos para crear armamento nuevo- terminó de confesar Zyorg tomándose el brazo en señal de culpa, Zitron lo miró en silencio por un minuto y gritó
- ¡¿TU QUEEEEÉ?!