Sach sabía que esto no podría ser tan fácil.
"Estaremos esperándolos al otro lado. No me importa cómo llegues, solo estaremos dos días y nos iremos, el regreso va por tu cuenta luego…Eso es todo, ingresen".
Y los brujos se hicieron a un costado para que todos ingresen.
"Lyna, toma esto y trata de no alejarte" Sach le dijo entregándole una daga que tenía en su cinturón y entraron al bosque.
"¿Es necesario?" Preguntó Lyna.
Sach no sabía con qué se encontraría aquí, pero lo que sí sabía era que esta prueba no era para que todos lo pasaran. El objetivo de la pruebas es que solo sobrevivan los más capaces y una simple caminata no haría eso.
Y cuando pasaban el primer árbol, Sach sintió algo. Era como pasar a través de una cortina muy delgada.
"¿Lo sentiste?"
"¿Sentir qué?" Dijo Lyna.
"Nada, parece que solo fue mi imaginación"
La percepción de Sach era sobrehumana, sus cinco sentidos estaban afilados al máximo y no creía haberse equivocado. Mientras seguían caminando pensó en una posibilidad.
`Si no estoy equivocado eso que sentí fue una Formación Mágica. Esto debería ser hecho por Maestros de Runas. Generalmente los Maestros de Runas encantan objetos para volverlos más poderosos añadiéndoles inscripciones, como la alfombra a la cual pensaba que le añadieron el elemento viento para que pueda volar, pero también estos Brujos tiene conocimientos en Formaciones Mágicas que permiten contener o bloquear algo dentro de dicha formación. Ahora la pregunta es ¿Qué cosa quieren contener aquí y qué no tiene que salir?´
Sach inteligentemente no se puso a la delantera ni detrás, se mantuvo un poco en el medio tratando de prestar atención a todos lados y sobre todo no perder de vista la dirección. En el bosque no había caminos ni señales ni nada, todos los árboles parecen iguales y es fácil perderse. El Brujo solo dio una `ayuda´ "seguir recto…".
"AHH-"
Un grito causó que Sach se pusiera más alerta y cuando giró la cabeza... el grito había desaparecido.
Su espada en su mano derecha lo sostuvo con fuerza. Los gritos seguían saliendo cada cierto tiempo y los postulantes huían de pavor. Muchos se dispersaron y se fueron por su lado.
Sach seguía recto, no olvidaba su dirección. Sobre todo miró al suelo, a lo lejos no vio criaturas que los persiguieran o criaturas que los llevaran volando, solo gritaban y como si algo los jalara desaparecían en la tierra.
De repente, una sombra velozmente emergió cerca de sus pies y fue cortada por su espada.
*chillido**chillido*
Un escalofriante chillido se escuchó de la criatura que se retorcía en el suelo.
*perforación*
Una espada se hundió en el cefalotórax de la criatura. Las ocho grandes patas lucharon un momento y luego se detuvieron con pequeños espasmos.
La araña de una altura que le llegaba a la rodilla de Sach tuvo su último movimiento.
Lyna al costado estaba con su daga fuertemente apretada a sus puños temblando, miraba a su alrededor esperando algún movimiento más. Podría haber tenido miedo y quería gritar, pero no quería ser inútil y ser una carga para Sach. Aunque ella solo pensó en ser Bruja para salir de su mala situación, con el tiempo tuvo que aceptar que si quería sobrevivir tenía que dejar sus miedos y superarlos.
Sach sacó su espada y empezó a cortar los colmillos y a almacenar la sangre de la araña en un tubo de vidrio. En cierto sentido estaba feliz porque estas criaturas no se encontraban fácilmente en el reino mortal y recolectar estos materiales sería bueno para preparar pociones.
"Corta una pata" Dijo Sach.
Lyna miró a Sach, viendo que no era una broma se acercó a la araña, agarró la peluda pata y con su daga cortó la pata, mientras Sach recolectaba un poco de hilo de araña del agujero del que salió. La entrada de este agujero se abría como una tapa adherida al suelo, por ello era difícil darse cuenta.
Sach envolvió la pata y lo guardó en su bolso.
"Sigamos"
En el camino, Sach y Lyna se encontraron con muchas de estas arañas pero fueron cortados por una espada. En una ocasión Lyna fue empujada por una y sus colmillos estuvieron a punto de perforar su cuello, pero Sach lo pateó y volvió a hundirse temblando en la tierra. En el transcurso escucharon muchos gritos, pero ellos seguían adelante caminando.
Cuando iba anocheciendo Sach decidió parar cerca de un árbol, se aseguró de que no había ningún agujero tapado ni ninguna criatura a su alrededor y se sentó. Lyna sacó un manta y lo envolvió a los dos. Parecía un entendimiento tácito entre los dos. Ninguno formalizó nada, simplemente se sintieron cómodos y ella se acostaba a su costado todas las noches.
"Nunca guardes tu daga mientras estemos en el bosque, mantenlo en tu mano" dijo Sach.
Sach mantuvo sus cinco sentidos alerta y su espada en su mano derecha. Luego de un tiempo, sin decir nada acercó su rostro al cuello de Lyna y empezó a besar su clavícula. Ella tembló un poco y gimió bajo, pero no lo rechazó. Sach subió lentamente besando su cuello hasta que llegó a su boca y suavemente empezaron a besarse....
Una vez que terminaron de sentirse con sus besos, Lyna enterró su cabeza en el cuello de Sach y se cubrió con su cabello. Sach la agarró por sus hombros con su mano izquierda y levantó la manta para abrigar bien a Lyna.
La noche pasó en silencio.
Al día siguiente, ambos seguían caminando en la dirección indicada. Sus pasos no eran ni muy rápidos ni muy lentos, ellos prestaban atención a su entorno en todo momento.
Sach aguzó su oído y escuchó sonidos de lucha no muy lejos, de repente dos chicas vinieron corriendo bajando de un monte, parece que los vieron y gritaron.
"¡Ayuda!"
"¡Por favor!"
Sach no era tan tonto como ir corriendo a salvar, quería saber de qué estaban huyendo.
La chica un poco detrás de la otra no era muy rápida, repentinamente fue atrapada por un criatura en cuatro patas y despedazada.
¡Sach vio que era un lobo con tres ojos! Y como lo pensaba, estos generalmente no andan solos, vio que dos lobos más bajaban del monte, estos tenían sangre goteando de sus bocas y hasta uno de ellos venía masticando. Sach no tenía que pensar mucho para saber lo que era.
Mientras la chica sobreviviente venía, Sach corrió hacia ella y lanzó una daga de su cintura.
*soplo*
La chica sintió un soplo de aire por su mejilla que dejó una fina marca y se escuchó un aullido.
El lobo que venía detrás se había lanzado y estaba a punto de caer sobre ella, pero la daga entró a su boca y la punta salió por encima de su cabeza y calló sin vida.
*corte*
Sach ya había pasado a la chica que huía y cortó hacia los lobos que venían.
Dos lobos luchaban salvajemente con Sach. Estos lobos tenían una fuerza y velocidad comparable a un caballero en la cima de su potencia.
Con mucho esfuerzo Sach pudo matar a los dos y se sintió un poco cansado. Él creía que máximo podría ocuparse de tres al mismo tiempo, pero si fueran más podría salir lastimado. En este momento su traje estaba con marcas visibles de garras y hasta la mano que sostenía su espada estaba entumecida.