La dolorosa vida de Ángel.
CAPÍTULO 44
He estado atrapado en este lugar por horas. Durante esas horas, vi los peores momentos de mi vida. Tuve que presenciar la muerte de mis mascotas, de mis familiares, de mis amigos, una y otra vez. Cada vez se ponía peor.
—¡¡Markalia, déjame salir!!
Aparezco en la escuela de nuevo, en el momento en donde yo morí.
¡Maldita sea, déjame salir!
—¡¡Ángel!!- Gritó Sonia.
Veo que la comandante se llevó a Sonia con ella en un dragón.
—Es cierto... Esa chica se llevó a Sonia...
Siento mucho dolor en el pecho y me doy cuenta de que una flecha me dio en el corazón.
—Otra vez...
Ya me acostumbré a sentir dolor.
Todo se vuelve blanco y la flecha desaparece.
—Sonia podría... No, es imposible que siga con vida.
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(Mundo real.)
Empiezo a saltar por la arena mientras golpeo a los aventureros con mis tentáculos.
—¡¡Ángel, vuelve a la normalidad!!- Gritó Ansmel.
Uno de mis tentáculos golpea a Ansmel y ella se aleja de mí.
—¡¡¿Qué te pasa?!!
Ansmel se da cuenta de que Markalia intenta escapar.
—¡¡Markalia!!
Ansmel se dirige corriendo hacia Markalia.
—¡¡Arregla lo que hiciste!!
Markalia voltea a ver a Ansmel.
—¡No puedo hacerlo!
Ansmel toma del cuello a Markalia.
—¡¿Qué le hiciste?!
—¡Mandé su alma al mundo del dolor!
—¿Dermol? ¡Mierda!
Crismei, que está tirada en el suelo, vuelve a su forma humana.
—¡¡Ángel!!
Crismei observa a Ansmel y se dirige a ella.
—¡¡Debemos detener a Ángel!! ¡¡Su cuerpo está rodeado de magia demoníaca!!
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Dermol.
He estado en este lugar por años, y no estoy exagerando. Unas voces me dijeron que unos segundos en la vida real, son años en este lugar. No puedo dormir, no siento la necesidad de dormir. Tampoco siento la necesidad de comer. Después de los primeros años en este lugar, ya no sentí dolor por ver a mis amigos morir. Siento mi cuerpo arder desde hace años, es como si estuviera rodeado de fuego. Siento que mis órganos explotan. Siento mucho, pero mucho dolor... Pero, por alguna razón, ya no me afecta tanto como antes.
—¿Otra vez?
Veo a mi madre diciéndome que me odia.
—Me da igual.
Golpeo a mi madre en la cara con mi puño derecho.
—Como si me importara.
Todo se vuelve blanco y varias chicas idénticas a Mei aparecen diciéndome que por mi culpa, ella murió.
—Bla, bla, bla.
Empiezo a golpearlas en la cara.
—¡¡Markalia, sácame de este lugar y te prometo que tu muerte no será tan dolorosa!!
Las chicas desaparecen y aparecen Charlotte y Cristal frente a mí.
—¿Nos extrañaste?- Dijo Charlotte.
—Somos los verdaderos espíritus de tus amigas.- Dijo Cristal.
Las golpeo en la cara y las pateo.
—¡No caeré en eso de nuevo!
—¡¡Vaya, tu corazón se volvió muy frío!!
El anciano con cuernos aparece frente a mí.
—Hola, Ángel.
—¿Es usted o es otra estúpida ilusión?
—Soy yo. Vengo a ofrecerte un trato.
—¿Un trato?
—¿Aún quieres derrotar a Golan?
—Por supuesto.
—Bien, entonces te ofrezco la oportunidad de convertirte en un demonio.
—¿Demonio?
El anciano se acerca a mí.
—Tu poder mágico incrementará, también tus sentidos y tu fuerza física. Serás invencible.
—¿Hay algún truco?
—No hay truco. Solo hay una condición. Destruye el collar de Golan cuando la derrotes.
—¿El collar? ¿Por qué?
—Es secreto.
Me da igual todo, con tal de salir, aceptaré lo que sea.
—Bueno, acepto.
—¡Excelente!
El anciano se vuelve polvo y entra por mi nariz.
