Al igual que la primera vez sintió un frío que le recorría sus huesos y que le causaban un dolor leve.
En la esfera una niebla medianamente grande se formó.
"Tienes suerte chico, tu talento es de nivel 6…"
Sach sabía que esto ya era bueno, en su vida anterior cuando hizo lo mismo, el Brujo le dijo que su talento era inferior, luego descubrió que era de nivel 3. Los talentos se clasificaban como inferior de 1-3, intermedio de 4-6 y superior de 7-10.
"Oh, espera, mmm…tienes afinidad con el elemento rayo, un buen elemento…" Murmuró el Brujo.
`!¿Rayo?!´ Sach creía que esto le daría cierta ventaja.
Cuando se prueba el talento en los Brujos, estas esferas califican su talento en inferior, intermedio o superior, pero si tienen alguna afinidad con algún elemento lo demuestran como ahora. Y por esto estaba eufórico Sach porque la gran mayoría de veces solo indica talento, pero mostrar una afinidad con algún elemento no era común. Y si lo aprovechas y te esfuerzas por sacarle su potencial podrías tener una carta más aparte de tus hechizos.
Sach en su vida anterior no conoció a nadie con esta afinidad, pero eso no significaba que no existía, por algo lo mostraba la esfera. Además su círculo de relaciones no era nada grande.
Los elementos eran 8. Tierra, Fuego, Aire, Agua, Rayo, Luz, Oscuridad y Espacio.
El Brujo miró al cuerpo al costado de Sach y le dijo "Tienes un día para prepararte, vendrás mañana en la tarde aquí"
Y sin dar más explicaciones su cuerpo se convirtió en humo negro y desapareció en el aire.
`Debe ser del elemento oscuridad´ pensaba Sach.
Sin perder más tiempo levantó a su tío cuidadosamente en su espalda y regresó al castillo con uno de los caballos que dejaron afuera.
Cuando regresó le contó al jefe de la familia noble acerca de lo que sucedió, y cuando se enteró de los Brujos puso un rostro incómodo y temeroso.
Luego le contó acerca de su salida del castillo, el jefe no podía hacer nada.
En la mañana del día siguiente enterró a su tío y tuvieron una breve ceremonia. A pesar de que no era su verdadera familia, pero el poco tiempo que estuvo con él lo hizo tener un respeto. Lo entrenó y lo cuidó hasta el último momento.
`Tal vez el mundo sea cruel y haya muy pocos en los que confiar y dejar tu vida, pero la familia tiene una conexión muy fuerte por más que haya discrepancias´
Era un sentimiento que nunca había sentido, antes no tenía a nadie y ahora…
Estuvo gran parte de la mañana frente a la lápida, colocó la espada de su tío en la funda al costado de su cinturón y recogió todo lo necesario de su habitación. Algo muy necesario que Sach no tenía que olvidarse es comprar una pequeña caja con todo lo necesario para sus experimentos, así que le pidió al médico del castillo que le vendiera los materiales y este accedió.
Sach pensaba que aunque el Médico era comparable solo a un aprendiz de pociones, al menos tenía lo básico para hacer pociones. Entonces preparó rápidamente algunos brebajes simples.
Luego con otros soldados volvió a la cueva. Los soldados vinieron a recoger los cuerpos de sus compañeros mientras Sach se quedaba en la entrada esperando al Brujo.
Mientras esperaba, Sach empezó a pensar sobre el día de ayer. Estaba tan concentrado en matar que no se dio cuenta del aura que emanó de su cuerpo cuando mataron a su tío.
`Según el folleto del bisabuelo ya he entrado en la cúspide de estado de caballero, vendría a ser algo como un Cuasi-Gran Caballero. ¡En este estado ya solo falta un pequeño empuje para ser un verdadero Gran Caballero!.¿Qué causó esto? ¿Un estado frenético? ¿Una emoción extrema? ¿Una gran fuerza de voluntad? La verdad está para analizarlo. El folleto tampoco lo describe, así que tendré que comprenderlo en el camino´
*Soplo*
Una punto negro se acercó a gran velocidad desde lejos en el cielo.
Se paró flotando encima del suelo. El Brujo estaba parado sobre una alfombra roja.
Sach en su vida anterior nunca había visto uno de estos artículos mágicos.
"H-Hola señor, ¿algún día podría tener uno de estos?"
"Lo dudo"
Dijo con una voz hosca, pero Sach lo siguió mirando como esperando más.
"No pruebes mi paciencia chico…esto es encantado por un amigo mío y además es muy caro mandarlo a hacer"
Sach comprendió que esto raramente lo encontraría en venta, ya que era mandado exclusivo. Además de tener recursos debes conocer a alguien capaz de hacer el trabajo. Un Maestro de Runas capaz que encante de esta manera no se encuentra por todos lados.
"Como te dije, no soy reclutador, pero hay un compañero que lo está haciendo, te llevaré a él. No te caigas".
Sach subió a la alfombra y se sentó.
De repente la alfombra partió velozmente y Sach tardó unos minutos en acostumbrarse y cuidarse de no caerse. El Brujo seguía parado con la capa ondeando por la velocidad.
Después de alrededor de media hora la alfombra fue a tierra y se paró en medio de una carretera.
Un carruaje grande y otros tres medianos atrás se acercaban. Soldados resguardaban a los costados.
"Señor, ¿puede por favor decirme su nombre?"
"…Blass"
Los carruajes se detuvieron.
"Bájate"
Sach obedeció.
La puerta se abrió y una persona alta un poco encorvada salió del carruaje. Tenía una capa marrón, la capucha se levantó y asintió hacia Blass.
El Brujo Blass sin decir nada despareció en el aire.
El hombre que salió del carruaje tenía cabello blanco largo, ojos negros profundos y lo más característico es que había un largo corte que estaba cocido desde las comisuras de sus labios hasta la mitad de la mejilla derecha.
Parece ser que hubieran metido algo afilado a su boca y luego lo sacaron bruscamente, haciendo que se separara la parte de arriba de la de abajo.
"Debería haber sido hecho con una arma mágica" pensó Sach. La cicatriz que él había tenido era hecho por un arma normal y su curación no era un problema, pero si es hecho por un arma impregnado de magia entonces esto requería de un medicamento especial. Debe ser que no ha encontrado quien pueda hacerlo, no tiene lo suficiente para pagarlo o le importa muy poco su aspecto.
Una sonrisa se formó en el rostro arrugado y la cicatriz se deformó horriblemente.
"Blass me ha dicho tu caso, subes al segundo carruaje" Dijo tranquilamente.