Biel se hallaba apoyado en una pared del jardín, Oliver en algún momento había desaparecido dejándolo solo, estaba revisando su teléfono celular cuando una sombra cayó sobre él tapándole el sol que había estado golpeando su rostro todo este tiempo, levantó la mirada con curiosidad para encontrarse con unos ojos café claro como el color de los caramelos de leche que comía cuando era niño, la persona llevaba una marcara facial y una gorro que impedía que se viera las otras características de su rostro mas Biel podía decir que la persona frente a él debía ser muy guapa, sus rasgos faciales tridimensionales y bien estructurados podrían hacer saltar el corazón de cualquiera.
La persona miró a Biel y le preguntó "¿Trabajas aquí? Nunca te había visto antes".
Biel quedó sorprendido, la voz del hombre era muy grave y ronca, era la clase de voz que siempre había querido tener, que podría derretir corazones y hacerte estremecer, debido a la conmoción que sintió se olvidó de contestar, la otra persona perdiendo la paciencia, lo agarró del brazo y tiró de él en dirección a la entrada lateral que permitía el paso del edificio hacia el jardín interior mientras decía "necesito ayuda".
Biel finalmente salió de su entumecimiento y miró a la persona con confusión en tanto le contestaba "Soy un asistente".
"¿Dónde está tu artista?" le preguntó Ferreol sin parar de arrastrarlo, era solo media cabeza más alto que Biel, sin embargo, tenía un cuerpo ancho y musculoso que guardaba la misma cantidad de fuerza, impidiéndole liberarse del agarre.
"Practicando en una de las salas de ensayo" contestó Biel resignado a seguir al hombre a donde sea que lo estuviera llevando.
"Entonces me ayudaras" le dijo Ferreol de manera firme, al ver que Biel asintió entendiendo finalmente soltó su agarre y le permitió continuar caminando solo "necesito llegar a la oficina del jefe" le explicó mientras se escondía detrás de cualquier objeto que pillara cada vez que escuchaba a una persona acercarse.
Biel lo miró con curiosidad ¿Esta persona era un ladrón? ¿Por qué se estaba escondiendo? Estaba preocupado por su seguridad, sin embargo, continuó caminando como si no hubiera pasado nada "¿La oficina del señor Moreau?" le preguntó para asegurarse.
"Mn" asintió Ferreol.
"En ese caso te equivocaste de edificio, es el de al lado".
"Ya lo sé, no puedo entrar por allí, debo usar la pasarela".
Biel encontró extrañas sus palabras, cada vez le parecía más que esta persona era alguna clase de mafioso o ladrón.
Cuando Biel se detuvo debido a sus pensamientos internos, Ferreol quien estaba caminando detrás de él chocó con su espalda "Vamos chico apúrate, no tengo todo el día" exclamó molesto.
Biel encontró que esta persona era realmente maleducada y desvergonzada, claramente le estaba haciendo un favor con llevarlo, ni siquiera lo conocía, pero este solo hacía comentarios molestos "¡Tú! ¿Es que no sabes tratar mejor a las personas?" exclamó también enojado.
Ferreol lo ignoró y continuó caminando atento a que nadie apareciera, Biel se quedó abandonado en su lugar a punto de explotar, esta vez lo siguió con la intención de quejarse con su futuro cuñado.
Ferreol en todo momento caminó con la cabeza gacha intentando esconder lo más posible su presencia, no fue hasta que llegaron al edificio principal y estaban paradas frente al ascensor que Ferreol se relajo y volvió a pararse erguido, con la vista hacia el frente y una mirada arrogante y poderosa, Biel vio todo su cambio a través del reflejo de las puertas del elevador y se sorprendió, una persona común no tendría un porte tan llamativo y ahora que lo estudiaba mejor sus ropas, accesorios y zapatos, todos eran de la más alta calidad, pero si era una persona tan importante ¿Por qué se estaba ocultando como un ladrón? Ahora la curiosidad le estaba ganando a su enojo.
Cuando llegaron al último piso donde estaba la oficina de Hoshino la secretaria se sorprendió al verlos llegar a los dos juntos mas como una trabajadora profesional no hizo comentario alguno y les sirvió bocadillos con café mientras los instaba a que esperaran en la sala frente a la oficina, Hoshino había ido a almorzar hace más de una hora, por lo que volvería pronto.
