Se estaba vistiendo cerca de las ruinas de una casa, Zyorg montaba guardia al lado de Lition. Los soldados se llevaban los restos físicos de aquellos Acerums destruidos, al parecer, deseaban usar la tecnología de Wintago a su favor. Ultrior no parecía estar de acuerdo con ello; pero, hasta el bravo lobo de metal, sabía que si deseaban vencer a Corgana, entonces los humanos debían contar con un armamento dispuesto a hacerle frente.
Lition se movió un poco, echando un pequeño vuelo hacia arriba, queriendo ver porque tardaba tanto cuando Zyorg le dijo
- ¿Qué estás haciendo?
- Ver porque se tarda tanto Zyorg, me estoy impacientando un poco- le respondió Lition
- No te impacientes y dale un poco de intimidad, no iremos a ningún lado todavía, los Humanos están lidiando con los restos de nuestros enemigos- le dijo Zyorg con un tono severo; pero su voz se oía tranquila
- ¿Puedo preguntarte algo Zyorg?- le pidió Lition a lo que Zyorg dijo
- Adelante amigo, dime
- ¿Acaso la humana te es una prioridad mayor a la de nuestra misión?- le preguntó Lition preocupado, Zyorg lo miró en silencio, muy confundido en su interior, y dijo
- No puedo computarlo amigo, es decir, la misión me es importante; pero ella… ¿puede ser posible que exista una copia de ti mismo que no nazca de la cadena de ensamblaje? ¿Un ser vivo que te comprenda a pesar de no haber sido programada con las mismas funciones? cada vez que me encuentro al lado de Elizabeth, ella… ella puede entender mi prioridad en esta misión, sus padres le han obligado a estar en esta ciudad
- ¿Que son padres?- preguntó Lition, un poco confundido
- Es como se le llama a los humanos que han creado a otro sin necesidad de ensamblarlo en la cadena de montaje- le respondió Zyorg sonriendo
- Vaya, qué raro- dijo Lition sorprendido
- Ella me entiende Lition, entiende nuestra lucha y yo la puedo entender, además hay algo que no puedo procesar; pero lo siento cuando estoy a su lado
- Quizás sea un virus informático
- No mi buen amigo, no es un virus, es algo mas… es como si ella y yo… estuviésemos conectado de algún modo, no lo computo amigo; pero siento como el aliento se corta al verla, mis códigos se alteran y una especie de calor tibio se apodera de mi caja madre- añadiendo, casi al borde de una emoción que no podía comprender- siento que esta podría estallar de felicidad cuando ella está cerca y si ella fuese desprogramada en esta batalla, mis códigos, aun en contra de su programación, se prepararían para desconectarse, acabando así con mi programador central, debido a que … no puedo programar un futuro en donde ella no esté a mi lado
Lition se quedó en silencio, mirándolo con extrañeza, luego dijo
- Puede ser una falla del sistema debido a las batallas producidas Zyorg, debemos encontrar al resto para poder arreglarte cuanto antes amigo
- Si, supongo que debe ser eso- rió Zyorg de forma seca, sin gracia alguna- debe ser eso
Elizabeth oyó lo que dijo Zyorg y ahogó un suspiro al saber que era lo que le ocurría, solo qué no podía creer que él pudiese sentirlo también. Reprimió su deseo de decirle a Zyorg que era lo que le ocurría. No era un fallo de programación, era algo que una maquina, quizás, no podría comprender; pero un humano sí. Zyorg acababa de describir el amor, él estaba enamorándose de ella y no sabía cómo entenderlo o comprenderlo. Sonriendo, se vio como vencedora de aquella extraña batalla entre ella y Víctor por el corazón de James Van Zyorg. Aunque aun era temprano para cantar victoria, ella misma supo que debía pelear por su amado, debido a que aquel sentimiento que describió era el mismo que ella sentía al estar a su lado.
Con paso seguro, apareció delante de los dos y les dijo
- Hola chicos, lamento la demora ¿Qué les parezco?
Ambos la vieron. Ella llevaba una camisa blanca, un pantalón blanco con un cinturón de seda rojo en donde posaba una espada con un mango dorado en una vaina negra con tallados del mismo color que el mango de la espada en la parte superior de la misma.
