Al sentir la dureza en su palma Hoshino finalmente despertó del todo, miró al rostro avergonzado de Asier, y le pareció bastante lindo, era la primera vez que lo veía en ese estado nervioso y sonrojado, siempre había sido él el que terminaba totalmente en sus brazos, agitado, sudoroso y avergonzado, ahora que los papeles se habían invertido y que se daba cuenta de la razón por la que él otro lo estaba evitando quería burlarse por completo de la otra persona.
Aún sosteniendo al emocionado compañero con la gran palma de su mano se acercó al oído de Asier soltando su cálido aliento en su esbelto cuello y siguiendo las mismas acciones que había hecho el chico tantas veces para molestarlo "alguien está muy emocionado por las mañanas" dijo en un susurro bajo y ronco junto a su oído.
Asier quería maldecir a su yo del pasado por haberle enseñado tantos métodos de seducción, si hubiera sabido que todos se vendrían en su contra ¡jamás hubiera sido tan atrevido!
Hoshino ignorando por completo la mirada molesta del joven, continuó soltando su aliento a lo largo del cuello del chico, detrás de sus orejas y cerca de su clavícula, mientras su otra mano frotaba suavemente la parte superior del compañero levantado, el toque era tan leve que se sentía como si un pétalo hubiera pasado rozando su piel, sabías que estaba allí, pero no dejaba nada más a su paso que un suave picor, era frustrante y excitante al mismo tiempo.
Cuando Hoshino notó que la otra persona se estaba comenzando a agitar mordió suavemente su cuello justo detrás del lóbulo de la oreja y le susurro "¿Quieres que te ayude?". En el momento que Asier sintió el leve mordisco y la posterior lamida en la zona todo su cuerpo se estremeció y no pudo evitar soltar un leve gemido. La otra parte continuó haciendo la misma acción a lo largo de todo su cuello, mordida, lamida, mordida, lamida, cada vez con mayor intensidad, pasando desde un leve roce hasta dejar contundentes marcas, Asier no sabía que insecto le había picado al hombre pero su actitud se había vuelto posesiva de la noche a la mañana, lo marcaba como si quisiera mostrar su poderío a todo el mundo, cuando incluso su cuello estuvo totalmente marcado no se vio satisfecho y sin perder el tiempo la mano que había estado todo este tiempo libre apoyada en la cama se deslizó a través de su camiseta y rozó cada centímetro de su piel, cada lugar donde tocaba se sentía como si lo estuvieran quemando, en todo momento Hoshino miraba el cuerpo del chico con una sonrisa satisfecha y orgullosa, nunca le había hecho esto a alguien antes, por lo que seguía un poco nervioso, pero su deseo de satisfacer su anterior orgullo herido era mucho mayor en estos momentos que su vergüenza.
Hoshino comenzó a besar de la misma forma que había hecho antes con el cuello del chico, mordió y lamió sin parar cada zona del abdomen y el tórax del otro y, cuando llegó a las pequeñas bolitas rosadas no dudo en continuar mordiendo.
En la habitación solo se podía escuchar los suaves gemidos de Asier que intentaba amortiguar mordiéndose los labios, la temperatura de la habitación había aumentado y las sábanas de la cama ya estaba hechas un revoltijo. Asier quien era el recibidor de toda la atención sentía que en cualquier momento llegaría al límite, ni siquiera estaba siendo tocado en su sociable compañero y, sin embargo, igualmente se sentía excitado y a punto de colapsar.
Hoshino continuaba con su marcado, sus ojos estaban oscuros de deseo, sus pantalones también se habían abultados, no obstante, no tenía la intención de ir demasiado lejos, aún se acordaba de la promesa que se había hecho anteriormente a sí mismo, pensaba permitir que el chico acabara y luego encargarse de sus propias necesidades en el baño.
Cuando hubo terminado con la parte superior del cuerpo del chico la pequeña cintura y el borde del pantalón de algodón lo tentaban a continuar más abajo, con los ojos oscuros y la respiración agitada besó justo en la orilla y pellizco la piel ubicada sobre ambos huesos de la cadera, sin embargo, no continuo más abajo.
Asier le lanzó una mirada llena de maldiciones, como si estuviera regañándolo por burlarse de él de esta forma, pero no continuar más allá. Los ojos de Hoshino se oscurecieron aún más y con una sonrisa llena de burla y poderío, que resaltaba por completo su masculinidad deslizó su mano dentro del pantalón mientras le lanzaba una mirada a Asier como si estuviera contestándole a sus acusaciones anterior. El sorprendido Asier no pudo formular palabra en el momento que sintió la gruesa y cálida mano envolverse alrededor del mafioso entre sus piernas, era una sensación totalmente nueva, desde que tenía a su sociable compañero no había sido tocado de manera sexual en ningún momento, por lo que aún no sabía cual era la diferencia en las sensaciones entre una mujer y un hombre, no pudo evitar soltar un gemido fuerte mientras se le cortaba el aire, no sabía como sería con otras personas, pero podía decir que Hoshino realmente lo hacía bien…
El hombre miró al chico que había afirmado fuertemente las sabanas, que lo miraba con la mirada desenfocada y soltaba gemidos apenas reprimidos a través de sus delgados labios, el deseo de escuchar a la otra persona gritar se apoderó de él y durante los próximos minutos la mano motivada del hombre frotó, apretó y se movió con energía e insistencia llenando la habitación de gemidos, su propia respiración era irregular, cuando el chico terminó entre sus dedos su rostro sonrojado de vergüenza se escondió entremedio de las almohadas y se negó a mostrarse.