Ferreol asintió y preguntó "¿Comida de negocios?" si era una comida ejecutiva tendría que esperar mucho tiempo y no tenía tanto encima de él, ya lo estaban buscando para que pagara todas sus deudas, si seguía esperando estaba seguro de que no sería seguro salir ni siquiera del último piso del edificio, nunca hubiera pensado que esos prestamistas serían tan peligrosos, si lo hubiera sabido nunca habría apostado tanto dinero.
"No señor" la secretaria contestó sin dar más información y volvió a hacer su trabajo.
Ferreol frunció el ceño mas no siguió presionando por información, conocía como trabajaba Hoshino y su personal cercano, jamás le entregarían información, eran sumamente reservados.
En ese momento, Biel preguntó cortando sus pensamientos "¿Está con mi hermano?".
"Sí Joven maestro" la secretaria le sonrió, Biel asintió y no continuó preguntando más, estaba feliz de que estuvieran juntos, en especial luego de haber abandonado a su hermano en la sala de ensayo, lo cual se vio reflejado en su rostro, Ferreol lo miró con curiosidad más no preguntó, había pensado que la persona frente a él era un simple asistente que estaba dando vueltas en el jardín mas parece que tenía un trasfondo o sino no sería llamado joven maestro, pero él conocía a todas las personas adineradas de la ciudad al menos de rostro o nombre, jamás le habría pasado desapercibido un niño tan lindo, pero no podía negar que con las ropas que traía y su rostro delicado y porte elegante debía venir de una familia noble.
Biel no regresó al edificio contiguo, desde que su hermano también regresaría aquí lo esperaría hasta que volviera. Luego de unos minutos vio como la persona frente a él se quitaba la mascara facial y el gorro, dando pasó a un rostro tal como lo había imaginado, tenía unos labios carnosos y rojos que resaltaban el color de sus ojos junto a un cabello liso de color café oscuro con reflejos caramelo, todo en el decía hombre poderoso, Biel sintió que se le secaba la garganta al mirarlo, tomó un largo trago de agua para aligerar su rostro acalorado y garganta.
"¿Cómo te llamas?" dijo Ferreol con curiosidad.
"No es de tu incumbencia" le dijo desdeñosamente Biel, aún seguía frustrado por su mal trato anterior.
Ferreol ignoró su tono molesto y continuó "Mi nombre es Ferreol Crabeiro".
Biel sopesó el nombre mas nunca lo había escuchado, no es que conociera de todas formas a muchas personas.
Ferreol esperó pacientemente a que el joven frente a él se presentara cuando no hubo respuesta suspiro e insistió "¿No me dirás tu nombre? Lamento lo de hace un rato, pero estaba realmente ansioso y apurado por llegar aquí, era urgente" le sonrió en disculpa.
Finalmente, Biel se relajó y aceptó sus disculpas, la persona se veía sincera "Biel Ricci" le contestó en un murmullo bajo, pero que alcanzó a llegar a los oídos de Ferreol.
Ferreol se sorprendió, bajo su conocimiento la familia Ricci solo tenía un hijo, miró al joven frente a él, era demasiado grande para ser el hijo de Ryu por lo que debía ser su hermano o un familiar lejano "Chico, ¿Cuántos años tienes?".
"Quince".
Ferreol asintió, quería seguir indagando mas no quería que el chico se sintiera intimidado con tantas preguntas personales, ya podía sentir que estaba incomodo, por lo que dejó el tema de lado y esperó en silencio, aunque tomó su teléfono celular y buscó información al respecto, estaba seguro de que se tenía que haberse perdido alguna noticia durante el tiempo que estuvo fuera.
Como supuso encontró que realmente había otro hijo en la familia y no solo uno más, sino dos, ahora que lo veía, la secretaria había dicho que Hoshino estaba comiendo con su hermano, debe ser uno de estos chicos, tenía sentido que fuera el mayor, después de todo ambos estaban en la misma línea de poder, puede que estén hablando de negocios o algo similar.