Unas botas negras, un saco color azul oscuro con unas hombreras doradas y una cinta con los colores de Holanda en el mismo, su cabello negro estaba tomado por un lazo rojo qué tenía la forma de un moño, la mirada en sus ojos azules era de una pasión junto a un gran cariño que hizo suspirar a Zyorg
- Me parece aceptable comandante- sonrió Lition al verla
- Y yo pienso que se ve hermosa- dijo Zyorg anonadado, moviendo su cabeza a ambos lados, añadió- es decir, la vestidura es hermosa, no se ve eso muy a menudo en nuestro planeta natal amigo
- Eso es cierto- rió Lition
- Mejor vamos amigos, tenemos trabajo que hacer- sonrió Elizabeth dirigiéndose a donde estaban los demás
Zyorg la contempló un poco más antes de partir a su lado. Aquel sentimiento se intensificaba en su interior al punto de que le preocupaba que su caja madre explotase por tal extraña felicidad.
Tantalox Queen se detuvo cerca de un árbol intentando no largar un rugido de ira al ver qué, en menos de doce horas, dos Generales habían caído como las llamadas moscas que habitaban ese salvaje planeta en donde ella se encontraba. Su inútil esposo estaba a su lado molestándola nuevamente.
- ¡Tantalox! ¡¿tus funciones primarias están bien?!- preguntaba asustado
- ¡Claro que están bien! A diferencia tuya, soy una General competente y de un metal resistente- le respondió ella con dureza- solo me encuentro molesta por no haber podido matar a ese virus de Zyorg además de haber perdido a Scortux, ¡él era más Metal que tú!
- Quizás debamos…- intentó sugerir Xenón; pero Tantalox le gritó
- ¡Cierra la boca! tenemos que informarle a los demás, es obvio que si seguimos por separado nos exterminaran en menos tiempo del que pensamos- sus ojos se pusieron en estática y advirtió a los demás, debían pensar en un contra ataque de inmediato, con una sonrisa, Tantalox dijo- creo que se qué hacer
La carreta estaba llena, Ultrior miraba como la tecnología estaba lista para ser transportada, Zyorg se acercó a él diciéndole
- Amigo mío, tu misión será velar por que los restos con las armas lleguen a destino
- ¿Y tú que harás, si puede saberse Comandante?- preguntó Ultrior molesto
- Buscaremos señales de amigos o enemigos en la zona, si los generales están aquí, eso quiere decir que el resto de nuestro equipo corre un gran peligro, los humanos no tienen una chance si aparece un ejército enemigo; pero a tu lado podrán…
- ¡Si ya entendí! soy la niñera- se quejó Ultrior
- ¿Entiendes el significado de esa palabra?- preguntó Elizabeth risueña
- A la perfección- le respondió Ultrior enojado adoptando su forma de Lobo- precisamente, fue una niñera la que corrió gritando al verme, cuando me acerqué demasiado a un establecimiento humano, por fortuna puedo correr muy rápido o el resto de los habitantes de dicho lugar me habrían matado
- Lamento oírlo amigo- le dijo Zyorg con pesar
- No tanto como yo el haberme contenido de matarlos solo por ti y por la misión, amigo- gruñó Ultrior alejándose con la caravana
Víctor estaba nuevamente en su caballo, al ver que Zyorg no los acompañaría fue que exclamó
- ¡James, querido amigo! ¿acaso ese pintoresco Lobo ira solo acompañándonos todo el camino de regreso?
- En efecto, ira él solo; pero no te preocupes, sabe defenderse muy bien solo
- ¡¿Y qué hay de ti?!- protestó Víctor- ¡¿y de mi… como de los demás?! ¿Qué ocurrirá si un ejército enemigo nos tiende una emboscada mientras que tu amigo se ve superado en números? ¡tengo miedo James! ¡temo morir sin poder hacer nada para… ayudarte!
