La dolorosa vida de Ángel.
CAPÍTULO 42
Alvarado toca el suelo con ambas manos.
—¡Niñas despin!
Dos niñas salen del suelo. Parecen niñas pequeñas de 10 años. Las niñas son gemelas. Tienen el cabello corto y azul, y ojos completamente negros. Usan un vestido rojo y elegante.
... Wow... Debo admitir que eso es muy raro, pero genial.
—¡Ataquen a ese hombre!
—¡No me importa que sean niñas pequeñas!
Rimo da un gran salto... Un enorme salto... Wow... Ni yo saltaba tan alto.
Si él cae sobre ellas, las hará puré... Literalmente.
—¡Te aplastaré, enano!
Las niñas se abrazan.
—¡Taladro dexpo!- Dicen las dos.
¡Sus voces son adorables!
Empiezan a dar vueltas muy rápido.
—¡Protección de tierra!
Tierra rodea a Alvarado.
¿Una armadura de tierra? No parece resistente.
—¡Eso no funcionará!
Rimo cae sobre ellos.
¡Uwaaaah! ¡Espero que las niñas despierten un poder misterioso y sobrevivan! ¡No quiero ver niñas muertas!
—¡Yo soy el gana...!
Rimo empieza a dar vueltas en el suelo y es levantado.
—¡Imposible!
Las niñas lo levantan mientras dan vueltas y Alvarado sale del suelo.
... ¡Son increíbles! ¡Y también son muy fuertes! ¡¡Genial!!
—¡Terminen con él!
—¡Vueltas congelantes!- Dicen las dos.
Hielo empieza a rodear a Rimo.
—¡No perderé tan fácil! ¡Modo animal!
Un vapor azul lo rodeó por completo.
Rimo se transforma en un gran elefante e intenta detener a las niñas con su trompa.
... Ah... Este mundo es más raro de lo que recordaba.
—¡Háganlo!
—¡Salto fipor!- Dicen las dos.
Las niñas dan un gigantesco salto junto con Rimo.
—¡¿Eh?!
Levanté la mirada.
—Mierda.
—Eso dolerá.- Dijo Crismei.
—Y mucho.- Dijo Ansmel.
—Ya está cayendo.- Dijo Liz.
—Chicas, creo que deben cerrar los ojos, esto será sangriento.
Rimo cae y se escucha un gran grito de dolor.
—¡¡Ahhhhh!!
No quiero ver, pero la curiosidad invade mi cuerpo.
... Ouch... Eso es asqueroso. Sangre por todas partes... Quiero vomitar.
Rimo vuelve a su forma normal y sus piernas están destruidas, están hechas pedazos... Literalmente.
—¡¡La pelea terminó, el ganador es Alvarado!! ¡¡Por favor, limpien la arena, la siguiente pelea comenzará pronto!!
Las niñas se vuelven polvo y Alvarado cae al suelo.
—Ya no tengo energía mágica.
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¿Qué puedo decir?
Eso fue asqueroso. Sus piernas estaban destrozadas y la mayoría de sus huesos estaban rotos y salían de su cuerpo... Él definitivamente morirá.
Esa escena será difícil de borrar de mi memoria.
—Si me permiten, debo ir a vomitar.
Me levanto y me alejo.
—¡Qué asco!
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Unos minutos después.
—¡¡La siguiente pelea será entre Logna y Otifo!!
Logna se dirige al centro de la arena.
—¿Estás lista, Logna?- Dijo Troche.
—Lo estoy, Troche.
Otifo se dirige al centro de la arena y recibe halagos de los hombres del público.
—¡¡Qué soy hombre!!
Le lanzan rosas y eso lo pone aún más incómodo.
—¡¡Soy hombre!!
Los dos llegan al centro de la arena.
—¡¡Comiencen!!
Intentan atacarse y sus espadas chocan.
—Eres más linda que yo, jeje.- Dijo Logna.
Los ojos de Otifo empiezan a brillar.
—Sí, lo sé.
Logna sale disparada de la nada.
—¡¿Eh?!
Empieza a rodar por el suelo.
—¡¿No conoces la familia Psyco?!
—¿Psyco?
Logna se levanta y se dirige a Otifo.
—¡Mi familia tiene poderes psíquicos!
Una gran roca sale del suelo.
—¿Sorprendida?
Otifo le lanza la roca a Logna.
—¡Mierda!
Otifo le lanza su espada.
—¡Debes rendirte!
Otifo controla la roca y la espada con su mente, y Logna intenta esquivarlas.
—Troche, ¿tienes un plan?
—Dirígete a él e intenta atacarlo. No creo que pueda defenderse mientras usa sus poderes psíquicos.
Logna se dirige a Otifo corriendo.
—¿Y si me lanza de nuevo?
—No te preocupes, tengo una idea. Cuando te lo diga, me lanzas hacia él.
—Sí.
Logna casi llega con Otifo.
—Idiota.
Otifo usa sus poderes psíquicos y hace que Logna salga volando.
—¡Ahora!
Logna lanza su espada hacia Otifo.
—¡¿Eh?!
Su espada atraviesa el estómago de Otifo.
—Mierda...
Otifo se quita la espada de su estómago.
—Eso me tomó por sorpresa.
[Renuncia. Me interesa esa chica. Quiero que ella gane.]
Él escuchó la voz de Golan en su mente y asintió.
—Vaya, eres increíble. ¡¡Me rindo!!
—¡¡La ganadora es Logna!!
Logna se dirige a Otifo.
—Vaya, eres muy fuerte.
—Gracias.
Otifo le entrega la espada.
—¿Estarás bien?
—Sí, puedo usar mis poderes psíquicos para curarme.
—Entonces... ¿Por qué te rendiste?
—Pues... Eres la primera persona que logra hacerme daño.- Dijo sonriendo.
Otifo se aleja de ella.
—Los poderes de ese chico son increíbles, aunque tiene una desventaja, se tiene que concentrar en el objeto por dos segundos para poder usar sus poderes psíquicos en él.- Dijo Troche.
—¿Cómo lo sabes?
—... He conocido a psíquicos antes.
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... Poderes psíquicos... ¡¡Ahhhhhh!! ¡¿Qué más sigue?! ¡¿Zombies o ángeles?!
—Vaya, ese chico es muy fuerte, salió caminando como si nada con una herida en su estómago.
—Ya casi es tu turno, ¿estás listo?- Dijo Ansmel.
—Algo... Pelearé con una anciana, pero no creo que deba confiarme.
—¡¡La siguiente pelea comenzará!!
—Bueno... Sigamos viendo.