—Sufrirás un cambio físico, pero no es muy importante.
—Me da igual... ¿Saldré de este lugar?
—Claro que saldrás.
Mi cuerpo es rodeado por algo negro.
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(Mundo real.)
Mi cuerpo empieza a dar vueltas y empieza a brillar.
—¡¡¿Ángel?!!- Gritó Crismei preocupada.
Una gran esfera de magia demoníaca me rodea y los tentáculos desaparecen.
—¡¡¿Ángel?!!- Gritó Ansmel
La magia demoníaca desaparece y me trueno los dedos.
Ah, el aire fresco del mundo real... Realmente lo extrañaba.
—Es bueno estar de regreso.- Digo sonriendo.
Ansmel y Crismei me observan confundidas.
—¿Ángel?- Dijo Crismei.
—¿Es Ángel?- Dijo Ansmel.
Veo a Ansmel y a Crismei y me dirijo a ellas corriendo.
—¡¡Hola, hace muchos años que no las veía!!
Mi cabello se volvió rojo con algunos mechones blancos. En mi frente y mejillas aparecieron unas marcas con formas de rayo. Mis ojos se volvieron rojos.
Me paro frente a ellas mientras sonrío.
—¿E-en serio eres tú?- Dijo Crismei.
—Claro que lo soy... ¿Cambié mucho?
—¿E-eres un...?- Dijo Ansmel.
—¿Un demonio? Creo que sí.
Veo a Markalia huyendo de mí.
—Hace mucho tiempo que quiero hacer esto.
Me dirijo a Markalia corriendo a una gran velocidad.
—¡No escaparás!
Ansmel y Crismei se sorprenden por mi velocidad.
—¡Increíble!- Dicen las dos.
Llego con Markalia y la tomo del cuello con mi mano derecha.
—¡Me rindo!
—¿Crees que eso me importa?
—¿G-golpearías a una anciana indefensa?
—Claro que sí.
Le doy un gran golpe en la cara con mi puño izquierdo. Ah, verla sangrar y llorar me hace sonreír... Sus gritos de dolor son satisfactorios.
—Qué bien se siente.- Digo sonriendo.
—¡¡Ángel, detente!!- Gritó Crismei.
Crismei se acerca corriendo a mí.
—¡¡Ya se rindió!!
Se para al lado de mí... Lo siento, pero lo haré, nadie me detendrá.
—Tú no viste lo que yo tuve que ver. Estuve años en Dermol, viendo cosas horribles.
—¿En Dermol? Ángel...
Suelto a Markalia.
—Crismei, vuelve a tu forma como espada.
—Pero...
—¡Hazlo!- Digo enojado.
—S-sí.
Crismei se convierte en una espada y la tomo con mi mano derecha.
—¡Déjame vivir, por favor!
Markalia me ruega arrodillada.
—No.
Mi corta respuesta hace que se ponga pálida.
—¡Soy una pobre anciana! ¡¿No sientes pena por mí?! ¡Por favor, no lo hagas, quiero volver a ver a mis lindos nietos!
—No.
Tomo mi espada con fuerza y le corto la cabeza a Markalia.
—La venganza se siente muy bien.
—¡¡Qué gran espectáculo nos has dado!!- Gritó Jisas.
Volteo y veo a Jisas.
—¡¡Tienes una nueva apariencia, eso me gusta!!
Me dirijo a Jisas caminando.
—¡¡Acabaré contigo en este momento!!
—¡¡No puedes, si me atacas, mis guardias matarán a los civiles y a los perros!!
—¡¡No me importa!!
Jisas se queda en silencio por unos segundos.
—¿Eh? ¡¡¿Qué dijiste?!!
—¡¡No me importa lo que les pase!!
Crismei vuelve a su forma humana.
—¡Ángel!
—¡Cállate, Crismei!
—¡Solo debes ganar el torneo, no lo ataques ahora!
—¡No me importa lo que digas!
Estoy a punto de golpear a Crismei con mi puño derecho, pero me detengo justo antes de golpearla. Veo a Crismei a los ojos. Ella me observa con los ojos llorosos... Quiere llorar... Mi puño está a pocos centímetros de su rostro.
—¿Q-qué? ¿R-realmente iba a darte un golpe?