- No tienes nada que temer Víctor, Ultrior es un Acerum de nivel cincuenta en combate, eso significa que él solo podría acabar con una armada con un solo brazo en funcionamiento. Por lo general es él quien nos saca de problemas a nosotros. Estarás bien, te dejo en buenas … ¿el termino era manos o patas?- preguntó Zyorg confundido a lo que Elizabeth, riendo, le respondió
- manos
- te dejo en buenas manos- asintió Zyorg, riendo de felicidad
- preferiría estar en las tuyas- murmuró en voz baja Víctor y, sonriendo, dijo de forma presurosa a la vez que jovial- entonces nada debo temer, confió en tus palabras como así también en tus amigos; pero no puedes culparme por sentirme nervioso James, toda esta situación es nueva para mí, como también para los demás
- no te preocupes, todo saldrá bien- rió Zyorg alejándose de Víctor y saludándolo con felicidad- nos vemos luego Víctor
- si James, claro que nos veremos luego- susurró Víctor viendo a Zyorg alejarse y prestando especial atención a su trasero- eso puedes darlo por hecho mi adorado amigo
Ultrior vio esa extraña actitud de aquel hombre de reojo y se preguntó a sí mismo si ese humano, que desprendía un fuerte aroma a hormonas cuando veía a su comandante cerca de él, era alguien de confiar.
Con un rugido, se dirigió a donde estaba el frente para proteger a aquellos sujetos, que desprendían miedo en su cuerpo antes que la adrenalina o agresividad dignas de un soldado.
Las tropas de Tantalox no tardaron en aparecer, aquellos Acerum se inclinaron ante su general, quien les dijo:
- ¿Donde están los otros Generales?
- Cromon sigue buscando a los otros Guardianes que se esparcieron en la región, mi General, y Prometio persigue a su adversario- le contestó uno de los Acerums
- Ya veo- susurró Tantalox, esbozando una sonrisa, dijo- entonces esto parece depender de mi y… de la chatarra inservible que tengo como esposo
- ¡Puedo demostrarte que soy útil!- protestó Xenón
- ¿En serio?- rió Tantalox a lo que Xenón le respondió
- ¡Sí! ¡solo dame una oportunidad!
- ¡Bien!- exclamó Tantalox vio a tres de sus veinte soldados y les dijo- ¡escuchen! Scortux y Cuga han dejado de funcionar. Tenemos que andar con cautela, si queremos obtener la victoria. Xenón será quien se encargue de ustedes tres. Obedecerán sus órdenes a cada minuto. Si eres lo suficientemente máquina para poder mostrar tu liderazgo, sin tener que depender de mi ingenio, entonces te tendré más estima Xenón; pero ahora tu deber será atacar a los humanos y, luego, retirarte. Si vences a un Guardián del Metal podrás tener mi simpatía de forma definitiva
- Entendido querida- sonrió Xenón, viendo a sus tres subordinados, exclamó- ¡soldados, síganme! ¡Los Acerum tomaran revancha por sus caídos esta misma tarde!
Los tres Acerum asintieron, con sus cabezas, y partieron a donde estaban los humanos dispuestos a darle una batalla que no olvidarían nunca.
Cabalgaba en silencio, mirando con cierto recelo a Ultrior, este le devolvía la mirada sin pronunciar palabra alguna. Sabía que no le caía simpático; pero no importaba, el sentimiento era mutuo. Aquel humano lo observó otra vez y habló
- Dime Urion
- Ultrior- lo corrigió aquel Lobo, totalmente molesto
- Perdón… ejem… Ultrior, ¿desde cuándo has estado peleando al lado de Zyorg?- le preguntó Víctor a lo que Ultrior le respondió
- Desde que me demostró que había otra manera, que podía ser algo más que solo un asesino al mando de Corgana
- ¿Y siempre ha sido así de valiente y decidido?- preguntó Víctor a lo que, Ultrior, le respondió
- Es precisamente por ese fallo de programación que, Corgana, desea eliminarlo. Se suponía que Zyorg fuese un simple Cobrizo que trabajaría en el interior del planeta Wintago; pero él se rebeló ante tal comando e incitó a los demás a pelear por algo, una gran razón, que todos creíamos incomputable en aquel entonces
- ¿Qué razón Ultrior?
