Con la esperanza de ser escuchada, cerró sus ojos y aún tomando su cristal que se encontraba colgado en su cuello, habló.
— Sopla a favor del bien, arrasa con el mal creado por la oscuridad y... purifica el alma de los perdidos en las tinieblas con tu tranquilizante frialdad que saca a flote los sentimientos más puros con tu simple roce. ¡Invoco al aliento divino de la vida!.
Al sentir que poco a poco regresaba lentamente hacia la tierra a causa de la gravedad, comenzó a mover una de sus manos como si formase un remolino con el movimiento de su dedo, a la vez que la otra mano sostenía el cristal.
De un momento a otro, se formaron cinco tornados, cuatro de ellos acorralaron con su gran fuerza al leviatán. El quinto que no ejercía mucha fuerza atrapó a Amanda y con delicadeza la bajó a tierra firme, donde el remolino de aire se dispersó.
— William....— miró a su alrededor.— tal vez fue tragado por uno de los tornados.
— ¡Estas muy equivocada!. Amanda, salgamos de aquí.— habló el de cabellos blancos que se encontraba aferrado a uno de los árboles que se encontraban aún de pie en el lugar.
— Oh, ahí estás.— sonrío levemente.
— Te burlas de mi por no soportar la fuerza de esos tornados pero... recuerda que soy un jinete y tu eres el mismísimo elemento de aire.— suspiró.— así que... por favor, ayúdame a salir de aquí.
— William, ¿me ayudarás?.— levantó una de sus cejas.
— Claro... además, estas sola y yo lo estaré también después de que padre..— negó con la cabeza.— No. Mejor dicho, la deidad oscura se deshará de mi al saber que estuve tratando de contener a Kohei.
— No puedo confiar en un sanguinario como tú.— se cruzó de brazos a la vez que caminaba hacia él.
— Si cometí esos crímenes fue porque... no me gustaba verte triste por el simple hecho de que te manipulaban y lastimaban.— desvió la mirada.— lo siento, se que eso es cruel y despiadado y que ya no sientes nada por mi, pero... hasta yo que tengo el corazón más podrido, tenía la necesidad de protegerte, hasta ahora.
— Ah, William. ¿Y por qué tenías a Gaia y a Kohei atrapados?.— le preguntó al estar ya a su lado.
El jinete solo desvió su mirada por el hecho de que sus sentimientos humanos estaban volviendo a su alma que se encontraba sumida en el odio y rencor, tal vez era un mal momento para hablar pero quería comunicarle a Amanda todo lo que estuvo guardando durante siglos en esa alma que hacía parecer a su cuerpo como una simple carcasa andante fuera del mundo de los sueños.
— Los odiaba. La deidad oscura siempre me decía que te habías alejado de mí porque ellos le habían comunicado a tu creador sobre lo nuestro y que él te había negado verme... el odio, rencor, la ira... consumieron mi alma.
— William...— lo tomó con fuerza del brazo para ayudarlo.
— Aún es confuso, pero ten en cuenta que te ayudaré. Eternity dream es un mundo que me hace sentir completo y la deidad quiere destruirlo y junto con ello causar el caos con ustedes cuatro desatados.— la tomó del brazo para después separarse del árbol y luego abrazarla para que los tornados no lo arrastraran.— este es el único lugar en el que puede desatar las bestias mitológicas más peligrosas que fueron selladas en sus almas con esas gemas preciosas.
— ¿Si desata a las cuatro bestias... crearán inestabilidad por la fuerza de cada una y eso destruiría este mundo?.— le preguntó.—Aún no comprendo por qué su objetivo es destruir este lugar.— agregó con un tono de voz que demostraba su malestar.
— Es porque se encuentra en medio del mundo oscuro y el mundo terrenal. Si se abre una grieta, los súbditos y todo su séquito puede ir a causar caos junto con las bestias que yacen dormidas dentro de sus almas.— le respondió.
— Bien, ahora. Responde la primera pregunta que te hice, si no lo haces voy a soltarte para que quedes atrapado con Kohei.— lo amenazó.
— El zafiro de agua lo tiene Plaga. Lo más probable es que ya se lo haya entregado a la deidad.— le respondió lo más rápido que pudo para complacerla.
— Bien, entonces... vamos por ella.— le ordenó.— pero si me vas a traicionar, juro que no dudaré en atacarte.— le volvió a lanzar otra amenaza.
— Ya lo sé... ya vi que tienes las dagas en tus medias.— le respondió.
William ayudado por Amanda, caminaron hacia la salida que había sido anteriormente la entrada que había usado la elemental para ingresar a aquel jardín. Al estar dentro del templo, el de cabellos blancos sólo la liberó y con curiosidad la miró para después hacerle una pregunta.
— ¿Buscaremos a Plaga?.— se cruzó de brazos.
— No tiene caso buscarla si no tiene en sus manos el cristal de Kohei.— le respondió para después tratar de buscar con la mirada un camino para salir de ahí.
— Entonces.... ¿buscaremos a...?
— Gaia, ella es la única que puede detener a Kohei.— devolvió su mirada hacia él.— William, ¿sabes donde puede estar ella?.— le preguntó.
— Sí, Pobreza está con ella. Solo que....
Sus palabras fueron interrumpidas por un temblor seguido de un crujido que les hizo preocupar, ya que aún estando a oscuras en aquel lugar, pudieron deducir que los cimientos se estaban comenzando a agrietarse al escuchar que del techo se estaban cayendo pequeños pedazos que la chica con dificultad esquivaba.
— Gaia ya no está con nosotros.— frunció el ceño.— ella ya no tiene su humanidad, la ha perdido. Y si esto sigue... estaremos acabados.
— Amy, solo quedan de pie... Tú y Ethan.— se acercó a ella para ayudarla a esquivar los últimos fragmentos que cayeron del techo.— lo bueno es que el temblor terminó, lo malo es que.... Hambruna ha de estar tratando de persuadir a tú "esposo" para que le entregue su cristal.
—.... .— suspiró.— démonos prisa, ahora tengo que retener a Gaia. No quiero utilizar el último recurso que me queda.
— Amy, si es lo que estoy pensando.... ¿no te arrepentirás?.— la miró un poco preocupado ante la idea que posiblemente había cruzado por la mente de la elemental de aire.— perderás todo lo que eres.
— Si eso salva a todos... creo que sería lo correcto.— le respondió.— incluso padre estaría contento de que no pensara con egoísmo.— dijo eso para luego desviar su mirada que reflejaba un poco de dolor de tan solo pensar en los diferentes escenarios caóticos que podía causar su idea descabellada.
— Pero... serías egoísta contigo misma, perderías todo lo que amas... incluso... tú conexión con... "tu esposo".— mencionó con preocupación.
— Ya no importa, jamás pensó en que hayamos tenido una conexión. Sería mejor acabar con todo esto para borrar nuestro pecado y dejar de encontrarnos... es mejor amar a alguien que no fue atado a ti por castigo. ¿no lo crees?.— le preguntó Amanda a William.
— Claro que tú y ese chico tenían una conexión especial que no era provocada por el pecado que les impusieron, además sus ojos..
Lo interrumpió.— No perdamos más el tiempo, vayamos a detener a Gaia. Tú que sabes el camino... llévame a ese lugar.
— Amy...
El jinete estaba preocupado, pero aún así la tomó del brazo para después comenzar a guiarla por aquel lugar oscuro, ya que tenía la habilidad de visión nocturna que le había concedido la deidad oscura.