Observo mis manos y empiezo a temblar.
—¿Q-qué me pasa?
—¿Qué te pasó, Ángel?
Crismei me abraza con fuerza.
—¿Por qué actúas de esta manera?
—Crismei...
Le acaricio la cabeza.
—Lo siento...
Me dirijo a Jisas.
—¡¡Quiero matarlo!!
Me detengo y me alejo.
—Pero no quiero que nadie más muera.
Mi cabello se vuelve negro, mis ojos vuelven a ser de color café y las marcas desaparecen.
—¿Por qué me siento tan raro?
—¡Regresaste!
Crismei salta y me da un beso en la mejilla derecha.
—¡No me asustes de esta manera!
—Vámonos antes de que haga una tontería.
—¡Sí!
Ansmel me toca el hombro izquierdo.
—¿Hiciste un trato con un demonio?- Dijo Ansmel.
—Sí... Me convertí en un demonio.
—Eso lo explica todo. Los demonios son seres sin sentimientos... Pero tú pensaste en las vidas de las personas y no atacaste a Jisas... Eso demuestra que aún tienes sentimientos.
Ansmel acaricia la cabeza de Crismei.
—Es gracias a Crismei, ella logró hacerte pensar en las personas. Debes amarla mucho, ¿no?
Me sonrojo... Yo la quiero... Pero no sé si de esa manera... ¡Es una niña! Me prometí intentar nunca verla románticamente.
—¡¿A-amarla?! ¡L-la quiero como una amiga! ¡Aparte de que ella es una niña pequeña!
Ansmel ríe y me acaricia la cabeza.
—Te sonrojaste, eso demuestra que aún eres un humano.
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(Pov- Crismei.)
Casi pierdo a Ángel... Y esa chica y Ángel se están volviendo cercanos... Mi corazón me duele... Estoy muy celosa... No quiero perder a Ángel... ¡No quiero perderlo!
... Intentaré evolucionar... Si fallo, tendré que renunciar a mi amor por él... Y si evoluciono, podré estar con él... Quiero estar a su lado oara siempre, pero no como una amiga, sino como su esposa... Quiero estar a su lado... ¡Ya no quiero que me trate como una niña pequeña!
Ya perdí a Izuke... Ángel, te amo más que él... Y no quiero perderte como lo perdí a él... ¡Estoy enamorada de ti, Ángel! ¡Te amo!
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(Pov- Ángel.)
Ah, ser un demonio me traerá problemas.
—Ángel...
Crismei salta, toma mi cabeza y me baja la cabeza. Nuestros rostros están muy cerca. ¿Q-qué? ¿Qué hace?
—¡Yo te amo!- Dijo Crismei sonrojada.
Espera... ¿Qué?
—¡¿Eh?!
Cierra los ojos y me da un beso en la boca... ¡¿Un beso de amantes?! ¡Mierda, no soy un pedófilo!
¡Esto está mal, ella parece una niña pequeña, esto no está bien! ¡Uwaaaah! ¡D-debo separar mis labios...! ¿Eh? ¿Crismei está creciendo?
Crismei crece de tamaño y también le crecen los pechos. La ropa de Crismei se destruye. Su cabello crece... Ahora parece una mujer de 20 años.
—¡Es la primera vez que veo la evolución de un hada!- Dijo Ansmel emocionada.
Me alejo de Crismei... ¡¿Qué mierda pasó?!
—¡¿Qué te pasó, Crismei?!
Crismei revisa su cuerpo.
—¡¿Eh?!- Dijo confundida.
Jisas se dirige a nosotros caminando.
—¡¡Ver la evolución de un hada es increíble!!
—¡¿Evolucioné...?!
Crismei sonríe... Es una larga sonrisa de felicidad. ¿T-también está llorando?
—¡Ángel, evolucioné!
Salta sobre mí y me empieza a besar.
¿Evolución?
Este día no puede ser más raro.
•
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(Pov- Crismei.)
L-lo sabía, Ángel es mi verdadero amor... Siempre creí que Izuke lo era, pero no lo es... Me enamoré más de Ángel... Lo logré... ¡Lo logré! ¡Por fin puedo estar al lado de Ángel para siempre y ser una familia!