- La libertad de elegir nuestro futuro- le contestó Ultrior con una sonrisa agradable, al parecer mostraba un gran afecto hacia Zyorg- algo que ustedes han podido hacer de nacimiento; pero, de todos modos, se lo prohíben a sí mismos sin un motivo valido
- Ojala fuese así de sencillo como lo planteas Ultrior- le respondió Victor un poco incomodo ante lo que aquel Metal le estaba insinuando- pero los humanos también tenemos códigos morales que no están escritos en nuestros cerebros como el de ustedes. Hay muchos humanos que si tuviesen tantas libertades, estas degenerarían en libertinajes. Si nos hemos puesto este orden, es por una razón válida. Supongo que nunca antes has oído hablar del imperio Romano ¿verdad?
- Llevo casi un día en este planeta, por ende no he oído hablar de ese imperio Rockano- le contestó Ultrior sonriendo
- Es Romano y, en efecto, este imperio era el ejemplo perfecto de porque tenemos que vivir bajo ciertos códigos- molestándose, Víctor, le contó, con un tono estricto- en el pasado, los Romanos, dominaban todo lo que hoy en día se conoce como Europa. Su imperio abarcaba todo el mar mediterráneo, al cual le llamaban de forma despectiva lago, su imperio era bello al principio; pero, después, fue degenerando en un festín de carne y depravación. Los gladiadores fornicaban con las mujeres antes de entrar en combates a muerte donde todos gritaban por la sangre del perdedor y, los senadores, cometían actos de depravación que iba desde el poseer a la esposa del prójimo al incesto. Nadie se salvaba de dicha depravación, ni siquiera los niños pequeños. Los hermanos se asesinaban, las mujeres eran profanadas y, como último acto de gracia, los hombres ya no reconocían límites en sus deseos carnales por lo que llevaban a sus esclavos masculinos a sus habitaciones o baños públicos para poseerlos, aun en contra de su voluntad. la sociedad vivió su mayor estado de descontrol nunca antes visto por el hombre
- ¿Y qué ocurrió con esos sujetos?- preguntó Ultrior, con cierto desgano
- Que Dios los condeno por sus inmorales actos. Aquellos salvajes, a quienes los Romanos despreciaban, atacaron por sorpresa su nación. Ellos, en su penoso estado de vida, no pudieron tener la fortaleza para poder defenderse y los Galos, Hunos, Godos junto a cualquier otro enemigo fuerte entraron a la depravada Roma para terminar incendiándola casi hasta los cimientos. Hoy día solo son unos reinos en constante conflicto que apenas si se sostienen como una nación, je, que ironía ¿verdad Ultrior? Poseían todo un continente junto a un mar y ahora apenas si pueden mantener su península unida por no menos de tres semanas
- Si, verdaderamente irónico- gruñó Ultrior- entonces lo que tú me dices es que, de no mantener sus reglamentos, ¿podrían acabar como esos sujetos, los romanos?
- ¡En efecto, así es!- le respondió Víctor, con un tono severo, sin embargo bajó su cabeza y susurró con gran pesar- pero la carne es tan tentadora y mi espíritu tan débil, como las envidio… como la envidio. Ella puede hacer libremente lo que yo no puedo
- ¿Algún problema Víctor?- le preguntó hoscamente Ultrior a lo que Víctor, riendo, le dijo
- No nada, pensaba en voz alta sobre mi cocinera. La carne que prepara es muy deliciosa y envidio su arte culinaria. Es una pena que yo no pueda cocinar… esa deliciosa carne
- Bieen- dijo con incomodidad Ultrior continuando con su camino- Víctor ¿Qué piensas hacer con la tecnología de nuestra espe…?
No pudo continuar, porque dos Acerums aparecieron en ese momento dispuestos a pelear contra los humanos y contra Ultrior.
Los había divisado desde la distancia. Llevaban los restos de los soldados caídos en batalla. No sabía que pensaban hacer con ellos; pero lo que fuese indignó a Xenón, furioso, pensó en un plan para poder atacar a los humanos, salvar los restos de sus camaradas muertos e impresionar a su esposa de una vez por todas.
