Ya Margaret sabiendo un poco la verdad del tal Roger accedió en ver como podía su amado Armando obtener de nuevo su trono y su poder, estaba segura de que si ella ideaba un plan maestro este estaría feliz y aceptaría sus sentimientos, usaba a Leandro para pensar en Armando quien deseaba que la poseyera y le embarazara.
Cuando Alfred le contó de un gran lugar donde hay dragones, esta sin pensarlo accedió y transformándose en una hermosa elfo se fue al pasaje de los dragones; de allí se fue al gran portal y le ordenó a sus chicas que estuvieran atentas de gran Dios Seth y su amado Armando.
Constans la miro curiosa y accedió, pero Fidore había entendido que algo no cuadraba, se quería reír en frente de ella pero prefirió callar su opinión y sólo asentir a lo que decía Margaret y al ambas ver como se van Fidore mira a su hermana y mientras toca los labios de Contans dice
Fidore: pobrecita, el amor es su perdición, pero por lo menos no juega con nosotras, en parte me pone triste. -tocando el pecho de constans-
Constans: -respiración agitada- hermana… creo que nuestra señora te éxito ¿Verdad?.
Margaret aún las podía oir y escuchar como ambas hablaban de ella y esa respiración agitada la hizo sonrojar, nunca se había imagino que hasta en ella había despertado deseo sexual, tratando de calmarse y centrarse en el plan siguió la ruta que Alfred le había indicado y tal cuán detalló unos hermosos dragones tomaban el sol en la parte más alta.
Esta no le importó y subió mientras decía: valla mis nuevos esclavos me esperaban con ansias, que feliz estoy.
Dragon 1: ¿Quién te crees que eres? Maldito elfo.
Dragon 2: Que mujer más creída. -carcajada-
Margaret: hay no sean tímidos, sólo les pondré una gran cadena en ese cuello.
Miro bien el cuerpo de ambos y logró ver las marcas que le había indicado Alfred, el primer dragón era de un hermoso azul marino con franjas blancas y negras, su símbolo en el cuello era del rayo, el otro dragón era de un hermoso color rojo ladrillo con marrón y el símbolo del fuego.
Siguió los pasos que decían los viejos textos los miro a ambos, pero los dragones tenían una ley que cumplían como regla de duelo, jamás serían 2 contra 1, aunque el oponente lo deseara así, debido a esto ambos dragones se miraron y en una seña escogieron quien iría primero, pero cuando del rayo se iba a ir Margaret dijo
Margaret: no se porque te vas, ambos serán mis esclavos, quieras o no.