Hoshino lo miró con una sonrisa llena de indulgencia, se levantó de la cama y con la mano limpia tapó el cuerpo del chico y le dio una suave caricia en el cabello antes de marcharse al baño.
El rostro de Asier se sentía caliente, la caricia de Hoshino hizo que se sonrojara aún más y que su corazón comenzara a bombear agitado, se sentía caliente y agitado en todo su cuerpo, era una sensación desconocida y que le asustaba, en todos sus años de vida jamás se había sentido tan indefenso, sus emociones jamás se habían disparado de tal manera y un simple roce nunca lo había hecho sentir tan complicado, no era una persona inocente, se había acostado con otras personas, si le gustaba el aspecto de alguien no dudaría en lanzarse a ello, por esta misma razón, no había dudado en acercarse a Hoshino cuando vio lo atractivo que era, jamás se había sentido avergonzado ni tímido al lanzarse sobre él, ni siquiera perdía el tiempo insinuándosele, no le gustaba el trabajo lento, si quería algo lo conseguiría lo más rápido posible, sin embargo, en estos momentos, tenía que darse cuenta que algo era distinto, la reacción tímida de su cuerpo y su actitud avergonzada ¡Esto no era normal!
Asier esperó hasta que Hoshino salió del baño y se hizo el dormido, no importó cuando insistiera él otro en hablarle, picarle la cara, intentar despertarlo, su rostro no mostró ningún indicio de estar fingiendo, finalmente Hoshino se rindió y lo dejo dormir saliendo de la habitación para ir a almorzar.
En el momento que Asier quedó solo soltó un suspiro de alivio, tenía toda la intención de evitarlo por el resto del día, hasta que descubriera que pasaba consigo mismo no pensaba estar en la misma habitación que la otra persona.
No sabía si era buena suerte o Diosito se había compadecido de su intento anterior de ver comedia por las mañanas, pero Hoshino fue llamado por su secretario desde la oficina de la empresa, un problema había surgido y debía ir de inmediato. Asier no había bajado aún cuando Hoshino estaba montado en el auto camino a la empresa.
El resto del día Asier lo pasó descansando en la habitación.
¿Qué hizo?
Simple.
Leer novelas web…
Solo bajó un par de veces durante el día para ir a buscar comida, el hoyo negro de su estómago exigía ser llenado cada dos horas.
Cuando Hoshino finalmente volvió a casa ya eran cerca de las diez de la noche, Asier no bajó a encontrarlo y el hombre tampoco subió a molestarlo, se dirigió de inmediato a su estudio a continuar trabajando, un montón de empleados habían sido afectados directa o indirectamente con el accidente del día anterior y la empresa al igual que varias otras estaban con un montón de problemas.
En algún momento de la noche Asier se había quedado dormido viendo series en el computador, la serie había corrido hasta terminar el capítulo y finalmente la pantalla se había suspendido por inactividad.
Hoshino tenía la intención de trasnochar para tener su trabajo terminado lo antes posible, pero en algún momento de la madrugada su agotado cuerpo había colapsado sobre la silla y se había dormido.
Cuando toda la mansión estaba dormida, un grupo de cuatro hombres caminaba sigilosamente por el bosque cercano a la mansión, que en su mayoría estaba compuesto por pinos y eucaliptos, además era el responsable de separar la mansión de la familia Moreau con la de la familia Darsie, donde vivía Lionel el mejor amigo de Hoshino.
Si Asier hubiera visto a los hombres en ese momento habría dicho que eran expertos en su trabajo, sus pisadas eran tan silenciosas que ni siquiera el pisar de hojas en el piso se podía oír, su camuflaje también era de primer nivel, con cada paso las sombras se transformaban en parte de ellos mismos, una persona común habría pasado junto a ellos sin siquiera notarlos.
Estas personas de origen desconocido tenían un rostro serio e indiferente, como si los que estuvieran caminando en plena noche en propiedad privada no fueran ellos mismos, no había sentimientos de regocijo ni malestar, cualquier emoción había sido barrida y solo quedaba la acción de terminar una tarea, tal cual robot.
Se dirigieron a la mansión Moreau a paso decidido y silencioso, las luces del jardín ni siquiera se encendieron, como si el sensor de movimiento hubiera dejado de funcionar y los guardias que patrullaban por las noches continuaban haciendo su trabajo sin percatarse de nada, incluso el mismo Asier dormido en el tercer piso, no notó nada extraño hasta que las cuatro personas entraron por la parte trasera a la mansión.
La sensación de peligro que había sentido era tan pequeña que Asier había tardado en reaccionar, cuando finalmente despertó los hombres ya estaban en el segundo piso, su confusión se plasmaba en todo su rostro, el aura extraña era tan pequeña e insignificante que lo había engañado por completo, era la clase de sensación que sentía justo antes de que Biel lo pateara dormido por las noches, la patada representaba un potencial peligro por la agresión, sin embargo, debido a que no venía con ninguna intención negativa y realmente no representaba un peligro real, Asier no despertaría, los hombres que se habían infiltrado se sentían de la misma forma.
Que una persona pudiera esconder su aura de tal forma que incluso él mismo tardara en reaccionar era increíblemente peligroso y Asier estaba seguro que en su estado actual no podría hacer nada al respecto, ni siquiera tenía un arma a mano, su especialidad siempre habían sido las cuchillas, sin embargo, el tiempo de paz dentro de la mansión lo había hecho manso y relajado, la persona que solía dormir con una cuchilla bajo la almohada y varias más escondidas entre su cuerpo había dejado por completo esta costumbre, en este momento era como un gato al que le había cortado las garras.