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Chapter 32 - Hacer de tus expresiones un Collage de fotos

Asier podía sentir como la respiración de la otra persona le golpeaba la piel, lo sentía como una tortura exquisita y placentera, quería tirar de la cabeza del otro la distancia que lo separaba de su piel y sentir los delicados labios rozando por todas partes.

Miró los ojos de Hoshino, quien tenía su vista enfocada en la parte baja de su abdomen, estaban nublados y desenfocados, con solo mirarlo sabía que estaba a un pequeño paso del no retorno y Asier tenía toda la intención de saltar con todas sus perchas a través del barranco, sin embargo, justo en ese momento se escuchó como alguien tocaba la puerta de la habitación, sacando a las dos personas encerradas en el baño de su ensoñación y devolviéndolos a la realidad.

Asier no sabía si reír o llorar.

Hoshino se levantó apresuradamente del piso, con el rostro rojo de vergüenza y fue a abrir la puerta, desde el baño Asier no podía ver quien era, pero escuchó como alguien le decía que tenía una llamada por teléfono de su padre, debía ser el mayordomo. Hoshino salió al pasillo a contestar la llamada, por lo que Asier no escuchó de que se trataba.

Cuando Hoshino volvió, ya había vuelto a su compostura normal, cantando un mantra en su cabeza para no volver a desconcentrarse sacó con cuidado los pantalones de Asier y su ropa interior, se veía calmado e indiferente por fuera, pero en el interior cantaba repetidamente: tiene lo mismo que yo, no hay nada especial, tiene lo mismo que yo, no hay nada especial… como si su vida dependiera de ello.

Cuando llegó la hora de jabonarse el cuerpo, fue hecho por una esponja por lo que nunca tocó su piel de manera directa, aunque eso no hizo que se sintiera menos acalorado, Hoshino solo quería abrir las ventanas del baño para que entrara aire fresco, sin embargo, tampoco quería que Asier se enfermara por el cambio de temperatura, y entre su comodidad y la salud de la otra persona, siempre iba a preferir lo segundo.

Luego de veinte minutos Asier fue sacado con delicadeza de la tina y envuelto en una toalla enorme y felpuda que le cubría desde la cabeza hasta los pies, fue llevado hasta la habitación y recostado en la cama.

Cuando finalmente estuvo cambiado de ropa, Hoshino le secó el cabello con un secador de pelo, provocando que el cabello de Asier terminara esponjoso y levantado para todos lados, haciéndole parecer que tenía dos orejas de gato.

Hoshino sonrió con satisfacción al ver la imagen, y sin que Asier se diera cuenta le sacó una foto con su teléfono celular, en ella el muchacho se veía sentado en la cama envuelto en una manta peluda de color rosa pastel dejando ver solamente su cabeza que estaba inclinada mientras miraba su teléfono celular, un pequeño ceño fruncido le hacía parecer que había encontrado algo molesto en el teléfono, que en vez de quitarle belleza a su rostro lo hacía parecer mucho más lindo y adorable, a Hoshino le picaban las manos por pellizcarlo.

La foto le gustó tanto que la puso de fondo de pantalla para su constante apreciación posterior, para una persona que trabajaba todo el día con el teléfono y el computador esto equivalía a un montón de veces al día.

Asier levantó la vista al sentirse observado, vi a Hoshino mirándolo fijamente y le sonrió de manera brillante, provocando que este se sonrojara levemente.

"Iré a dormir, si necesitas algo llámame" dijo Hoshino mientras se levantaba.

"Mn" Asier asintió.

Hoshino caminó hasta el marco de la puerta antes de darse vuelta y despedirse con una sonrisa y los ojos llenos de ternura "Buenas noches".

"Descansa" se despidió Asier de vuelta, aunque no le sonrió su mirada estaba llena de afecto e indulgencia, sentimientos que fueron transmitidos a Hoshino, sintió como su corazón se aceleraba, tenía miedo de no ser capaz de irse si continuaba viendo los ojos de Asier, por lo que se marchó tan rápido que incluso se olvidó de cerrar la puerta.