Tan solo veinte minutos de espera después apareció un relajado Hoshino con Asier en silla de ruedas, Ferreol miró a las dos personas y se sorprendió al ver la mirada brillante de su primo y aun más al ver al niño junto a él, era increíblemente hermoso, estaba envuelto en una manta felpuda de color rosa dejando solo su rostro sonrojado al descubierto, dándole un aspecto esponjoso adorable, todo en el desprendía inocencia y deseo de protección.
"¡Hermano!" gritó Biel al ver a Asier, corrió a su lado preocupado por su salud, al verlo tapado pensó que podría haberse resfriado en su ausencia. La realidad era que Hoshino lo había envuelto en la manta en el restaurante luego de que sintiera que el aire acondicionado podría dañar su salud, Asier había intentado negarse mas al ver su mirada firme y determinada había suspirado y cedido, sin embargo, al salir del local hacía tanto calor que su rostro se había enrojecido.
Cuando Biel llegó al lado de Asier lo comenzó a examinar detenidamente, sin embargo, Asier le sonrió y aseguró que estaba bien mientras acariciaba su cabello hasta calmarlo.
Hoshino por otro lado se había puesto negro desde el momento en que había visto a Ferreol, lo miró con el ceño fruncido y una mirada claramente molesta por su presencia.
"¿Qué es lo que haces aquí?" le preguntó.
"¿No puedo venir a ver a mi querido hermano?" le dijo Ferreol con una sonrisa inocente, ignorando el mal humor del otro.
"Entremos a la oficina".
Hoshino miró hacia Asier quien estaba hablando con su hermano, este le devolvió la mirada con una sonrisa y le dijo que se iría de vuelta al estudio, Hoshino era reacio a apartarse de él mas tenía que encargarse del problema frente a él.
Cuando Ferreol entró a la oficina no dudo en soltar todos sus problemas, olvidándose de cualquier formalidad.
"Hermano tienes que ayudarme, estoy atrapado, unas personas peligrosas están detrás de mí, ni siquiera es seguro salir de este edificio, tuve que entrar por el edificio de al lado, porque estoy seguro de que están vigilando las puertas de este, es horrible, si no me ayudas amaneceré muerto el día de mañana" sollozó Ferreol.
"No me digas que pediste dinero prestado nuevamente" lo miró molesto Hoshino.
Ferreol apartó la mirada avergonzado "Bueno con respecto a eso… Fueron solo unos cuantos millones, había unos juegos de apuestas muy buenos, no me lo podía perder, ¡estaba seguro de que ganaría! Estoy seguro de que las otras personas hicieron trampa" exclamó frustrado al recordar lo sucedido hace unos días.
"Ya he escuchado esta conversación antes" le recordó Hoshino, no era la primera vez que Ferreol aparecía pidiendo dinero.
"Pero esta vez es realmente serio, las personas a las que les pedí dinero son peligrosas, ¡tienes que ayudarme!" gritó asustado.
Finalmente, Hoshino cedió "¿Cuánto debes?".
Ferreol que había logrado que su primo aceptara volvió a ponerse nervioso y avergonzado "Ejem… ¿Cómo la mitad de la fortuna del tío Eco?".
Hoshino no pudo evitar abrir los ojos asombrado, eso era muchísimo dinero, incluso para él, ¡¿Cómo fue que Ferreol gastó tanto dinero?!
"Tú… ¿En qué gastaste tanto dinero?".
"¡No gaste toda esa cantidad! ¡Lo juro! Pero… estas personas me están exigiendo esa cantidad, te puedo asegurar que no pedí tanto, ni siquiera con intereses debería ser un monto tan alto" sollozó Ferreol.
"Te están estafando" le aseguró Hoshino.
Ferreol gritó indignado "¡¿Crees que no lo sé?! Pero si no pago me mataran, ya escapé una vez por los pelos, ¡todos mis guardias murieron!".
Hoshino se sorprendió con estas palabras "¡¿Qué?! ¡Esto es muy peligroso!".
"Debes ayudarme primo, déjame quedarme en tu casa, es el lugar con mayor seguridad".
"¿Tienes idea en lo que me estas metiendo?" dijo Hoshino con el ceño fruncido mas no se negó a darle hospedaje, este era el chico con el que había crecido como un hermano, desde que sus padres habían muerto Kaleb lo había adoptado como un hijo, eran primos de sangre, pero hermanos legalmente y, una de las pocas personas en su familia de sangre a la que se sentía cercano.