La dolorosa vida de Ángel.
CAPÍTULO 43
Driga se dirige al centro de la arena.
—Debo ganar.
Yui se dirige al centro de la arena.
—Mis amigas me están viendo. Debo ganar.
Los dos llegan al centro de la arena.
—¡¡Comiencen!!
Sus espadas chocan y se alejan.
—¡Faio soul zes!
Una pequeña esfera de fuego sale de la mano de Yui, pero Driga lo esquiva fácilmente
—Bien...
Driga da un gran salto.
—¡Línea solar!
El cuerpo de Driga empieza a brillar.
—¡Ahora!
10 flechas de luz salen de su cuerpo y se dirigen a Yui.
—¡Increíble!- Dijo Yui emocionada.
Yui recibe las flechas... Eso tuvo que doler demasiado.
—¡Yo soy el ganador!
Driga aterriza.
—¡¡Gané!!
Yui sonríe.
—Te confiaste.
Las flechas desaparecen y el cuerpo de Yui empieza a brillar.
—¡Te devuelvo tus flechas!
—¡¿Eh?!
Flechas salen del cuerpo de Yui, pero las flechas son 20 y mucho más rápidas que las de Driga.
—¡¿Eh?!
Driga intenta escapar, pero no logra esquivar las flechas y las recibe.
—Mierda...
Driga cae al suelo.
—Nunca te confíes, idiota.
—¡¡La ganadora es Yui!!
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... Ah, el típico contraataque... ¡¿Por qué todas las peleas fueron tan cortas?! Quería ver una pelea larga.
Suspiro y me levanto... Esas peleas fueron rápidas, ya me toca pelear.
—Es mi turno... Luego vuelvo.
Crismei se convierte en una espada y la tomo con mi mano derecha.
—Buena suerte, Ángel.- Dijo Diana.
—Da tu mejor esfuerzo.- Dijo Liz.
—Markalia es una anciana, pero no te confíes.- Dijo Ansmel.
—Lo sé... Se los agradezco.
Bajo las escaleras.
—Estoy muy nervioso.
Siento un gran escalofrío... Hace mucho que no siento uno así.
—Hace mucho tiempo que no sentía un escalofrío... Antes de morir, cuando sentía un escalofrío, eso significaba que algo malo iba a pasar... Desde que renací, no sentí ningún escalofrío antes de que algo malo pasara.
—Eso significa que Markalia es muy peligrosa. Ten cuidado.- Dijo Crismei.
—Lo tendré.
... Por favor, Dios, espero ganar... Realmente debo ganar.
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Después de bajar las escaleras, me dirijo al centro de la arena.
—Tengo que tener mucho cuidado.
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Rem lo observa desde las gradas.
—¡¡Tú puedes, Ángel!!
—Desde aquí no te alcanza a oír, no grites, Rem.
—¡Debemos apoyarlo! ¡¡Vamos, Ángel!!
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Llego al centro de la arena y suspiro.
—Buena suerte, Markalia.
—Creo que yo debería decir eso, mocoso.
Veo a Markalia sonreír diabólicamente y me pongo nervioso.
—Esa sonrisa me recordó a Sonia.
—¡¡Comiencen!!
Markalia me intenta golpear con su bastón y esquivo su golpe.
—¿Quieres derrotarme con un bastón?
Los ojos de Markalia brillan.
—¿Eh?
—¡Ángel, no veas sus ojos!- Dijo Crismei.
Veo los ojos de Markalia... Son geniales.
No puedo evitar mirarlos fijamente... Algo me obliga a verlos.
—Son brillantes.
—¡Ángel!
Mis ojos empiezan a brillar y Markalia grita.
—¡¡Yo soy la ganadora!!
—¡Ángel!
Suelto mi espada y mi cuerpo se vuelve negro.
—¡¿Eh?!
De mi cuerpo salen tentáculos negros, que golpean a Markalia.
—¡No se supone que esto pase!
Decenas de tentáculos salen de mí y empiezan a destruir las gradas, lastimando a las personas.
—¡¿Qué está pasando?!- Dijo Diana asustada.
Ansmel se levanta rápidamente.
—¡Ustedes dos, váyanse de aquí!
—¡¿Qué le pasó a Ángel?!- Dijo Liz.
—¡No lo sé!
Todos en las gradas empiezan a escapar y los aventureros me empiezan a atacar.
—¡¡Ángel!!- Gritó Crismei.
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(Mundo del dolor, Dermol.)
—¡¡Váyanse!!
Estoy rodeado de chicas idénticas a Mei.
—¡Por tu culpa estoy muerta!
—¡No sirves para nada!
—¡Eres un inútil!
—¡Inútil!
—¡Inútil!
No soporto el dolor de cabeza... ¡No lo soporto!
—¡Déjenme en paz!
Me golpeo la cabeza con mis puños.
—¡Quiero despertar de esta pesadilla! ¡¿Por qué estoy en este lugar!
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Tiempo atrás.
Mis ojos empiezan a brillar y aparezco en un lugar completamente blanco.
—¿Eh? ¿Qué pasó, Crismei...? ¿Crismei?
Veo mi mano y me doy cuenta de que ya no tengo mi espada.
—¡¿Eh?!
Escucho voces que me susurran.
—Bienvenido al mundo del dolor.
—Bienvenido a Dermol.
Veo a mi alrededor... Esto es realmente raro.
—¡¿Qué hago en este lugar?!
Chicas idénticas a Cristal aparecen a mi alrededor.
—¡¿Eh?!
Todas empiezan a escupir sangre.
—¡¿Por qué no me salvaste?!
—¡Por tu culpa estoy muerta!
¡No quiero ver eso!
Cierro los ojos y me tapo los oídos.
—¡Tú me perdonaste!
Las chicas empiezan a golpearme.
—¡Por tu culpa estoy muerta!
Siento dolor. Siento mucho dolor.
—¡¿Qué es este lugar?!
Todo se vuelve negro y, de la nada, aparezco en mi vieja casa, en donde vivía con mi madre.
—¿Eh?
Mi madre aparece frente a mí... S-sé que es una ilusión, pero... No puedo evitar llorar al verla... Realmente extrañaba verla... Ella era la persona más importante para mí.
—¿M-madre?
Mi madre me da una cachetada... Está enojada conmigo.
—¡Por tu culpa, tu padre nos abandonó!
Empiezo a llorar más... Me duele el corazón... ¡Me duele!
—¿M-madre?
Mi madre empieza a llorar sangre.
—¡Te odio, te odio! ¡Tu desaparición fue lo mejor que me ha pasado!
Abrazo a mi madre.
—¡Es mentira, por favor, dime que mientes!
Mi madre me empieza a estrangular.
—¡Te odio!- Dijo con furia.
Todo se vuelve negro.
—¡¡Quiero irme de este lugar!!
Aparezco en los túneles de la escuela.
—N-no... ¡No quiero ver esto!
Veo a los estudiantes escapando mientras esferas de fuego entraban por el túnel.
—¡¡Me rindo, Markalia!!
¡No quiero recordar esto! ¡No quiero verlos morir! ¡¡No quiero estar aquí!! ¡No...! ¿Eh?
Veo a Charlotte... N-no... P-por favor, no.
—¡¡Charlotte!!
Veo como escombros caen sobre Charlotte.
—¡¡No!!
Todo se vuelve blanco y chicas idénticas a Mei aparecen.
—¡¡Markalia, me rindo!! ¡¡Déjame salir de este lugar!!
Empiezo a llorar sangre.
—¡¡Por favor!!