Asier suspiro, no es como si él pudiera cerrarla, ahora tendría que ver un pasillo oscuro toda la noche, menos mal no es asustadizo, sino no podría pegar ojo en toda la noche pensando que está en una película de terror…

A la mañana siguiente Asier fue despertado por uno de los sirvientes de la mansión, estaba cansado que las personas se ocuparan de sus cosas básicas, por lo que despacho al sirviente luego de pedirle que sacara su ropa del armario. Tardó más de veinte minutos en lograr ponerse un par de pantalones, una camiseta de manga larga y botas militares, pero se sintió orgulloso de sí mismo al finalizar, había usado cada parte de su cuerpo que pudiera soportar ayudar, incluso mordió la ropa con los dientes, pero el resultado fue lo suficientemente satisfactorio para darse un palmadita de felicitación.

Era demasiado temprano para poder meter algo a su estómago, por lo que solo tomó una taza de té mientras Hoshino desayunaba en la mesa, cuando fueron las seis y treinta salieron a través de las puertas en dirección a la empresa.

Llegaron a la empresa a las siete en punto, Hoshino llevó a Asier hasta su oficina y lo hizo tomar desayuno, mientras el hacía unas llamadas, su secretaria ya estaba en su puesto cuando ellos llegaron, Asier la había mirado sorprendido, ¿Esta persona dormía en la oficina? Ya había encontrado horrible llegar tan temprano a trabajar, ¡mas esta mujer ya había estado trabajando cuando aparecieron! Tenía que darle un sincero aplauso.

"Deberías darle vacaciones a tu secretaria" dijo Asier mientras le daba un bocado al sándwich en sus manos.

"Cuando vuelva mi otro secretario se irá de vacaciones" contestó Hoshino sin levantar la vista, concentrado en la pila de papeles frente a él.

Asier abrió los ojos sorprendidos "¿Tienes dos?".

Hoshino asintió "Mn" sin dar mayor explicación.

Veinte minutos más tarde, siendo casi las siete y treinta, Hoshino dejó el trabajo, Asier había terminado de desayunar hace menos de cinco minutos y estaba tirado con todo el cuerpo en el sillón mientras se sobaba la panza y entrecerraba los ojos llenos de somnolencia, como un viejo perro que luego de comer se tira al sol con el estomago al aire a reposar.

Hoshino lo miró con una sonrisa cálida y le sacó una foto sin que este se percatara, ¿podría hacer un collage? Siempre hacía expresiones adorables, por lo que no se demoraría nada en llenar su galería de fotos.

Quería seguir adorándole, sin embargo, se escuchó la voz de su secretaria fuera de la puerta que anunciaba la llegaba de las dos personas que había estado esperando, el asistente Oliver Meavilla y el agente Kurt Lharti.

Luego de que Hoshino permitiera la entrada de las dos personas estas se quedaron a un metro de la entrada y saludaron respetuosamente, Asier había escuchado a algunas personas entrar, pero su cuerpo no tenía la suficiente fuerza abdominal para levantarse solo usando sus músculos abdominales, una persona sana ocuparía sus antebrazos o piernas, pero ya ves, seguían enyesadas, en resumen seguía tirado en el sillón en la misma posición anterior, con la diferencia que sus ojos ya no mostraban la somnolencia anterior, sino más bien frustración y un toque de vergüenza.

Hoshino vio como aparecía un ceño fruncido en el entrecejo del otro, por lo que invitó a los dos recién llegado a sentar en el sillón frente al de Asier, caminó hasta él y ayudó a Asier a sentarse mientras se sentaba tranquilamente a su lado.