Ultrior sonreía al ver a esos dos sujetos cerca suyo, con un tono provocador, les dijo
- Al parecer no tienen suficientes derrotas para el día de hoy, ¿no es cierto, amigos?
- ¡Calla traidor!- le contestó uno de los soldados- pagaras caro tu rebeldía ante nuestro Rey Dorado Corgana
- Como quieran- sonrió Ultrior cambiando a su forma robótica
Los dos Acerums apuntaron, con sus rayos, a Ultrior; pero él, con su lanza, logró ensartar el pecho de uno de sus rivales. Víctor lanzó un grito de horror a la vez que desenfundaba su fusil y le disparaba al otro rival que estaba delante suyo. Este, al recibir el disparo de Víctor, sintió como unas bolitas de metal golpeaban fuertemente su cuerpo, las bolitas cayeron al suelo a la vez que aquel metal se veía un poco abollado; pero no lo suficiente, sonriendo Víctor exclamó:
- ¡Soldados, apunten y disparen!
Las tropas de Víctor sacaron sus armas y dispararon al unisonó haciendo que el cuerpo de aquel Acerum fuese abollado. Con una sonrisa victoriosa, Víctor, sabía qué, aunque las balas no le hicieran un mayor daño, aquellos impactos eran similares a un apedreamiento por parte de ellos.
Aquel Acerum apuntó a Víctor con su laser; pero su brazo fue cortado por el hacha de Ultrior, quien golpeo en el rostro a aquel Acerum lanzándolo a donde estaban los arboles, furioso, aquel soldado de Corgana se levantó solo para sentir su ojo metálico recibir un impacto de bala que lo dejo con su mira estropeada por unos minutos. Ultrior miro a Víctor quien había disparado, él le devolvió la mirada y exclamó:
- ¡Bien! ¡¿qué esperas?! ¡acaba con ese hijo de perra!
- ¡Sí!- exclamó Ultrior risueño
Abrió su boca y un rayo de plasma salió de su hocico acabando con su enemigo definitivamente.
Víctor respiraba de forma agitada; pero miró con agradecimiento a Ultrior a la vez que el Lobo de metal le devolvía la misma mirada.
- ¡Señor!- exclamó un soldado- ¡nos han robado los restos tecnológicos!
- ¡¿Qué?!- preguntó Víctor al ver que la carreta estaba vacía salvo por dos cosas, un pedazo de un brazo metálico y una especie de circuito rastreador inservible- hijos de puta, este ataque fue una trampa para poder llevarse a sus muertos
- Una trampa inútil- le respondió Ultrior sonriendo- debido a que ahora tenemos dos cuerpos casi completos para poder mejorar su tecnología primitiva
- ¡Ciertamente!- rio Víctor- ¡eso es verdad!
Xenón, junto al tercer Acerum bajo su mando, habían logrado ir a donde estaba el carro pudiendo robar las piezas con rapidez aprovechando que el resto estaba concentrado en la batalla. Ahora le estaba informando a su esposa de lo ocurrido
- Brillante querido mío- lo felicitó Tantalox Queen- pero me temo que eso no cambia mi opinión de ti
- ¡¿Por qué?!- preguntó Xenón sorprendido
- Porque al robar esos restos, sacrificaste a dos de tus soldados, a los cuales podrán quitarle aun más información de la que ya poseían, aparte de que estos restos poco me interesan. si hubieses matado a Ultrior, quizás, pensaría distinto de ti; pero… que pena, tienes buenas programaciones; pero no para la pelea precisamente. No eres suficiente Metal para mi todavía, sin embargo, te daré otra oportunidad y esta vez no deberás fallarme
- Dime- le pidió Xenón con una sonrisa
- Mata a un Guardián del Metal, el que sea, y sabré que tengo un esposo, en lugar de un mueble inútil para el hogar- le respondió Tantalox, con un tono despectivo a la vez que macabro
- Si esposa mía- le respondió Xenon bajando su cabeza
Para cuando Víctor y Ultrior habían llegado, el sol se estaba ocultando. El día estaba por terminar; pero aun faltaban dos Guardianes que encontrar.