Las dos personas frente a ellos lo miraron sorprendido y al mismo tiempo avergonzados, se sentían como la tercera rueda entre una pareja de amantes, aunque en este caso serían la tercera y cuarta rueda, aunque ya habían escuchado los rumores del día anterior y visto las fotos que estaban circulando, por lo que cuando fueron llamados para encargarse del nuevo recluta Asier, se sentían increíblemente nerviosos y con una gran carga sobre sus hombros, debería ser relajado con una persona que llegaba por primera vez, sin embargo, este chico no era cualquier persona, en primer lugar parecía la muñeca de porcelana del jefe, y al mismo tiempo veía de una familia tan importante y prestigiosa como la de él.

La conversación fue corta y clara, el señor Lharti tenía cuarenta y cinco años, había llegado recientemente a la compañía, sin embargo, aun no le habían asignado ningún artista lo que lo había tenido en contaste ansiedad, había tenido malas experiencias en su antigua empresa y el artista del que se había encargado había sido permanentemente bloqueado, esos días habían sido los más tensos y sofocantes en toda su carrera, había estado deprimido y emborrachado en su casa luego del despido, cuando había sido contactado por la empresa MoonLight, quien le ofrecía trabajo, sin preguntar de que se trataba, había aceptado inmediatamente, estaba tan desesperado por trabajo que tomaría lo que fuera que le dieran.

Por otro lado, Oliver tenía veinte y nueve años, había estado en la empresa por tres años, sin embargo, su verdadera profesión era enfermería, ¿Cómo había terminado siendo asistente? Era una historia bastante simple y romántica, se había enamorado de un artista luego de verlo en la televisión, había sido la descripción de flechazo a primera vista, desde ese día se había visto todos sus programas, películas y series, sin embargo, había considerado que no era suficiente, finalmente había abandonado su trabajo y buscado ser asistente en la misma empresa que su amado, para poder verlo en persona, y lo había conseguido, mas había llegado a aprender que un artista de alto nivel no estaba dando vueltas de ocioso en la empresa y más bien apenas aparecería.

Hoshino había elegido a estas personas luego de mucha consideración, el señor Meavilla era idóneo para el puesto, por lo que no había dudado mucho, un asistente con formación médica era raro de ver, es más, era el único que tenían en toda la empresa, había tenido otro artista asignado, por lo que había tenido que hacer un trato con el artista anterior para que cambiara de asistente.

Del mismo modo había elegido al señor Kurt, debido a que todos los artistas que había tomado hasta el momento habían sido cantantes y les había ido bastante bien bajo su cuidado, la última persona había sido una excepción, investigó el asunto antes de contratarlo y no había tenido ninguna culpa.

Las cuatro personas en el salón hablaron por poco tiempo, se discutirían temas más específicos más adelante. El señor Kurt se marchó, sin embargo, Oliver comenzó de inmediato su trabajo, Asier era un caso especial, debido a su estado actual necesitaba observación y cuidado contaste, de la misma forma no podía mover la silla de ruedas por el mismo, por lo que necesitaba que alguien lo acompañara a todos lados, ya que ahora tenía un asistente, este sería su cuidador, por supuesto se le pagaría de acuerdo con todo el trabajo que estaba haciendo.

Asier fue llevado hasta el edificio de al lado, a la sala de música, donde un profesor de música le enseñó a cantar correctamente durante horas, cuando finalmente terminó eran cerca de las cinco de la tarde, apenas había descansado entremedio para almorzar, por lo que estaba extremadamente cansado, de solo pensar que tendría que ver durante mucho tiempo, se bañaba en agotamiento mental.

Había estado todo el día encerrado en la habitación, por lo que no había visto a nadie, solo Oliver le había hecho compañía, habían conversado en cada descanso, el asistente tenía sus misma edad que su vida anterior, por lo que Asier se había sentido bastante cómodo y había abandonado todas las formalidades, incluso habían estudiado algo similar, por lo que Asier le hizo preguntas de su trabajo anterior, Oliver le contó historias interesantes que había pasado con algunas pacientes y ambos se divirtieron bastante, Asier también le contó historias que había vivido cuando trataba a sus pacientes, aunque las hizo pasar como escenas que había visto en películas y series.